Sale a la venta el edificio de Casa Castaño, referente culinario de cultura y realeza.

Los platos de Casa Castaño no tenían florituras y en el menú siempre se hacía hincapié en el producto fresco y bien amarrado a la cocina tradicional. Sin embargo su fama trascendió las fronteras de Pontecesures para convertirse en un referente culinario no solo para el público de a pie que acudía al lugar de forma habitual, sino también para nombres ilustres como Barrié de la Maza o miembros de la Casa Real como Juan Carlos I, Sofía o el propio Felipe VI cuando todavía era Príncipe de Asturias.
Casa Castaño cerró sus puertas a mediados de los 90. El restaurante lo regentaron por última vez Teresa Fajardo Castaño ??Teresuca? y su marido Eduardo Paz Barreiro. Ambos siguieron al dedillo las recetas y los secretos entre fogonos de la abuela de ??Teresuca?, de la que se decía que cocinaba como pocos la lamprea tan propia del río Ulla.
Desde los años 90 el edificio languidece en Pontecesures, viviendo de los recuerdos que hicieron la delicia de firmas ilustres no solo del mundo de la cultura y las letras, sino también del empresariado de toda España, del mundo del deporte de también de las finanzas.
Y es que pocos restaurantes de la zona de Arousa pueden presumir de tener durante años entre sus comensales a figuras como Juan Carlos I o la Reina Sofía.
La Casa Castaño sufrió un incendio hace un tiempo y desde hace años permanece abandonada. Ahora este emblema de la gastronomía tradicional en su día en una época en la que la modernista ya empezaba a repuntar, saca su edificio a la venta. Quién sabe si para abrir de nuevo sus puertas con fuerza culinaria.

Diario de Arousa

Una mujer de 87 años se intoxica con el humo de su cocina de leña en Valga.

La víctima fue localizada a primera hora de la mañana por un hijo, cuando ya presentaba graves síntomas respiratorios -El helicóptero no pudo aterrizar debido a la niebla.

El accidente se produjo en el lugar de Os Cotriños (Valga).

Una mujer de 87 años fue evacuada a primera hora de la mañana de ayer al hospital tras sufrir una intoxicación por monóxido de carbono en su vivienda de Os Cotriños, en Valga. La vecina vive sola, y fue un hijo suyo el que se percató de que había sufrido una intoxicación por humo cuando fue a verla a primera hora de la mañana para ayudarle a levantarse y a darle el desayuno.

Al parecer, los hijos de la mujer le dejaron puesta por la noche una cocina de leña, y se cree que el tiro de la chimenea funcionó mal, pues parte del humo salió hacia el interior de la vivienda, lo cual habría provocado la intoxicación de la octogenaria.

Ya de noche, sus parientes se marcharon, y se fueron a su casa, que está situada en el mismo lugar de Os Cotriños. Fue sobre las 9.20 horas cuando fueron a despertarla, y cuando la encontraron con síntomas de intoxicación.

La mujer estaba consciente, pero ya presentaba unas dificultades respiratorias serias. Fue derivada en un primer momento al centro de salud de Valga, y de ahí al hospital Clínico Universitario de Santiago.

En el operativo participaron el Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Valga, los médicos de guardia en el centro de salud de la localidad, la Guardia Civil, la Policía Local y una dotación de bomberos llegada de Vilagarcía. Estos últimos realizaron una medición de gases con el explosímetro, pero el resultado fue negativo, pues los parientes de la herida ya habían procedido a ventilar la casa. Lo que no se ha podido determinar es cuando empezó a expulsar mal la cocina el humo, y cuanto tiempo estuvo la mujer expuesta a él.

También se movilizó al helicóptero de emergencias, el H3, pero finalmente no pudo aterrizar por culpa de la niebla y hubo que hacer todos los traslados por carretera.

A última hora de la tarde de ayer, la mujer permanecía en el hospital en Santiago, aunque no se temía por su vida.

Faro de Vigo

Aguja e hilo para coser, un año más, el Belén de Valga.

«? unha labor que engancha». Josefa Pérez no habla de la cocina ni de la apetitosa tortilla de patatas que está preparando para la ocasión. Ponerse al frente de los fogones le gusta, pero nada tiene que ver la cocina con esa cita a la que acude cada día y que se prolonga desde las siete de la tarde hasta las once de la noche: habla de los imprescindibles trabajos para que el Belén de Valga sea cada año un nacimiento diferente. Las reuniones comenzaron a principios de este mes y, desde entonces, no perdonan. Ahí están, en A Devesa, una treintena de personas, al pie del cañón. No importa que sea fin de semana o festivo, hay mucho que hacer. «Dun día para outro, sempre van quedando cousas pendentes», señala Josefa. De ahí, esas ganas de volver el día siguiente para dar un pasito más y sentir la confortabilidad que concede ver que el trabajado Belén empieza a coger forma.

Josefa se unió a esta misión hace ahora cuatro años. Cuatro belenes. «Sempre gustoume e animeime a colaborar. Pouco tempo despois tamén sumouse o meu marido», indica. Ahora, Manuel Comparada también es parte imprescindible en ese engranaje en el que cada uno aporta sus habilidades. En el caso de Josefa, confecciona los trajes que visten a las figuras. No esta sola, de esta misión se encargan una media de diez personas. Van a buen ritmo: cerca de cincuenta figuras ya están estrenando atuendo. «O máis difícil para min son os colos, lograr que senten ben en prendas tan pequenas é complicado. Algunhas veces hai que coselos dous o tres veces para queden como queremos», explica. Una prueba más de que cuidan los detalles y, es que ya lo dice Josefa, «non hai mellor satisfacción co traballo ben feito».

No es de extrañar que su momento favorito sea los días previos a la inauguración. «Son de locura, de coidar os detalles, pero é cando ves como cobra forma. As figuras que vistes individualmente lucen moito mellor en conxunto», señala. Es cuando se aprecia su inmensidad y los trabajos de carpintería y mecánica le dan vida: el Belén tiene movimiento. Pero, no solo eso. Al nacimiento tradicional, se le suman los chascarrillos. Desde que la duquesa de Alba se coló entre los personajes que se pierden en la inmensidad del espacio que compone la obra, no dejan de faltar los guiños a la actualidad. ¿Qué nos encontraremos esta Navidad?. Josefa no quiere dar pistas tan pronto. «? un aliciente para que a xente volva ano tras ano», ríe. Eso sí, algo deja caer: La alusión al Brexit desaparece este año. ¿Le sustituirá Cataluña?. «Todo pode ser», vuelve a reír. Será la concejala Mari Carmen Castiñeiras quien vuelva a derrochar imaginación. «? a alma do Belén», asegura Josefa.

Estos son días de mucho trabajo. De trabajo con materiales reciclados. «Unha tenda de Campaña e algunhas modistas nos dan os retales que lles sobran», explica Josefa sobre las telas que utilizan. Hay más. Unos comerciantes de Barcelona que quedaron encantados con su visita al Belén les envían, cada año, alguno de los muestrarios con los que trabajan. Si a eso añaden los objetos, como botones, pendientes o collares, que aprovechan de sus casas, solo tienen que ponerse a coser. Con la maquinaria, indica Josefa, más de lo mismo. Con las piezas que terminan en los desguaces o con los motores de los coches eléctricos con los que sus dueños dejaron de jugar, se apañan a las mil maravillas. «Son unos manitas», afirma sobre sus compañeros. El resto de adjetivos no hacen más que superarse: Josefa destaca el buen clima de trabajo que se genera, y que provoca que las citas para poner en marcha el Belén se conviertan en citas para ver como deja a sus visitantes con la boca abierta.

La tortilla ya está lista. Marido, hijo y nieto de Josefa, encantados con el menú. Mientras, ella solo espera a que sean las siete. Todavía hay mucho por hacer.

La Voz de Galicia

Entregan los premios a los mejores «cañeros».

La muestra con la que se ensalza la elaboración de la tradicional caña do país y se fomenta el consumo responsable de este tipo de destilados también válidos para cócteles y diferentes platos de cocina, y que tienen en Valga una de sus principales cunas, sirvió para organizar una cata en la que participaron 24 aguardientes blancas, tostadas y de hierbas. Catorce de ellas se clasificaron para la cata final del concurso, dotado con 300 euros para la mejor caña blanca y con 200 euros para los ganadores en las categorías de hierbas y tostada. Pues bien, esos premios se dieron a conocer anoche, y resultó que el mejor «cañero» de blanca fue José Andrés Castro Santos, un vecino del lugar de Gándara que también logró el segundo puesto en la modalidad de caña de hierbas, en este caso por detrás de Javier Lueiro Faro, de Lantaño. El segundo mejor productor de caña blanca fue Francisco Fojo Castro, mientras que en la categoría reservada a caña tostada ganó Antonio Santiago Figueira, vecino de Forno, por delante de José López Castiñeiras (San Miguel de Valga). Los premios se entregaban desde las 21.30 horas en el transcurso de los actos centrales de la fiesta del aguardiente y la anguila desarrollada en el Parque Irmás Dios Mosquera, donde se dio trofeo y diploma a los segundos clasificados.

Faro de Vigo

Abre en Padrón el séptimo albergue privado de peregrinos.

Desde ayer, Padrón cuenta con un nuevo albergue de peregrinos de titularidad privada, O Pedrón, situado en un local bajo de más de 400 metros cuadrados de la calle Rianxo, en la zona de la guardería. Lo gestiona un conocido hostelero de la villa, Andrés Blanco, de 44 años, que tiene una cafetería muy cerca del albergue, aunque este lo montó otro empresario del concello.

Es el más grande del municipio, con 43 plazas, una de ellas totalmente adaptada para personas con discapacidad, incluido baño propio. Entre los servicios que oferta, tiene aire acondicionado en todo el local; conexión wifi; zona de lavandería, con lavadora, secadora y fregaderos; espacio para las bicicletas; cocina completa; comedor y sala, en este caso como si fueran de un hotel. El horario de recepción será ininterrumpido de 9 de la mañana a 11 de la noche y el precio por estancia 15 euros, incluido el desayuno en la cafetería del hostelero.

La Voz de Galicia

La primera llamada del incendio de Pontecesures llegó a la central del 112 a las 14.41 horas.

La central de emergencias del 112 comunicó ayer a Vicepresidencia de la Xunta que la primera llamada recibida en relación con el incendio en la cocina de una vivienda de Pontecesures fue recibida a las 14.41 horas por parte de Protección Civil de esa localidad, indicando que el fuego estaba extinguido y que se realizaban tareas de enfriado y ventilación del recinto. Dos minutos después la central dio parte a los Bomberos de O Salnés.

El departamento autonómico, ante la denuncia del comité de empresa de los bomberos por los reiterados colapsos en la central del 112, aporta una cronología de llamadas sobre este siniestro, desde la primera que tiene registrada a las 14.41 horas, hasta las dos últimas que son a las 16.34 horas de los bomberos indicando que habían vuelto a la base, y de las 16.38 horas, donde dar parte de toda la incidencia.

Las quejas se producen por las dificultades que hay en algunas ocasiones para contactar con esta central de emergencias.

La Voz de Galicia