Lidia Angueira dio el pistoletazo de salida a la Pascua de Padrón .

Recordó en el pregón su infancia y la relación con la fiesta // Los caballos, protagonistas hoy.

Miles de visitantes y vecinos llenan las calles de Padrón en los días centrales de la Fiesta de la Pascua. Las previsiones del Concello, que están siendo superadas desde las vísperas, apuntan a 125.000 personas en las cuatro jornadas principales (sábado, domingo, lunes y martes).
El buen tiempo acompañó la celebración del Sábado de Pascua, que arrancó con una gran salva de bombas. El deporte cobró protagonismo con la carrera popular o el campeonato de tenis, y a las 18.00 horas inauguraron la XLVII Feira Exposición de Maquinaria Agrícola e Industrial. El acto central llegó a las 21.00 horas de la mano de la gerente de Pulpería Rial, Lidia Angueira. La empresaria inauguró oficialmente las fiestas con un pregón cargado de recuerdos y de sentimientos hacia Padrón y la Pascua. Con orgullo, pero también con nervios, Angueira rememoró su infancia, momentos como cuando su padre acercaba a todos los hermanos a Padrón para vivir esta celebración cargada de tradición y, como no podía ser de otra forma, para tomar el pulpo.

El Correo Gallego

Un «hiperactivo» al que ni los santos calman.

Vende cirios y figuras religiosas y le encanta crear. Por inventar, hasta inventó una bicicleta con esquís.

A casi todo el mundo, o por lo menos a muchas personas, les gustaría tener varias vidas en una; poder llevar una existencia camaleónica para no aburrirse nunca del día a día. Pero solo algunos consiguen tal cosa. Entre los que están hechos de esa pasta, capaces de hacer tantas cosas a la vez que parece que se multiplicasen, está Joaquín Diéguez. En su caso curioso el suyo. Porque recibe él en la cerería que regenta en la calle San Román de Pontevedra, un sitio donde parece que el tiempo se detuvo en algún momento y no avanzó más. Es un negocio pequeño, con viejísimas estanterías llenas de santos y velas y olor inconfundible a cera, casi a iglesia en realidad. En ese áurea de teórica paz, uno se imagina que el tendero, que tiene puesto el abrigo tras el mostrador, será un hombre de vida tranquila y sosegada. Pero nada más lejos de la realidad. Joaquín se define como hiperactivo. Y, francamente, debe de serlo.

Antes de iniciar la entrevista, hay que esperar a que Joaquín atienda. Despacha primero a una joven que busca unos cirios que se mantengan encendidos los nueve días de una novena; le pone incienso y mirra a otra clienta; saluda efusivamente al repartidor que viene a traerle un buen número de paquetes; atiende a otra persona más que busca velas para una ceremonia… y al fin queda libre. Viaja entonces a su infancia, a Pontecesures, el lugar donde todavía sigue viviendo parcialmente -a ratos lo hace también en Pontevedra-. Cuando él era un niño que dedicaba su tiempo «a matar pájaros e incluso venderlos», su padre estaba al frente de Cerería Diéguez, una factoría fundada en Pontecesures por el bisabuelo de Joaquín, que empezó a hacer velas en el siglo XIX. Joaquín, por tanto, entre pájaro y pájaro, creció rodeado de moldes de cera. Y se enamoró del oficio. «Trabajé un poco como mensajero pero luego ya me centré en la cerería», explica. Primero lo hizo en su tierra natal, a pie de fábrica. Luego, como ahora, a medio camino entre Cesures y Pontevedra. Porque resulta que su abuelo cogió el traspaso de la antigua cerería que había en la calle San Román. Su padre continuó con ella y ahora la regenta él, al igual que todo el negocio familiar. No quiere deshacerse de las estanterías de madera, ni del olor a antiguo del local. «Esto tiene que tener su esencia», sostiene.

El caso es que Joaquín se pasa buena parte del día ahí metido, entre velas y santos. Pero no le transmiten demasiada quietud las estáticas figuras. ?l es un torbellino en toda regla. Es casi imposible resumir sus actividades. Pero promete intentarlo. Empezamos hablando de su querencia por los animales. Cuenta que tuvo varios caballos. Y que le encanta la aventura. Entonces, se acuerda de cuando a lomos de un equino se metió a navegar un buen trecho del Ulla. «Fue una pasada», dice. También le apasionan los reptiles. «Tengo un reptilario bastante grande, con más de veinte animales. Tengo por ejemplo camaleones o tortugas», cuenta mientras se apura a buscar en el móvil fotos que demuestren que no habla en broma.

Está buscando imágenes del reptilario pero, mientras lo hace, aparecen otras que van narrando sus mil y una actividades, sus diferentes vidas. «Mira esta, aquí está la bicicleta que yo inventé para ir a esquiar. La probé y funciona de maravilla», explica mientras muestra una foto de un aparato que, efectivamente, es un híbrido casero de bici y esquí. Paseando por su galería de imágenes también aparece Joaquín haciendo trial, otra de sus pasiones, alguna que otra vestido de buzo y listo para hacer pesca submarina o con la autocaravana con la que le gusta irse de excursión «al lugar más raro que uno se pueda imaginar».

Ritmo frenético

Reconoce que si se sometiese a examen, posiblemente, sería un claro caso de hiperactividad clínica. Y que es muy difícil seguirle el ritmo. «La verdad es que ando muy frenético. Ahora en Pontevedra tengo un amigo que viene conmigo a entrenar en bicicleta… y siempre me pregunta si no me agoto, porque yo siempre tengo las pilas puestas», explica con energía. En ese afán suyo por no estarse quieto nunca, también le gusta experimentar con la cera, con las velas y con todo lo que incluye su negocio. Fue así cómo logró hacer una vela que apenas genera humo; cómo logró sacar aromas nuevos y velas decorativas… «Me gusta crear, este oficio tiene muchísimo de artesanía. Yo estoy todo el tiempo dándole vueltas a la cera y a los materiales, no me gusta hacer las cosas siempre igual», insiste una y otra vez. Mientras habla, vuelve a rebuscar entre sus fotos en el móvil. Y saca entonces una especie de cenador que está haciendo con restos de poda de palmeras. «¿Ves? Esto es lo mío, buscar la manera de reutilizar materiales. Esto es lo que más me gusta», indica. Joaquín sonríe viendo sus palmeras desmenuzadas cogiendo forma de cenáculo. Entonces, piensa en sus dos hijas. Recuerda los experimentos con ellas en la fábrica de velas. Y reflexiona: «Se puede ser feliz en el sitio menos previsto, ¿verdad?». Cierto.

¿De dónde procede?. Joaquín viene de una estirpe de cereros. Es la cuarta generación de una familia de Cesures dedicada a este negocio.

¿Dónde trabaja?. A medio camino entre la cerería que regenta en Pontevedra y la fábrica de Pontecesures donde se fabrican las velas y demás material.

La Voz de Galicia

Herbón despidió a su párroco de más de medio siglo.

Herbón despidió a su párroco emérito, Anacleto Domínguez Suárez, que falleció en la noche del martes a los 77 años de edad en su casa de la parroquia padronesa. El sacerdote llevaba unos tres años sin ejercer, debido a su estado de salud. Fue párroco de Herbón durante más de 50 años, tras dos como sacerdote coadjutor en Boiro.

A la vez que atendía la parroquia de Herbón, también ayudaba en otras del concello, como la de Iria-Flavia y la de Carcacía, así como en las de Santa Mariña y San Miguel de Barcala, en el municipio de A Estrada.

Anacleto Domínguez era natural de Badajoz, aunque su infancia la pasó, con su familia, en Zas, para después asentarse en la parroquia de Busto, en Santiago. Fue enterrado el jueves en el cementerio de Herbón.

La Voz de Galicia

«En Castela, Irlanda e Escocia mírannos con certa envexa».

Noventa músicos, bailaríns e actores presentan en Valga «Balbino», inspirada na obra de Neira Vilas.

Domingo ? 20 horas ? Auditorio de Valga ? Entrada a 8 euros ? Valga vai vivir un espectáculo musical de primeira liña. Noventa músicos, bailaríns e actores subirán o escenario do auditorio para presentar «Balbino», unha montaxe dirixida por Pedro Bass en colaboración cos directores dos grupos instrumental, de pandereteiras e coro da agrupación Cantigas e Agarimos de Santiago. Este último, o cambadés Xaquín Xesteira, fala do espectáculo e da situación de música e o baile tradicional galegos na actualidade.

-¿Que vai atopar o público que se achegue a Valga o domingo?
-? unha recreación da obra de Neira Vilas «Memorias dun neno labrego», pasando por diferentes momentos da súa infancia, da etapa da emigración, na se que mesturan bailes de aquí con bailes de fóra, tendo como fío condutor o baile tradicional. Ao final do espectáculo poderanse escoitar unhas palabras do propio Neira Vilas, gravadas, que non lle dou tempo a dicir a el mesmo cando foi a estrea, en decembro, porque finou.

-Noventa persoas conforman o elenco artístico, ¿pódese falar dun musical á galega? ¿Esta dimensión do espectáculo non limita moito a posibilidade de representar?
-Pódese dicir así. No auditorio de Valga hai que axustarse as medidas que hai. O ano pasado, cando o presentamos no auditorio de Galicia, en Santiago, non houbo ningún problema. Pero o público vai desfrutar igual.

-¿Unha montaxe destas características é viable como negocio?
-Imposible. O que se recada é a beneficio da agrupación, para soster as súas escolas de canto, zanfona, requinto…, nas que hai duascentas e pico persoas. A xente da agrupación que intervén non cobra. Cada un teu o seu traballo; están na agrupación porque lles gusta e porque é unha forma de manter a nosa música e o noso baile.

-¿Como anda de saúde o folclore galego?
-Goza de boa saúde, como demostra a cantidade de agrupacións e asociacións que hai por toda Galicia. De feito, desde Castela, Irlanda e Escocia miran para aquí con certa envexa.

-¿Que queda por facer? -Seguir traballando para conseguir ir un paso adiante e que esta música chegue a estar normalizada dentro do panorama musical xeral. Hai moita xente bailando e tocando, pero non chega a formar parte do escaparate musical da vida normal de calquera persoa. Hai que loitar porque teña un tratamento igual ás outras músicas, hai que seguir na brecha.

La Voz de Galicia

TEATRO INFANTIL EN PONTECESURES: ??AS FABAS MÁXICAS? DE CARAMUXO TEATRO SÁBADO 10 DE SETEMBRO ÁS 22.00 HORAS NO CENTRO SOCIAL.

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-Teatro de monicreques e actor para nenos a partir de 4 anos e familias-

Neste espectáculo, contado en primeira persoa e monicreques, Caramuxo Teatro achéganos unha nova versión do coñecido conto infantil Xan e as fabas máxicas.

Tras criarse na aldea con súa avoa, Xan vive agora de adulto nun apartamento de Nova York. Un día, coidando as plantas da súa terraza, descobre algo que lle fai lembrar unha infancia chea de aventuras.

Dirixida a nenos e nenas a partir de 4 anos, o obxectivo desta segunda proposta de FalaRedes é que o público familar se achegue ao teatro en galego por medio dunha obra de coidada estética na que o humor, a emoción e a palabra van da man.

ESTA ACTIVIDADE ESTÁ ENMARCADA NO PROGRAMA CULTURA NO CAMI?O 2016 EN PONTECESURES, COFINANCIADO POLA AGADIC (AXENCIA GALEGA DE INDUSTRIAS CULTURAIS) E O CONCELLO DE PONTECESURES.