Solo dos de los siete cuarteles de la Guardia Civil funcionan 24 horas.

Esta semana se hacía público que el puesto de la Guardia Civil en Valga ha dejado de atender al público. Lo cierto es que hace tiempo renunció a funcionar por las tardes, pero las bajas de varios agentes han conducido al cuerpo a tirar la toalla, también por la mañana, para dar prioridad al menos a las patrullas de seguridad ciudadana. Un cartel, colocado en el exterior de las instalaciones, informa a la ciudadanía del número de teléfono del cuartel de Vilagarcía, sede de la compañía comarcal, para cualquier emergencia. Sin embargo, quien llame entre las dos de la tarde y las siete de la mañana tampoco encontrará allí a nadie al otro lado de la línea. Porque los problemas del Baixo Ulla se reproducen con puntualidad británica en la capital arousana. Marxión permanece cerrado a partir de mediodía. Su propio cartel recomienda telefonear al 062 o acudir al cuartel más próximo, el de Cambados, para cualquier gestión que deba realizarse en persona. Una situación que se prolonga desde hace meses.

En realidad, de las siete unidades que conforman la compañía de Arousa (Vilagarcía, Valga, Cambados, Sanxenxo, O Grove, Caldas de Reis y Cuntis), solo dos, los cuarteles de Cambados y Sanxenxo, prestan un servicio de atención al público las 24 horas. La asociación profesional Unión de Guardias Civiles en Galicia explica que el mismo panorama puede encontrarse en el conjunto de la provincia de Pontevedra y lo atribuye a bajas, limitaciones de horarios en aplicación de derechos básicos para los agentes, plazas vacantes que no se cubren y, en general, a la falta de personal que aqueja al cuerpo.

La Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra confirma que, en efecto, solo dos de los siete cuarteles presentan un funcionamiento continuo. «Existen puestos principales, que abren 24 horas, y puestos normales, que tienen servicio pero no de forma ininterrumpida; lo importante son las patrullas que recorren la demarcación y que están dispuestas para acudir a cualquier punto en cuanto el 062 recibe una llamada», explican fuentes del destacamento provincial.

La sobrecarga de los agentes

No obstante, el desajuste entre el número de agentes y las necesidades del servicio en Arousa acaba afectando, también, a las patrullas de seguridad ciudadana. Algunas fuentes subrayan, por ejemplo, que en estos momentos su capacidad en Vilagarcía se encuentra a un 50 %. Y la raíz del problema es la misma: el personal es escaso.

Todo ello conduce a una sobrecarga de los agentes. Y a complicaciones con los tiempos de reacción ante determinadas emergencias de carácter grave, que no admiten retrasos. Si una patrulla que se encuentra en A Illa debe acudir a Valga tardará, obviamente, un tiempo en hacerlo.

Vilagarcía dispone de una comisaría de Policía Nacional, además de la Policía Local, pero la Guardia Civil debe cubrir por su cuenta desde la capital arousana el área de Vilanova, A Illa y Catoira. Además de seguridad ciudadana, en el cuartel de Marxión funcionan la patrulla fiscal y fiscal de costas, intervención de armas, el Seprona y la oficina de la plana mayor de la compañía.

Los tiempos de reacción ante casos graves preocupan a los representantes de los agentes.

La Voz de Galicia

Una marea roja solidaria de 1.200 personas.

Unas 1.200 personas tomaron la salida en la Pontevedrada 2016, la marcha solidaria a pie entre la ciudad y Santiago para fomentar la donación de sangre, órganos y tejidos. La iniciativa se abrió en la plaza de A Ferrería y concluirá a lo largo de esta mañana en la plaza del Obradoiro, en Santiago.

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Unas 1.200 personas tomaron la salida en la Pontevedrada 2016, la marcha solidaria a pie entre la ciudad y Santiago para fomentar la donación de sangre, órganos y tejidos. La iniciativa se abrió en la plaza de A Ferrería, donde la marea roja escuchó el testimonio de Ángela Lemiña Dacosta (en el centro de la imagen), que contó que está viva tras recibir en el 2015 dos pulmones. Esta mujer de 33 años dijo que ella es el ejemplo de que donar salva vidas. La Pontevedrada, que alcanza su sexta edición, se realiza de noche con paradas en San Amaro (Barro), Caldas de Reis, Valga y Padrón. Remata en el Obradoiro.

La Voz de Galicia

La campaña televisiva de la SGAE también afecta a Pontecesures.

Mientras el estupor ante la última campaña emprendida por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) se extiende entre la hostelería vilagarciana, un sorprendente listado permite calibrar el alcance de la iniciativa emprendida por la entidad, tan conocida como controvertida a raíz de su trayectoria reciente. Las demandas que la SGAE está interponiendo contra aquellos establecimientos que no satisfacen su canon incorporan una relación de negocios con su nombre, un número de identificación, la localidad en la que se enclavan y el estado de las negociaciones con sus propietarios. Dos abogados consultados al respecto consideran que esta práctica podría vulnerar incluso la Ley de Protección de Datos, al difundir información delicada sin autorización. En todo caso, gracias a este extraño factor es posible conocer que la sociedad se ha dirigido a 25 bares en nueve municipios distintos del norte de la provincia: Pontevedra, Caldas, Cuntis, A Estrada, Marín, Poio, Pontecesures, A Illa y Vilagarcía. Esta última, con seis locales afectados.

Lo más llamativo de esta campaña reside en la vía a la que la SGAE está recurriendo para demostrar que en los establecimientos concernidos se están difundiendo creaciones de sus representados, una práctica que requeriría el pago de una tarifa por parte de los hosteleros: las series de televisión en abierto.

El inspector de zona de la sociedad de autores -uno de los letrados consultados aclaraba ayer que la organización parece haber abandonado la práctica de contratar detectives, que sí puso en marcha en el 2006- visita el bar en cuestión, graba un vídeo en el que se refleja que la televisión está encendida, así como el programa que está siendo emitido en ese momento, pide un tique por su consumición, a fin de acreditar su presencia en el local, y se marcha. El tabernero recibe posteriormente una comunicación en la que se le emplaza a firmar el correspondiente contrato con la SGAE para el pago de un canon mensual, calculado en función de la superficie y características del establecimiento, así como de la importancia, principal o secundaria, que el funcionamiento del televisor o la reproducción musical entraña para la marcha del negocio. Si el hostelero no se aviene a ello será demandado. Las denuncias a las que ha tenido acceso esta redacción proceden de un único despacho de abogados, con sede en A Coruña. La cuantía que se reclama no excede los 900 euros, por lo que un resultado adverso para sus intereses, en caso de ir a jucio, no generaría el cargo de costas procesales.

Distintas cadenas
El primer episodio que salió a la luz es el de la cafetería A Perla, que abre sus puertas en la calle Ramón y Cajal. Su propietaria, Marián García, pagará casi 900 euros por ver dos capítulos de la serie norteamericana Castle, que emite Cuatro, y escuchar en su negocio el canal musical de Los 40 Principales. Las inspecciones, claro, no acaban ahí. Muy al contrario, recorren el elenco entero de la oferta televisiva y delatan los gustos catódicos del afectado. Así, una segunda hostelera, que prefiere no revelar su nombre, ha decidido suscribir el contrato con la sociedad de autores y satisfacer su tarifa. En su caso, la organización acreditó que la tabernera había sintonizado el concurso Ahora caigo, de Antena 3, y el magazine Corazón, corazón, de TVE 1. Sus fondos musicales y su cabecera, advierte la entidad, están bajo su protección.

La Voz de Galicia

Vidal Seage: “La moción de censura aún no se ratificó, pero estamos condenados a acercar posturas”.

Quiere “un equipo cohesionado y sin rivalidades personales” en caso de llegar a la Alcaldía.

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La Relación dePuestos de Trabajo encendió la mecha y la casi siempre inestable situación política de Pontecesures ya está envuelta en llamas. El popular Juan Manuel Vidal Seage se perfila como nuevo alcalde, aunque él pasa palabra. Ni confirma ni desmiente, pero lo cierto es que el pasado jueves su grupo, el portavoz de TeGa e Independientes por Pontecesures firmaron en la notaría de Caldas de Reis la moción de censura que desbancará de la alcaldía a la nacionalista Cecilia Tarela. Al BNG y a sus socios socialistas solo les queda contar los días que les restan en el gobierno municipal.

¿Puede darse por hecha la moción de censura?
Una moción de censura se da por hecha cuando se le da entrada por el registro y, a día de hoy, esto no se hizo, por lo tanto estamos hablando de cábalas, conjeturas, o rumorología. Lo que es público y notorio es que en los tres últimos meses nos hemos reunido en varias ocasiones. Pero de ahí a que la moción de censura esté cristalizada hay un trecho. Hay que darle tiempo, las negociaciones van por buen camino, pero no hay nada ratificado.

¿No es cierto que la firmaron el pasado jueves en la notaría de Caldas de Reis?.
Ni lo confirmo ni lo desmiento. Que todo esté firmado es incierto, nadie ha podido ver ningún documento sellado.

¿Cuándo podría confirmarse?
Lo desconozco, no nos hemos fijado ningún plazo. Lo que reitero es que quiero construir un equipo de gobierno con una base sólida. Porque ya en 2015 hubo contactos que no fructificaron en ningún tipo de acuerdo. Había diferencias insalvables entre dos portavoces (se refiere a Ángel Souto de TeGa y a Maribel Castro de Independientes) y estamos tratando de limar esas asperezas.

¿Qué ha cambiado para que Souto y Maribel estén ahora dispuestos a sellar un pacto?
En un primer momento ambos dejaron claro que no querían formar gobierno con el otro, lo que dificultaba el acuerdo. Este hándicap ya está superado. Ahora se trata de acercar posturas, de analizar cómo podemos formar un gobierno que, aún existiendo distintas sensibilidades, que sea un grupo cohesionado en el que no haya rivalidades personales. De nada valdría sellar un pacto si a los seis meses se rompe. Mi postura siempre fue la de evitar cualquier tipo de personalismo y, aunque en ocasiones parezca utópico, centrarnos en el interés del pueblo, dejando a un lado las diferencias personales. Un gobierno no puede estar supeditado a tres personas que se lleven más o menos bien, hay que superar esas diferencias para conseguir la gobernabilidad de Pontecesures. Somo gente responsable que sabemos qué hacer y como hacerlo. Podemos formar equipo.

¿Qué es lo que falta entonces para que se pueda dar por seguro el acuerdo?
Toda vez que conseguimos sentarnos los tres grupo en una misma mesa, la primera dificultad está salvada. La situación es mejor que en 2015, es evidente, pero de lo que se trata es de acercar posturas, cosa que a veces no es fácil. Porque, a pesar de que las tres fuerzas tenemos una base programática común, las sensibilidades y puntos de vista son diferentes. ¿Estamos mejor que hace cuatro meses?. Sí. Pero decir que todo esta listo y emplatado me parece muy aventurado.

¿Cuál es la percepción de la todavía oposición sobre el actual gobierno de BNG y PSOE?
Se trata, precisamente, de buscar una alternativa a eso, a un gobierno claramente estéril, basado en la rutina. Creemos que puede haber otro modo de encarrilar a Pontecesures, aportando el saber hacer de cada uno de nosotros, y por eso queremos dar una alternativa a los vecinos. Estamos condenados a tratar de acercar posturas.

¿Qué políticas proponen entonces para Pontecesures?
Las deficiencias que padece Pontecesures se saben y se palpan. Es un pueblo que está en claro retroceso, que parece más un desierto que otra cosa, y hay que volver a situarlo en el mapa. Hay que dotarlo de infraestructuras con las que no cuenta y aprovechas las sinergias del Camino de Santiago o de la Ruta do Mar de Arousa para potenciar el turismo y tratar de revitalizar el comercio y la vida social en nuestro municipio.

Faro de Vigo

Diez concellos de Pontevedra, Deza y Arousa no aprobaron aún las cuentas.

En O Grove, Sanxenxo y Cesures los gobiernos no tienen mayoría y deben negociarlos.

Dice la ley que los concellos deberían aprobar los presupuestos del año en curso antes de que empezase ese ejercicio. Pero está claro que la norma es papel mojado. Estamos a mediados de abril y todavía hay diez ayuntamientos de la comarcas de Pontevedra, Arousa y Deza-Tabeirós que no han dado luz verde a sus cuentas del 2016 y, por tanto, tienen prorrogadas las del año anterior. Casi todos los otros municipios, los que sí cuentan con un presupuesto nuevo en vigor, los aprobaron fuera de plazo salvo alguna excepción, como el caso de Pontevedra, que lo hizo en diciembre. ¿Qué concellos siguen a día de hoy sin aprobar sus documentos económicos? Se trata de Sanxenxo, Portas, A Lama, Caldas y Vilaboa en la comarca pontevedresa; de Vilanova, O Grove, Cesures y Meis en Arousa y Rodeiro en el área dezana.

Aprobar las cuentas es complicado en dos sentidos; uno, por el trabajo técnico que conlleva y, dos, porque lo normal es que pasen el filtro del pleno. Y, si el ejecutivo tiene mayoría, no hay problema. Pero si gobierna en minoría, la cosa se complica. Lo sabe el alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, cuya propuesta económica fue tumbada por la oposición en uno sesión plenaria. O Grove es uno de los concellos donde las cuentas deben negociarse con los rivales políticos. Ocurre también esto en Sanxenxo y Pontecesures, donde los ejecutivos ya no tienen mayoría.

Bajas laborales

Los casos de concellos sin mayorías gobernantes son comprensibles, pero más difícil es de entender que no se aprueben los presupuestos en ayuntamientos que sí las tienen, como Portas, A Lama, Caldas, Vilaboa, Meis, Vilanova y Rodeiro. En estos sitios, los regidores hablan de varias cuestiones. Dicen que es difícil hacer una previsión de gastos, que eso lleva mucho tiempo y trabajo. Y aluden también a bajas laborales en los departamentos de intervención o secretaría.

Hay un municipio con una situación bastante insólita. Se trata de Vilagarcía, que sí tiene las cuentas aprobadas. El gobierno del socialista Alberto Varela, que no cuenta con mayoría absoluta, utilizó una fórmula distinta para aprobar los presupuestos. El documento económico más importante del Concello de Vilagarcía para el ejercicio al curso fue llevado primero al pleno. Pero este lo rechazó. Después, se le dio luz verde en una comisión de gobierno, es decir, sin que la oposición lo validase ni votase.