Valga honra a las supermadres.

La madre de familia numerosa con cinco o más hijos más joven de Valga ya ha cumplido los 60. Las familias amplias son casi una «especie en extinción» en la piel de toro, cuando hasta los años sesenta y setenta del pasado siglo era frecuente aunque hubiera que apretarse el cinturón casi hasta el estrangulamiento. Aún así son muchas las madres que todavía pueden contar su experiencia vital, en ocasiones muy difícil pero para todas ellas emocionante. Así es como se vivió en el acto celebrado este domingo en Valga para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

Con un total de 72 madres de familias supernumerosas contactó la Concejalía de Igualdade en el municipio de Valga para tributarles el más que merecido homenaje por el enorme esfuerzo de sacar a su prole adelante.

El acto fue, sencillamente, emocionante y en el escenario se juntaron nada menos que 40 mujeres que han tenido que compaginar, las 24 horas del día, sus tareas domésticas con el trabajo fuera de casa y en unos tiempos de posguerra en el que comer era casi un lujo.

La concejala María del Carmen Castiñeiras admite que el acto le emocionó pues las mujeres han contado los tremendos sacrificios que han tenido que realizar para sostener su nido.

Y es que educar a cinco hijos en aquellos tiempos era simplemente una heroicidad y cuánto más difícil si se trataba de seis, siete, ocho o nueve. Aunque también hubo quien crió a 16, merecedoras del Premio de Natalidad que llenaban contenidos en el Nodo.

Quienes sí asistieron fueron Concepción Jamardo Neira y Manuela Eiras Castiñeiras, ambas nonagenarias, que han alumbrado a nada menos que nueve hijos cada una, con lo que seguro les resultará difícil calcular su descendencia.

Ninguna de ellas se quiso perder este más que merecido homenaje que le tributó el pueblo de Valga, quizás el primer reconocimiento en vida a unas mujeres que han aportado la mayor riqueza que tiene un pueblo, es decir los ciudadanos.

De ahí que el acto, aderezado con la actuación musical de la valguesa María Chenlo, fuera especialmente emotivo y familiar ya que estuvo dirigido al pueblo en general pues padres e hijos no solo acompañaron sino que también palpitaron cuando les llegaba el turno del ramo de flores, la biografía y el diploma que acredita la proeza vital.

El acto se celebró en un abarrotado Auditorio Municipal que comenzó la fiesta dedicada a todas las madres de familia numerosa a las siete de la tarde y que culminó pasadas las nueve de la noche en una ceremonia pausada en la que las homenajeadas subían de una en una, de menor a mayor.

Y eso que faltaban otras 32 madres de familia, bien porque sufren un delicado estado de salud o porque simplemente el domingo estaban ausentes o tenían otros compromisos, seguro que de índole familiar. Las que acudieron reconocieron lo «difícil» que ha sido bregar con tanta familia, en unos años en los que el peso de la casa lo soportaban, sobre todo, ellas. Y lo cierto es que podían con todo, alegrías, tristezas, fiebres. caprichos, compras, limpieza, labores del campo, trabajo fuera de casa… Cierto que contaban con alguna ayuda de los padres y de los hermanos mayores que vigilaban a los siguientes en edad. Pero cada caso es diferente. Lo único igual el tiempo que les tocó vivir, justo después de la cruenta Guerra Civil cuando la economía era casi de subsistencia, por no decir de hambre.

Aún así los vieron crecer, estudiar, casarse y tener más hijos, es decir nietos, en una época con programas de control de la natalidad y campañas del uso del preservativo, de los anticonceptivos o los dispositivos que frenan embarazos no deseados.

Aquellas tiempo de la americana «Con ocho basta» o la serie española «Buscando a Chencho» del inolvidable Pepe Isbert o José Luis López Vázquez parece que no tendrán continuidad, al menos en Valga, salvo que el Ayuntamiento apueste por otras políticas de promoción de la natalidad.

Y no parece muy dispuesto. La concejala de Igualdade María del Carmen Castiñeiras sonríe cuando se le sugiere que se conceda una compensación económica a estas mujeres que han permitido que Valga tenga a día de hoy 6.200 habitantes. Sintomático.

Faro de Vigo

O grupo Ialma comeza a súa xira na Casa da Matanza de Padrón.

As Ialma, como cuarteto, xa que a quinta compoñente recalou en Xapón, emprenden estes días, cunha xira por Galicia, o camiño de volta que fixeron os seus pais a Bruxelas. Fanno, tras triunfar no seu país co seu quinto traballo discográfico, en galego, e do que recoñecen que muda a súa traxectoria musical e resume a súa historia. Marisol Palomo, que integra esta formación belga xunto a Magali Menéndez e as irmáns Verónica e Natalia Codesal, di que optaron por seguir cos temas de orixe tradicional para expoñer as súas raíces galegas, mais mesturadas coa diversidade musical que lles deu a súa bagaxe de case vinte anos xuntas sobre os escenarios.

«A nosa historia é un camiño de Bruxelas a Santiago, é a volta, a recuperación do que nos contaron os nosos país, pero con poesía e posibilismo», sostén, deixando claro que desta afrontan tamén a crítica social, atendendo ao estado convulso do continente europeo debido ao terrorismo e ao peche de fronteiras. «Antes chamábanlles emigrantes e agora refuxiados, xente que fuxiu da guerra, da fame, da falta de liberdade», expón, recoñecendo que o éxodo que viviron as súas familias segue reproducíndose. As Ialma parten da súa experiencia persoal para expresarse neste disco, por iso, como explica Verónica Codesal, responsable de parte das letras xunto con Brais Fernández, déixanse levar por outros ritmos como homenaxe, entre outros, ao seu avó andaluz, que tamén emigrou, e atrévense ata cunha peza en italiano, por iso da multiculturalidade da que se foron impregnando no seu periplo.

Camiño, que recolle trece temas de corte intimista e persoal, parte de pezas populares para contar a súa biografía familiar, unha que levan tamén dous anos transmitindo cun proxecto didáctico polas escolas do seu país, onde relatan a persecución que houbo ao idioma galego. Unha represión explicada grazas ao relato dunha avoa a súa neta, que trasladan as súas actuacións, como mensaxe entre cantiga e cantiga e que vai acompañado por imaxes desas marchas forzadas por diversas circunstancias.

«? como unha misión cultural fóra do país», recoñece Marisol Palomo, sobre este traballo, que considera unha semente entre os cativos para afondar e valorar as súas propias raíces. «? a voz duns avós da emigración, de todos os galegos, de xente que aínda quere contar o que pasou, esas historias aínda existen», din estas pandeireteiras, que estiman que a súa mensaxe foi aceptada con emocións encontradas dende que sacaron o disco en Nadal.

Como arranque da xira que as levará por diferentes salas da Península, estas embaixadoras internacionais do galego participan hoxe, na Casa da Matanza en Padrón, nos actos de celebración do 180.º aniversario do nacemento de Rosalía.

Domingo, 20.00. a coruña (Garufa club) ENTRADAS 10 euros luns, 23.50. lugo (clavicémbalo) 9 EUROS

En Pontecesures hay más nacimientos que defunciones.

Desde 1987 Galicia no puede celebrar el contar con más nacimientos que fallecimientos, circunstancia que sin embargo en el conjunto de España se produjo por primera vez el año pasado desde la Guerra Civil, igual que antes había ocurrido con la epidemia de gripe de 1918 y más atrás como uno de los efectos de la guerra napoleónica.

La actual excepcionalidad española es en Galicia, en cambio, una curva demográfica continua y descendente que se extiende por casi todo su territorio. Baste un dato: de los 313 municipios de la comunidad, 225, el 72 %, llevan 20 años seguidos contando más decesos que partos.

El mapa del centro de la página demuestra cómo el color gris y azul domina como reflejo de las localidades donde desde 1996 hay más fallecimientos que nacimientos, lo que se conoce como saldo vegetativo negativo. Solo en 88 ayuntamientos hubo un balance positivo al menos en algún ejercicio de los dos últimos decenios, y únicamente 29 de ellos logran un balance final con más nacimientos que decesos. Esa situación ocurre en la provincia de A Coruña en Ames, Arteixo, Boiro, Camariñas, Culleredo, Oroso y Teo; y en la de Lugo, solo en Burela. En Ourense ese saldo positivo solo se encuentra en Barbadás y O Barco. Y en Pontevedra, en Baiona, Cambados, Cangas, Gondomar, Marín, Moaña, Nigrán, Pontevedra, O Porriño, Poio, Ponteareas, Pontecesures, Redondela, Salceda, Sanxenxo, Soutomaior, Vigo, Vilaboa y A Illa.

Pero la mayoría de esas islas poblacionales han empezado a ver cómo les llega también el agua demográfica al cuello en esta década, acumulando ya muchos de esos municipios varios ejercicios negativos, que no se reflejan aún en el balance vegetativo gracias a los nacimientos sumados antes de la crisis.

Solo hay cinco casos en toda Galicia en los que se mantiene el volumen de nacimientos por encima de los fallecimientos en todos y cada uno de los últimos veinte años. El caso más excepcional es Ames, que acumula en ese tiempo 3.592 alumbramientos más que decesos, lo que sumado a la captación de nuevos residentes lo ha llevado a superar los 30.000 censados y convertirse en la decimotercera localidad gallega más poblada, rebasando ya a Redondela.

Arteixo, que, como Ames respecto a Santiago, hace las veces de polo residencial de A Coruña y además da suelo a gran parte de la industria de su área, es el segundo municipio con el mejor resultado de los que no han tenido en los últimos dos decenios números demográficos adversos, al sumar 2.018 nacimientos más que fallecimientos, balance que en Cambre se sitúa en 1.606 alumbramientos más; en O Porriño, en 936, y en Poio, en 884, conformando las cinco excepciones que de momento no conocen en Galicia un saldo vegetativo negativo.

En Pontecesures aún no llegó el escarabajo picudo.

La llegada de especies de plantas y animales sin enemigos naturales en la comarca está suponiendo un grave problema a la biodiversidad, con tremendos efectos potenciales en la agricultura y la jardinería.

Los daños en el marisqueo han puesto en jaque, en los últimos años, a uno de los cultivos más prolíficos y prometedores, el berberecho, cuya población en las rías de Pontevedra y Arousa fue arrasada por la marteilia justo cuando sus precios eran los más altos en tiempos modernos. El sector marítimo lleva mucho tiempo sufriendo los efectos de las invasiones y las mortandades causadas por plagas.

En la ría de Pontevedra, por ejemplo, en el siglo XX, la mortandad en la ostra nativa por la importación de moluscos del extranjero que estaban infectados fue tan voraz que en gran parte de los bancos solo queda el recuerdo. El parásito conocido como marteilia está detrás de la muerte del berberecho cuando llega a un tamaño comercial y ha supuesto solo en la lonja de Campelo pérdidas por valor de más de un millón de euros al año. Está por ver qué pasará cuando la temperatura de las aguas suba para comprobar si este bivalvo ha podido desarrollar algún mecanismo natural contra la plaga. Por ahora, las cofradías de media provincia están expectantes.

En tierra, la velutina acapara titulares, ríos de tinta y la inquietud de vecinos -ayer mismo denunciaban en Lérez la aparición de un nido cerca del ambulatorio- y apicultores. Esta voraz especie asedia las colmenas y come sus abejas. Algunos agricultores lanzan ya el SOS sobre la posibilidad de una caída libre en la polinización de los frutales y la pérdida de cultivos. La Xunta regula la lucha, pero por ahora, la Consellería de Medio Ambiente está desbordada y parece que va perdiendo la guerra. Los afectados reclaman más medios y que la Administración sea firme en el combate contra la velutina.

El escarabajo picudo está ya en todos los municipios costeros de la provincia, con la excepción de Meaño y Cesures. Este insecto está causando la muerte de las palmeras en parques y jardines, públicos y privados. Escenarios emblemáticos como el parque de Las Palmeras de Pontevedra o el palmeral de la isla de A Toxa están en serio peligro de desaparecer. Quizás haya que hacerse más de una foto para el recuerdo, porque este insecto hace estragos por todas partes y el tratamiento de los árboles enfermos es de un resultado cuestionable.

Por otra parte, en los castaños está surgiendo otra epidemia, un insecto gallícola, el Dryocosmus kuryphilus, que produce agallas en las ramas y reduce el número de hojas de los árboles. Con menos hojas, menos castañas y en ejemplares enfermos, incluso puede provocar su muerte. En O Areeiro se prioriza la investigación contra este insecto, que amenaza los cultivos de castaños.

Y los humedales y los bosques están amenazados por otras dos especies de plantas: la falsa acacia y el plumero de la Pampa. Son de rápido crecimiento y pocos enemigos en Galicia.

La Voz de Galicia

Doce miradas actuales sobre Cela.

El despacho, sus diplomas, su colección de plumas estilográficas, la propia sede de la Fundación o alguna de las obras literarias de Camilo José Cela son el punto de partida de los trabajos de doce artistas contemporáneos que desde ayer pueden verse en la sede de Afundación, en la rúa do Vilar. La exposición Compañías convenientes: diálogos contemporáneos co home poliédrico busca ofrecer una visión moderna del legado del escritor y, al mismo tiempo, continuar transmitiéndolo.

«Son pezas feitas expresamente para esta exposición e parten dunha indagación persoal dos artistas», destacó Paula Cabaleiro, la comisaria de esta muestra, que permanecerá abierta hasta el 15 de enero, incluyendo también tres visitas guiadas los días 14 y 24 de noviembre y 12 de enero. El proceso creativo para la ejecución de esta muestra con motivo del centenario del nacimiento de Cela comenzó en febrero, con un encuentro de los artistas, que visitaron la Fundación en Padrón para indagar sobre el escritor.

David Catá se inspira en la caligrafía personal del escritor para crear una videocreación en la que cuenta la historia de la Guerra Civil a través de las cartas de su abuela Lolina. Ramón Corbato, por su parte, toma como referente el libro Viaje a la Alcarria. Su punto de partida, explicó el artista, fue la mochila que utilizó Cela. Mary Pais optó por un vídeo para viajar por el Padrón natal del autor, dando voz a los que lo conocieron. También buscó la aportación de los vecinos de la Fundación Camilo José Cela la artista Carme Nogueira.

Para esta muestra, Elena Fernández Prada, mediante un colaje, realiza su reinterpretación visual de La colmena. La misma técnica fue empleada por Amaya González Reyes en un trabajo sobre los márgenes. Jesús Madriñán, por su parte, reconstruye el despacho de Cela tal y como estaba en el momento de su fallecimiento, mientras que Chelo Matesanz se inspira en una serie de caricaturas del Premio Nobel. Paulova apostó por reinterpretar las palabras del escritor al concluir La familia de Pascual Duarte; Jorge Perianes, por incidir en el metodismo y el amor por la tierra; mientras que Laura Piñeiro tomó las plumas del padronés como base. Por último, Edu Valiña eligió la castaña que Cela heredó de su padre como amuleto para hacer un arco luminoso, que también estuvo en Padrón.

La Voz de Galicia

Un tramo del Camino que roza lo impecable y que vigila protección civil.

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Las pisadas por el tramo que va desde el mojón de los 34,584 km a Santiago hasta el puente romano sobre el río Ulla que dice adiós a la provincia de Pontevedra transcurren por un camino que no sé ha deteriorado desde su última limpieza en febrero de 2016. Los 6,2 kilómetros del Camino Portugués que pasan por Valga y los 2,5 kilómetros que hacen lo propio por Pontecesures gozan de muy buen estado. Solo distorsionan la imagen los restos de unos alambres que componen la valla que separa las senda de la AP-9 y «alguna basura que debe ser de los peregrinos». Es la única queja de los incansables que recorren estos días la quinta etapa de un camino que gana, cada año, más afluencia. Así lo aseguran, entre otros, Mari Carmen Denís, María Jesús Guerra y Faustina Sánchez, tres amigas de las Palmas de Gran Canaria que repiten la experiencia de ir caminando a Santiago.

Encantadas con el recorrido hecho desde Roncesvalles, punto habitual del Camino de Santiago Francés, decidieron comenzar ahora desde Tui. «Esperamos a que terminasen los meses de julio y agosto para evitar demasiado calor y mucha gente», cuentan. Lo segundo no lo consiguieron: Valga y Pontecesures cuentan con una afluencia de peregrinos digna de la Semana Santa o del Ano Santo Xacobeo. No hace falta más que darse un paseo por los tramos que transcurren por estos dos concellos para comprobarlo, una tarea que asumen desde Protección Civil y que les lleva a confirman que «lo que está pasando este año, no es normal».

A la hora de caminar, hay opciones para todo los gustos. Incluso peregrinos que recorren el camino al revés y van improvisando sobre la marcha. Es el caso de Lisa, que partió desde Trier (Alemania), y Aurelver, que lo hizo desde Lyon. Se conocieron haciendo la ruta tradicional y, tras avanzar hasta Finisterre, están haciendo el Camino Portugués a la inversa y tienen la meta fijada en el Santuario de Fátima. Lisa, que lleva ya cuatro meses y medio de peregrinación, recorrió antes la India. Les une un punto en común: vendieron sus coches y otros bienes para lanzarse al camino. «A pie se conoce mejor el mundo», afirma él. Al ir a la inversa, en el momento del encuentro han pasado ya por el punto, justo en la entrada de San Miguel de Valga, en el que Protección Civil monta un puesto durante gran parte del año para atender a los peregrinos. El lugar, cuyas vigas y tejados fueron cambiados en diciembre, es perfecto para hacer un descanso y refrescarse en el río. Solo le falta cambiar algunas de las tablas que conforman la base.El trozo del camino que da el paso de Valga a Pontecesures se encuentra adoquinado con unas tuberías que permiten recoger el agua en un zona donde las inundaciones eran de lo más habitual. Ambos concellos tienen sus propios albergues: el del lugar de O Pino, de 2010, y el de Pontecesures, todavía más nuevo, de 2012.Por la comarca transcurren tres caminos más. La Ruta del Mar comienza en la entrada de la ría de Arousa, desde donde se accede al río Ulla. Es el camino que, supuestamente, se utilizó para llevar los restos del Apóstol Santiago y se une en Padrón al camino Portugués. Existen también la ruta Espiritual, que se centra en los Monasterios y llega hasta Vilanova, y la del Padre Sarmiento, que recorre casi toda comarca.

La Voz de Galicia