Afecta a Confurco, Morono, Condes, Cortiñas, A Rocha, Barca, Grobas y Fenteira ·· Los vecinos se muestran esperanzados con el plazo de cinco años dado por Medio Rural
Hace cinco años, la comunidad de montes Castro Valente de Morono (Padrón) iniciaba las gestiones para solicitar la concentración parcelaria de la zona baja del río Ulla, a instancias de «un grupo de retornados», señala el presidente de la entidad, José Ángel Carlés. El objetivo: sacar rendimiento de unas tierras muy fértiles que por el minifundismo estaban ( y están) siendo infrautilizadas.
Así, reunieron a los propietarios afectados de ocho núcleos, seis ubicados en el término municipal de Padrón (Confurco, Morono, Condes, Cortiñas, A Rocha y Barca) y dos en el vecino municipio de Pontecesures (Fenteira y Grobas) y realizaron diversas asambleas en cada núcleo para ver el interés suscitado. El resultado fue que el 99% de los propietarios afectados suscribió la petición. Las firmas, recuerda Carlés, se remitieron a la Cámara Agraria y a la entonces Consellería de Agricultura, hoy reconvertida en Medio Rural.
Entre las razones esgrimidas para concentrar el terreno (385 hectáreas en Padrón y 34,5 hectáreas en Pontecesures) destacan que muy pocas fincas alcanzan los cien metros cuadrados de superficie, de manera que la mecanización de las tareas se hace imposible. Esto ha llevado en los últimos años a muchos propietarios a abandonar sus parcelas.
Tras cinco años de espera, hace unos días los afectados mantenían una reunión con la delegada de Medio Rural en el local de Extensión Agraria de Padrón. En dicha reunión, la responsable provincial del departamento autonómico anunciaba su intención de iniciar los primeros pasos para hacer realidad la petición de vecinos y comuneros.
«Estamos muy esperanzados ya que es una vieja reivindicación», señala Carlés, quien ha querido agradecer el compromiso de la Consellería y la labor de Extensión Agraria. Según explica, la Consellería señaló que «quiere incluir esta parcelaria, que en realidad no tiene una extensión tan grande, en los presupuestos de este año. Para ello va a iniciar el decreto y considera que en un periodo de cinco años ya debería estar hecha».
Para los vecinos de estos ocho núcleos, la actuación es importante, ya que hay gente joven que ha retomado las explotaciones de cultivo de pimiento y «necesitan más terreno». Además, en el caso de Morono no hay posibilidad de que el núcleo urbano se extienda más. Junto a esto, la parcelaria permitirá también reordenar los viñedos e incrementar sus ingresos con un producto vinícola incluido en la denominación de origen Rías Baixas, dentro de la subzona del Ulla.
La tierra en esta ribera baja del Ulla es muy fértil y dispone de riego natural proveniente de las diversas fuentes del monte. Actualmente en Morono, «la media de edad ronda los sesenta años», señala Carlés, apuntando que «hay 27 casas abiertas y 22 tractores y hay 2-3 familias, sobre todo gente joven, que se dedica en exclusiva al cultivo del pimiento».
Falta de señalización y una pista reducida que reclama más ancho
. Pese a ser los vecinos los que iniciaron los trámites para reclamar la parcelaria, el actual gobierno por su lado también intentó reactivar el expediente, al igual que el BNG, que manifestaba la pasada semana su satisfacción «por el resultado obtenido» tras su gestión.
Por otra parte, los vecinos de Morono también han puesto de manifiesto algunas otras carencias, como la falta de señalización (el acceso al núcleo desde la carretera de A Estrada carece de indicador y el existente en la aldea está deteriorado), la necesidad de ampliar la pista de entrada al interior de la aldea y la reposición de agua en el depósito comunal.
TIERRAS DE SANTIAGO, 05/03/08