San Lázaro y lamprea siguen unidos en Pontecesures.

Las persistentes ráfagas de viento desanimaron el ambiente aunque se consumieron las 220 piezas cocinadas a la bordelesa.

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El viento levantaba polvo y causaba un ambiente desapacible en la carpa preparada para degustar la exquisita lamprea del Ulla en Pontecesures por lo que muchos comensales prefirieron degustarla en casa o en los restaurantes que se sumaron a la fiesta. Lo antedicho nada tiene que ver con fracaso de la organización que sirvió las 220 piezas preparadas a la bordelesa, con arroz blanco, picatostes y la botella de tinto Barrantes, que no podía faltar. A escasos metros, los vecinos honraron a San Lázaro, con cirios, exvotos y muchos ramilletes de mirto, como manda la tradición.

Pontecesures se engalanó para conmemorar San Lázaro que goza de enorme devoción.

Faro de Vigo

La Festa da Lamprea de Pontecesures reparte un total de 660 raciones.

Los vecinos de Pontecesures rinden mañana homenaje a uno de sus manjares, la lamprea, con una fiesta gastronómica amenizada por actuaciones musicales en la que se invita a los comensales del entorno a disfrutar de una fiesta muy especial. La organización ofrece un total de 660 raciones preparadas a la bordelesa.

La vigésima edición de la Festa da Lamprea se anunció la pasada semana con una ruta de tapas de lamprea por los establecimientos hosteleros de Pontecesures.

Las degustaciones fueron creando ambiente para el evento principal de Pontecesures que se desarrolla durante toda la jornada de mañana.

El programa de actividades comienza a las 10,30 horas con el pasacalles a cargo del grupo folclórico Xarandeira, de Pontecesures. A las 12 horas en la casa consistorial está prevista la lectura del pregón de la fiesta a cargo del presidente de la Fundación Rosalía de Castro, Anxo Angueira.

La parte más esperada por los comensales, empezará a las 12,30 horas con la apertura de la carpa de degustación de la lampreas ubicada en el muelle de Pontecesures. La organización ha previsto la preparación de un total de 220 lampreas que aportarán 660 raciones.

Cada una de las raciones, al precio de 10 euros, está compuesta por tres trozos de lamprea cocinada a la bordelesa y acompañada de arroz y picatostes, además de la correspondiente bebida.

La degustación del manjar típico de la zona estará acompañada por la actuación del grupo folclórico Xarandeira en las inmediaciones de la carpa, a partir de la una de la tarde.

Los comensales tendrán música incluso al final de la comida porque a las 15,30 horas, en la propia carpa, está prevista la actuación del dúo Máster.

Para quienes no se conforman con ver la lamprea cocinada y en trozos, la organización ha preparado un acuario que estará a disposición del público durante toda la jornada con lampreas vivas.

Faro de Vigo

Detenidos dos pontecesureños por delito contra la salud pública.

Los vecinos de Pontecesures que responden a las iniciales M.D.L., de 30 años, y A.L.V., de 31, ambos con antecedentes policiales, fueron detenidos por la Guardia Civil, acusados de un delito contra la seguridad pública.

Fueron interceptados el martes en un turismo -a la altura de Vilanova- en cuyo interior se encontraron 50 “bellotas” de hachís, con un peso de más de 500 gramos.

La droga, encontrada gracias a un perro detector de estupefacientes, estaba oculta en un compartimento del motor del vehículo. Tanto el conductor del mismo como su acompañante fueron detenidos y trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Cambados, antes de ser entregados al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad.

Faro de Vigo

La ruta de las tapas demuestra la versatilidad culinaria de la lamprea.

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Pimientos de piquillo rellenos de lamprea, en la “Carabela”.

Los hosteleros de Pontecesures parecen satisfechos con el resultado de la ruta de tapas de lamprea llevada a cabo durante el fin de semana, como aperitivo de la gran exaltación del primitivo pez cartilaginoso que va a tener lugar el domingo en esta villa ribereña.

Con la citada ruta, en la que participaron una veintena de establecimientos, quedó patente la versatilidad culinaria de este producto, servido a los clientes al estilo bordelesa, a la francesa, en tulipas, sobre huevo tostado con croquetas y en empanadillas, entre otras presentaciones. En el restaurante Carabela la prepararon como relleno de pimientos de piquillo, y dicen que el resultado ha sido bueno. “El balance es positivo porque hemos tenido bastantes clientes atraídos por esta ruta de pinchos”, destacan en dicho establecimiento, donde ayer a mediodía estuvieron a tope de comensales, tanto para tomar los pinchos como para almorzar, e incluso llegaron a agotar las existencias de lamprea. En otros locales no tuvieron tanta suerte, pero en líneas generales todos coinciden en que este tipo de iniciativas ayudan a promocionar el producto y la hostelería local.

Faro de Vigo

Un cerdo de cien kilos por 400 euros.

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Los valgueses se reunieron en torno al banco del matarife para dar cuenta de un cochino tal y como se hacía antaño, o casi. Los vecinos vivieron una de esas fiestas familiares y vecinales que se vivían antaño, cuando eso de sacrificar puercos era algo de lo más frecuente en el rural. Además de dramatizar la matanza, paso a paso, se procedió a subastar al cerdo muerto y se desarrolló una comida con productos típicos en la que participaron unas 250 personas.

El Concello de Valga es especialista en eso de escenificar fiestas con sabor a pasado que sirven para recordar las raíces y costumbre de un pueblo. Lo hace con la “sementeira”, la “malla” y tantas otras celebraciones casi rituales, como ayer se demostró con la matanza del cerdo.

Los vecinos, hombres y mujeres, niños y adultos, se reunieron para asistir al sacrificio de un animal de alrededor de cien kilos de peso que posteriormente fue subastado entre los presentes, haciéndose con él un vecino de Vilarello llamado Alfredo Rodríguez, por una cantidad de 400 euros.

Después llegó el momento del almuerzo, como no podía ser de otra manera a base de platos típicos relacionados con esos cerdos que tan bien se criaban en las casas del rural y tan sabrosos resultaban. Unas 250 personas dieron cuenta de “rixóns”, zorza, cocido, “bolos de pote”, filloas de sangre, morcillas y otros productos en un almuerzo que se prolongó durante casi todo la tarde y en el que no faltó la música, por lo que está de más decir que la animación fue absoluta.

Era el momento de contar anécdotas y repasar el discurrir de la matanza llevada a cabo por la mañana, cuando los asistentes pudieron ver cómo se sacrificaba al cerdo y se quemada para eliminar suciedad y pelos. Posteriormente se lavó a conciencia, para que no quedara rastro de ceniza ni de porquería de ningún tipo, antes de colgarlo como paso previo a ser descuartizado.

En definitiva, que se escenificó una matanza a la antigua usanza, de esas que se saboreaban con vinos del país, chupitos de aguardiente, un indudable espíritu de solidaridad y orden. Eran matanzas casi jerárquicas, en las que un especialista se ocupaba de acabar con el animal, los hombres realizaban las tareas antes expuestas y las mujeres se encargaban de limpiar las tripas y preparar cada trozo de carne.

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