Una avería obliga a desalojar a 25 ocupantes de un autobús en el alto de Cordeiro.

Un autobús que cubría la línea Santiago-Sanxenxo se ha averiado esta noche en el alto de Cordeiro (Valga). La rotura de una pieza del motor provocó una densa humareda que alarmó a los 25 ocupantes del vehículo, que fueron desalojados por el conductor y que tuvieron que tuvieron que esperar en la oscuridad la llegada de un autobús de recambio. «No fue nada. Oímos un ruido, miramos atrás y al ver el humo le dijimos al conductor que parase», explicaba una pandilla de jóvenes de Foz que se dirigían a Sanxenxo a disfrutar del fin de semana. Hasta el lugar de los hechos acudieron los bomberos y efectivos del GES de Valga.

La Voz de Galicia

Una avería deja bajadas casi tres horas las barreras del paso a nivel de San Lois.

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La céntrica calle San Lois de Pontecesures quedó ayer partida en dos durante unas tres horas a consecuencia de una avería en las barreras del paso a nivel. La incidencia se registró sobre las doce de la mañana. El sistema de seguridad se accionó ante la cercanía de un tren que circulaba en dirección a Santiago, pero tras el paso del convoy las barreras no  volvieron a subir. Se quedaron bajadas, impidiendo la circulación de vehículos, lo que generó en un primer momento cierto caos de tráfico puesto que una larga fila de coches (también un autobús y un pequeño camión) esperaban para poder continuar la marcha. Algunos conductores intentaron dar marcha atrás para buscar una vía de escape. A los que les resultó imposible no tuvieron más remedio que cruzar igualmente el paso a nivel, sorteando las barreras, aún con el riesgo que ello conllevaba en caso de que otro tren pasara por la zona. No en vano, una avería similar en el sistema de barreras provocó en abril de 2007 un trágico accidente en el municipio vecino de Valga, con tres personas fallecidas.
Tras este caos inicial, la Policía Local actuó para evitar que los vehículos se introdujesen en el tramo de la calle San Lois comprendido entre la Plazuela y el paso a nivel. El tráfico se desvió por la calle Miguéns Parrado, que discurre por un lateral de la iglesia parroquial hasta enlazar con la carretera N-550. Lo que no se vio afectado, confirma una portavoz de ADIF, fue el tráfico de ferrocarriles.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias fue alertado de la avería desde el propio Concello, si bien ya tenían constancia del problema. Personal de mantenimiento de ADIF se desplazó a Pontecesures para reparar la avería, que quedó solventada cerca de las 15 horas. Varias fuentes indican que ya en los días previos las barreras de este paso a nivel habían generado problemas. Lo confirman vecinos, la Policía Local y la concejala Cecilia Tarela. Esta última comenta que el miércoles ??chamei a Ourense (al ADIF) porque a unha das barreiras xa lle costaba subir dende había días. Pero a eles non lles constaba que houbera ningunha avaría?, por lo que no movilizaron a ninguna brigada de mantenimiento. Añade que este tipo de incidencias se producen con relativa frecuencia: ??as barreiras atáscanse e despois non se levantan?. Relato similar hace un vecino de la localidad, que apunta que ??hai uns dous meses cambiaron o mecanismo das barreiras e, dende entón, hai fallos cada dous por tres?. En ocasiones ??quedan baixadas? y en otras ??andan tolas, suben e baixan sen control?, asegura.

Diario de Arousa

La avería sin reparar desde septiembre afecta a la procesión de Corpus de Pontecesures.

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Nada menos que nueve meses lleva una zona de la rúa San Lois (la de intersección con la rúa Ullán) con una avería en la red de saneamiento sin reparar. Las vallas, las chapas en los huecos y las señales fueron una constante durante todos estos meses, y en los útimos días aunque comenzó la reparación ésta no concluye con trabajos esporádicos en días sueltos. Las quejas de los vecinos, que aún encima tuvieron que soportar durante varias noches los ruídos de las chapas al pasar los vehículos, son constantes.

Pues bien; ni la procesión de Corpus Christi celebrada el domingo pasado hizo espabilar al gobierno local. La impresión que causaba la zona de obras al paso de la procesión era realmente lamentable. No sé a donde vamos a llegar con tanta desidia.

Luis Ángel Sabariz Rolán
Concejal de ACP Pontecesures

El Corpus sortea las obras en Pontecesures.

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Cuando una avería se eterniza, caso de la existente en la rúa San Lois de Pontecesures, los trastornos se convierten en verdaderas pesadillas para los vecinos.

Luis Sabariz, concejal independiente de la localidad, se ha convertido en la voz de los indignados pues la obra provoca importantes molestias acústicas pero a la vez desluce actos tan relevantes para la localidad como la procesión del Corpus, algo que ya había sucedido en Ramos.

«Nada menos que nueve meses lleva una zona de la rúa San Lois, en la intersección con la rúa Ullán, con una avería en la red de saneamiento sin reparar», explica molesto el concejal.

Sabariz asegura que las valla, las chapas en los huecos y las señales son unas constantes en los últimos meses.

Admite que hace unos días se han retomado las obras, pero «solo en días esporádicos», por lo que todavía se desconoce cuando va a acabar esta tortura e incomodidad para los vecinos del lugar.

Y es que las noches se convierten en insoportables para los que residen cerca del lugar de las obras. «Los vecinos llevan varios días teniendo que soportar los tremendos ruidos de las chapas cuando son cruzadas por los vehículos».

A esta molestia permanente, hay que sumar las que se causan a los actos sociales y festivos. Entiende Sabariz que lo que ocurrió este domingo, con la procesión del Corpus, no tiene justificación.

Entiende que la falta de previsión del alcalde nacionalista, Luis Álvarez Angueira, afeó este acto solemne, de enorme tradición en la localidad.

Pero este domingo fue especialmente bochornoso, porque además de que la procesión tuvo que zigzaguear entre las vallas, el día no acompañó a los fieles durante el recorrido. La situación afectó especialmente a los niños que conmemoraban su Primera Comunión en su exhibición de pureza del alma.

Faro de Vigo

El temor enraíza en Pontecesures.

Estancom

Butrones, rejas burladas y puertas de bancos vencidas a golpes. En Pontecesures, los ladrones parecen dominar todas las malas artes para adueñarse de lo que no es suyo. Decir que en el Concello se han cansado de esta situación sería como afirmar que llueve sobre mojado: el gobierno que encabeza el nacionalista Álvarez Angueira ha elevado en reiteradas ocasiones sus quejas por la falta de seguridad que impera en el pueblo y que se tradujo, la pasada semana, en que el estanco de la calle San Lois fuese atracado dos veces en veinticuatro horas. En esta ocasión, la reacción municipal no se ha hecho esperar, y ayer el Ayuntamiento envió un escrito a la subdelegación del Gobierno de Pontevedra para solicitar la constitución de una junta local de seguridad que sirva para acabar con la marea de robos que comenzó hace casi un año.

Ahora hay que aguardar respuesta de Pontevedra. Y la espera se puede hacer eterna si los robos continúan al trepidante ritmo de las últimas semanas. Los vecinos están exasperados por todo lo que está ocurriendo, temiendo siempre convertirse en el próximo blanco de algún caco. La inseguridad ha llegado a tal punto, explica la concejala Cecilia Tarela, que cada vez que se funde una bombilla del alumbrado público se recibe una cascada de llamadas de personas que alertan del problema y que solicitan que la avería se arregle de forma urgente, temerosos de que la oscuridad anime a los ladrones.

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El Concello intenta que las averías se corrijan de inmediato. Aunque no siempre es posible. Hace dos meses, cuando una cascada de personas alertaron de que parte de la Avenida de Arousa estaba sin luz, los operarios de la empresa que se encarga del mantenimiento del alumbrado no lograron corregir el problema antes de que llegase la noche: la avería la habían causado unos ladrones que arramplaron con unos 400 metros de cable del alumbrado público. Y más que se habrían llevado si no los hubiesen interrumpido.

Ese robo se produjo en el mismo fin de semana en el que se produjeron cuatro asaltos a cuatro viviendas de la localidad. Y no fue la única vez que coincidieron varios atracos en el tiempo. «Tivemos semanas de cinco roubos», recordaba ayer la concejala Cecilia Tarela. Sin embargo, y a la espera de que la subdelegación del Gobierno revise sus datos, en el mes de febrero el departamento de Antonio Coello calificaba de «normales» los índices de criminalidad que se registran en esta localidad del Baixo Ulla.

Pero con esa afirmación nadie comulga en Pontecesures, donde los robos son una realidad cotidiana. La preocupación aflora en las conversaciones de bar y en las redes sociales. La comparten, también, los tres grupos que conforman el gobierno local (BNG, PSOE y TeGa) y la oposición. Luis Ángel Sabariz salía a la palestra hace unas semanas reclamando que se adoptasen medidas para acabar con la inseguridad en Pontecesures.

La Voz de Galicia

Otra oleada de robos de joyas, monedas antiguas, comida y cobre sacude a la villa.

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Una de las arquetas en la que cortaron el cable eléctrico

Pontecesures vive inmersa desde el sábado en otra oleada de robos, la enésima que padece el municipio. Al menos cuatro denuncias recibió la Guardia Civil desde el fin de semana por hurtos en domicilios, galpones y en la propia calle. Y esto a pesar de que, según el teniente alcalde y concejal de Obras, Ángel Souto, ??a Garda Civil incrementou as patrullas pola zona. Hai máis presenza policial, pero ou poñen a un axente en cada porta ou non hai forma de evitar os roubos?, reflexiona. ??Nós seguimos solicitando sempre a máxima vixilancia no municipio? y, aún así, ??parece que os ladróns a teñen emprendida con Pontecesures?.
En la jornada del sábado fueron tres las acciones delictivas perpetradas en la villa del Ulla. En una vivienda de Infesta los ??cacos? forzaron la puerta principal, rompieron el cristal y la manilla de un pórtico y, una vez en el interior, se hicieron con un valiso botín: una colección de monedas y billetes antiguas, algunas de hace unos 150 años, además de joyas de brillantes y oro. Cadenas, medallas, sortijas, relojes… se llevaron todos los objetos de valor que encontraron e incluso el mando a distancia del garaje y una copia de las llaves del vehículo del propietario del inmueble. No se quedó ahí la cosa porque otro cesureño acudió al cuartel de Valga para denunciar que unos desconocidos forzaron la puerta trasera de un galpón anexo a su casa, del que sustrajeron gran cantidad de comida que se guardaba en un congelador y alimentos que estaban desalándose. Fue también el sábado, al igual que un tercer robo en el bar Chaves, emplazado en la calle Ullán. En este establecimiento los ladrones forzando con un destornillador o herramienta similar una ventana trasera. Hurtaron la recaudación de la máquina tragaperras, una consola Nintendo y una cartera que, además de dinero, contenía varias tarjetas y documentación.

Cable eléctrico
Para rematar esta vorágine de delicuencia, una llamada de un vecino de la Avenida de Arousa al concejal de Obras sobre las 20 horas del lunes, alertando sobre una avería en el alumbrado público de esa calle, permitió descubrir otro robo, en este caso de cable eléctrico. ??Chamei á empresa? encargada del mantenimiento, Doselco, que en un primer momento creyó que se trataba de una avería. ??Encontramos toda la calle sin luz, a pesar de la existencia de corriente en el cuadro general?, dice el informe de la compañía. Tras una primera reparación de urgencia, que permitió reponer el alumbrado en casi toda la calle con excepción de cinco farolas, postergaron el resto de trabajos para ayer, para tener así mayor visibilidad. ??Ao ver as arquetas esta mañá (por ayer) déronse conta que alguén as abrira?. Estaban manipuladas y ??alguén cortara o cable de terra?, explica Souto Cordo. Los ladrones de cobre se llevaron 400 metros de cable de unos 10 milímetros de grosor, pero no pudieron completar su ??trabajo?. El resto de cables del alumbrado lo habían cortado en tramos, pero no les dio tiempo a sacarlo.
Por eso, Ángel Souto sospecha que cuando los operarios de Doselco acudieron el lunes a reparar la avería los ladrones estaban aún en la zona. ??Debían estar por alí. Déronse conta de que ían a arranxar a luz e marcharon?, dice el edil, que comenta que los daños pudieron ser mayores. El cable robado, junto con la mano de obra para su reposición, costará unos 1.200 euros, pero ??se chegan a levar o outro cable de maior sección os perxuízos chegarían aos 5.000 ou 6.000 euros?.

Diario de Arousa