La jueza de instrucción tiene la última palabra sobre las entidades o personas que pueden personarse como parte -El Ayuntamiento sopesó solicitarlo, pero finalmente no lo hará.
El Ministerio Fiscal ha ejercido hasta
ahora en exclusiva la acusación en la causa abierta por el triple crimen
de Valga. Pero ya hay tres solicitudes de acusación particular. A la de
la familia de las víctimas se suman la de la Fundación Amigos de
Galicia y la de la Xunta de Galicia. Fuentes consultadas indican que
también el Ayuntamiento de Valga sopesó personarse en la causa como parte, pero que finalmente no lo hizo por no encontrar amparo legal a su petición.
Las partes deben remitir su solicitud de ejercer la acusación al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Caldas de Reis
sobre el que ha recaído la instrucción, y será ahora la juez del mismo
la que dictamine qué solicitudes son aprobadas y cuáles no.
Se daba por hecho que los parientes de María
Elena Jamardo, y las hermanas Sandra y Alba Boquete, asesinadas el
lunes pasado en Valga, querrían personarse como parte en la causa, si
bien tardarían unos días en hacer efectiva su solicitud debido a la
envergadura de la tragedia sufrida.
La Fundación Amigos de Galicia
también indicó su intención de ejercer la acusación. Los estatutos de
esta organización contemplan esta posibilidad, y han puesto el foco en
la compleja situación en la que quedan los dos hijos de Sandra Boquete,
de siete y cuatro años.
Lo que
se desconocía hasta ahora era el papel que iban a jugar las
administraciones públicas, ya fuese la más próxima a las víctimas, como
es el Ayuntamiento de Valga, u otras de rango competencial mayor, como
son la Diputación y la Xunta.
Finalmente, la institución gallega ha decidido solicitar en el Juzgado
que le permitan ser parte. De ese modo, se podrán redoblar los esfuerzos
en defensa de los intereses de la familia de las tres mujeres
asesinadas.
El autor confeso
de la matanza, el exmarido de Sandra Boquete, José Luis Abet Lafuente,
cumplió ayer su primera semana en la prisión pontevedresa de A Lama.
En
una visita a la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal, celebrada en
Bergondo, la Fiscal Jefe del Estado, María José Segarra aseveró que la
prisión permanente revisable es una pena que podría encajar en el caso,
«porque hay una pluralidad de fallecimientos«. Al mismo tiempo, avanzó que todo apunta a que José Luis Abet será juzgado por un jurado popular.
Un
aspecto de la instrucción que está pendiente de dilucidar es si se hará
reconstrucción del crimen en el lugar de los hechos. Se trata de un
trámite pensado para esclarecer la secuencia temporal y espacial del
crimen, y en ella participan los investigados, en este caso el autor
confeso, José Luis Abet Lafuente.
La firma láctea invertirá 1,9 millones de euros en modernizar dos
líneas de llenado en la fábrica del Ulla, la única de Nestlé de la zona
Emena (Europa, Oriente Medio y Norte de África) dedicada a la
elaboración de leche condensada. Este año Nestlé cumple 80 años en el
municipio.
Fue en 1939 cuando la firma láctea Industria
Lechera Penínsular S.A. desembarcaba en Pontecesures para poner en
marcha una factoría ya vinculada a Nestlé. En poco tiempo la firma
cesureña se consolidó como uno de los motores económicos de Galicia y
actualmente es la única fábrica de la compañía que se dedica a la
producción de leche condensada para la zona de Europa, Oriente Medio y
Norte de África. Con 80 años recién cumplidos Nestlé prevé invertir 1,9
millones de euros en la planta de Pontecesures para seguir a la
vanguardia de la innovación y mejorar en eficacia y rapidez. El director
de la fábrica, David Coré, habla de los retos que la firma láctea tiene
en mente.
Son 80 años ya en Pontecesures. ¿Qué conserva la factoría de aquellos inicios?
Pues de aquellos inicios conservamos el producto, la leche
condensada, que es el mismo desde siempre. Además hemos ido añadiendo al
portfolio alguna receta más. Además la gente que tenemos en plantilla
sigue siendo gente de la zona, aunque ahora está más formada y
especializada. Puede decirse que la esencia sigue siendo la misma.
Tenemos unos valores muy arraigados de respeto por el trabajo que se
realiza y por el consumidor.
La firma fue pionera ya en 1939 en recoger la leche de
explotaciones cercanas de Caldas y Moraña. ¿Cómo se realiza este proceso
a día de hoy?
Cuando arrancó la fábrica ya se iban a hacer inspecciones a las
explotaciones con los propios ganaderos para seleccionar el ganado y su
alimentación. Ahora el proceso es muy similar. Tenemos seis personas
para el denominado radio lechero y somos pioneros en el servicio de
asesores agropecuarios. Además nos adaptamos a los estándares
internacionales y tenemos nuestra propia certificación y guía de buenas
prácticas. Las materias primas son de primerísima calidad.
¿Con cuántos productores se trabaja desde Pontecesures?
Pues tenemos 150 explotaciones ahora mismo. Hemos estado creciendo en
el volumen de producción en los últimos diez años y esto ha permitido
que los ganaderos se beneficien para fabricar más y suministrar más
leche.
Su factoría tiene la leche condensada como producto estrella y
sus principales clientes están en Europa, Oriente Medio y África
Central. ¿Hay intención de abrir nuevos mercados?
Siempre apostamos por seguir creciendo. Si queremos que la leche
gallega se conozca tenemos que buscar nuevas oportunidades. La
exportación es el principal vector de crecimiento de este producto. Otra
apuesta es la innovación. En lo referente a la exportación estamos en
26 países que asumen el 60 % de la producción. El principal mercado es
la región de Oriente Medio . Aún así no podemos dejar de lado que el 40 %
de lo que producimos lo seguimos comercializando en España.
¿A qué público va destinada la leche condensada actualmente?
La leche condensada se inventó a mediados del siglo XIX con el
objetivo básico de poder ser conservada. Con la aparición de la leche
pasteurizada el consumo fue cayendo. Ahora mismo el principal destino de
este producto es para la repostería o para tomar con el café. Nosotros
la proponemos como un producto de uso ocasional y placentero.
Nestlé tiene previsto invertir ahora 1,9 millones en la factoría del Ulla. ¿Qué se busca con esta inversión?
La inversión va destinada fundamentalmente a dos nuevas líneas de
llenado. En la fábrica se lleva invirtiendo desde hace tiempo con la
idea de aumentar la eficiencia de las instalaciones, en temas de
seguridad o en mejorar las condiciones medioambientales entre otras
cuestiones. Ahora las acciones más inmediatas son en las dos líneas de
llenado para poder modernizarlas y traer la última tecnología.
¿Qué va a suponer esta inversión para la firma y para la plantilla?
Las máquinas son nuevas, automáticas y mejores. En la plantilla no se
va a notar un importante impacto. Los efectos de la inversión van a ser
notables en lo que se refiere a la velocidad y a la precisión en el
llenado. Somos una fábrica que apuesta siempre por mejorar la
eficiencia.
Actualmente Nestlé emplea a más de 170 personas en Pontecesures. ¿Hay posibilidad de seguir creciendo en este sentido?
A día de hoy somos 175 personas. Aunque siempre buscamos maneras de
trabajar más eficientes y organizadas para tener menos mano de obra la
plantilla en los últimos años ha crecido en un 7 % y lo seguiremos
haciendo. Sobre todo buscamos gente con formación técnica. Otra de las
preocupaciones de Nestlé es la de tener una plantilla de trabajadores
equilibrada a nivel de género. De 175 personas el 55 % aproximadamente
son hombres. Seguimos trabajando para buscar más mujeres que puedan
incorporarse a la fábrica.
Las grandes fábricas siempre están en el punto de mira por el
cumplimiento de protocolos medioambientales. ¿Qué hace Nestlé para
combatir la emisión de gases y ser más sostenible?
En temas medioambientales trabajamos en muchos frentes a la vez. Hemos reducido el consumo de agua en un 80 %. Y no solo eso, sino también que hemos bajado el consumo energético. A mayores Nestlé se ha comprometido a reducir los embalajes que non son sostenibles o reciclables. Asimismo la compañía anunciaba hace poco que para 2050 el objetivo es tener emisiones de efecto invernadero cero. Hay que trabajar mucho para conseguir este objetivo, que es muy ambicioso y complicado. Aún así es imprescindible para cumplir con los acuerdos de París y con la agenda medioambiental.
Detenido el dueño de las 18 plantas localizadas en una propiedad.
La Guardia Civil ha procedido a la detención de un vecino de Pontecesures como supuesto autor de un delito contra la salud pública, en la modalidad de cultivo y elaboración de drogas, al que se le intervinieron 18 plantas de marihuana. Se trata de un hombre de de esta localidad, de 39 años de edad, con antecedentes policiales, que resultó ser el hijo de la propietaria del terreno donde se localizó la plantación y un amigo. A raíz de las investigaciones realizadas por los efectivos del Puesto de la Guardia Civil de Valga, en colaboración con Equipo de Investigación de la Compañía de la Guardia Civil de Vilagarcía de Arousa, se tuvo conocimiento de una plantación de cannabis sativa en una finca contigua a una vivienda ubicada en la parroquia de Porto, del término municipal de Pontecesures. Al inspeccionar la finca, en un terreno próximo a la vivienda, se localizó una pequeña plantación de marihuana con 18 plantas de casi dos meteros de altura en avanzado estado de floración. Con esta actuación, enmarcada dentro de los servicios que la Guardia Civil de Pontevedra tiene activados para la detección y erradicación de puntos de producción, venta y distribución de sustancias estupefacientes, se ha evitado que las dosis que se pudieran obtener a raíz del cultivo de las plantas de marihuana intervenidas se hubiesen destinado al tráfico de drogas (menudeo). Las diligencias instruidas, junto con las plantas intervenidas, fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción de Primera Instancia e Instrucción Nº 2 de Caldas de Reis, donde deberá comparecer el detenido cuando sea requerido por la autoridad judicial.
Abet disparó la pistola 15 veces para matar a su exmujer, a su exsuegra y a su excuñada.
José Luis Abet Lafuente (41 años) finalizó su último turno de trabajo
en la nave de Exlabesa (Padrón) a las 6.20 horas del lunes. Se despidió
de sus compañeros, que lo vieron entrar en el coche y desaparecer. Una
hora y cuarenta minutos después se apostó frente a la casa de su
exmujer, en Carracido (Valga), armado con una pistola del calibre 32 y
con abundante munición. Ni tenía licencia ni le importaba. En su cabeza
había un solo objetivo: acabar con la vida de Sandra Boquete Jamardo
(39), madre de los dos hijos de 4 y 7 años que ambos compartían. Daba
igual que ellos lo presenciaran, como así ocurrió. Las numerosas balas
que Abet portaba evidencian que el autor confeso de la matanza de Valga
estaba dispuesto a todo. Un triple crimen que puede implicar una condena
de prisión permanente revisable. Así lo interpretan, dado el contenido
de la investigación, tanto la Fiscalía como la titular del Juzgado de
Primera Instancia e Instrucción número 2 de Caldas de Reis, Cristina
Sánchez Neira, que ayer ordenó el ingreso en prisión provisional,
comunicada y sin fianza de Abet, investigado por tres asesinatos.
Mató primero a su exmujer, de cuatro disparos, mientras los hijos
corrían pidiendo auxilio con la imagen en la retina. Su excuñada, Alba
Boquete (27), fue la destinataria de tres detonaciones más. Su exsuegra,
María Elena Jamardo Figueroa (58), fue la última en morir, con cuatro
orificios en el cuerpo. Otros tantos disparos no encontraron el destino
que Abet buscó, de un total de 15 que realizó antes de abandonar el
lugar y regresar a Ames parando, antes, a tirar al río Tambre el arma
usada.
Finalmente se entregó a la Guardia Civil para acabar
confesando (asistido por un abogado de oficio en Ames) la letra pequeña
de un crimen que palideció al país. José Luis Abet reapareció ayer en
Caldas para pasar a disposición judicial. Llegó a las 10.40 horas entre
improperios y gritos de «asesino», dentro de un coche oficial y de
paisano rodeado de agentes que custodiaron el utilitario negro hasta
estacionarse a tres metros de la sede judicial. La distancia necesaria
para que el rostro de Abet fuese público. El volumen de los insultos
siguió subiendo, igual que las menciones a los hijos de acusados, que
presenciaron el asesinato de su madre a manos de su padre.
La declaración del acusado ante la jueza no llegó a realizarse. Abet
consideró que no estaba en condiciones de manifestar nada. Sí lo
hicieron varios testigos, que respondieron a las preguntas de la
instructora. Poco después de las 13 horas, con la orden ya emitida de
traslado a la cárcel pontevedresa de A Lama, se oficializaba su ingreso
en prisión provisional, comunicada y sin fianza. La misma jueza deja
claro en el auto de ingreso en prisión que la imputación de tres delitos
de asesinato, en el que caso de probarse judicialmente, «podría dar
lugar a una pena de prisión permanente revisable». La Fiscalía, por su
parte, entiende que existen indicios más que solventes para alcanzar la
misma condena una vez celebrado el juicio.
Asesinatos, no homicidios
El
planteamiento del ministerio fiscal también interpreta tres asesinatos,
cerrando la puerta a que puedan considerarse homicidios (implica menos
años de cárcel), y descarta que los crímenes de la excuñada y la
exsuegra de Abet puedan calificarse de violencia machista o de violencia
doméstica. La Fiscalía incluso se personó, el lunes, con varios
representantes en la escena del crimen para conocer en primera persona
sus detalles y realizar la mejor calificación posible una vez finalice
la investigación. No se descarta que la integrante de la Fiscalía que
realice ese trabajo sea la misma funcionaria asignada al Juzgado número 2
de Caldas, que también es de violencia sobre la mujer.
El nuevo reo de A Lama ingresó ayer en el penal
poco antes de las 15 horas. Lo hizo, concretamente, en el módulo de
enfermería y en el marco de un protocolo antisuicidio tras ser analizado
por un médico penitenciario. También aquí puede haber novedades en los
próximos días, ya que José Luis Abet está sometido al artículo 75.2 del
reglamento penitenciario que, con el ánimo de salvaguardar al preso,
recomienda su traslado de la zona geográfica a la que pertenece. Si el
reo permanece en Galicia, todo apunta que podría acabar en la cárcel de
Teixeiro, que tiene las mismas características de seguridad que A Lama,
muy por encima de las prisiones de Ourense y Lugo.
La principal línea de investigación, aún por concretar, pasa por llegar al origen del arma, su trazabilidad, saber si ya fue disparada antes y cuándo. Junto a la pistola, en el río Tambre, se encontraron unas cajas de munición. La primera hipótesis, a ojos de la Guardia Civil, descarta que José Luis Abet tuviese capacidad para tener un arma en su poder. Por eso, mediante la trazabilidad de la pistola, se espera saber cómo la adquirió, además de encontrar huellas de más personas o nuevas circunstancias sobre el caso que aporten más luz. De forma paralela, en Valga, al margen de la actividad judicial y policial, el triple crimen deja a dos niños huérfanos de madre que lo presenciaron todo y a un abuelo viudo y sin hijas. Mientras, entre rejas, el preso empezará a preparar su defensa, que posiblemente pase por alegar locura transitoria y la aplicación del atenuante de arrepentimiento y colaboración.
Los pequeños se quedarán, de momento, con una tía abuela.
Con el brutal crimen que José Luis Abet perpetró ayer en la aldea de
Carracido todavía en la retina, la preocupación máxima que se extiende
en Valga es proteger a los dos niños, de cuatro y siete años, a los que su padre ha dejado huérfanos
al disparar sobre la madre de los pequeños, Sandra Boquete, su tía,
Alba Boquete, y su abuela, María Elena Jamardo. quitándoles la vida.
Todo el entorno inmediato de los pequeños ha desaparecido de golpe.
A
expensas de lo que decida la jueza de la sala número 2 de Caldas de
Reis, que está tomando declaración al asesino confeso y a los testigos
de lo ocurrido y que acaba de dictar prisión sin fianza, el alcalde del
municipio arousano, José María Bello Maneiro, ha conformado que, al
menos de momento, los niños se quedarán con unos familiares. Hoy se ha conocido que una tía abuela se hará cargo de ellos.
Lo vieron todo. A sus siete y cuatro años,
los dos hijos de Sandra Boquete presenciaron el asesinato de su madre,
de su tía y de su abuela. Habían salido de casa para ir al colegio, y se
tropezaron con la muerte encarnada en una figura, la de su padre, que
debería ser sinónimo de amor y cuidados. Tras perpetrar su sangriento
crimen, José Luis Abet huyó del lugar de los hechos. Los críos,
aterrados, se quedaron quietos, sin saber qué hacer, hasta que un
vecino, José, los sacó del recinto de la casa y los mandó alejarse de
allí. «José tuvo una reacción excelente. No sabía si el tipo
aún andaba por el lugar, así que los llamó para que saliesen y le
hicieron caso». Quien lo cuenta es Carlos Sanjurjo, cuya casa está
separada de la de Sandra por una franja de terreno inculto. Cuando él
llegó al lugar del crimen, los pequeños ya no estaban allí. «A mí me
había despertado mi nuera. Ella estaba preparando a los niños para ir al
colegio cuando oyó los tiros y, al mirar por una ventana, vio al
energúmeno ese con la pistola en la mano y vino a llamarme».
Tras enfrentarse a la cruel realidad en la
casa vecina, Carlos no lo dudó: se subió al coche y fue a buscar a los
niños, que habían sido enviados a una de las viviendas de la aldea. «Les
fui hablando por el camino para entretenerlos y que no viesen los
cadáveres», cuenta. Los depositó en su propio domicilio, con su nuera y
con sus dos nietos. «Intentamos tenerlos lo más entretenidos posible… No podíamos hacer nada más por ellos, pobrecitos».
Sus dos nietos son algo mayores que los vecinos. Pero «son muy
cariñosos. Enseguida se dieron cuenta de que algo pasaba y los cuidaron
mucho». Uno de los agentes de la Guardia Civil que se trasladaron
después a la vivienda dijo a Carlos que «lo mejor que les pudo pasar fue
estar con otros niños en esos primeros momentos». Los juegos infantiles
fueron un bálsamo para dos menores que acababan de cruzar el infierno.
«El pequeño estaba un poco… No se daba cuenta, hasta tomó un poco de
leche cuando le ofrecimos desayuno. Pero el mayor sí. Al poco de llegar
vomitó todo por él. Mi nuera le puso ropa de mi nieto». Fue el
mayor, también, el que contó a la Guardia Civil que había visto «como su
padre mató a su mamá de un disparo». «Parte el alma oír algo así»,
explica Carlos.
La familia y los psicólogos estaban listos
para asumir el cuidado de los dos rapaces, que salieron de casa de
Carlos pasada la una de la tarde. Pero ni él ni su familia pudieron
recuperar la normalidad. Quién sabe cuánto tardarán en hacerlo. «Mis
nietos no están bien. Su madre trabaja por la noche, y se fueron a
dormir con su padre porque no querían estar solos; tenían miedo».
Carlos no parece sentir miedo. Sí rabia. Sí dolor. Él sabía que José Luis Abet no era buena gente. «En la aldea somos veinte vecinos, y él se llevaba mal con 18», explica. «Más de una vez tiene amenazado a la gente con armas. A mi hijo le sacó un hacha una vez, y no fue el único». El vecino era, también, un hombre violento y conflictivo, obsesionado con mantenerse alejado de los demás. «Su casa está rodeada de unos muros enormes, y hasta hace poco tenían plantadas unas tullas altísimas… Y las cámaras de seguridad las puso él también», recuerda. Pero en ningún momento percibió Carlos que en el interior de ese fortín hubiese malos tratos. «Si hubiésemos sospechado algo, habríamos llamado al teléfono que tenemos que llamar», dice tajante. Cuando Abet se divorció y se fue de la aldea, todos suspiraron con cierto alivio. «Desde entonces poco lo vi por aquí. Ojalá no hubiese vuelto nunca».
El autor del triple crimen machista en Valga despacio en coche
oficial y de paisano en la calle peatonal del juzgado, rodeado de
agentes que custodiaron el utilitario negro hasta estacionarse a tres
metros de la entrada. La distancia necesaria para que el rostro de Abet fuese público.
El volumen de los insultos siguió subiendo, igual que las menciones a
los hijos de acusados, que presenciaron el asesinato de su madre a manos
de su padre.
Abet sigue prestando declaración y no está previsto que se conozca la
resolución judicial sobre su ingreso en prisión provisional hasta
última hora de la mañana.
Conmoción en Valga
Tres
mujeres muertas, dos niños huérfanos, varias familias rotas y océanos
de desolada indignación. Este es el trágico legado que José Luis Abet
Lafuente dejó ayer en Valga. El autor del triple crimen había
compartido una vivienda en la aldea de Carracido, ubicada en la
parroquia de Cordeiro (Valga), hasta su ruptura -se divorciaron en
enero del 2018-, momento en el que el individuo se fue a vivir con su
madre al municipio coruñés de Ames.
Fue allí, en Carracido, a las puertas de la casa familiar, donde
Abet perpetró el triple crimen ante los ojos de sus dos hijos, unos
pequeños de 4 y 7 años que esperaban para ir al colegio y acabaron
presenciando una inconcebible pesadilla.
Horas antes de ser asesinada, Sandra Boquete, la exmujer del homicida de Valga, había recibido un agresivo mensaje en Facebook. Un individuo acusó a la mujer de quererse apropiar de la vivienda familiar, de manchar su nombre y de «ir de víctima».