LA XUNTA APUESTA POR LA INNOVACIÓN DE LA FIRMA DE VALGA
El delegado provincial de la Xunta de Galicia en Pontevedra, Luis López, visitó ayer las instalaciones que el grupo Extrugasa reparte entre ocho hectáreas de terreno en la parroquia valguesa de Campaña. López alabó las largas décadas de apuesta decidida por la innovación e internacionalización de una empresa ubicada en el municipio rural.
La empresa de Valga aspira a reducir su huella de carbono
Extrugasa es una empresa acostumbrada a marcar tendencia. Lleva años liderando el sector del aluminio y parece dispuesta a seguir haciéndolo, ahora dando a sus productos ese valor añadido que es la sostenibilidad. La empresa ha recurrido a Norvento Enerxía para desplegar una instalación de autoconsumo fotovoltaico de 2,2 MWp de potencia. Se trataría, dicen desde la firma de energías renovables, de la mayor instalación de autoconsumo fotovoltaico de estas características instalada en Galicia hasta la fecha y de una de las mayores de toda España, que permitirá a la firma de extrusionados de aluminio satisfacer hasta el 25 % de su demanda de energía. Francisco Quintá Barros, consejero-delegado de Extrugasa, señala que «el aluminio tiene la gran ventaja de ser un material infinitamente reciclable que permite la fabricación de perfiles con inmensidad de diseños, que le otorgan un valor cada vez más apreciado. Ahora damos un paso más y vamos a añadir a las virtudes del aluminio una huella de carbono menor, ofreciendo un producto de gran calidad y con menor impacto ambiental».
Según explican desde Norvento, las nuevas instalaciones tendrán un «impacto medioambiental positivo similar al que tendría la plantación de en torno a 93.000 árboles en la zona, ya que de esta manera se evitará la emisión de 932 toneladas equivalentes anuales de CO2 a la atmósfera». La enorme instalación fotovoltaica, además, es el primer paso de un camino más largo, ya que pondrá a Extrugasa en condiciones de afrontar futuros proyectos «orientados al autoconsumo energético, puesto que permitirá a la empresa combinar dicha instalación con sistemas de almacenamiento energético».
Luis Jiménez, responsable de negocio de Fotovoltaica y Almacenamiento de Norvento Enerxía, señala que «como sociedad, debemos perseguir activamente la descarbonización de nuestra economía, si queremos alcanzar un modelo de crecimiento sostenible«. Por su parte, José Manuel Miragaya responsable de Desarrollo comercial y ventas en Norvento Enerxía, indica que «nos alegra poder ayudar a Extrugasa a avanzar en este sentido, hacia un modelo más sostenible y competitivo que permita abordar los retos de un mercado energético marcado hoy por elevados costes».
La instalación consolida a Norvento en el ámbito del autoconsumo fotovoltaico, área que ha crecido notablemente en la compañía en los últimos meses debido al aumento de la cartera de proyectos en el último trimestre de 2021, superando los 10 MW de potencia en distintos proyectos que se ejecutarán a lo largo de 2022. Además, buena parte de dichos despliegues contarán con sistemas de almacenamiento energético mediante tecnología propia desarrollada y fabricada por Norvento, de más de 1MWh.
La promoción, con viviendas por 39.000 euros, ha despertado un gran interés, sobre todo entre inversores.
El edificio empezó a construirse en 2009, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria paró las obras antes de su remate. En la calle Rial, en Pontecesures, el inmueble se convirtió en un ejemplo más de la crisis. Y así permaneció hasta que, hace unos meses, la obra se reactivó. La Sareb «lo puso a funcionar» y ahora, con los trabajos listos y los papeles en regla, doce viviendas a estrenar acaban a salir a la venta. Llevan apenas una semana en el mercado y la inmobiliaria Cisbar, que se encarga de su comercialización, ya ha recibido un buen puñado de visitas. No es difícil entender el porqué de ese interés: basta fijarse en el precio. Y es que en este edificio se pueden adquirir viviendas a partir de 39.000 euros.
Cierto es que tan atractiva cantidad es la que hay que desemboldar para hacerse con una vivienda de un único dormitorio. Los precios de las de dos dormitorios parten de los 59.000 euros, y las de tres de los 86.000 euros. En todo caso, cantidades atractivas teniendo en cuenta que «hablamos de viviendas a estrenar, con todas las comodidades, las cocinas equipadas y los electrodomésticos puestos» según explica Laura García, de Cisbar. Aún hay un elemento más a tener en cuenta: las terrazas. Los áticos disponen de espacios abiertos que se han revalorizado después de que la crisis sanitaria nos haya obligado a estar recluídos en casa, echando de menos el aire libre, el cielo abierto.
La promoción, ya se ha indicado, ha logrado atraer muchas miradas. Son dos tipos de personas que han hecho gala de ese interés. Por un lado «personas jóvenes, que ven la opción de comprar una casa nueva, en una zona muy bien comunicada, cerca de Santiago». Por el otro, inversores que ven en el ladrillo un «valor refugio», y en Pontecesures un marco en el que será fácil recuperar la inversión. A fin de cuentas, Pontecesures es un municipio pequeño, pero enclavado en una zona con vitalidad industrial.
Al cruzar el límite con la provincia de A Coruña, Finsa y Cortizo dinamizan el mercado laboral. Sin moverse de Pontevedra, el grupo Extrugasa y las empresas del aluminio de Valga son otro foco generador de empleo que provoca «que los alquileres resulten muy interesantes. Pueden llegar a entre 300 y 350 euros al mes», según cuenta la inmobiliaria Cisbar.
En toda la costa.
«Tener empresas cerca siempre dispara el interés en la compra de viviendas», señalan desde esa empresa. Y apuntan a que esta promoción reúne otra característica que la hace irresistible para los compradores. «Lo que estamos detectando en toda la costa gallega es que las viviendas que se venden debajo de 50.000 euros tienen muchísimo atractivo», argumenta Laura García.
Como Presidente de AEVU (Asociación de Empresarios de los Valles Ulla-Umia) y EXTRUGASA, tengo el deber de transmitir las inquietudes y necesidades laborales de los industriales de la zona.
Como sabemos, la escasez de zonas industriales para la instalación de nuevas empresas y el desarrollo de las existentes es un problema en aumento en la comunidad gallega. Ese es uno de los grandes escollos por los que muchas empresas deciden trasladarse a países vecinos, como Portugal, con una amplia oferta en polígonos industriales con servicios de logística, energía, extensión de terreno, bajos costes y sin trabas burocráticas en caso de necesidad de ampliaciones, financiación, impuestos razonables y costes asequibles y similares a de otros países de la UE. Una diferencia abismal que hacen peligrar la permanencia de las grandes empresas en Galicia que miran hacia un modelo más expansivo y menos restrictivo; como es el caso de Gamesa o Siemens, así como otras empresas de menor índole mediática que han anunciado ya su trasladado a Portugal por etapas y en partes.
En la actualidad, el emplazamiento de las zonas industriales depende de Madrid o las comunidades autonómicas, cuando la administración más cercana y con mejor concepto de la realidad de la zona y la industria a instalar son los ayuntamientos. Otra gran diferencia con los portugueses, que presentan proyectos y estudios de localización a los ayuntamiento y en un plazo de 15 a 20 días ya tramitan la respectivas licencias de construcción de las naves. La demora en las licencias de actividad o construcción tanto de obra nueva como de expansión de una empresa ya establecida dificulta no solo la competitividad de la misma en el mercado, sino también la solicitud de subvenciones, créditos y ayudas para la construcción y puesta en funcionamiento. Las enormes cargas fiscales y burocráticas generan un descontento generalizado porque asfixian tanto a empresarios como a trabajadores, disminuyen las capacidades de consumo e inversión, y son un gran impedimento para la creación de empleo pues cortan y limitan las acciones y proyectos de las empresas en expansión por la diferencia de costes entre los países. El retraso administrativo ha hundido a grandes empresas que han perdido su competitividad a la espera de dichos permisos para expansionarse y ampliar sus instalaciones productivas para adaptarse a los mercados internacionales.
En Galicia, el problema de la falta de polígonos industriales se agrava pues, un gran porcentaje de los construidos carecen de líneas de alta tensión, fibra, gas… y su localización no está próxima a poblaciones donde disponer de mano de obra, ni a infraestructuras logísticas necesarias como puertos, aeropuertos, autopistas, ferrocarriles, etc. por lo que restan competitividad y suben los costes de transporte en comparación con otras empresas de la UE, pues la elección de localización también depende de los procesos productivos de la industria a instalar. Una gran paradoja cuando en esta comunidad autónoma hay grandes extensiones de terreno que gozan de excelentes emplazamientos por las características del terreno y el acceso de comunicación a vías de transporte ya existentes. En la actualidad estas extensiones de terreno se encuentran sin aprovechamiento claro y dando poco o nula rentabilidad a sus propietarios, pues son zonas arboladas con especies no autóctonas que además ponen en peligro la flora endémica gallega; y que además de reducir los costes de construcción de los polígonos industriales, la expropiación de los terrenos no afectaría a zonas urbanas o tierras de cultivo como está sucediendo a día de hoy en nuestro territorio.
Otro factor que va restando competitividad a la industria española es la falta de personal técnico. La inversión en educación es muy inferior al resto de países de la UE. El factor humano es el factor clave, una arteria del crecimiento para el desarrollo de cualquier país. La llegada de avances tecnológicos ha revolucionado nuestra forma de vida y con ella, el mundo laboral. Las reglas del juego están cambiando continuamente y debemos adaptarnos a las demandas del mercado. Las empresas vivimos momentos decisivos en el que la formación continua y el talento humano son claves para avanzar. Por ello, es necesario que el sistema educativo se transforme y avance al mismo ritmo que lo hace la sociedad, su economía y sus empresas.
La inversión en educación debería ser prioritaria. La OCDE ha publicado recientemente un informe de la urgente mejorara de la formación de su población española. El fracaso escolar, el abandono escolar y la baja formación son un escollo en las familias y en el nivel de bienestar. En España, tenemos un panorama muy complicado para los más jóvenes por el sistema educativo actual y las características de mercado laboral. Y el problema tiene un impacto directo en las arcas públicas, pues a menor formación menor salario. Debemos entender la educación como el corazón del progreso y ello nos obliga a ser exigentes. La educación debe cambiar y debe incorporar habilidades y competencias que tal vez no habían sido necesarios en otras épocas, pero que ahora son imprescindibles. Debemos formar a las nuevas generaciones en lealtad y valores que si poseíamos antaño; y fomentar la cultura de la disciplina, la superación y la responsabilidad.
Eramos la 6ª potencia del Mundo y el cambio de métodos nos llevará al límite de la pobreza y las desigualdades sociales.
En este dirección, deberíamos tomar el ejemplo de los alemanes que dividen a los niños en función de sus capacidades (aptitudes y velocidad de aprendizaje) y del recorrido que encaja con cada uno; y eligen su futuro laboral en función de las demandadas del mercado y sus propias posibilidades y limitaciones. Muy diferente al sistema español con carreras saturadas con poca salida laboral y con falta de otro personal cualificado por falta de orientación.
La educación es el eje que debe girar el futuro de nuestra sociedad. La formación, la Universidad y la empresa deben ir juntos para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas. Sólo así seremos más competitivos y podremos en el futuro poner fin a la lacra del desempleo, a la falta de mano de obra cualificada que dé respuesta a nuestras fábricas, y el problema del relevo generacional. Faltan personas prácticas y resolutivas para rejuvenecer nuestra plantilla y suplir los puestos clave de veteranos próximos a la edad de jubilación: fontaneros, electricistas, delineantes, personal de mantenimiento industrial, etc.
Las erróneas inversiones del PIB nos han llevado a esta situación, pues la Administración debe ser más rigurosa en el seguimiento de las subvenciones. Son innumerables las ayudas públicas en empresas inexistentes, proyectos que nunca se ejecutan, cursos de formación que no se realizan, empresas que tras recibir millones a fondo perdido cierran en corto plazo de tiempo, construcciones faraónicas sin uso ni fundamento, fraudes y más fraudes que dejan al descubierto grandes deficiencias.
Por tales motivo, quisiera poder contar con sus apoyos para hacernos escuchar y dar a conocer en los medios de comunicación nuestras necesidades actuales y para, entre todos, conseguir adaptar la formación a la realidad empresarial. Es prioritario que se realicen las inversiones justificadas en formación para estar a la altura competitiva en los mercados internacionales y obtener la máxima rentabilidad en las inversiones.El crecimiento de un país depende de las inversiones y apoyo a las empresas, generadoras de empleo, riqueza y bienestar social.
Gracias a todos por asistir, Andrés Quintá Cortiñas Presidente del GRUPO QUINTÁ
Pontecesures, el municipio con la incidencia de COVID más elevada de todo Ullán y O Salnés (2.588 casos por 100.000 habitantes en los últimos catorce días), acogió ayer su primer cribado con una gran afluencia en el centro médico del pueblo (las PCR se realizaban dentro del ambulatorio, no en el coche, y un policía local tuvo que regular el tránsito). Estaban citados unos 250 autónomos y trabajadores de los sectores comercial y hostelero (incluyendo también negocios como churrerías y pulpeiras). Previsiblemente hoy se conocerán los resultados, y en función de ellos, el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, valorará la posibilidad de solicitar un cribado masivo de toda la población. No obstante, el regidor conservador espera que el asunto quede “acotado” con este cribado sectorial. Según la información que maneja, la situación epidemiológica de Pontecesures responde en su mayoría a “brotes muy focalizados en familias numerosas”. De hecho se ha detectado un foco de contagio con una docena de positivos en una misma familia. Seage admite que la actual “no es una situación de tranquilidad” (con 79 diagnósticos en las últimas dos semanas), pero discrepa del parámetro de incidencia acumulada que se utiliza para comparar la evolución del COVID en los distintos municipios. “El nuestro es un caso de anomalía estadística. Para muestreos muy pequeños, es decir, concellos pequeños, el resultado de hallar la incidencia por 100.000 habitantes queda un tanto deturpado y da una sensación de desasosiego”, opina el alcalde, quien añade que “una parte de los positivos en Pontecesures son asintomáticos y otros lo pasaron de puntillas”. En relación al “modelo Carballiño”, que el conselleiro Comesaña anunció ayer que se aplicará a los concellos con una incidencia superior a los mil casos por 100.000 habitantes, Seage espera que se tenga en cuenta la casuística de su municipio para no llegar a esos extremos. En cuanto a la petición de Valga de cierre perimetral conjunto con Cesures, Seage apuesta por “pecar de prudente”. “La situación es distinta en un municipio que en otro, y con almendra o sin ella ya hay movimiento por motivos de trabajo, etc.”, concluye. En Valga se están haciendo o programando cribados en grandes empresas como Extrugasa o Exlabesa.
El tándem García-Caamaño se interesa por los 80 trabajadores catoirenses de la factoría de aluminio y sus planes de expansión.
Alberto García, Iván Caamaño y Andrés Quintá, durante la visita a las instalaciones de Extrugasa, en Campaña (Valga.
Alberto García García, el alcalde socialista de Catoira, e Iván Caamaño, líder del PP local, en la oposición, ejercen en la práctica como socios de coalición, aunque oficialmente ésta no llegara a fraguarse. “No importan las siglas, sino trabajar por los vecinos”, coinciden en señalar ambos, que han vuelto a dejar patente esa buena sintonía con una visita conjunta a Extrugasa, la empresa de aluminios situada en el municipio vecino de Valga que abandera Andrés Quintá.
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“No importan las siglas, sino trabajar por los vecinos”
Está en gestiones con el Concello de Valga y éste, a su vez, con la Xunta, tratando de ampliar la superficie industrial existente en la localidad.
Pero, por si acaso, Catoira recuerda que ya la tiene, en el polígono de Abalo. En este sentido, aduce que “tener acceso a infraestructuras viarias como la autopista o la autovía, estar cerca del puerto de Vilagarcía y ser un municipio céntrico en cuanto a distancia a Santiago o Vigo” son bazas que juegan a favor de ese polígono industrial en tierras vikingas.
Son, en definitiva, unas condiciones “que nuestro Concello pone a disposición de las grandes y pequeñas empresas”, se encargan de anunciar Caamaño y García.
El polígono industrial de Abalo.
“Grandes empresas” como Extrugasa, “en continua expansión e inversión, capaces de buscar terrenos y oportunidades para seguir creciendo”. Y “grandes empresarios como Andrés Quintá”, capaces de “hacer de nuestra comarca y sus alrededores un lugar con oportunidades de trabajo”, declaran los políticos catoirenses.
Todo esto después de desplazarse a Extrugasa para interesarse por sus planes de futuro y por los 80 catoirenses que forman parte de su plantilla, compuesta por unos 700 trabajadores.
Las instalaciones de Extrugasa.
Acompañados de Andrés Quintá, García y Caamaño recorrieron la fábrica y conocieron tanto los procesos de aluminio como los deseos de expansión de la industria, a la que agradecieron su capacidad para generar empleo en la comarca y, particularmente, en el Concello de Catoira.
“Todas las oportunidades que se puedan conseguir para que las empresas se instalen en Catoira deben ser aprovechadas”
Y es que “generar empleo para nuestros vecinos” es “uno de nuestros principales motivos de preocupación”, explica el tándem García-Caamaño, convencido de que mantener los puestos de trabajo actuales y conseguir otros nuevos “es clave para que seamos un municipio con riqueza y futuro”.
Los políticos vikingos señalan que “todas las oportunidades que se puedan conseguir para que las empresas se instalen en Catoira deben ser aprovechadas”, por lo que insisten en sus guiños a Extrugasa diciendo que el vikingo es “un lugar que tiene unas potencialidades enormes para este tipo de empresas”.