El cuerpo corresponde al de un hombre de entre 40 y 50 años, y llevaba puesto un casco de ciclismo.
Efectivos de emergencias cubren el cuerpo aparecido en el Ulla.
La Guardia Civil investiga en estos momentos la aparición de un cadáver en el río Ulla, en las inmediaciones de Padrón y Pontecesures. Se trata de un varón de entre 40 y 50 años, y aún se desconoce su identidad, pues no llevaba documentación. La única pista que ha trascendido hasta el momento es que llevaba puesto un casco de ciclismo.
En
el lugar de los hechos se presentó el alcalde de Padrón y miembros del
gobierno pontecesureño, pero nadie reconoció al varón, por lo que se
cree que no reside en ninguna de estas dos localidades, y que estaba
haciendo deporte en alguna población del curso medio o alto del río
cuando se precipitó al río por las razones que todavía se están
investigando.
El
cuerpo fue localizado flotando en el río poco después de mediodía, y
tras ser rescatado por una lancha lo llevaron hasta el muelle de Padrón,
donde se procedió al levantamiento del cadáver poco antes de las cuatro
de la tarde.
En el operativo participaron miembros del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón, de la Policía Local de Padrón y de la Guardia Civil.
Pescadores y mariscadores que operan en el Ulla, ya sea capturando anguila, lamprea o solla entre Carril y Pontecesures,
o bien extrayendo almeja y berberecho en Os Lombos do Ulla, alertan
nuevamente de la proliferación de especies foráneas que son una amenaza.
Se trata de especies
exóticas, como se denomina a las que se establecen fuera de su rango de
distribución nativo o autóctono, y de especies invasoras, que es como se
las considera cuando inciden negativamente sobre la zona en la que se
asientan.
Ya
se advirtió de esta circunstancia en ocasiones anteriores, pero la
preocupación no deja de crecer. Sobre todo ahora que, con la desescalada
tras el confinamiento por el coronavirus, parece constatarse que esa
amenaza foránea sigue en aumento, tal y como atestiguan los pescadores
de río.
La almeja asiática ( Corbicula fluminea) y el cangrejo rojo americano ( Procambarus clarkii) son dos de esas especies que acechan a la flora y la fauna del principal aporte fluvial de la ría de Arousa.
En
el primer caso, se trata de un bivalvo que empieza a colonizar el curso
bajo del Ulla. Y si no hace mucho el investigador Fernando Cobo,
director de la Estación de Hidrobioloxía Encoro do Con (Vilagarcía),
daba cuenta de su presencia entre la playa fluvial de Vilarello (Valga)
y Pontecesures, ahora los pescadores deportivos resaltan que empiezan a
verse importantes poblaciones aguas arriba, muy significativas a la
altura de Herbón.
En cuanto al
cangrejo rojo americano, durante la pasada campaña de la lamprea los
valeiros que opera en aguas de Pontecesures ya informaron de su nutrida
presencia. Y ahora los pescadores deportivos recogen el testigo de las
quejas y lamentaciones, tras detectar nuevos ejemplares en las últimas
semanas.
Puede
recordarse que la almeja asiática llegó al estuario del río Miño a
finales de los años ochenta y se instaló con rapidez y facilidad en
dicho cauce fluvial. Pudo haberse introducido en el Ulla cuando, hace
unos años, la Xunta de Galicia acometió trabajos de regeneración de bancos marisqueros en este río arousano aportando arena extraída en el estuario del Miño.
A
juicio de Fernando Cobo, aquello propició la expansión de este bivalvo
asiático de agua dulce, capaz de formar densas poblaciones de individuos
como las detectadas en Herbón, y capaz, también, de modificar el lecho
fluvial, cubriéndolo de conchas como las detectadas por los pescadores
en las últimas semanas.
El
cangrejo rojo americano, también conocido como cangrejo de las marismas,
es una especie oriunda del Noroeste de México y la zona central y sur
de Estados Unidos que ha logrado extenderse por amplias zonas de
América, África, Asia y Europa.
Por
su resistencia y su impacto en los hábitats que ocupa, figura en el
Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Medio Ambiente,
donde se hace constar que «tolera un amplio rango de condiciones
ambientales, incluyendo aguas salinas y llegando a soportar periodos
temporales de desecación en los que permanece en cuevas que excava como
refugio y que también utiliza cuando hace frío».
Llegado en 1974
Parece
que llegó a España en 1974, cuando se introdujo en las Marismas del
Guadalquivir con fines comerciales. Más tarde se destinó al comercio, el
consumo local y se usó como cebo. En 1978 se localizaba ya en la
Albufera de Valencia y un año después en el Delta del Ebro. En Medio Ambiente
apuntan que «su expansión se ha debido, además de a las sueltas
ilegales, a su capacidad de dispersión por las cuencas, llegando a
recorrer hasta 3 kilómetros diarios».
Respecto a su expansión por Galicia, puede recordarse que en 2010 ya se sabía de su presencia en los ríos Xallas y Umia; mientras que cinco años después se localizaba en la laguna de una antigua cantera en Barro.
Todos
esperamos reemprender nuestra vida social y económica de forma segura,
poder visitar a familiares y amigos y volver al trabajo. Una vacuna
contra el COVID-19 es crucial para poner fin a la pandemia, salvar vidas
y nuestros medios de subsistencia. En este sentido, la Coalition for Epidemic Preparedness Innovations
(CEPI) está desempeñando un papel crucial en la financiación y la
aceleración del desarrollo de potenciales vacunas para el COVID-19 a
nivel mundial.
Por este motivo, Nestlé ha anunciado hoy que apoyará los esfuerzos de
la CEPI con una donación de 1 millón de francos suizos (unos 950.000
euros). La CEPI está trabajando de forma rápida y colaborativa con el
objetivo de desarrollar una vacuna contra el COVID-19 que sea segura,
eficaz y accesible para todo el mundo en el plazo de 12-18 meses. Aunque
ya ha recaudado más de mil millones de dólares por parte de gobiernos,
donaciones privadas y personas de todo el mundo, precisa más fondos para
conseguir los dos mil millones de dólares necesarios para avanzar al
ritmo previsto con los programas del COVID-19.
Mark Schneider, consejero delegado de Nestlé, ha afirmado: «La
pandemia del COVID-19 ha causado mucho dolor y dificultades en
comunidades de todo el mundo. Se necesitará una vacuna segura y eficaz
para poder volver a la normalidad. Es por ello por lo que decidimos
sumarnos a la iniciativa cuando la CEPI hizo su llamamiento. Confiamos
en que otros se unan también y apoyen esta importante misión».
La CEPI es una coalición global innovadora formada por organizaciones
públicas, privadas, filantrópicas y de la sociedad civil creada en
Davos en 2017 para desarrollar vacunas para detener futuras epidemias.
El Dr. Richard Hatchett, consejero delegado de CEPI, ha declarado: «Se
necesitará un esfuerzo enorme para combatir este virus, pero mediante
la cooperación global y las aportaciones económicas contra el COVID-19,
las empresas pueden contribuir a cambiar el rumbo de esta devastadora
pandemia. Agradecemos a Nestlé su apoyo a nuestros esfuerzos para
desarrollar rápidamente una vacuna contra el COVID-19 segura, efectiva y
accesible a nivel mundial. En este momento tan decisivo, pedimos a
otras empresas que sigan la iniciativa de Nestlé y brinden el apoyo
necesario para que nuestras vidas, la sociedad y las economías puedan
retomar su curso».