Los marineros recogen el Estandarte del Carmelo en la casa de su custodio, Marcial Villamarín
La denominada Ley Chacón que suprimió la actuación de las bandas militares en las fiestas religiosas se sintió ayer en las calles de Pontecesures donde se celebró la casi centenaria Procesión de los Valeiros dentro de los actos en honor de la Virgen del Carmen.
Los participantes echaron de menos la presencia de las bandas militares de la Escuela Naval de Marín y de la Brilar de Pontevedra que imprimían un carácter marcial y más solemne a esta singular marcha que se lleva a cabo en este villa del Ullán.
La fiesta se remonta a 1912, fecha en la que los valeiros (pescadores de lamprea) que emigraron a Cuba decidieron comprar el llamado Estandarte del Carmelo para exhibirlo en las fiestas del Carmen de su localidad.
En la actualidad lo custodia en su domiclio Marcial Villamarín, un descendiente de uno de aquellos emigrantes, según explica Rafel Randulfe, concejal que ayer participó en este acto solemne.
Como se viene haciendo desde hace casi un siglo, ayer por la tarde, los valeiros se dirigieron hasta la casa del custodio para trasladar luego la bandera hasta la iglesia, donde se ofició la misa solemne del Carmen.
Después, los fieles salieron en procesión por la localidad pontecesureña, que como cada año abre el Estandarte del Carmelo y que cerró la Banda Municipal de Música de Valga que fue la que amenizó el soporífero paseo debido al excesivo calor de la jornada.
En relación con las fiestas del Carmen, cabe destacar que en Pontecesures se celebra hoy la tradicional Festa do Churro, que se desarrolla en la Plazuela a partir de las 21 horas.
En este entorno se instalan ocho churrerías pontecesureñas que servirán este producto de repostería y chocolate, de forma gratuita.
Siete de estas churrerías artesanas (Benedicta, Isolina, Jamardo, La Cesureña, Marisú, Patri y Sandra) prepararán y despacharán los churros mientras que «Fina» se va a dedicar en exclusiva a la elaboración del sabroso chocolate como ocurrió en las dos ediciones predecesoras.
Los organizadores son conscientes de que la fiesta va a atraer a un importante número de personas si se tiene en cuenta que la pasada edición se repartieron 20.000 churros.
FARO DE VIGO, 05/07/10