Natividad Laborde, mujer de Franco Argibay, a la que la Fiscalía retiró la acusación. efe
En la Audiencia Provincial de Pontevedra se celebró ayer la última sesión del juicio oral derivado de la ??Operación Cormorán?, que desarticuló, entre los años 2004 y 2005, una de las mayores redes de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, una trama que tenía como cabecillas al riveirense José Antonio Pouso Rivas ??Pelopincho? sobre el que la Fiscalía considera que acumuló un patrimonio de unos quince millones de euros a través del tráfico de drogas y al abogado pontevedrés Manuel Franco Argibay, quien asesoraba a Pouso Rivas para la ocultación de sus bienes. El juicio, que ha quedado visto para sentencia, se celebró con la ausencia de ambos, que se encuentran fugados de la justicia.
En la última sesión de la vista oral, el fiscal, Augusto Santaló, retiró los cargos que inicialmente había presentado contra la mujer de Franco Argibay, Natividad Laborde, y una administrativa de la empresa de inversiones Arte y Natureleza. De esta manera, ambas quedarán absueltas. Hay que recordar que, en las primeras jornadas del juicio, hasta 24 de los imputados se declararon culpables y alcanzaron un acuerdo con la Fiscalía, de manera que consiguieron eludir la cárcel, al fijárseles una condena de solo seis meses de prisión y el pago de multas de entre 45.000 y 800.000 euros. Otra de las acusadas, la madre de ??Pelopincho?, falleció durante la instrucción del caso y otra solamente estaba imputada por vía civil.
Así, de los treinta y seis acusados iniciales tan solo están pendientes de que el tribunal fije la condena seis. Para ellos la Fiscalía solicitó penas de entre cuatro y seis años de cárcel, recayendo las mayores peticiones de condena en las amantes de ??Pelopincho? y en sus colaboradores de confianza. El fiscal sostiene que Teresinha de Jesús y Lidia Niede son las principales testaferros de ??Pelopincho?, aglutinando hasta el 90% del capital intervenido en la ??Operación Cormorán?. Su patrimonio alcanza los doce millones de euros, si bien ambas justificaron durante el juicio que su fortuna proviene del ejercicio de la prostitución, una versión que la Fiscalía rechaza.
También pide condena el fiscal para Antonio Gómez Eiras ??Tucho?, albañil de Cordeiro (Valga) que trabajaba y facturaba para ??Pelopincho?, al que construía los zulos en los que posteriormente escondía el dinero, joyas y otros artículos de gran valor. Sobre Benito Suárez, entiende el Ministerio Público que era el hombre de confianza de Pouso Rivas, mientras que también se mantienen las acusaciones de blanqueo de capital contra la mujer de este último y una hija de ??Pelopincho?, Vanesa Pouso Cacabelos, que también recurrió durante este juicio al argumento de la prostitución. Concretamente llegó a declarar que su dinero lo había ganado como ??chica de compañía?.
Además de las penas de entre cuatro y seis años de cárcel solicitadas para estos seis acusados, la Fiscalía también reclama sanciones económicas millonarias y el comiso de todos los bienes que les fueron intervenidos a raíz de la ??Operación Cormorán?, que se desarrolló en dos fases y estuvo dirigida por el Juzgado de Instrucción número dos de Caldas de Reis. Precisamente hacia este juzgado tuvo palabras de reconocimiento tras el juicio el fiscal Augusto Santaló, quien alabó el ??excelente trabajo? que llevó a cabo en la fase de diligencias.
diario de arousa, 07/07/11