Por Juan Manuel Vidal Seage
En estos últimos tiempos en los que la adaptación de la novela de María Dueñas cobra gran aceptación como serie de televisión, en nuestro querido Pontecesures, a modo de protectorado no ya español en Marruecos como en la serie, más bien como protectorado nacionalista a este lado de la frontera del Ulla, se está convirtiendo en el particular taller de costura donde cada día que pasa las glorias van dejando paso a las miserias que el empeño de la troika actualmente gobernando lleva a sufrir a sus gobernados.Seré yo quien me subrogue en la voz del pueblo, convertido en pueblo de las mil una vallas, cintas de balizado, de los mil y un baches, que señalan otros tantos remiendos, aguardando sin muchas esperanzas la llegada de medidas definitivas. Poco se sabe de las gestiones de los titulares del ejecutivo cesureño delante de las administraciones públicas bien por cierto celo en sus gestiones o bien por la inexistencia de las mismas, limitándose a salir a la palestra cada vez que la oposición decide llevar el asunto más allá de la mera pantomima en que se han convertido los plenos bimensuales.Remiendos también han sufrido las instalaciones municipales, sometidas a recortes de este ??gobierno progresista? empeñado en medir la eficiencia de su gobierno no en la mejora de Pontecesures, sus gentes y sus bienes sino más bien en la pretensión de cuadrar de una manera o de otra el equilibrio contable de sus cuentas. Mientras tanto en Pontecesures seguiremos jugando partidos de baloncesto y futbol sala en penumbra, a pesar de la parcial sustitución de los halógenos, por cierto usando escaleras?lo que echa por tierra la finalidad de la puerta de acceso lateral al pabellón que en su día se nos dijo en un pleno que era necesario para la entrada de aparatos elevadores para el cambio de luminarias?, en el campo de futbol los padres se llevarán las equipaciones de los hijos a casa porque el último remiendo que le han hecho a la puertas de acceso a los vestuarios después de quedar prácticamente inservibles tras la inoportuna visita de los ladrones no garantiza que tengan ropa deportiva para el próximo partido, colectivos como el ciclista buscarán bajo el protectorado de ayuntamientos vecinos unas condiciones mejores en las que practicar su afición, y el resto de colectivos deportivos tratarán de superar con más imaginación y esfuerzo sin duda que el que le presta el actual ejecutivo cesureño, el hecho de que ese mismo gobierno municipal les haya reducido drásticamente las subvenciones para el presente año.Y en esta época de ??ruda adversidad urgente? como definiría otro nacionalista como fue Pondal, lo que se necesitan no son remiendos, al contrario se echa en falta que el actual equipo de gobierno se involucre más en buscar el progreso de un pueblo en continuo deterioro, pero tal vez como sugería L. Hay en su último betseller ??quién realmente desea algo encuentra la forma de hacerlo, quien no quiera hacer nada únicamente encuentra la excusa??
Diario de Arousa