Para ser político en O Salnés basta con un puñado de amigos
Para ser político en O Salnés basta con tener un puñado de amigos. Las actas de concejal suponen casi el mismo esfuerzo que hacer la lista de una boda. Y es que hay ayuntamientos en los que si se suman familiares, compañeros de colegio o de la mili, alguno más en una timba, y los colegas de fin de semana, tienen suficiente para convertirse en representante del pueblo. Los menos de 100.000 vecinos con derecho a voto van a elegir a 157 concejales.
Imaginen que la ciudad de Pontevedra tiene que elegir a 157 concejales ya que cuenta con casi los mismos habitantes que los concellos de Arousa. A muchos podría parecerle un disparate y quizás un dispendio si se piensa que de ellos habría que nombrar once alcaldes con su sueldo mensual, asesores y demás camarilla para los próximos cuatro años.
Pero eso es lo que corresponde a la comarca saliniense el próximo 22 de mayo, territorio en el que cada concejal se cotiza entre 200 y 1.000 votos, en función del municipio al que quiera representar.
Algún edil actual, cuyo nombre es preferible mantener en el anonimato, presume de que con 500 votos su formación va a obtener dos concejales con lo que no solo puede ser teniente de alcalde con dedicación exclusiva sino que puede ser llave e incluso alcalde de su pueblo.
El caso es que en Arousa, incluyendo los municipios de Catoira, Valga y Pontecesures, basta con conquistar un censo de 632 individuos para garantizarse un puesto pues los 157 ediles que se eligen dentro de menos de un mes representarán a solo 99.319 individuos.
Obviamente no todo el censo vota. Se estima que la abstención rondará el 30 o el 40 por ciento en esta cita, por lo que el precio promedio de cada concejalía supone unos 400 escrutinios, aproximadamente.
El edil más caro se encuentra en Vilagarcía de Arousa donde hace falta conquistar a unos mil ciudadanos aproximadamente, pero la Ley D´Hont también rebaja la cifra de forma considerable al favorecer a los partidos mayoritarios y excluir a los minoritarios.
El edil más barato si se aplican las dos reglas anteriores se va a encontrar en Pontecesures que con 2.818 votantes y siete partidos que concurren a las elecciones van a precisar apenas 150 votos, en definitiva un número parecido al de un banquete de boda.
La matemática de la política establece cifras irrisorias en muchos de los ayuntamientos, como el caso de Ribadumia donde ahora con 13 concejales a elegir se precisa una porción de 368 votantes cuando antes era de 434, es decir en las elecciones de 2007 con una Corporación de once concejales.
La división establece que O Grove con 10.355 vecinos con derecho a voto y 17 concejales supone que cada concejal requiera 769 votantes, a los que hay que reducir la abstención y la Ley D´Hont.
Los ediles de A Illa necesitan 380 por contar con once miembros, al ser el municipio más pequeño de la comarca de O Salnés. En Meaño cuesta el concejal 417 individuos del censo electoral, y 407 en Meis.
Tras Vilagarcía, los concello0s de Cambados y Vilanova son los que salen más caros en votos, pues el edil se paga a 769 y 583 electores, respectivamente. Valga también supone 567 individuos, mientras que Catoira baja a 307.
En definitiva una tarta muy exquisita que va a repartir buenos resultados a 157 individuos que tendrán que pelear menos que un simple opositor.
FARO DE VIGO, 24/04/11