La «falta de sintonía» con Tarela lleva a TeGa a romper el tripartito.

El PP parece dispuesto a mover ficha al quedar el gobierno de BNG y PSOE en minoría.

A primera hora de la mañana de ayer, el portavoz de Terra Galega en el Concello de Pontecesures se presentó en la casa consistorial, entró en el registro y, sin haber mediado palabra con sus compañeros de gobierno, oficializó un escrito en el que anunciaba que tanto él, Ángel Souto Cordo, como su compañero de grupo, Jorge Janeiro, abandonaban de forma inmediata e irrevocable el tripartito del que formaban parte junto con el BNG y el PSOE. Con él, entregó su teléfono corporativo y las llaves del consistorio. El escrito de renuncia no tardó en llegar a manos de la alcaldesa de la localidad, la nacionalista Cecilia Tarela, a la que llevó su tiempo digerir una noticia que no esperaba.

En realidad, con la estampida de TeGa no contaba nadie, a excepción de los integrantes de la asamblea de esa formación, quienes el miércoles por la noche acordaron, por unanimidad, la salida del grupo del gobierno local. Llegaron a esa decisión tras detectar, en estos últimos meses, una serie de diferencias irreconciliables entre la alcaldesa Cecilia Tarela y el concejal Ángel Souto. La redacción de la relación de puestos de trabajo del Concello, con todo lo que ello supone, no habría hecho más que subrayar la «falta de sintonía» entre estas dos patas del ejecutivo local.

«Non é o mesmo gobernar con Angueira que gobernar con Tarela», decía ayer, de forma muy sucinta, Souto Cordo, que limitó sus declaraciones al comunicado oficial de su partido. Disconforme con los nuevos modos de la alcaldía, el portavoz de TeGa abandona el gobierno, rompe una alianza que había funcionado sin problemas durante el anterior mandato, y abre un nuevo escenario en el municipio. A fin de cuentas, el ahora bipartito se queda en minoría, mientras que la suma de los tres grupos de la oposición, los tres de la órbita de la derecha, suman mayoría.

Movimientos a la derecha
Juan Manuel Vidal Seage, el portavoz del PP, es uno de los que ha reparado en ese nuevo escenario. Con sus tres concejales, el Partido Popular es la fuerza mayoritaria en la corporación, pero el enfrentamiento entre sus dos aliados naturales, la TeGa de Souto Cordo y la IP de Maribel Castro, frustró cualquier posibilidad de tocar gobierno. Ahora, «por unha cuestión puramente aritmética, é normal que a xente pense na posibilidade de que as forzas de dereitas lle dean un xiro ao Concello». ¿Se avecina, pues, una moción de censura? Hay quien considera que el acuerdo para desbancar al actual bipartito está ya hecho. Pero desde TeGa sostienen que aún hay «margen» para el ejecutivo. Y desde el PP apuntan a que «de momento non hai nada falado nin plantexado», aunque no lo descarta a medio plazo

En todo caso, Vidal Seage iniciaba ayer un acercamiento evidente al portavoz de TeGa. «Se abandona o goberno e o salario que cobraba como concelleiro porque non está a gusto con como se fan as cousas, é evidente que o salario non é algo prioritario para el. Iso, para min, é unha grata sorpresa», reflexionaba ayer el líder del Partido Popular.

La RPT, «a gota que colmou o vaso» tras meses de tensión
TeGa achaca a la una «completa e total falta de sintonía coa forma de gobernar da actual alcaldesa» su decisión de dejar el gobierno. La formación asegura que «despois de oito meses, ningún dos puntos do noso programa electoral foron adiante. Non so non foron aprobados, senón que se lle puxeron todos os atrancos posibles». Según indican, «a gota que colmou o vaso foi a firma do acordo da RPT cos representantes dos traballadores sen tan sequera consultalo ou negocialo co equipo de goberno». «Prentendíase que tomásemos unha decisión cando o acordo xa estaba firmado», dicen Souto y Jamardo, quienes indican que en el próximo pleno pedirán que ese documento se retire y «como sempre se debería ter feito, se comece por reunir unha mesa de portavoces» para consensuar la postura de la corporación antes de negociar con los representantes de los trabajadores. En su comunicado oficial, TeGa indica que harán oposición «coa responsabilidade e diálogo en todo aquilo que beneficie ao pobo de Pontecesures. Durante a lexislatura plantexaremos as mocións necesarias para levar a cabo o programa co cal nos presentamos ás eleccións». Y reiteran su petición de «diálogo e responsabilidade».

«Imos seguir traballando como poidamos», dice la alcaldesa
BNG y PSOE, los dos grupos que siguen sosteniendo el gobierno local de Pontecesures, prefirieron ayer un prudente silencio a realizar declaraciones «en quente». En cualquier caso, todos son conscientes de que ante ellos se presenta un horizonte complicado, ya que el gobierno se queda en minoría y con muy escaso margen de movimientos. Por un lado, está sobre la mesa la RPT, un documento que, en principio, irá al próximo pleno de la corporación, pero de donde parece que no saldrá aprobado. Precisamente, la elaboración de dicho documento ha sido la razón de que se retrasase la confección, el debate y la aprobación de los presupuestos municipales para el año 2016.

Esas cuentas están sin aprobar y, en el nuevo escenario municipal, sacarlas adelante parece que va a suponer un esfuerzo extra para el ahora bipartito. Sin presupuestos, el margen de maniobra de este va a ser mínimo. En el consistorio preocupan muchas cosas, pero sobre todo las citas más urgentes, como puede ser todo lo relacionado con la organización de la Festa da Lamprea. En todo caso, Cecilia Tarela aseguró ayer que el gobierno va a «seguir traballando, como poidamos e como nos deixen».

La Voz de Galicia

Virginia, la madre que venció a la incomprensión.

Se quedó viuda muy joven, con dos hijas discapacitadas a su cargo. «Nunca as escondín», dice.

valga3

«Foi unha vida dura», se me escapa sin que pueda evitarlo. Las arrugas del rostro de Virginia se ponen en movimiento y componen una de esas sonrisas, entre serena y pícara, con las que lleva toda la mañana sorprendiéndome. «Foi a vida que me tocou», responde. Y sigue: «E aínda non foi mala. Nunca nos faltou o pan, e sempre puiden ter as miñas meniñas ben atendidas». Esas niñas de las que habla están junto a nosotras. Mari Carmen, Muchiña, la mayor, es una pequeña de cinco años atrapada en el cuerpo de una mujer de sesenta y tantos. Araceli -o Celina, como la llaman-, es coqueta y hacendosa. Ya ha cumplido 61, aunque tal vez no sea consciente de ello. «¡Miñas meniñas do meu corazón!».

A Virginia le han rendido un homenaje en Valga, en el Centro ocupacional para personas con discapacidad. Le han dado un ramo de flores y le han agradecido el ejemplo dado. Porque esta pulcra mujer -nunca le gustaron las estridencias ni en el atuendo ni en los peinados- se empeñó en que sus hijas exprimiesen al máximo su vida. Y eso, en la Valga de mitad del siglo pasado, suponía un reto. Virginia, que no pedía nada que no pidan todas las madres, se negó a poner a sus niñas en el ángulo oscuro de la casa. Todo lo contrario: las llevó allá donde ella fue, les enseñó todo lo que lograron aprender, se dejó la piel trabajando para reunir el dinero necesario y mandar a Celina, la pequeña, a un colegio en el que lograse sacar lo mejor de sí. E hizo todo eso sin quejas, ni lamentos, ni protestas. «Foi a vida que me tocou», resuena la voz de Virginia. «E aínda non foi moi mala»…

Es verdad que, desde niña, fue entrenada para soportar el dolor. Su padre, que fue alcalde de Valga durante la República, tuvo que huir a América. Nunca regresó. «Queríano matar… E non fixera nada. Era un bo home, o meu pai», reflexiona en voz alta. Su madre, otra mujer corajuda, se empeñó en sacar adelante a sus muchos hijos, y lo hizo. Y quizás fue su ejemplo el que permitió a Virginia afrontar, después, todo lo que vino.

Aún no habían celebrado muchos aniversarios su marido y ella cuando un camión se cruzó en el futuro de la pareja. Arrolló la moto y mató a al esposo y padre cuando volvía a casa después de trabajar. Detenemos aquí la narración porque, justo aquí, es donde la detiene Virginia. Quizás hay dolores que no acaban de pasar. Pero nuestra heroína enseguida se recompone: hace una carantoña a sus hijas y recobra el ánimo. Recuerda que, a principios de los sesenta, fue una de las primeras valguesas que cobró una pensión de viudedad. Entre ese dinero y su trabajo incesante, de sol a sol, logró sacar a sus hijas adelante. Contó, lo reconoce, con el apoyo de los vecinos. «Non teño queixa ningunha da xente, con nós todo o mundo se portou moi ben», dice.

Virginia, que tiene una memoria prodigiosa, recuerda la huerta trabajada hasta la extenuación, y la vaquiña con cuya leche logró compensar su magra pensión. Esta la invirtió, durante muchos años, en pagar la estancia de Celina en el Sagrado Corazón de Betanzos. Iba a verla cuando podía. «Cargabamos un taxi e levabamos unha empanada de polo e dous biscoitos», narra Virginia. Luego, cuando las tres mujeres de la casa volvieron a reencontrarse, ya no se separaron más. «Ás vodas que houbo na redonda fomos a todas, as tres xuntas», cuenta Victoria. Y la lista de excursiones y viajes en los que han participado es enorme. Por no faltar, no han faltado ni a la grabación de varios programas de la Televisión de Galicia, donde han trabado amistad con personajes como Isi. «? moi bo rapaz. Mira, que cando foi a festa da caña e veu el dar o pregón, en canto nos viu achegouse onda nós e encheunos de abrazos e de bicos».

Muchiña y Celina escuchan atentamente a su madre. Estamos en la entrada de una casa que, con el paso de los años, se ha ido acomodando a las necesidades especiales de sus habitantes. En una esquina está el Belén, primorosamente montado por la hija pequeña.

Flor, que así se llama la mujer que acude todos los días a la vivienda para echar una mano en lo que haga falta, afirma que las dos hermanas se quieren mucho. «Araceli está moi pendente da súa irmá», nos cuenta mientras salimos a dar un paseo por la huerta que Virginia, a sus casi noventa años, sigue trabajando «en canto pode escapar para ela». De regreso a casa, toca despedirse de esta mujer hecha de hierro y amor. «Non sei canto tempo vou estar aquí», dice. Y en sus ojos relampaguea, apenas un instante, una sombra de inquietud.

La Voz de Galicia

Xosé García Lapido conta a historia da asociación cultural O Sacho de Padrón.

Xosé García Lapido reuniu a máis de 300 persoas na presentación do libro O Sacho, un fito na nosa cultura, no que conta a historia da asociación cultural que estivo activa en Padrón e comarca entre os anos 1975 e 1983.

García Lapido, que foi un dos fundadores da entidade, ademais do presidente durante sete anos, di que a «historia do Sacho foi moi bonita» xa que a asociación naceu cun marcado carácter cultural pero acabou traballando en moitos frontes, coma no social, educativo, medioambiental e incluso no laboral, explica.
PUBLICIDAD

Como padronés, este veciño «sempre tiven moi presente» a asociación, pero nunca pensou en publicar nada sobre a mesma, confesa, ata que o animou Anxo Angueira, escritor e presidente da Fundación Rosalía de Castro. A Angueira e a Manuel Lorenzo Baleirón, que tamén estivo na directiva da entidade, Xosé García quérelle agradecer os seus traballos para a corrección lingüística do libro, que se pode atopar a venda en Padrón, Cesures e mesmo nalgunha libraría de Santiago. O Sacho naceu nun ámbito local pero logo tivo alcance máis alá ata o punto que foi das primeiras entidades en reclamar que o día 17 de maio fose un día de festa en Galicia. Xosé García Lapido cre que «todas as reivindicacións que tiña O Sacho entonces son válidas hoxe en día». Lembra que a media de idade dos socios era 18 anos e incluso os había menores, nuns tempos nos que xuntarse máis de tres estaba considerado unha «reunión subversiva».

Xosé García Lapido non sabe se Padrón precisa que O Sacho sexa reiniciado, pero pensa que o concello e a comarca necesita unha entidade cultural -«clámaa a berros»- di- que debería ser, na súa opinión, o Instituto de Estudos Iriense, que editou o libro.

«Padrón precisa de xente interesada na nosa cultura, independentemente de ideoloxías», engade este veciño, que foi concelleiro durante cinco mandatos, algo polo que lle está «moi agradecido» ao pobo padronés.

A publicación do libro coincide co corenta aniversario da creación da asociación cultural.

La Voz de Galicia

El Nacimiento más esperado abre hoy sus puertas en Valga.

La inauguración será a las 17.30 horas en Campaña y estará abierto durante todas las fiestas.

nacv

Habrá quien, a estas alturas, todavía piense que se trata de uno de tantos pero el Belén de Valga merece capítulo aparte. Baste dar un par de datos: las personas que lo visitan se cuentan por miles y el año pasado permaneció abierto hasta marzo porque, entrando la primavera, todavía había interés por verlo. Hay otros nacimientos de grandes dimensiones y tampoco es el único que tiene figuras en movimiento, pero el Belén instalado en el local social de Campaña ha conseguido trascender hasta el punto de hacerse con el título de Festa de interese turístico de Galicia.

El proyecto nace de la iniciativa de un grupo de vecinos que invierten su tiempo y su talento en configurar esta recreación tan particular del episodio bíblico. Es particular porque en él se mezclan los personajes y elementos más tradicionales -el pesebre, los Reyes Magos, el río y el castillo de Herodes no faltan- con secuencias que recrean situaciones de actualidad, de modo que no es raro encontrarse un equipo de fútbol o algún famoso del mundo del corazón. Este año, por desgracia, no faltarán las alusiones al drama de los refugiados y al conflicto sirio. Los demás secretos se desvelarán esta tarde.

La Voz de Galicia

Valga, la tierra prometida de los belenes navideños.

beva

Es cierto que el anuncio de la Lotería de Navidad marca, para muchos, el advenimiento de las últimas fiestas del año. Pero al margen de esos indicadores televisivos, cada ciudad, cada pueblo, tiene su particular manera de declarar inaugurada la temporada navideña. En Valga, el heraldo que advierte de la llegada de esa época de buenas intenciones y comidas familiares es el Belén Artesanal que cada año construyen los vecinos de Campaña. Este año abrirá sus puertas el domingo 6 de diciembre.

El trabajo en el salón en el que se construye esta pequeña maravilla ya ha comenzado hace semanas. Este año ha sido especialmente duro, ya que tras la remodelación de la sala que lo acoge desde hace años, el belén ganará en este 2015 más metros. Buena falta hacen: la familia de figuras que componen este cuento navideño no para de crecer, incorporando año tras año nuevos personajes. Algunos, vecinos apreciados. Otros, famosos más o menos queridos.

El esfuerzo que realizan los vecinos de la localidad para hacer realidad este sueño comunitario vale la pena: miles de personas acuden cada año a descubrir las novedades que en él se esconden. La demanda para verlo es tal, que el pesebre que se montó el pasado año, seguía recibiendo visitas en pleno mes de marzo. Semejante dato explica el título de Festa de interese turístico de Galicia que ostenta este proyecto vecinal.

En cada casa
Pero en el municipio de Valga, la pasión por los nacimientos no se reduce a la gran apuesta vecinal de Campaña. Cada año, el Concello organiza un concurso de belenes en el que participan un buen número de familias, ansiosas por compartir con el resto del pueblo sus enormes y cuidados pesebres. Quienes quieran presumir del suyo deben inscribrise antes del próximo 19 de diciembre.

La Voz de Galicia