Las fuerzas de seguridad indican que la investigación que rodea a la muerte de María
José Aboy ofrece muy pocas dudas. Todo apunta a que, como se explicó
desde un primer momento, falleció a causa del disparo de escopeta que le
propinó su esposo, Javier Bello, antes de suicidarse.
Ambos
estaban solos en su casa, un inmueble de piedra apartado de la
carretera y demás vecinos situado en el lugar de Bronllo, en la
parroquia de Setecoros. Se encuentra a escasos kilómetros de Carracedo,
de donde era natural el presunto homicida, y la misma parroquia de Caldas en la que ambos cuerpos serán enterrados esta tarde.
El
hombre habría acabado con la vida de su pareja cuando ésta se
encontraba en la habitación. Le disparó en el pecho con una de las
escopetas de caza que tenía en el domicilio y María José Aboy murió en
el acto.
Inmediatamente el
presunto homicida se disparó en la cara, quedando completamente
irreconocible. Minutos después los cuerpos de ambos fueron descubiertos
por el hijo mayor de la pareja, después de que acudiera al lugar
alertado por la tardanza de sus padres, que iban a reunirse con él y otros miembros de la familia para almorzar.
La puerta de la vivienda estaba cerrada y fue necesario forzar la entrada para acceder al interior.
El alcalde conservador de Valga, José María
Bello Maneiro, explicaba ayer que los hijos de Javier Bello y María
José Aboy Guimarey «parecen no ser conscientes de lo que ha sucedido; es
como si no quisieran asumirlo y no acabaran de creérselo».
Añadía el regidor que tanto ellos como los demás familiares y el conjunto del pueblo de Valga están «destrozados por tan terrible suceso«. Desde el gobierno local también confirmaron que los psicólogos enviados por la Xunta y los trabajadores sociales del propio Concello siguen tratando de ayudar a la familia, y muy especialmente a los dos hijos del matrimonio formado por Javier Bello y María José Aboy.
Desde el Concello de Valga apelan a la colaboración entre instituciones y ciudadanos «para erradicar la barbarie que representa la violencia machista».
Se trata de hacer todo lo humanamente posible para acabar con «una lacra que afecta de manera dramática a nuestra sociedad y es la expresión máxima de la desigualdad de género», según se hace constar en el pronunciamiento unánime de la Corporación. Convertido en un manifiesto institucional y una hoja de ruta sobre la que trabajar, ese mensaje permite resaltar que «acabar con la violencia contra las mujeres es un reto de todos; una tarea conjunta que requiere una actuación unitaria y coordinada frente a los maltratadores».
«Nuestras madres, hijas, hermanas o amigas también pueden ser víctimas de violencia de género, y como sociedad
no podemos permanecer impasibles ante este atentado contra los derechos
humanos». Este es el mensaje que lanzaba el Concello de Valga justo
antes de que se organizara una concentración de repulsa frente al
machismo en el mismo instituto en el que estudió el hijo mayor de María
José Aboy y Javier Bello.
Los
alumnos salieron al recreo y se reunieron a las puertas del centro y
ante un gran mural pintado en la pared en el que puede leerse: «Nin unha
máis».
Allí, junto a profesores, miembros de la Corporación, representantes de la Fundación Amigos de Galicia
y otros asistentes pudieron meditar sobre lo sucedido, solidarizarse
con la familia de la víctima y asistir a la lectura de un manifiesto y
un poema con los que se dejaba patente que los jóvenes también quieren
contribuir a erradicar la lacra del machismo y se comprometen a «pensar
en ser todos mejores personas».
Los estudiantes se posicionaban así ante lo que definieron como «un terrible suceso
en el que se conjugaban violencia sexista y muerte». Un trágico
episodio «que nos toca aquí al lado y nos estremece especialmente». Lo
hacían sabedores de que «muchos de nosotros conocemos a alguna víctima
afectada».
Además de brindar «todo nuestro apoyo» a los hijos de Javier Bello y María Aboy, los adolescentes valgueses se conjuraban «para que cada uno de nosotros piense en la parte de responsabilidad que le corresponde cuando ante el abuso de poder miramos a otro lado, cuando en una pelea animamos a los contendientes o cuando ante un caso de acoso no denunciamos», ya que de este modo «estamos colaborando a construir un mundo muy negro».
«Sus hijos aún no asumen lo ocurrido», apunta el alcalde de la localidad.
Valga amanecía conmocionada por el asesinato de María José Aboy, de 43 años, a manos de su pareja, Javier Bello, de 46, que se suicidaba después matar a la mujer de un disparo de escopeta.
Tras el crimen, que deja la primera víctima mortal de violencia machista de este 2019 en Galicia y que eleva a tres los asesinatos en la última semana, el concello de Valga celebraba esta mañana un pleno extraordinario en el que se decretaron 3 día de luto oficial y por el que se suspendían todas las actividades municipales.
Un hombre ha matado presuntamente a su mujer en el municipio pontevedrés de Valga y posteriormente se ha suicidado. El asesinato se ha producido este mediodía en el domicilio familiar, situado en el lugar de Bronllo, que pertenece a la parroquia de Setecoros y, según fuentes consultadas, se habría perpetrado con una escopeta de caza. Se trata de la tercera víctima por violencia de género en lo que va de mes de marzo. El presunto asesino es natural de Carracedo (Caldas de Reis). La víctima tenía 43 años y el marido, 46. El matrimonio tenía dos hijos, ambos mayores de edad. No había antencedentes por violencia de género ni denuncias previas. Los cadáveres fueron descubiertos sobre las 15.15 horas por una hermana de la víctima, que fue a buscarles porque habían quedado para comer juntos y tardaban en llegar. Según ha podido saber FARO, el hombre tenía licencia de armas, pues fue cazador, aunque últimamente trabajaba como soldador en empresas de la zona. La mujer había sido operaria en firmas cárnicas.
De esta manera, el número de mujeres asesinadas por sus parejas en lo que va de año en España asciende a 12. En el mes de enero, la violencia de género se cobró seis víctimas; en febrero, tres.
El Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad,
por medio de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género,
presta el servicio telefónico de información y de asesoramiento
jurídico en materia de violencia de género a través del número
telefónico de marcación abreviada 016, que no deja huella en la factura. Además, las consultas se pueden dirigir por correo electrónico al servicio 016 online: 016-online@msssi.es.
Pleno extraordinario para «tomar acuerdos»
El alcalde
de Valga, José María Bello Maneiro, ha trasladado a los medios hace
escasos minutos y visiblemente afectado que la situación es «bastante
dura» y «complicada«, puesto que se trataba de un «matrimonio joven» con «dos hijos jóvenes», en una edad «para disfrutar de la vida y de ellos«. «Lamentamos este desenlace fatal. Hay que estar al lado de la familia y apoyarla en todo lo que podamos», ha destacado el regidor.
A su vez, ha
asegurado que, en cuanto supo de los hechos, se puso en contacto con la
secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y ha concretado que
un equipo de psicólogos está con la familia para «animarlos», que «no es fácil». También ha informado que en el Ayuntamiento no había «ninguna información ni antecedentes sobre violencia de género», por lo que desconoce si pudo haber pasado algo antes.
Finalmente, ha avanzado que la corporación municipal celebrará mañana a las 12 horas un pleno extraordinario urgente para «tomar un acuerdo», aunque, según ha subrayado, la propuesta, en principio, es «declarar días de luto, ponerse a disposición de la familia y pedir al pueblo una concentración» delante del Ayuntamiento al término de la sesión plenaria.