«Aprovecho para colaborar en las tareas de casa y estar con mi familia»
El alcalde de Pontecesures compagina su trabajo en la empresa privada con su labor en el ayuntamiento. «Por las mañanas suelo trabajar desde casa los asuntos que tienen que ver con el Concello, ya que la mayoría de las gestiones se pueden hacer a través de administración electrónica, y de paso aprovecho para colaborar en las tareas de casa, cocinar y estar con mi familia».
Su mujer, Carmiña, también se lleva el trabajo a casa, «por lo que podemos estar juntos de mañana mientras Juan y Lucía, mis hijos, se encargan de sus tareas del cole, que les han enviado por el aula virtual, con lo que mantenemos una rutina de trabajo todos».
Seage confiesa que si tengo ocasión retoma su vieja afición, la de radioaficionado, «y contacto con otros lugares de Galicia para saber cómo llevan el encierro forzoso. El piano esta temporada lo nota también; en algún descanso antes de ir a trabajar, por la tarde, le arranco unas notas si puedo. Cuando salgo por la tarde para la oficina la mayoría de los días el salón de casa se ha transformado en un improvisado gimnasio para los que se quedan».
A juicio del alcalde pontecesureño, «lo peor del encierro es el cambio de rutina que nos ha provocado». En este sentido, explica que «el hecho de limitar nuestro mundo a 100 metros cuadrados, ya que vivimos en un piso, impide todo aquello que solíamos hacer en el tiempo libre; mi hijo Juan practica el fútbol, mi hija Lucía baloncesto y a mi me gusta salir en moto, por ejemplo».
Todo eso se ve ahora «como un tiempo lejano, y eso que solo llevamos una semana de cuarentena».
La vilagarciana Martina Magariños tiene que ingeniárselas para entretener a sus hijos, un adolescente como Isaac, que está deseando que esto acabe para volver a jugar al fútbol, en las categorías inferiores del Ribadumia, y una niña llamada Ari, también acostumbrada a las actividades extraescolares y a pasear por la ciudad. Pero ahora tienen que estar recluidos, de ahí que los juegos de mesa sean una buena opción, aunque sin descuidar los estudios y trabajos de clase. «No es fácil entretenerse, por no tener terraza ni un pequeño jardín, pero hacemos lo que podemos», declara Martina. Eso sí, el entretenimiento aumenta cuando su marido, Toño, regresa del trabajo diario en un supermercado de Pontecesures.
Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus Covid-19.
La familia dice que no es grave, pero la preocupación existe en el Concello de Valga,
donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su
imperio. Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y
en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas,
Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés, a las que está estrechamente
ligado profesionalmente y a las que pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su industria.
La
noticia sobre la hospitalización del laureado empresario se extendió
rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la plantilla de
Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse por su estado
de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.
Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.
Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado
Sin
ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo
oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a
empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la
presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca,
como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta vez
también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía.
Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo, al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio, capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico, arquitectura o construcción.
Un referente en Galicia
A
base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios
más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa,
entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.
A
través de dicha firma y del Grupo Quintá, el afamado empresario también
se convirtió en un importante benefactor, colaborador habitual del
Concello de Valga en todo tipo de iniciativas socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.
En las fiestas populares y con la cultura
Es un hombre que disfruta asistiendo a fiestas
como la de la empanda de maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a
la exaltación anual de la anguila y la «caña do país», también en
Valga.
El artífice del
imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa
activamente del día a día de su localidad y de la comarca.
Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«,
de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como
la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para
continuar luchando y trabajando».
Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.
Un hombre concienciado
«Las fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana», explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado verano.
Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».
Promotor turístico del Concello
Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.
Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».
Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.
Ese
es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en
una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el
campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su
empresa a medio centenar de países.
«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»
Y
es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con
visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la
industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene
oportunidad.
Lo tiene claro,
como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y
esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito «
de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa,
asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000
construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más de cien millones de euros al año.
Pero
Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se
implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia.
Prueba de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del
Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso
al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España»,
lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de
la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra sociedad a partir de la educación y la formación«.
Formación
Defendía así el papel del binomio Universidad-Empresa,
convencido de que «deben ir de la mano para adecuar la preparación de
nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas».
Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir
nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios
tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la
emigración».
Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial «. Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».
Reclamaciones ante Feijóo
En
aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los
emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de
quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a empresarios y trabajadores».
Por
todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de
éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.
Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situa
Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus COVID_19, por lo que permanece entubado en la citada unidad médica en estado grave.
La preocupación es máxima en el Concello de Valga, donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su imperio.
Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas, Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés,
a las que está estrechamente ligado profesionalmente y a las que
pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su
industria.
La noticia sobre la hospitalización del laureado empresario
se extendió rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la
plantilla de Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse
por su estado de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.
Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.
Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado
Sin ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca,
como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta
vez también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el
conselleiro de Economía.
Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo,
al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio,
capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar
servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico,
arquitectura o construcción.
Un referente en Galicia
A
base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios
más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa, entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.
A través de dicha firma y del Grupo Quintá, el
afamado empresario también se convirtió en un importante benefactor,
colaborador habitual del Concello de Valga en todo tipo de iniciativas
socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.
En las fiestas populares y con la cultura
Es
un hombre que disfruta asistiendo a fiestas como la de la empanda de
maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a la exaltación anual de
la anguila y la «caña do país», también en Valga.
El artífice del imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa activamente del día a día de su localidad y de la comarca.
Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«,
de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como
la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para
continuar luchando y trabajando».
Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.
Un hombre concienciado
«Las
fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos
ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana»,
explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado
verano.
Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».
Promotor turístico del Concello
Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.
Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».
Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.
Ese
es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en
una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el
campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su
empresa a medio centenar de países.
«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»
Y
es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con
visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la
industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene
oportunidad.
Lo tiene claro, como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito»
de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa,
asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000
construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más
de cien millones de euros al año.
Pero Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia.
Prueba
de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del
Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso
al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España»,
lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de
la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra
sociedad a partir de la educación y la formación».
Formación
Defendía
así el papel del binomio Universidad-Empresa, convencido de que «deben
ir de la mano para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las
necesidades del mañana de nuestras empresas».
Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la emigración».
Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial». Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».
Reclamaciones ante Feijóo
En
aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los
emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de
quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a
empresarios y trabajadores».
Por todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.
Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situación.
La comisión de seguimiento analiza la situación y evalúa las diferentes acciones preventivas.
El alcalde de Pontecesures,
Juan Manuel Vidal Seage, reunió a la comisión municipal de seguimiento
del Covid-19 para informar sobre la situación por la que atraviesa el
Concello en cuanto a contagios, siendo el único caso conocido el de
Anxo, un joven que regresó a casa desde Madrid tras contraer el
coronavirus y que desde hace días está ya asintomático.
Pero
no solo eso. En el mismo encuentro «se organizaron los distintos
departamentos a fin de mitigar los riesgos a los que se exponen los
trabajadores municipales para poder continuar prestando un servicio
adecuado a la ciudadanía», incluso «en el hipotético caso de que se
produzca un empeoramiento de la situación de emergencia», reflexiona el
primer edil.
En
la citada comisión, con participación de los portavoces de los grupos
municipales, responsables del Servizo de Vixiancia Municipal, de los
servicios administrativos, de Vías e Obras, Servizos Sociais y de los
trabajadores, el regidor informó, también, de la dotación de equipos
especiales de protección para los trabajadores y del establecimiento de
«nuevas ayudas extraordinarias de emergencia social para los vecinos más afectados por la epidemia del Covid-19″.
Abundando
en las medidas adoptadas, y en las que puedan adoptarse a corto y medio
plazo para hacer frente al coronavirus, Vidal Seage indicó que
departamentos como los de Limpeza Viaria y Obras «reforzarán las labores
de mantenimiento de los viales y la desinfección de los espacios
urbanos y puntos críticos por su mayor tránsito, como el entorno de las farmacias, supermercados y centro médico».
Por último, el alcalde pontecesureño encargó a los «servicios de vigilancia municipal» que extremen el control sobre el tránsito de peatones por las calles de la villa, «tratando de evitar también las aglomeraciones en los espacios públicos del Concello a fin de dar cumplimiento a las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre las limitaciones de movilidad de la ciudadanía en este nuevo escenario de pandemia mientras dure la situación de emergencia sanitaria declarada por el Gobierno de España».
Pero no solo eso. En el mismo encuentro
«se organizaron los distintos departamentos a fin de mitigar los
riesgos a los que se exponen los trabajadores municipales para poder
continuar prestando un servicio adecuado a la ciudadanía», incluso «en el hipotético caso de que se produzca un empeoramiento de la situación de emergencia«, reflexiona el primer edil.
Medidas de emergencia social
En
la citada comisión, con participación de los portavoces de los grupos
municipales, responsables del Servizo de Vixiancia Municipal, de los
servicios administrativos, de Vías e Obras, Servizos Sociais y de los
trabajadores, el regidor informó, también, de la dotación de
equipos especiales de protección para los trabajadores y del
establecimiento de «nuevas ayudas extraordinarias de emergencia social para los vecinos más afectados por la epidemia del COVID-19″.
Abundando en las medidas adoptadas, y en las que puedan adoptarse a corto y medio plazo para hacer frente al COVD-19,
Vidal Seage indicó que departamentos como los de Limpeza Viaria y Obras
«reforzarán las labores de mantenimiento de los viales y la
desinfección de los espacios urbanos y puntos críticos por su mayor
tránsito, como el entorno de las farmacias, supermercados y centro médico».
Por último, parece que el alcalde encargó a los «servicios de vigilancia municipal» que extremen el control sobre el tránsito de peatones por las calles de la villa, «tratando de evitar también las aglomeraciones en los espacios públicos del Concello a fin de dar cumplimiento a las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre las limitaciones de movilidad de la ciudadanía en este nuevo escenario de pandemia mientras dure la situación de emergencia sanitaria declarada por el Gobierno de España».