Protección Civil de Pontecesures denuncia la falta de operatividad del 112.

Desde hace aproximadamente dos meses, cada que vez que una agrupación de Protección Civil tiene que llamar al Servizo de Emerxencias 112 para solicitar medios con los que hacer frente a una contingencia se encuentra ante la tesitura de tener que permanecer a la espera para ser atendido.
Esta situación, que no se había producido antes, fue denunciada ayer por un representante de Protección Civil Pontecesures, a raíz de un suceso registrado en esta localidad que pudo haber provocado una tragedia.
A las 14:41 h. se produjo un incendio en el tercer piso de un edificio, al que acudieron de inmediato los efectivos porque se encontraban cerca del lugar. Con la ayuda de unos extintores lograron extinguir el fuego, que afectó a la campana extractora, dañando los muebles de la cocina.
Mientras que uno de sus efectivos realizaba esta labor, otro llamó al 112 para solicitar refuerzos, y tuvo que aguardar durante más de 5 minutos para ser atendido.
Anteriormente ya lo habían hecho los propietarios del inmueble y no lograron que nadie les cogiera el teléfono, agregó el representante de Protección Civil de Pontecesures. «Es como si no existiera», comentó.
Cuando la actuación ya estaba controlada, ventilaron las habitaciones y fueron avisados los Bombeiros do Salnés, que se desplazaron al lugar con la finalidad de comprobar el nivel de calor y gases antes de autorizar el regreso a los ocupantes del piso.
Después de lo ocurrido, los efectivos de Protección Civil se preguntan qué podría haber ocurrido si no estuviesen cerca del lugar donde se produjo el incendio, teniendo en cuenta que el edificio en donde está el piso es colindante con otros dos, y que los tres están unbicados en la calle San Luis, una vía situada en pleno centro del casco urbano de Pontecesures.

Diario de Pontevedra

Los bomberos llegan a Pontecesures una hora tarde a un incendio por fallos en el 112.

Un fallo técnico en el sistema 12 provocó que los Bomberos de Vilagarcía llegasen una
una hora tarde a un incendio en Pontecesures. Los efectivos recibieron el aviso a las 14:45, cuando el fuego se originó cuarenta minutos antes, a lo que hay que sumar veinte minutos más del tiempo del trayecto. El Comité de Empresa de los Bomberos hace hincapié en que se trata de un fallo ??técnico? y que los trabajadores del 112 están actuando de forma profesional. Los problemas comenzaron con el traslado de la sede del 112 a Estrada, cuando se implantó una variante del programa que, aseguran los representantes de los efectivos antiincendios, ??según nos transmiten los trabajadores del Centro de Atención a Emerxencias no es operativo?.
Los fallos se agravan, además, en época de tormenta, como estos días, y provocan que se colapse la centralita del 112. Eso fue lo que ocurrió ayer al mediodía, teniendo como principales afectados a una familia de Pontecesures.
El Comité de Empresa de los Bomberos lamenta los hechos y advierte de que ??pudo ser peor?. ??El personal del 112 está haciendo su trabajo, el problema es por aspectos técnicos?, inciden los representantes de los Bomberos, que reclaman que se subsane cuanto antes este problema, que no es la primera vez que se produce.
De hecho, en el parque de Vilagarcía ya se vivieron en los pasados días situaciones similares, aunque por incidencias de menor entidad que la que tuvo lugar ayer en Pontecesures. Incluso en algunas ocasiones, los propios Bomberos tuvieron problemas para comunicarse con el 112
??¿Qué pasaría si hubiera personas atrapadas??, se preguntan los bomberos, que advierten que las consecuencias del suceso podrían haber sido mucho peores si el fuego llega a coger cuerpo en los falsos techos, y recuerdan que en este tipo de casos los minutos son cruciales para evitar un desenlace fatal.
La cocina ardió por completo
El incendio se originó mientras se hacía la comida en una vivienda del número 20 de la calle San Luis. Fueron los voluntarios de Protección Civil los que apagaron el fuego con dos extintores. La cocina quedó totalmente calcinada como consecuencia del fuego, tanto la encimera, como el mobiliario, los electrodomésticos y la campana extractora. Además, el hollín se extendió por otras estancias de la vivienda.

Diario de Arousa

Las llamas dan la puntilla a Casa Castaño, el que fue restaurante de la alta sociedad.

La Familia Real española, clubes como el Real Madrid, ilustres literatos y políticos de renombre saborearon sus viandas -El edificio estaba en ruinas y ayer ardió por dentro.

Las llamas, parece que iniciadas en un colchón situado en una de las plantas superiores, utilizada en ocasiones para pasar la noche algún conocido drogodependiente de Pontecesures, dieron la puntilla ayer al edificio Casa Castaño, un emblemático restaurante que tuvo su época de esplendor en los años sesenta, setenta y ochenta.

Famoso por la preparación de lamprea a la bordelesa, pero también por sus croquetas de marisco, la merluza a la cazuela y postres como tocinillo de cielo, entre otros platos representativos de la cocina tradicional gallega, este establecimiento fue visitado por la Familia Real española y destacados personajes de la política, la empresa y la cultura antes de entrar en declive.

Un declive, por cierto, que en gran medida se produjo a raíz de la entrada en funcionamiento de la autopista del Atlántico (AP-9), ya que la carretera Nacional 550, al lado de la que se sitúa este inmueble, dejó de ser la principal vía de circulación.

Considerado todo un clásico de la cocina, y siendo tradicional la visita para tomar la lamprea el día de San José, este restaurante pontecesureño cerrado en 1994 se había convertido desde hace un par de décadas en un edificio ruinoso.

De un tiempo a esta parte estaba invadido de maleza, además de ser utilizado con frecuencia por los okupas, de ahí que cuando ayer a las tres de la tarde se descubrió el fuego en el interior saltaran todas las alarmas, ante la posibilidad de que alguien pudiera estar en el interior.

Pero también porque este edificio está situado justo frente a una gasolinera, a escasos metros del puente romano que une la localidad con Padrón a través de la N-550. Precisamente una de las fachadas del inmueble da a esta carretera, mientras que la otra se asoma prácticamente encima del cauce fluvial, solo separada del agua por la calle José Novo.

Afortunadamente, y según indicaron en el Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Valga, el incendio quedó controlado unas horas después sin que hubiera que lamentar daños personales, apuntándose la posibilidad de que el fuego se iniciara en los colchones antes referidos, quizás utilizados por los okupas del edificio.

La importante intervención de los equipos de emergencias evitó que las llamas afectaran a otros inmuebles y los vecinos y testigos de los hechos pudieron respirar tranquilos, aunque lógicamente apenados por la pérdida de un edificio que era una referencia histórica en la localidad.

No cabe duda de que, si alguna esperanza quedaba, ayer parecía quemarse la posibilidad de recuperar un restaurante que fue sinónimo de buen comer y se convirtió en una de las referencias culinarias de Galicia. Como no podía ser de otra manera, por aquello de situarse en Pontecesures y a orillas del Ulla, con la lamprea como tarjeta de presentación.

Faro de Vigo

«Aunque estaba abandonado, formaba parte de nuestra historia».

Mientras los efectivos de policía, bomberos y emergencias trataban de controlar las llamas, algunos vecinos recordaban lo mucho que aportó Casa Castaño a la cocina gallega, incidiendo en que fue un restaurante de referencia para personajes ilustres de todo el país y para muchos santiagueses, sobre todo ciudadanos de la capital con alto poder adquisitivo.

Los vecinos de Pontecesures mostraban su pesar por lo sucedido. «Es una verdadera lástima, pues aunque el edificio estaba totalmente abandonado no cabe duda de que formaba parte de nuestra historia», explicaron a FARO.

La casualidad ha querido que este inmueble en el que tantas lampreas del Ulla se cocinaron y comieron acabe quemándose justo a las puertas de una nueva edición de la fiesta exaltación de este pez, ya que la semana que viene se celebra la ruta de las tapas y al siguiente tendrá lugar la gran degustación de la popularmente conocida como «dama del Ulla».

Faro de Vigo

El actual monarca «era una lima» comiendo.

Cuando Juan Carlos I y Sofía se convirtieron en Reyes de España regresaron a Casa Castaño en numerosas ocasiones. «El Rey nunca llegó a comer lamprea pero le encantaban las almejas a la marinera, mientras que la Reina prefería las verduras y algún pescadito», declaró María Teresa Fajardo. También estuvo en Casa Castaño el Príncipe de Asturias y ahora Rey de España. «¡Ese sí que comía! Le gustaba todo. ¡Era un lima!», declaró en 2001.

No cabe duda de que por las mesas de Casa Castaño pasaron, para saborear los platos que preparaba con maestría Maruja Castaño, y que heredaron José y Teresa Fajardo Castaño («Teresuca»), algunos de los personajes más relevantes de Galicia y España, pero también ciudadanos de todo tipo en cuyos recuerdos perduran los sabores de aquella cocina.

«Teresuca» regentó el restaurante de Pontecesures junto a su esposo, Eduardo Paz Barreiro, fallecido en 2008 a la edad de ochenta años.

Faro de Vigo

Las llamas devoran Casa Castaño, antaño un referente culinario en Galicia.

Una cocina por la que pasaron algunos de los más ilustres personajes.

A estas horas las llamas devoran por dentro la ya ruinosa estructura de Casa Castaño, antiguamente un restaurante sinónimo de buen comer que se convirtió en una de las referencias culinarias de Galicia, como no podía ser de otra manera, por aquello de situarse en Pontecesures y ubicarse prácticamente a orillas del Ulla, con la lamprea como tarjeta de presentación.
El establecimiento cerró sus puertas hace un par de décadas y de un tiempo a esta parte estaba invadido de maleza, además de ser utilizado con frecuencia para pernoctar por un vecino pontecesureño con problemas de drogadicción.

Temor inicial

Inicialmente saltaron todas las señales de alarma, ante la posibilidad de que alguien pudiera estar en el interior en el momento en que se produjeron las llamas, y también porque este edificio está situado justo frente a una gasolinera, a ubicada a escasos metros del puente romano que une la localidad con Padrón, a través de la carretera Nacional 550.
Los testigos que se encuentran en el lugar de los hechos indican que la situación está controlada y que no hay heridos. En cualquier caso es pronto para determinarlo con toda certeza, ya que el fuego sigue activo.

A las 16.30 horas, sigue activo

Allí se encuentran numerosos efectivos de policía, bomberos y emergencias que tratan de controlar las llamas, iniciadas por causas que aún se desconocen poco después de las tres de la tarde
Muchos recuerdan aún en el bajo Ulla y comarcas como O Salnés, Caldas y O Sar, entre otras, lo mucho que aportó Casa Castaño a la cocina gallega.

Sin olvidar a las gentes de las tierras de Compostela, ya que este fue un restaurante de referencia para muchos santiagueses, y sobre todo para ciudadanos de la capital de alto poder adquisitivo, empresarios, políticos, escritores?.
Por sus mesas pasaron, para saborear los platos que preparaba con maestría Maruja Castaño, y que heredaron José y Teresa Fajardo Castaño («Teresuca»), algunos de los personajes más relevantes de Galicia, pero también ciudadanos de todo tipo en cuyos recuerdos perduran los sabores de aquella cocina.
«Teresuca» regentó el restaurante junto a su esposo, Eduardo Paz Barreiro, fallecido en 2008 a la edad de ochenta años.

A las puertas de otra fiesta

Vecinos de Pontecesures muestran a estas horas su pesar por lo sucedido. «Es una verdadera lástima, pues aunque el edificio estaba totalmente abandonado no cabe duda de que formaba parte de nuestra historia», explican.
La casualidad ha querido que este inmueble en el que tantas lampreas del Ulla se cocinaron y comieron acabe quemándose justo a las puertas de una nueva edición de la fiesta exaltación de este pez, ya que la semana que viene se celebra la ruta de las tapas y al siguiente tendrá lugar la gran degustación de la popularmente conocida como «dama del Ulla».

Faro de Vigo