Solidariedade Galega co Pobo Saharaui planea adelantar el programa Vacaciones en Paz, para sacar al mayor número posible de niños de los campos de refugiados, en el marco de una escalada del conflicto en el Sáhara occidental. Para ello urge la búsqueda de financiación y familias de acogida, así como la concienciación, que impulsarán a través del reparto de 17.000 sobres con dípticos en los centros educativos de toda la comarca, para recaudar donaciones.
«Marruecos solo quiere un pretexto para volver a la vía armada», estas palabras -pronunciadas ayer en una rueda de prensa del colectivo Sogaps, en el ateneo Valle-Inclán de Ribeira- pertenecen a Kudus Salek, miembro de la asociación y antiguo usuario del programa de acogida estival infantil Vacaciones en Paz.
Arropado por Amparo Cerecedo, delegada de Sogaps en Barbanza, y María José Escurís, codelegada en Rianxo y Padrón; este activista originario del Sáhara anunciaba el riesgo de que sea necesario adelantar la actividad por la cual cerca de 300 niños de los campamentos de refugiados argelinos pasan cada año un par de meses en hogares gallegos.
Este peligro de escalada en el conflicto entre el gobierno marroquí y el Frente Polisario responde a la expulsión, a principios del mes de marzo, de 84 miembros de la misión de la ONU para el referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), que también se ocupaban de vigilar el cumplimiento del alto el fuego en vigor desde 1991.
Consecuencias directas
A ello se suma la negativa de Rabat a la entrada de observadores internacionales. Los hechos se produjeron tras una visita del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien utilizó el término «ocupadas» para referirse a las zonas del Sáhara bajo control marroquí.
Pendientes de la votación del próximo día 30, donde se decide la prórroga de la Minurso, de confirmarse el cese de su actividad supondría «incendiar el conflicto», ya que Salek remarcó que cuentan con documentación gráfica de movimientos de tropas y material bélico, que evoca el fantasma de la destrucción del campamento de Gadaym Izik en 2010.
«Este ano é especialmente urxente e grave a necesidade de financiamento para evitar padecer in situ as consecuencias dunha guerra», alertó Escurís sobre la necesidad de envío de mayor cantidad de ayuda humanitaria.
La Voz de Galicia