El trabajador padecía problemas de corazón que, junto a la tensión por el incendio, pudieron acabar con su vida
El Circo Claudios (también conocido como Bruselas), propiedad del portugués Claudio Torralvo, seguía ayer a mediodía en Padrón aunque con las instalaciones medio cerradas después del suceso ocurrido en la tarde del viernes que le costó la vida al hermano del titular, Alberto Isaac Torralvo, de 27 años. La primera hipótesis de una descarga eléctrica como causa del fallecimiento ya no es la única que maneja la investigación, una vez que trascendió que al joven le fueron detectados recientemente unos pequeños problemas cardíacos.
Esto, unido a la «tensión del momento», cuando se declaró un incendio en el remolque en el que trabajaba su novia, pudo provocar un fallo cardíaco del que ya no se recuperó. Al parecer, en el lugar de los hechos no «había absolutamente nada», ni siquiera un «cable suelto», que hiciera sospechar que se pudo producir una descarga eléctrica, de acuerdo con fuentes de toda solvencia.
El circo tenía previsto ayer desmontar sus instalaciones e irse a Portugal, país en el que enterrarán al fallecido. Por su parte, la Guardia Civil de Padrón tomó declaración al propietario del circo y al representante del mismo, este último de nacionalidad española.
La muerte del trabajador truncó el paso del circo por Padrón y, quizás, por Galicia, comunidad en la que iban a estar con funciones durante tres meses. Una de las trabajadoras del espectáculo que ayer accedió a hablar no supo concretar qué harían, más allá de aguardar el resultado de la autopsia del fallecido, que estaba previsto que concluyera a última hora de la tarde de ayer.
La mujer se mostró sorprendida por la noticia de que no tenían permiso de actividad, algo que ayer ratificó el alcalde, Camilo Forján, quien recordó que el viernes dictó una orden de paralización y de levantamiento de las instalaciones, orden que no fue acatada. Según ha podido saber este periódico, el circo tenía autorización del propietario de la finca para instalarse en la parcela, ubicada detrás del Jardín Botánico,
La trabajadora del circo confirmó que ya habían devuelto el dinero de las entradas vendidas, a un precio de 10 euros en el caso de los mayores ya que los niños no pagaban nada.
LA VOZ DE GALICIA, 18/10/09