Santiago de Compostelaes un destino imprescindible, un gran atractivo por sí mismo. No en vano, cada día llegan a la capital gallega miles de visitantes atraídos por sus numerosas maravillosas. La imponente Plaza del Obradoiro, la majestuosidad de la Catedral o la riqueza visual de la Alameda son algunos de los principales reclamos que hacen de la capital gallega un gran atractivo turístico.
Sin embargo, si nos alejamos un poco del centro de la ciudad, y a no muchos kilómetros, se esconden grandes joyas rurales que sorprenden por su belleza, historia y paisajes cautivadores. Pueblos que, con un encanto único, ofrecen una experiencia que rivaliza, e incluso complementa, la magia de Santiago. Desde EL CORREO GALLEGO te llevamos a recorrer cinco de los pueblos más bonitos cerca de Santiago, a pocos kilómetros de la capital gallega y que te van a enamorar tanto o más que la propia ciudad.
Padrón
A menos de media hora de Santiago, Padrón es un destino cargado de historia y leyenda. Conocido como el lugar donde, según la tradición, desembarcó el cuerpo del Apóstol Santiago es una visita obligada en los alrededores de la capital gallega.
Casa museo Rosalía de Castro.
Pasear por el Espolón, visitar la Casa Museo de Rosalía de Castro o la Fundación Camilo José Cela, admirar la belleza del Jardín Botánico o disfrutar del sabor de los auténticos pimientos de Herbón son solo algunos de los atractivos que hacen de Padrón un lugar especial.
La Xunta incluye entre los seis bienes que ilustran su campaña Que siga contando a historia, que busca fomentar la sensibilización ciudadana hacia el cuidado del patrimonio cultural, al convento de San Antonio de Herbón, en Padrón. Toma el relevo de la Catedral de Santiago, que recogía la iniciativa del pasado año. El objetivo de la acción de la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude es fomentar la concienciación de la ciudadanía, impulsar el conocimiento sobre estos bienes e incentivar las buenas prácticas e iniciativas de preservación que permitan que «un dos maiores tesouros de Galicia sexa legado ás xeracións vindeiras nas mellores condicións».
El calor incrementó mucho la cantidad del producto que se exalta mañana
La parroquia de Herbón, en Padrón, celebra hoy la cita gastronómica anual dedicada al auténtico pimiento. Lo hará en el momento en que la campaña está en su máxima producción, sobre todo en las plantas.
Crece la alerta por el notable avance de especies exóticas invasoras.
Últimamente destaca la voraz perca americana, catalogada como una de las cien más dañinas de todo el mundo.
Un alevín de “black bass”capturado recientementeen el Ulla, a la altura de Pontecesures.
Pescadores e investigadores asisten con preocupación a lo que parece un imparable avance de especies invasoras en los ríos Ulla y Umia, como sucede en otros muchos de Galicia.
Se trata de un problema y una amenaza que vienen de lejos y parecen agravarse cada año que pasa, hasta el punto que se cree que especies como el “black bass” pronto colonizarán todos los ríos, al igual que sucede con el cangrejo rojo americano, la almeja asiática, el mejillón cebra y tantas otras especies exóticas invasoras.
Un cangrejo rojo americano devorando un ejemplar de “black bass”.
Baste como ejemplo la reciente localización, en aguas de Pontecesures, del voraz “black bass” (Micropterus salmoides) o perca atruchada, también conocido como perca americana o lubina negra.
Prohibido
Un pez de agua dulce originaria de Norteamérica que se ha introducido en España a mediados del siglo pasado y está considerada como especie exótica invasora según el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, estando prohibida su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.
El periodista Miguel Piñeiro, un experimentado pescador nacido en el Ullán que conoce bien los ríos gallegos y las especies que los habitan, es uno de los que han podido capturar ejemplares de “black bass”.
“Preocupante y lamentable”
Lo más “preocupante y lamentable”, a su juicio, es haberlo encontrado ya a la altura de Pontecesures, pues el río está “cortocircuitado” con presas como la de Portodemouros, a 79 kilómetros de la ría de Arousa.
Pero ni siquiera eso parece frenar a este pez de origen americano, “cuya presencia en Pontecesures significa que ya está por todo el río, lo cual resulta enormemente preocupante, ya que no se trata solo de apariciones esporádicas como las documentadas hasta ahora”.
Esto lleva a Piñeiro a decir que “si a la almeja asiática le sumas el mejillón cebra, el cangrejo americano y el ‘black bass’, hay que concluir que nuestras truchas, reos y salmones no tienen futuro alguno”.
Para concluir que “si el río salmonero más importante de Galicia se ve colonizado por media docena de especies alóctonas es que algo estamos haciendo mal”.
Catálogo Español
Reflexiones a las que hay que añadir las advertencias recogidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, editado por el Gobierno central.
En el mismo se aclara que la perca americana “es una especie muy voraz, ampliamente extendida por gran parte de las áreas embalsadas y aguas lentas de las cuencas fluviales, con gran impacto sobre el hábitat acuático debido a su efecto devastador en muchos casos sobre las poblaciones de peces autóctonos, llegando a producir extinciones locales de éstas
Pero eso no es todo. El Grupo Especialista en Especies Invasoras ha incluido a este pez en la lista de las “100 Especies exóticas Invasoras más dañinas del mundo”.
Este depredador de invertebrados, anfibios y peces, con una talla media de 40 centímetros, incluso puede llegar a capturar vertebrados ribereños, como micromamíferos y reptiles.
Un puñado de almejas asiáticas.
Es una especie sedentaria de lagos y grandes ríos en tramos con agua remansada, con aguas claras y abundante vegetación, aclaran en el Gobierno de España.
De ahí que haya sido visto en numerosos embalses gallegos y que ahora se deje ver en el Ulla y el Umia –a la altura de Moraña–, donde los pescadores achacan a su presencia la “brutal disminución” de truchas y salmones”.
Valga y Herbón
En cuanto a la almeja asiática (Corbicula fluminea) y el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii), también vistos en Pontecesures, Valga y Herbón, es de destacar que siguen colonizando el curso bajo del Ulla.
En FARO ya se explicó en su momento que la almeja asiática llegó al estuario del río Miño a finales de los años ochenta y se instaló con rapidez en dicho cauce.
Se cree que pudo haberse introducido en el Ulla a raíz de los trabajos de regeneración de bancos marisqueros realizados utilizando arena extraída en el estuario del propio Miño.
Si a la almeja asiática le sumas el mejillón cebra, el cangrejo americano y el ‘black bass’, hay que concluir que nuestras truchas, reos y salmones no tienen futuro alguno
Miguel Piñeiro
Este bivalvo es capaz de modificar los lechos fluviales que invade, cubriéndolos de conchas y acabando con el alimento de truchas y reos.
En cuanto al cangrejo rojo americano o cangrejo de las marismas, es una especie oriunda del Noroeste de México y la zona central y sur de Estados Unidos que ha logrado extenderse por amplias zonas de América, África, Asia y Europa.
Una carpa americana o «black bass».
Se refugia en cuevas
Indica la comunidad científica que, dada su resistencia e impacto en los hábitats que ocupa, también figura en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Medio Ambiente, donde se explica que “tolera un amplio rango de condiciones ambientales, incluyendo aguas salinas y llegando a soportar periodos temporales de desecación en los que permanece en cuevas que excava como refugio, y que también utiliza cuando hace frío”.
En 2010 ya se sabía de su presencia en los ríos Xallas y Umia, siendo localizado cinco años después en una antigua cantera del lugar de Barro.
Todo apunta a que llegó a España en 1974, cuando se introdujo en las Marismas del Guadalquivir con fines comerciales. En 1978 se localizaba en la Albufera de Valencia y un año después, en el Delta del Ebro.
El Concello de Pontecesures anuncia que la escasez de producto provocará que, como mínimo, el emblemático evento gastronómico no pueda celebrarse hasta mediados de abril.
Un instante de la última edición de la Festa da Lamprea cesureña, celebrada en el año 2023.
Una de las fiestas gastronómicas de mayor relevancia de la provincia de Pontevedra corre serio peligro de no celebrarse, al menos con su formato habitual. La organización de la vigésima sexta edición de la Festa da Lamprea de Pontecesures está en el aire. Así lo reconoció el martes pasado el Concello, que explica que la escasez de capturas, más preocupante aún que en años anteriores, en los que tampoco hubo precisamente abundancia, impide su desarrollo en el Día de San Lázaro, con el que coincidía habitualmente el evento. De esta manera, el Gobierno local está a la expectativa de que se produzca una mejora en el número de ejemplares para poder trasladar la cita gastronómica a mediados de abril, los días 13 y 14. Son estas fechas que coinciden, precisamente, con el último fin de semana de la temporada de esta especie.
La alcaldesa cesureña, la nacionalista Maite Tocino, explica que los contactos con los «valeiros», si bien se mantienen de manera periódica desde principios de año, se fueron intensificando en las últimas semanas. «O que nos trasladan é que, se nos último catro anos as capturas xa estaban á baixa, nunca acontecera algo coma na actualidade», reconoce, señalando incluso que «teñen volto a casa sen obter ningún exemplar». No es esta una situación que afecte a Pontecesures, ya que este déficit de lamprea también lo están a padecer las «pesqueiras» de Herbón e, incluso, en el Miño. Así las cosas, no se ha podido acumular materia prima suficiente para garantizar la organización de la Festa da Lamprea. La única posibilidad para poder celebrar la fiesta en sus fechas habituales pasaría por adquirir lamprea francesa «a prezos prohibitivos», indica Tocino, que quiso dejar claro que esta opción ha sido descartada por el Gobierno municipal, ya que «non sería ético nin coherente, xa que esta cita o que pretende é poñer en valor o produto autóctono do país».
Las próximas semanas resultarán decisivas para saber si Pontecesures puede volver a celebrar con su formato habitual, que tanto éxito tuvo durante un cuarto de siglo, un evento que en años pretéritos tuvo que ser suspendido por la pandemia de la COVID-19.La opción de «Tapalamprea»En caso de que no se reúna la cantidad suficiente para que la fiesta pueda celebrarse en toda su extensión, el Concello ya está estudiando otras alternativas. Una de ellas podría ser una versión más reducida, la «Tapalamprea», que consistiría en servir «petiscos nos locais de hostalería do municipio». Así lo reconoce la alcaldesa, que señala que esta opción requeriría de menos ejemplares y que «a restauración a vería con bos ollos, porque a materia prima parte da actividade, ao tempo que atrae ao público».
De esta manera, todo queda pendiente de la evolución de la actividad del sector en las próximas semanas. El Gobierno local se pone como fecha límite finales de marzo para tomar la decisión final. En todo caso, se tratará de seguir ensalzando a la conocida como «dama do Ulla».
Martínez, en uno de los invernadores que tiene en Herbón.
Antonio Martínez y María del Pilar Gómez llevan una vida recolectando en Herbón el delicioso manjar, que venden también en su puesto de la Praza de Abastos de Santiago
Herbón quizás sería una parroquia más de Padrón si un grupo de misioneros franciscanos no hubieran regresado, allá por el siglo XVI, con un puñado de semillas recolectadas en el Nuevo Mundo. Quizás el celebrado pimiento no hubiera llegado tampoco a nuestros días si capital de Sar no fuera la localidad más calurosa y soleada del área metropolitana. Y si todo eso no hubiera ocurrido, Antonio Martínez seguramente no llevaría más de 40 años plantando, recolectando, envasando y vendiendo. Lo hace junto a su mujer, María del Pilar Gómez, formando un binomio que defiende con orgullo su marca: Pementos Evangelina y Gómez, en honor a su suegra.
«Espera un momento. Chámote agora», afirma apresurado Antonio Martínez antes de colgar. Devuelve la llamada en cuestión de minutos: «Perdoa, a vida no campo é así». ¿Merece la pena? «Por que no? É un traballo digno. Cando non haxa campo que van comer os das cidades? Alguén ten que levarlles a comida ata os supermercados. Sen sector primario non facemos nada, pero a xente xa non quere traballar aquí. Din que son moitas horas». Reivindicativo contra un sistema económico que ningunea y aprieta a los productores, sabe que nunca abandonará esta vida: «Eu nacín en Herbón, son nativo, e aquí morrerei se a cousa non cambia».
De sus fincas salen cada año miles de bolsas llenas de esa delicia verde, imbatible si se fríe y acompaña con un buen puñado de sal gorda: «E todo é escollido a man. Ao pemento de Herbón dáselle moito cariño. Non é vamos a recoller e listo. No. Perdemos moito tempo en seleccionar todo o que vai para as bolsas». Confirma que ese perfeccionismo es lo que provoque más horas de trabajo: «Na casa, cando chegamos seguimos escollendo. Tes que ver cal vale e cal no, cal pica e cal no». ¿Cuántas horas de más? «As que fagan falta, moitas. Nós empezamos ás sete e ata a unha da tarde estamos traballando. Logo, dende as catro e media ata as nove, e o que quede por facer, na casa», contesta
¿Se nota que Padrón es la localidad con más horas de sol? «Claro, como non se vai notar? O pemento pide sol, non quere humidade, fanlle falta uns 20 graos», admite Martínez, quien explica que en Herbón cada agricultor marca cuándo comienza a plantar: «Eu xa o fixen, pero hai quen aínda non. Depende de cada un e da zona na que estea. Dentro do concello, nunha distancia de 500 metros ou un quilómetro, xa varían as horas de sol. Cambia moito se as fincas están resgardadas».
Destaca que este invierno ha sido especialmente duro y «xa tiñan que estar tódolos invernadoiros postos. Por estas fechas, o normal é que fora así. Pero agora mesmo hai moita humidade e os invernadoiros teñen que estar pechados, senón o pemento colle enfermidades».
Insiste en que la delicia de Herbón «pide calor, coa humidade a planta podre. E os cambios bruscos de temperatura non lle axudan». Quién quiera conocer el trabajo de los agricultores de Herbón basta con escuchar detenidamente las palabras de Antonio Martínez: «O invernadoiro ten que estar aberto para que a temperatura sexa estable nuns 20 graos, tanto durante o día como nas noites». Esas son las condiciones por las que siguen esperando los productores de Padrón: «Si viñeran noites quentes a xente logo plantaba, tiña que vir unha época máis estable e cálida».
Confiesa que la producción del pasado año «non foi boa, pero xa tivemos outras peores», aunque el cambio climático aún no ha podido con ellos: «Se veñen moitos picos de calor o pemento sufre estrés e non dá, produce menos». Los suyos están incluso disponibles en internet si se busca por Pementos Evangelina. Quienes prefieran conocer a Antonio y a su mujer, María del Pilar, regentan también un puesto en la Praza de Abastos. Allí los atenderán de buen gusto.