«¿Que boto de menos?. Á miña nai, aos meus irmáns, aos amigos e….o polbo»

«Aquí hai traballo, valoran ao cienttífico e a calidade de vida é boa», dice Xesús para explicar las razones por las que ha decidido echar raíces en Suecia. Pero en este país no todo es tan ideal y tan perfecto como a veces podemos sentirnos tentados a pensar. Las relaciones personales son frías. «? moi difícil facer amigos, parece que aquí a xente prefire ter coñecidos», opina Xesús. Pone su experiencia como ejemplo: «Nós, despois de case seis anos, temos un amigo, e penso que é porque a súa muller é colombiana». Hasta las relaciones familiares son diferentes en Suecia. «Aquí non hai avós para coidar dos netos cando os pais non poden», narra nuestro cesureño en la diáspora.
En medio de este «illamento social» en el que en ocasiones se siente inmerso, Xesús Manoel afirma echar de menos «á miña nai, aos meus irmáns, aos amigos e…o polbo». Y es que puestos a hablar de comida, Suecia no es ningún destino especialmente atractivo. «Non hai comida sueca per se, relata. Le preguntamos qué hay de verdad en esa historia de que uno de los platos tradicionales es el arenque podrido. «Literalmente podrido dentro de un recipiente de metal durante meses. Cando se abre hai que facelo ao aire libre», dice, confimando la historia. «Despois cómeno, e algún algún di que lles gusta».
Vale, de buenos platos no andan sobrados los suecos. Pero algo bueno tendrá la comida…»En xeral, a comida non é moi boa, pero é bonita».¿Cómo?. «No supermercado a froita é preciosa, pero non sabe a nada». No es de extrañar que ante semejante panorama local los suecos hayan abierto sus fronteras para importar comidas y platos procedentes de todo el mundo. Seguro que Xesús y su mujer les han brindado alguna lección de cocina gallega.

LA VOZ DE GALICIA, 13/10/12

Cordeiro honra a la gastronomía popular con una empanada de 40 metros.

Cordeiro honra a la gastronomía popular con una empanada de 40 metros
El evento lo organizó la asociación de vecinos y ayer tuvo lugar en el teleclub la 19 edición de la tradicional degustación

La Asociación Vecinal, Cultural y Deportiva de Cordeiro volvió a reunir ayer a numerosos vecinos de la localidad con motivo de la degustación de la popular «superempanada» de maíz de 40 metros que los vecinos preparan desde hace 19 años coincidiendo con la festividad del Corpus.
Habitualmente la degustación gastronómica se realiza al aire libre, pero el tiempo no estuvo ayer por la labor, de modo que al final se optó por celebrarla en el interior del teleclub, que es también la sede social de la asociación convocante.
Aparte de su enorme tamaño, la singularidad de la empanada de Cordeiro es que es de sabores muy variados. Así, en el relleno se emplean tanto productos del mar y de la huerta, pues la preparación cuenta con diez kilos de cebolla, sardinilla, lomo, zorza, mejillón, y con 15 de atún. Cada dos metros cambia el sabor, y de ese modo los asistentes podían probar su sabor preferido, o incluso varios.
El maíz que utilizan los vecinos es el llamado corvo (negro) y como novedad este año utilizaron en el relleno unas plantas aromáticas que se dan en Galicia y que se utilizaban antiguamente para realzar el sabor de las empanadas.
Pero la fiesta de Cordeiro no se limita a la degustación, puesto que los organizadores quieren aprovechar la ocasión para dar a conocer la riqueza cultural y etnográfica que rodea a este producto, uno de los más populares de la cocina gallega. Así, se organizan talleres en que los maestros en la elaboración de empanadas explican a los más jóvenes el proceso, desde la salida del maíz del hórreo hasta la cocción en el horno.
En estos talleres también se habla de los diferentes tipos de molinos, y los escolares tuvieron la oportunidad de hacer prácticas desgranando espigas.
Además, se habla de mobiliario tradicional, como las artesas, en las que se guardaba la harina y se amasaba el pan, y se dieron clases sobre amasado.

FARO DE VIGO, 11/06/12

Pontecesures se llena con la lamprea y San Lázaro.

Los asistentes consumieron los 300 ejemplares antes de las tres de la tarde, aunque también se saboreó pulpo y churrasco

Pontecesures vivió el mejor ambiente de fiesta posible y demostró que las buenas migas entre la lamprea y San Lázaro son sinónimo de éxito. La fronteriza villa pontevedresa se llenó de gente durante el domingo pues había motivos para todos los gustos; desde los puramente religiosos a los gastronómicos pasando por el paseo de compras por los más de cincuenta chiringuitos de feria. Con todos estos ingredientes,acompañado del buen tiempo y a pesar del cambio de hora, no resulta extraño que a las tres menos cuarto de la tarde se hubieran acabado las 300 lampreas.

Unos 700 «toros» de lamprea se consumieron ayer en Pontecesures antes de las tres de la tarde y ya no quedó más porque los valeiros se habían comprometido a servir 300 ejemplares de mediano y gran tamaño para la fiesta de este año.
A alguno quizás le supo a poco pero la organización quiso llevar todo medido al máximo porque las circunstancias aparentaban menos propicias que en anteriores ocasiones, pues a la crisis económica, hay que sumar que existe una escasez importante de capturas en el Ulla por su poco caudal debido a la sequía de este invierno.
Por ello, el balance del alcalde Luis Angueira no puede ser más que positivo y ayer resaltaba que la última ración se vendió a las 14,45 horas, por el cambiado reloj de verano.
El resultado es consecuencia del esfuerzo realizado por todos, especialmente por la asociación de valeiros, cuyo presidente Antonio Pesado quiso participar ayer en cada detalle.
Angueira resalta que la fiesta salió mucho mejor de lo esperado pues incluso los peces «eran todos de muy buen tamaño». El alcalde, por ello, se atrevió a posar con uno de los ejemplares ??como se observa en la foto?? de 1,3 kilogramos de peso, aproximadamente.
Esa excelente calidad del producto se unió también a los módicos precios que se aplicaron en la fiesta. «Por cinco euros se servían dos porciones de lamprea, con arroz, picatostes y vino tinto», expresaba ayer el regidor.
Además, en la zona portuaria también se instalaron otros puestos para aquellos comensales que querían completar el menú con pulpo a feira o churrasco.
Con todo ello, no es de extrañar que a Pontecesures hayan acudido ayer varios alcaldes de una y otra provincia como los de Rois, Dodro, Rianxo, o Valga, pero tampoco se perdieron la cita gastronómica el secretario xeral de los socialistas gallegos, Manuel «Pachi» Vázquez o la responsable comarcal del BNG, Anxos Riveiro.
Todos ellos participaron a mediodía en el acto de recepción de autoridades y en el pregón a cargo del cocinero alaricano André Arzúa que habló de las propiedades del antiquísimo pez del Ulla, uno de los más exquisitos para unos paladares o repugnantes, para otros.
Tras este acto oficial, las autoridades se desplazaron a la lonja donde pudieron observar cómo se cocina la lamprea, en este caso a la bordalesa, es decir guisado en su propia sangre, con lo que adquiere ese sabor especial.
En esta ocasión, una vez más tampoco ha sido posible que la organización contase con los restaurantes de la localidad que ya llevan años sin participar en la fiesta gastronómica.
Pero lo que sí contribuyó al tremendo ambiente de ayer en Pontecesures fue el San Lázaro, una cita religiosa por la que los vecinos sienten una «gran devoción» desde la Edad Media. Como se sabe es patrón de los leprosos y en la villa existió una especie de sanatorio específico en la rúa Nova.
La onomástica se celebra siempre con el anterior al Domingo de Ramos por lo que el gobierno local ha decidido que a partir de ahora coincida con la Festa da Lamprea, con lo que se garantiza un inmejorable ambiente en la villa en ese día.

FARO DE VIGO, 26/03/12

Chef Rivera presenta su novedoso helado de lamprea.

En la innovación está la clave del éxito y en cocina esta máxima también es aplicable. Así lo manifiesta José Antonio Rivera, Chef Rivera, a quien no le falta imaginación para conquistar los paladares. Hace un año que le da vueltas a la idea de preparar un plato dulce con base de lamprea. Tras meses de prueba y de intentos fallidos, el afamado chef presentaba el pasado viernes, en el transcurso de una cena de médicos, un nuevo postre estrella: helado de lamprea. «En realidad es un semisalado con toque dulce. No fue fácil, porque si le das sabor a lamprea no es un dulce y, si es dulce, no es lamprea», recalca el hostelero padronés, añadiendo que «incluso los más clásicos de la lamprea que fueron reacios a probarlo quedaron fascinados». Y es que la presentación no desmerece y a la escurridiza dama del Ulla aún le queda, con Chef Rivera, más de una sorpresa para reinventarse.

EL CORREO GALLEGO, 11/03/12

Una casa de Valga en la que todo el mundo está a gusto.

María lleva toda la vida entre fogones. Desde hace 42 años está al frente de Casa José.

Hay una casa en Valga en la que todo el mundo se siente cómodo. Es Casa José, uno de esos restaurantes de los de toda la vida donde los platos se cocinan a su ritmo y donde los postres se preparan con huevos de casa. Al frente de ese negocio encontramos a María Fernández, una mujer de armas tomar, acostumbrada al trabajo duro y a hacer las cosas bien. Su trabajo entre fogones le ha valido muchos premios: reconocimientos de los empresarios de la comarca, premios del día de la mujer trabajadora y, ahora, el Álvaro Cunqueiro, un premio concedido por el Concello de Lalín, la Secretaría xeral de Turismo y con las asociaciones gastronómicas de Galicia.

Toda una vida

El premio que le ha llegado a María Fernández es un justo homenaje a toda una vida dedicada a trajinar entre los fogones. Bien ganado se lo tiene, la verdad. Esta mujer, que ahora lleva a sus espaldas ocho décadas de experiencia, es natural de Boiro. Con catorce años cruzó el Ulla para trabajar como cocinera en Casa Castaño. En ello estaba cuando conoció a José Devesa Manteiga, con el que se casó y fundó una familia. Y con el que, además, montó un negocio. «Se llamaba Casa Gina. Era un poco de todo: una mezcla entre tienda ultramarinos, taberna, casa de comidas…», cuenta la hija mayor, María José Devesa. El duro trabajo del matrimonio permitió que, hace 42 años, dejasen aquel primer local y se trasladasen. No tuvieron que moverse mucho: apenas doscientos metros separan lo que era Casa Gina de lo que es Casa José.

Estómagos ilustres

Han pasado muchos años, pero Casa José se mantiene fiel a los principios sobre los que cimentó su éxito. ¿Y cuáles son? En primer lugar, trabajar con productos frescos, del día. «El pescado es de gente de la zona y el que se compra se consume a lo largo de la jornada», explica María José. Y las verduras y las frutas se compran en Padrón, en el mercado, a gente «de por aquí, muchos de Corón». Así, Casa José se convierte en una empresa «pequeñita, familiar, que ayuda a mover un poco la economía de por aquí en unos tiempos tan difíciles como estos», señalaban ayer desde el restaurante. Con una materia prima de primera calidad se preparan unos platos que llevan años conquistando paladares. El mismísimo Álvaro Cunqueiro, el hombre que da nombre al premio que ahora ha recibido María Fernández, se sentó en una de las mesas del comedor para probar un timbal de lamprea, una de las especialidades de la casa. De tan ilustre visita no quedaron pruebas gráficas. «A mis padres no les gustaba nada eso de hacerles fotos a la gente importante que venía a comer», dicen los hijos del matrimonio. La muerte del fundador de la casa, hace dos años, ha hecho que «muchas historias y muchas fechas se hayan perdido porque no nos acordamos de todo». Aún así, la lista de apellidos ilustres de la cultura y la política gallega que se han sentado a la mesa de Casa José es larga, y abarca a todo el espectro ideológico de este país: allí ha comido el padre del actual presidente del Gobierno y Mariano Rajoy en persona. Y allí han disfrutado de la buena mesa, también, Xosé Manuel Beiras y su padre. «Y todos están cómodos aquí, como en casa», señala María José.

Una carta clásica

Junto al timbal de lamprea, un plato típico de la zona que en Casa José bordan, en la carta de este restaurante caben productos de todo tipo. La lamprea, la estrella de esta temporada, se cocina también a la bordelesa, y también de esa guisa conquista paladares. En la época de la anguila, esta pasa a convertirse en la reina de la cocina: allí se guisa, se fríe o se prepara en empanada. Y en el comedor las raciones vuelan. Con pescados de mar se cocinan buenas caldeiradas, y con mariscos se hacen unas croquetas que también se gozan de merecida fama. Si preferimos la carne, también hay variedad. Sobre todo en época de caza, cuando en la cocina del restaurante se gana su propio espacio la perdiz. Pero aún hay más donde elegir. ¿Qué me dicen de unos deliciosos huevos encapotados?

El postre perfecto

Si aún les queda espacio en el estómago, disfruten del postre. A sus ochenta años, María sigue preparando la tarta de almendras, los flanes, las cañas y los brazos de gitano. Cualquiera de ellas es una buena opción, ya que en la elaboración de estos dulces destila la sabiduría de muchos años entre fogones, el cariño que distingue a los buenos cocineros y el empeño por la calidad que se traduce, esta vez, en el uso único y exclusivo de huevos de casa. «Es cosa de mi madre, no cede», dicen los hijos de esta mujer. La que da voz a esta segunda generación es la mayor. «Siempre bromeo diciendo que mis padres trabajaron tanto toda su vida, que a la hora de elegir mi nombre aplicaron la ley del mínimo esfuerzo. Me llamo María como ella y José como él». Sus hermanos menores son Dolores y Jesús. Los tres han hecho sus vidas al otro lado del umbral de Casa José, pero siguen acudiendo todos los días al negocio familiar en el que invirtieron muchas horas a la vuelta del colegio. «Había que echar una mano», recuerdan. Siguen haciéndolo, cada vez más orgullosos de la estirpe a la que pertenecen.

Álvaro Cunqueiro probó en este restaurante el famoso timbal de lamprea

LA VOZ DE GALICIA, 02/02/12

Sale a la calle un nuevo número de «El Extramundi y los papeles de Iria Flavia».

La Fundación Camilo José Cela acaba de sacar a la calle un nuevo número de la ya prestigiosa revista semestral fundada por el marqués de Iria Flavia hace 17 años: El Extramundi y los papeles de Iria Flavia. En este número de la publicación (el 65 ya), se recogen diversos artículos relacionados con la obra del Nobel de Literatura gallego o incluso sobre aspectos de su personalidad o de su trayectoria vital.

Abre el nuevo número de El Extramundi una especie de carta editorial suscrita por Ernesto S. Pombo en el que se esgrime la línea argumental de esta nueva publicación «que ve la luz coincidiendo con el sesenta aniversario de la publicación de la obra La Colmena y el vigésimo quinto de la constitución de la Fundación Camilo José Cela» (….) «Este nuevo número es, en definitiva, un número lleno de sabores, de excelentes menús y de grandes páginas literarias… carcado de ricos manjares».

Así se recoge un extracto de la Antología de textos gastronómicos de Cela; Francisco Singul habla de Don Camilo en la romería de Santiago el Verde; Serafín Quero, sobre Gastonomía andaluza en el primer viaje andaluz de Cela; Miguel Vila Pernas escribe sobre Gastronomía y cocina en Mazurca para dos muertos; y Adolfo Sotelo: Los narradores del medio siglo y La Colmena: Ignacio Aldecoa y José Caballero Bonald.

TIERRAS DE SANTIAGO, 31/01/12