Quiere «un equipo cohesionado y sin rivalidades personales» en caso de llegar a la Alcaldía.
La Relación dePuestos de Trabajo encendió la mecha y la casi siempre inestable situación política de Pontecesures ya está envuelta en llamas. El popular Juan Manuel Vidal Seage se perfila como nuevo alcalde, aunque él pasa palabra. Ni confirma ni desmiente, pero lo cierto es que el pasado jueves su grupo, el portavoz de TeGa e Independientes por Pontecesures firmaron en la notaría de Caldas de Reis la moción de censura que desbancará de la alcaldía a la nacionalista Cecilia Tarela. Al BNG y a sus socios socialistas solo les queda contar los días que les restan en el gobierno municipal.
¿Puede darse por hecha la moción de censura?
Una moción de censura se da por hecha cuando se le da entrada por el registro y, a día de hoy, esto no se hizo, por lo tanto estamos hablando de cábalas, conjeturas, o rumorología. Lo que es público y notorio es que en los tres últimos meses nos hemos reunido en varias ocasiones. Pero de ahí a que la moción de censura esté cristalizada hay un trecho. Hay que darle tiempo, las negociaciones van por buen camino, pero no hay nada ratificado.
¿No es cierto que la firmaron el pasado jueves en la notaría de Caldas de Reis?.
Ni lo confirmo ni lo desmiento. Que todo esté firmado es incierto, nadie ha podido ver ningún documento sellado.
¿Cuándo podría confirmarse?
Lo desconozco, no nos hemos fijado ningún plazo. Lo que reitero es que quiero construir un equipo de gobierno con una base sólida. Porque ya en 2015 hubo contactos que no fructificaron en ningún tipo de acuerdo. Había diferencias insalvables entre dos portavoces (se refiere a Ángel Souto de TeGa y a Maribel Castro de Independientes) y estamos tratando de limar esas asperezas.
¿Qué ha cambiado para que Souto y Maribel estén ahora dispuestos a sellar un pacto?
En un primer momento ambos dejaron claro que no querían formar gobierno con el otro, lo que dificultaba el acuerdo. Este hándicap ya está superado. Ahora se trata de acercar posturas, de analizar cómo podemos formar un gobierno que, aún existiendo distintas sensibilidades, que sea un grupo cohesionado en el que no haya rivalidades personales. De nada valdría sellar un pacto si a los seis meses se rompe. Mi postura siempre fue la de evitar cualquier tipo de personalismo y, aunque en ocasiones parezca utópico, centrarnos en el interés del pueblo, dejando a un lado las diferencias personales. Un gobierno no puede estar supeditado a tres personas que se lleven más o menos bien, hay que superar esas diferencias para conseguir la gobernabilidad de Pontecesures. Somo gente responsable que sabemos qué hacer y como hacerlo. Podemos formar equipo.
¿Qué es lo que falta entonces para que se pueda dar por seguro el acuerdo?
Toda vez que conseguimos sentarnos los tres grupo en una misma mesa, la primera dificultad está salvada. La situación es mejor que en 2015, es evidente, pero de lo que se trata es de acercar posturas, cosa que a veces no es fácil. Porque, a pesar de que las tres fuerzas tenemos una base programática común, las sensibilidades y puntos de vista son diferentes. ¿Estamos mejor que hace cuatro meses?. Sí. Pero decir que todo esta listo y emplatado me parece muy aventurado.
¿Cuál es la percepción de la todavía oposición sobre el actual gobierno de BNG y PSOE?
Se trata, precisamente, de buscar una alternativa a eso, a un gobierno claramente estéril, basado en la rutina. Creemos que puede haber otro modo de encarrilar a Pontecesures, aportando el saber hacer de cada uno de nosotros, y por eso queremos dar una alternativa a los vecinos. Estamos condenados a tratar de acercar posturas.
¿Qué políticas proponen entonces para Pontecesures?
Las deficiencias que padece Pontecesures se saben y se palpan. Es un pueblo que está en claro retroceso, que parece más un desierto que otra cosa, y hay que volver a situarlo en el mapa. Hay que dotarlo de infraestructuras con las que no cuenta y aprovechas las sinergias del Camino de Santiago o de la Ruta do Mar de Arousa para potenciar el turismo y tratar de revitalizar el comercio y la vida social en nuestro municipio.
Faro de Vigo