Unas seiscientas personas, entre trabajadores de la extracción de áridos, transportistas, familiares y vecinos cortaron el tráfico entre Padrón y Cesures
El ex alcalde de Pontecesures, José Piñeiro Ares, a la izquierda, intermediario entre las partes en conflicto
Extractores de áridos y transportistas paralizaron el tráfico en la N-550 para defender sus puestos de trabajo ·· El Gobierno Civil de Pontevedra había decretado el fin de la actividad por el supuesto impacto sobre el marisco
El pasado 28 de noviembre se cumplían 25 años de un conflicto laboral que saltó a las páginas de prensa en EL CORREO GALLEGO con un tratamiento destacado: las protestas de areneros y transportistas de arena ante la prohibición, por parte del Gobierno Civil de Pontevedra de continuar extrayendo arena del Río Ulla, en la comarca de Sar.
En aquella jornada de movilización, unas 600 personas, entre trabajadores, familiares y vecinos cortaban el tráfico de la N-550 en el puente que une Padrón y Pontecesures, como ya había ocurrido días antes, por el mismo motivo, entre Pontecesures y Vilagarcía.
La cabecera compostelana recoge el incidente con una amplia cobertura, a toda página y con dos fotografías, del corte y de los representantes de los areneros. Estos se rebelaban contra la decisión gubernamental de paralizar la extracción de áridos del cauce del río Ulla, lo que ponía en juego sus empleos y acusaban a los mariscadores de querer monopolizar el río y crear una falsa alarma acerca de los peligros potenciales de la extracción de arena: «sempre se sacou area do río e nunca pasou nada; agora os mariscadores queren levar todos os cartos», afirmaban los manifestantes.
EL CORREO GALLEGO tilda en todo momento de «pacífica» esta movilización, pero se hace eco de varios de los eslóganes combativos que lanzaban al aire los manifestantes: «caciques fóra», «traballo si; opresión, non», eran algunas de las consignas usadas.
Durante las más de cinco horas que duró el corte de las carreteras, la Guardia Civil tuvo también un papel protagonista. Los dispositivos de la Benemérita se instalaron en los dos márgenes del río: «las correspondientes a la provincia de A Coruña, distendidas, como si la cosa no fuera con ellos; por la otra banda, las dependientes del gobernador civil de Pontevedra, más tensas y sirviendo de intermediarias, al menos intentándolo, de los areneros con sus superiores».
Finalmente, también el alcalde de Pontecesures, José Piñeiro Ares, desempeña un rol principal en la tarde de los incidentes. Interviene para mediar y conseguir una entrevista, al día siguiente, entre los representantes de los areneros y mandatarios del Gobierno Civil en Pontevedra. Piñeiro traslada a los manifestantes esta posibilidad y ellos debaten hasta llegar a la conclusión de desconvocar la manifestación e iniciar la negociación por el diálogo.
TIERRAS DE SANTIAGO, 07/12/10