EL ORIGEN
El Piragüismo aparece como consecuencia de la necesidad, que el hombre ha tenido desde sus orígenes de dominar un elemento tan bello como es el agua. Para ello, todas las civilizaciones, en sus albores, han diseñado embarcaciones sencillas, de características muy peculiares, pero de una gran maniobrabilidad, seguridad y eficacia para desenvolverse allí donde la naturaleza le resultaba hostil.
A través de sus escritos Cristóbal Colon introduce la palabra piragua en Europa y es Garcilaso de la Vega el que define el concepto como embarcación sin cubierta.
En España los primeros pasos se dan en piraguas de turismo, construidas con lona y costillaje de madera, sus tripulantes son auténticos hombres de aventura, excursionistas y aficionados a grandes travesías, aman y sienten la naturaleza y en sus piraguas, rígidas o plegables, que diseñan y construyen incluso en aluminio, celebran descensos y travesías origen de las competiciones de hoy en día. Llevados de su afán nada les amedrenta y culminan aventuras como la travesía del Estrecho o el viaje a Roma en 1950. Siempre sobre sus frágiles piraguas.