La moción de censura abre una brecha en Tega con el abandono del grupo del edil Jorge Janeiro.

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El concejal de Pontecesures acusa a los tripartitos actual y anterior de ser «una bandada de buitres» y gobernar a base de «mentiras».

Las heridas políticas abiertas por la moción de censura continúan abiertas en Pontecesures. El edil Jorge Janeiro anunció en el Pleno del martes que abandona el grupo municipal de Terra Galega (Tega) por las discrepancias surgidas con su hasta ahora compañero de formación, Ángel Souto Cordo. El voto de este último, que forma parte del nuevo gobierno tripartito, fue decisivo para que prosperase la moción de censura que desbancó de la Alcaldía a la nacionalista Cecilia Tarela y dio el bastón de mando al popular Juan Manuel Vidal Seage. Janeiro, en cambio, se mostró siempre contrario al cambio de gobierno ya que, como él mismo reconoce, «soy de izquierdas cerrado». Ángel Souto, en cambio, «tiene una forma de pensar muy de derechas», aunque llevaba más de una legislatura en coalición con BNG y PSOE. Jorge Janeiro se mantendrá en la corporación durante los casi tres años que restan de mandato, pero lo hará como no adscrito.

Jorge Janeiro reconoce abiertamente la «falta de sintonía» que la moción de censura generó entre dos facciones de Tega. «No era lógico que un concejal estuviese en el gobierno y otro en la oposición, que uno se sentase en una esquina de la mesa y el segundo en la otra», explica. En este sentido, su decisión es «irrevocable, muy pensada y meditada». El edil sostiene que «a mí me engañaron por todas partes, tanto los que entraron (en el gobierno) como los que salieron», si bien prefiere no explicar por el momento en qué consistieron esas «mentiras» a las que se refiere. Afirma rotundo que «lo único» que estaba en juego entre el anterior gobierno encabezado por el BNG y el actual liderado por el PP «era repartirse los tres sueldos» municipales, «no los intereses de los vecinos». Así, revela que «yo tuve la opción de cobrar una dedicación, pero preferí renunciar a ella» y mantenerse al margen del pacto a tres entre Souto Cordo, Vidal Seage y la independiente Maribel Castro. «No me podrán echar en cara que yo estoy aquí por dinero, cuando otros sí lo están».

Janeiro continúa desgranando su particular visión de la política cesureña. «Yo soy una persona de palabra», dice, «y aquí hubo muchos incumplimientos». ?l avisa que los denunciará y que «lucharé por los derechos de los vecinos, aunque me cueste estar solo, como lo estoy ahora, ante una bandada de buitres». No descarta, incluso, si no le fallan «las fuerzas» y «los apoyos», encabezar una lista en las elecciones municipales de 2019.

La marcha de Jorge Janeiro de Tega ensombreció el resto de asuntos que se debatieron en el pleno ordinario del martes. Aunque tampoco hay que pasar por alto uno de los primeros desencuentros, en lo que al sentido del voto se refiere, entre los miembros del tripartito. La ordenanza reguladora de la participación ciudadana en el Pleno, propuesta por Tega, solo contó con los votos a favor de Janeiro y Souto Cordo, votando el resto del gobierno y oposición en contra. El alcalde argumenta que esta normativa «invade competencias de otras concejalías» y que, además, «se pretendía hacer grabaciones de los plenos sin que el Ayuntamiento disponga de medios técnicos y sin que esté claro» si respetaría la «ley de protección de datos».

Se aprobó por unanimidad, aunque no sin reproches entre PP y PSOE, una moción de apoyo a las víctimas del Alvia, entre las que hubo un cesureño. Dos representantes de la plataforma de víctimas asistieron al debate. Una de las cuestiones que mayor controversia generó fue la pregunta del BNG sobre la Festa do Churro, que se recuperó este año dentro del programa de las Fiestas del Carmen. Para los nacionalistas, no está justificado invertir «más e 5.000 euros» en un evento que, según María Teresa Tocino, no contó con la participación de mucha gente del pueblo, no contó con ambiente ni tuvo repercusión económica en el municipio. El regidor, Juan Manuel Vidal Seage, se muestra «sorprendido» por las críticas. «Lo que se puede comprobar no es discutible», sostiene. «La Festa do Churro llenó Pontecesures de gente y mucha se quedó al baile posterior. Fue una fiesta productiva», insiste, ya que además «se potenció un producto propio, cosa que el BNG no hizo» durante su gobierno. El alcalde niega las cifras que maneja el BNG sobre el coste de la celebración, ya que «el IVA no es del 21%, sino del 10». Así, explica, la fiesta costó a las arcas municipales 4.400 euros. La decena de puestos de churreros cobraron 330 euros más IVA cada uno, mientras que el puesto que ofrecía también chocolate se llevó 1.000 euros más impuestos. El BNG censuró que «hay gente que no gana eso en todo un mes».

Faro de Vigo

El BNG padronés solicita al Concello que limpie de silvas la avenida de la Estación.

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El BNG de Padrón denunció ayer que la avenida de la Estación, en la carretera de A Matanza, «está feita unha silveira». Por ello, el grupo nacionalista presentó un escrito en el Concello en el que solicitando que se rocen las silvas que invaden una de las aceras de esta avenida.

El edil nacionalista de Padrón, Xoán Santaló, recuerda que esta vía tiene «gran tránsito peonil de veciños» de núcleos del municipio como Luáns, Piñeiro, Santa Cruz, A Matanza, Lestido y Vista Alegre, entre otros, así como de visitantes que, desde el casco urbano, se desplazan a la Casa-Museo de Rosalía de Castro o la estación del tren de Padrón.

Por esta razón, Santaló habla de «incomodidades e perigo» ya que los peatones «teñen que cruzar a estrada ou transitar pola mesma para evitar as silvas». A mayores, señala el concejal nacionalista, «a imaxe que deixamos é lamentable».

Para el BNG de Padrón, esta situación «é un exemplo máis da incapacidade e abandono deste goberno do PP de Padrón para atender as cuestións máis sinxelas e elementais as que esta obrigado, porque as silvas non nacen dun día para outro», asegura el concejal nacionalista Xoán Santaló. Este ya pidió, en nombre de su grupo, que el Concello proceda a limpiar la zona, para bien de vecinos, visitantes y de la propia imagen de Padrón.

La Voz de Galicia

El BNG de Pontecesures denuncia irregularidades laborales en el Concello.

El grupo municipal del BNG en Pontecesures, liderado por la exalcaldesa Cecilia Tarela, ha presentado un escrito en el registro municipal en el que piden al alcalde que ponga fin a una serie de «abusos» sobre el personal municipal. Según explica la formación nacionalista, desde el gobierno local se requirió a dos trabajadoras de la limpieza, con contrato de lunes a viernes, que acudan los fines de semana a limpiar las instalaciones de la piscina. Una de ellas se negó, la otra no. «Esperemos que a partir do día de hoxe deixen esta practica ilegal e que esta traballadora faga as horas que o seu contrato marca».

Los nacionalistas indican, además, que desde la entrada del nuevo gobierno han recibido quejas de varios trabajadores que se sienten acosados por «unha concelleira que se erixe como xefa de persoal».

La Voz de Galicia

En Marea perdió uno de cada diez votos que obtuvo en Arousa el 20D.

El análisis de los resultados que el domingo rompieron todas las encuestas ofrece algunas pistas a la hora de desentrañar lo ocurrido en las urnas. Por lo que respecta a los once municipios de la demarcación de Arousa parece evidente que la clave se encuentra en el comportamiento de una parte del electorado al que En Marea había convencido hace seis meses. El 20D se saldó en la comarca con 15.625 votos para la coalición. El 26J reduce esta cifra hasta las 13.727 papeletas. Entre ambas citas, la formación se dejó por el camino 1.898 sufragios, el 12 % de los que había cosechado en diciembre. En resumidas cuentas, uno de cada diez arousanos que entonces respaldaron las tesis de la alianza entre Podemos, Anova y Esquerda Unida dejaron de hacerlo en esta especie de segunda vuelta.

No parece que esa sangría de votantes se haya ido a ninguna otra parte. El Partido Popular es la única fuerza que avanza en Arousa con respecto a las generales de diciembre. Pero lo hace en bastante menor medida que la pérdida que experimenta En Marea. Los conservadores ganan en la comarca 1.145 sufragios frente a lo ocurrido el 20D, lo que les aporta un incremento porcentual del 4,7 % sobre su anterior resultado. Al margen de que el trasvase de apoyos entre formaciones ideológicas tan distantes sería, lógicamente, bastante extraño, las otras formaciones que representan a la izquierda en absoluto están en condiciones de capitalizar el desgaste de la coalición. Todo lo contrario. El BNG se desploma, literalmente, mientras que el PSOE también retrocede y pierde 546 votos, un 3,9 % de los que obtuvo seis meses atrás. La conclusión apunta a un efecto llamada muy importante entre los electores conservadores frente a un claro retraimiento de signo completamente opuesto entre los votantes de En Marea.

Vilagarcía, en el promedio

Ese promedio del 12 % de votos que la coalición se deja por el camino en los concellos arousanos permite establecer un punto desde el que evaluar en qué municipios ha resistido mejor y en cuáles ha sufrido un mayor desgaste. Sin duda, la plaza que ofrece un mejor comportamiento para sus intereses es Cambados, donde forma parte del gobierno. La formación progresista retrocede un 8,8 %. Por debajo de la sangría media se sitúan también Meis, O Grove, que es el único ayuntamiento en el que ocupa, como ya había ocurrido en diciembre, la primera posición, y A Illa, en el que, no obstante, pierde el segundo puesto en favor del PP. Vilagarcía, pese a descender 777 sufragios, se sitúa en ese 12 % al igual que Catoira.

Las cosas le van peor a la coalición en Valga, donde se esfuman uno de cada cinco votos del 20D, en Ribadumia, donde también sufre un desgaste importante, el 16,3 %, en Meaño, en Catoira, en Vilanova y en Pontecesures.

La Voz de Galicia

Pontecesures: más de lo mismo, pero con la moción de censura aún fresca.

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El socialista Roque Araújo, en primer término, durante la votación del domingo.

En el Concello de Pontecesures se formó nuevo gobierno hace apenas un mes, después de la moción de censura que dio la alcaldía al PP y se la arrebató al BNG. Y aunque nada tienen que ver unas elecciones generales como las del domingo con unas municipales, había cierta dosis extra de expectación, por aquello de ver qué podía pasar en las urnas tras los últimos movimientos políticos en la localidad. La conclusión es que el PP sigue subiendo, mientras que BNG y PSOE, los integrantes del gobierno derrocado, continúan con su caída libre.

Tras registrarse una baja participación, de apenas el 66% del electorado -votaron 1.674 vecinos-, los pontecesureños hicieron que el PP subiera de 699 a 756 votos, alcanzando el 46% del total.

Marca distancias respecto a Podemos, que baja de 461 a 397 sufragios, y al PSOE, que cayó de 331 a 274 sufragios, mientras que el BNG, la quinta fuerza, pasó de 72 a 51. El cuarto lugar fue para Ciudadanos, que se mantuvo exactamente igual que en diciembre, con 140 votos.

Faro de Vigo