Hace tres años que una sentencia reconoció a cerca de una veintena de empleados de la fábrica de Nestlé en Pontecesures su condición de fijos. Sin embargo, la empresa aún no pagó las indemnizaciones correspondientes por antigüedad. Eso es al menos lo que denuncian los afectados, que resaltan que Nestlé no presume solo de la calidad de sus productos sino también de mantener unas buenas relaciones laborales y atender los derechos de su personal. «Lamentablemente esto último no es verdad -aseguran los trabajadores-. Además de decidir despidos con la menor indemnización posible, desde hace tiempo las subidas salariales son prácticamente testimoniales en la empresa, la cual abusó también de la contratación eventual en fraude de ley; esto es, contratar como eventuales a trabajadores que tenían que haber sido contratados como fijos continuos o discontinuos».
Después de años trabajando en esta situación, los empleados eventuales, a la que se les contrataba solo por temporadas, acudieron a los tribunales para que, atendiendo a la modificación de las leyes que les reconocían su condición de fijos discontinuos, se les incluyese en esa categoría, y además, se les pagaran los atrasos por antigüedad.
Hace tres años que el Juzgado de lo Social de Pontevedra les dio la razón. «Si la empresa fuera lo que dice que es para sus empleados, ahí tendría que haber finalizado el litigio y cumplirse esa sentencia, pero Nestlé, con un equipo de abogados que por su número y actuación parecían de las series de televisión americanas, recurrió ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que confirmó la primera sentencia».
Recurso ante el Supremo
No finalizó ahí el rosario judicial, aseguran, sino que tras el varapalo del TSXG, la empresa recurrió la sentencia ante el Supremo, «que desestimó ese recurso el pasado mes de junio, puesto que las alegaciones de la empresa no tenían base legal».
Los afectados denuncian que entró ya el mes de octubre y la situación sigue siendo la misma, que se han cumplido tres años desde la primera sentencia y que la empresa trata de ganar tiempo en los juzgados para no pagar los cuatrienios de los servicios prestados. «Y esto es así por la terquedad de Nestlé, que tiene cada vez más una política inflexible ante los derechos de su personal, queriendo retrasar al máximo el cumplimiento de lo que la sentencia resolvió como justo para dejar claro que se opondrá ‘hasta donde haga falta’ a toda solicitud de reconocimiento de derechos que las leyes y el convenio colectivo estipulan», sostiene la plantilla cesureña.
LA VOZ DE GALICIA, 24/10/09