Una freidora provoca un incendio en un bar de Pontecesures.

La alarma surgió esta mañana en Pontecesures. En el bar O Choco, situado en la plaza de Os Valeiros, en Porto, la cocina se vio envuelta en llamas al incendiarse una freidora. El fuego no fue a más gracias a la intervención de los propietarios del local, de modo que cuando llegaron los efectivos de extinción de incendios ya estaba controlado. Hasta el lugar se desplazaron los Bombeiros do Salnés, el GES de Valga, Guardia Civil y Policía Local y Protección Civil de Pontecesures. No hubo que registrar daños personales.

La Voz de Galicia

«A auga é imparable, é peor que o lume».

Alicia Cardama está acostumbrada a ver el río Sar desbordarse. «Moitas veces a auga nos chega ao felpudo», relata esta vecina de Lamas (Padrón). Otra cosa es que la inundación, como les sucedió ayer, acabe por anegar toda su casa y destroce sus enseres ante su impotente mirada. «A auga é imparable, é peor que o lume porque non podes facer nada, ata nace do chan e por moito que limpes e saques, sempre aparece máis», explica.

En casa de Alicia están ahora sin lavadora, sin cocina y sin nevera «e cun neno de dous anos e medio e outro de tres meses xa me dirás como imos facer», afirma. Para ella, como para la mayoría de los vecinos de Lamas, su desgracia podría haberse evitado si les hubiesen hecho caso cuando reclamaron que la nueva carretera de circunvalación de Padrón se construyese levantada para permitir el paso del agua de las pluviales. «Non o fixeron e aquí están as consecuencias», señala Cardama, que considera que el periférico está actuando como «un dique» y que dirige el agua de lluvia directamente hacia las casas de Lamas.

Tras la inundación de ayer de su casa, para Alicia Cardama «o mal xa está feito» y recuerda que su seguro no se hará cargo de nada y que dependerán de la decisión del Consorcio de Compensación de Seguros. «Eles deciden e tes que aceptar o que che dan», añade resignada. Los afectados de Lamas temen ahora que el nuevo temporal anunciado vuelva a anegar sus casas.

La Voz de Galicia

Finsa, la principal maderera gallega, lanza una línea de muebles de cocina.

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La cadena de valor de la madera en Galicia siempre ha cojeado en el último eslabón. Ence produce pasta de papel, pero la comunidad no tiene una gran papelera. Y lo mismo ha ocurrido con otros subsectores: de aquí salían tableros, pero no muebles. A finales de la década de los noventa, Finsa, primera maderera gallega, empezó con la fabricación de componentes con la idea de generar mayor valor en el producto y cerrar el ciclo; de ahí que apostara por el mueble kit para grandes cadenas como Ikea o Leroy Merlin. Sin embargo, esta línea de trabajo no ha ganado el peso estructural inicialmente previsto, aunque tampoco se ha abandonado.

En una nueva estrategia, Finsa acaba de poner en el mercado una colección de componentes para cocina de alta calidad, en cuyo diseño ha contado con la colaboración de sus propios clientes de la distribución. La línea, que se llama Atempo, está fabricada con un tablero de partículas resistente a la humedad y antibacteriano. Los muebles están cubiertos con superficies de fácil limpieza y resistencia a la abrasión, calor, rayado, manchado y agrietamientos.

«La colección Atempo ofrece tres soluciones estéticas, todas ellas con una imagen limpia y actual, con gran capacidad de almacenaje y múltiples opciones de combinación de puertas, cajones, gaveteros, etcétera, para que el cliente pueda adaptarlo a sus necesidades y al espacio de su cocina», detalla la compañía. Después de unos duros años de travesía durante la crisis económica, en los que llegó a hacer importantes ajustes, la facturación del primer grupo maderero gallego alcanzó en el 2014 los 779 millones de euros. Financiera Maderera, con plantas en Rábade, Padrón y Ourense y sede central en Santiago, alcanzó una cifra de negocio de 537 millones en 2014, un 5 % más que en el 2013. La presencia en los mercados exteriores ha sido determinante para que la compañía abandonara los números rojos y cerrara el 2014 con unos beneficios muy superiores a los del 2013 (36,6 frente a 2,1 millones).

Después de que en los años previos a que estallara la crisis Finsa acometiera importantes inversiones en la compra o toma de participación de empresas, como es el caso de Ecar, Jomar o Faus, la principal maderera gallega tuvo que pasar un largo período sin hacer movimientos. Sin embargo, el pasado año volvió a la actividad inversora. A la ampliación de la planta portuguesa de Nelas para incorporar una nueva línea de producción de aglomerado, hay que sumar que a comienzos del 2015 Finsa tomó una participación del 5,2 % en Proteak Uno, la mayor empresa forestal de México.

La Voz de Galicia

La mermelada de Herbón amplía el potencial comercial de los pimientos.

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El sabor del auténtico pimiento de Herbón con Denominación de Origen Protegida (DOP) se puede degustar más allá de su época de producción, de mayo a octubre, con la nueva mermelada que elabora la Sociedade Agraria de Transformación A Pementeira, que pone a la venta una edición limitada para las fechas navideñas.

Son unos 1.000 botes de mermelada de pimientos de Herbón, envasados en dos tamaños, y que se podrán adquirir «alí onde os queiran vender», según explica la presidenta de A Pementeira, Milagros González, que confiesa que la sociedad tiene «grandes expectativas» en el nuevo producto. Las tiene porque allí donde fue presentado «tivo moi boa acollida», como en las ferias del sector de Londres, A Coruña y Ourense, entre otras. «A todo o mundo que lle demos a probar a marmelada lle encantou», explica Milagros González.

Con la mermelada, A Pementeira le da valor añadido a un producto valorado y reconocido y, sobre todo, busca una fuente de ingresos fuera de la época de producción en fresco. Además, con este nuevo producto, A Pementeira también le da salida al exceso de producción de los meses de verano.

Para la elaboración de este producto, que se vende en un envase con diseño propio, A Pementeira instaló una cocina industrial en la nave en la que tiene su sede, en el polígono de Picusa, en Padrón, con una inversión que ronda los 70.000 euros y para la que recibió fondos europeos a través del proyecto Leader, que gestiona Deloa.

De este modo, la mermelada sale al mercado con una producción limitada, la que le dio tiempo a elaborar A Pementeira desde que estrenó la cocina y hasta la finalización de la campaña de producción.

Picante
Sin desvelar la receta, en el envase se pueden leer los siguientes ingredientes: pimientos de Herbón con Denominación de Origen, azúcar, zumo de limón y aceite de oliva. El resultado es una mermelada que se presta «a comela co que queiras», dice Milagros González, desde entrantes a postres, añade la presidenta de A Pementeira, cuyas socias (20) se encargan de todo el proceso de elaboración. A ella, por ejemplo, le chifla con queso del país o incluso filloas, pero también cuenta que casa muy bien con las carnes.

Por cierto, si de los pimientos de Herbón se dice que unos pican y otros no, lo mismo hay que señalar de la mermelada de A Pementeira, que elabora una versión en picante que a los ingleses les chifló en una feria de muestras celebrada con productos gallegos.

Hacía tiempo que la sociedad padronesa tenía idea de elaborar un producto nuevo con el pimiento de Herbón con denominación de origen. A Pementeira produce entre el 80 y el 90 % de los pimientos protegidos y los comercializa por toda España e incluso en el extranjero, además de tener su propia tienda en línea a través de su página web. La idea se materializó a finales de la campaña pasada, cuando A Pementeira pudo abrir una cocina industrial en su nave del polígono de Picusa, para elaborar la primera mermelada e ir abriendo boca a los que gustan de los auténticos pimientos de Herbón. De cara a la próxima cosecha, aguardan consolidar la producción.

La Voz de Galicia

El hombre de confianza de Pontecesures.

José Trasande está a punto de despedirse de la barra del Tele Bar, el local que ha regentado toda una vida.

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Día de ruta de la matanza. Además de los callos, el Tele Bar ofreció costilla y unas empanadillas de pinchos que sabían a gloria.

A Pili, la mujer de Pepe, los callos le salen de rechupete. Los cocina el fin de semana, y el Tele Bar se llena de familias ansiosas de hundir la cuchara en la sabrosa salsa. A la gente, nos cuenta José Trasande desde detrás de la barra, le encanta la tapa. «Moita xente ten pedido a receita para facelos na casa, e sempre se lle dá sen problema… Pero fíxate. Os que a levan, volven e din que os callos non saben igual que os do Tele Bar. Será o cariño ou a man da cociñeira», sentencia este hombre, veterano de la hostelería cesureña y un personaje destacado de la vida en esta pequeña localidad.

A fin de cuentas, Pepe lleva cuarenta años regentando el local situado en la Plazuela. Cuando decidió abandonar su trabajo en Nestlè y adentrarse en el mundo de la hostelería, escogió un local ruinoso del que solo conservó una cosa: el nombre. «Pensamos en chamarlle doutra maneira, pero total todo o mundo ía seguir dicíndolle Tele Bar, porque fora o primeiro bar de Cesures que puxera televisión, así que lle quedou». ?l, que se metió detrás de la barra «por vocación», fue haciendo cambiar su establecimiento al ritmo de los tiempos. En los ochenta, por ejemplo, colocó en la parte de atrás de local, en un lugar apartado de miradas indiscretas, unos sofás. «Foi un éxito. Ás cinco da tarde xa había parellas que viñan coller sitio». Cuando arrancó el negocio, «moito marisco temos cociñado aquí para despois repartir». Y cuando en Pontecesures se hizo fuerte la movida, «faciamos bocadillos e hamburguesas ata as seis da mañá. A esa hora xa parabamos porque ao día seguinte había que volver a abrir». Las noches de fin de año, recuerda, se prolongaban hasta casi el mediodía del día 1 de enero, convertidas en un ir y venir de churros y chocolates. Pepe recuerda aquellos tiempos. «Ata o ano 2000, Pontecesures desbordaba ambiente. Aquí chegou a haber cinco estancos, casas de comidas, e entrando desde a rotonda, todo eran negocios». Luego, el pueblo inició un lento declive que el achaca, sin dudarlo, a la reordenación del tráfico en el eje principal. «Quen condenou a Cesures foi á dirección única». ?l ha expuesto su tesis, una y otra vez, a los sucesivos gobiernos. «¿Que traballo lles custará probar e cambiar o sentido [de circulación] destas rúas. Penso que iso sería bo, e non custaría cartos». Pepe se alporiza un poco cuando habla de este tema. Y no se muerde la lengua ante los actuales inquilinos del consistorio. «Igual berro un pouco con eles, pero non por mal. Coñézoos de toda a vida, ¡se se criaron aquí!», dice haciendo un gesto que abarca la Plazuela.

En medio de los niños que crecieron en ese entorno, los cuatro hijos de Pepe y Pilar. Y ahora, sus seis nietos. También Pepe ha crecido, embarcándose en un sinfín de actividades. Fue presidente de la asociación de comerciantes y, durante muchos años, pilar inquebrantable de las comisiones de fiestas. «Todos temos que demostrar a nosa valía e, se podemos, botar unha man». Y él decidió sacar tiempo no se sabe de dónde para «ir pedir porta a porta» para animar las celebraciones cesureñas y organizar saraos capaces de competir hasta con la Pascua de Padrón. Por eso, el Tele Bar no falló cuando se organizó la ruta de la lamprea. «Agotamos todo o que tiñamos: as delicias de lamprea, a empanada, a lamprea á bordelesa». Ahora se han sumado a la ruta de tapas de la matanza, aunque quizás con menos entusiasmo «porque non é algo que sexa moi tradicional por aquí».

Pero si hay que hacerlo, se hace. Todo sea por echar un cabo. Pepe piensa seguir así, fiel a ese principio, hasta que llegue la hora de la jubilación. Será «pronto, pronto». ¿Y a qué dedicará el tiempo libre este hostelero vocacional? Asegura que a disfrutar de su familia, que es su tesoro más preciado. Y a viajar. No muy lejos, la verdad: «O primeiro que quero facer é coñecer Galicia». Cuando salga de detrás de la barra, Pepe se llevará con él las confidencias de varias generaciones de cesureños. Están a buen recaudo. «Un camareiro ten que ter algo de psicólogo. Ten que escoitar moito. E, sobre todo, ten que calar».

La Voz de Galicia

Clase de cocina para niños en Padrón.

La praza de Abastos de Padrón acogió ayer una peculiar clase de cocina, en la que participaron 16 niños de más de cinco años. Los pequeños aprendieron a elaborar platos con productos adquiridos en la plaza y, además, se les habló de hábitos saludables y de las ventajas de consumir alimentos variados. El taller fue organizado por la Asociación de Praceros de Padrón y la Federación Galega de Prazas de Abastos.

LA Voz de Galicia