Uno de los primeros puestos instalados reconoce ya que le cuesta más sacar el producto al circular menos vehículos.
Si afecta o no la apertura de la variante de Padrón a la actividad económica de la villa es una de las cuestiones que surgió cuando se abrió la vía al tráfico, en marzo. Por ahora está constatado que sí empieza a afectar a un negocio de temporada a pie de carretera N-550, el de la venta de pimientos de Herbón.
A comienzos de la campaña, a día de hoy apenas hay un par de puestos instalados y llevan pocos días pero, al menos, uno de ellos sí ha notado las consecuencias de la apertura de la variante. «Noteino bastante porque, en primeiro lugar, pasan moitos menos coches e agora tardas moito en vender os pementos, cando antes o facías rapidísimo». Quien habla así es María Luisa Rodríguez, vecina de Lestido, que tiene su puesto a un lado de la N-550 con autorización del Concello y, aunque empezó esta semana a vender a pie de carretera, ya habló con su marido de la posibilidad de que «a variante lle chegue a quitar moita venda aos pementos».
«Hai moitos menos coches e veremos o que vai pasar este verán coa venda», dice, teniendo en cuenta que en el tramo comprendido desde la avenida de Compostela hasta el núcleo de A Ponte puede llegar a haber una docena de puestos. «Hai quen di que o que quere pementos de Herbón vai pasar igual por Padrón, pero a ver se é verdade», explica esta vecina de Lestido. En su caso, no es el primer año de venta a pie de carretera y espera que los «clientes que son fieis veñan igual a comprar, pero veremos que vai pasar cos turistas», dice.
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La misma inquietud expresaron ya otras vendedoras. María Luisa ya pensó en la posibilidad de cambiar el puesto para la zona de la rotonda de Pazos, uno de los accesos a la variante, pero asegura que «alí non tes posibilidade de situarte polo sitio que é» y, además, «é difícil que os coches paren, sen contar que necesitarías o permiso do dono do terreo». Por ahora solo lleva unos días a pie de carretera y no puede saber qué pasará, pero se teme que la reducción del tráfico sí afecte y mucho a un negocio que, pese a que no gusta a algunos, es una fuente de ingresos para muchas familias, como la de María Luisa.
Que hay menos coches en el tramo urbano es una realidad, aunque más de los que cabría esperar teniendo en cuenta que existe un desvío, según explica la Policía Local de Padrón. Esta lo atribuye a «unha cuestión de comodidade» de los conductores, que siguen usando el tramo urbano durante la semana para circular en línea recta y evitar el arco de la variante, que supone recorrer un kilómetro más. Según la Policía Local, durante la semana muchos conductores «dan por sentado» que adelantan por el tramo urbano y de ahí que sigan circulando por el centro de Padrón. En fin de semana, la mayor parte del tráfico de paso sí que opta por la variante.
La Voz de Galicia