Más parados en Pontecesures.

También este año, octubre se ha confirmado como un mes negro para el empleo en el conjunto de los concellos del sur de la ría de Arousa. El punto final a la temporada de verano, alargada en la comarca por el efecto tractor ejercido por la Festa do Marisco de O Grove, ha elevado en 161 personas la cifra de demandantes de trabajo registrados en las oficinas públicas de empleo, que se sitúan en los 4.834. Un 3,44 % más que los 4.673 al cierre del mes de septiembre en los once municipios de la zona. Unos datos que otorgan al sur de Arousa la poco edificante etiqueta de principal punto de crecimiento del paro en octubre en Galicia, sumando el 13,2 % de los 1.222 nuevos desempleados de la comunidad.

El adiós al verano y a los empleos asociados al turismo y las actividades de ocio de la época de vacaciones por excelencia en nuestro país queda patente en la distribución de los nuevos parados. De ellos, 146, esto es, el 90,7 % de los 161 trabajadores sumados a la búsqueda activa de un contrato a través del sistema de colocación de las Administraciones del Estado, aparecen agregados al sector servicios, en el que aspiraban a retornar al mercado de trabajo 3.313 personas al término de octubre.

El aumento del paro registrado resulta anecdótico en el resto de los sectores, con 1 ciudadano más apuntado a las listas en la casilla de agricultura y pesca con respecto al mes de septiembre, para un total de 237, 2 en la de construcción (312 en total) y 7 en la de industria (598). El colectivo sin un empleo anterior pasó de los 369 demandantes de un contrato a los 374 (+5).

El incremento del número de parados se concentró en esta ocasión entre los trabajadores varones, 120, por las 41 mujeres que pasaron a engrosar el registro en octubre. Esto es, tres de cada cuatro nuevos desempleados en la comarca son hombres.

Por concellos, Pontecesures fue el que registró un mayor crecimiento porcentual de su número de vecinos en busca de un puesto en el mercado laboral, del 8,5 %, al pasar de 117 a 127, seguido de Catoira, con un incremento del 6,5 % (de 123 a 131) y A Illa de Arousa, con el 6,1 % (de 131 a 139). Les siguen, por este orden, Vilanova de Arousa, con una subida del 5,6 % (de 467 a 493 parados), O Grove, del 4,9 % (de 328 a 344), Meis, del 4,6 % (de 151 a 158), Cambados, del 3,6 % (de 561 a 581), Vilagarcía de Arousa, del 2,6 % (de 2.272 a 2.332), Meaño, del 1,4 % (de 146 a 148), Ribadumia, del 1,3 % (de 156 a 158) y Valga, del 0,9 % (de 221 a 223).

Con todo, la imagen cambia radicalmente si en vez de entre los dos últimos meses la comparación se realiza a nivel interanual. Así, los 4.834 parados con los que se despidió este último octubre en los once concellos del sur de Arousa son 510 menos que los 5.344 registrados justo un año antes. Hablamos, pues, de una caída del 9,5 % en doce meses.

La Voz de Galicia

Unha ducia de gatos da rúa foron vacinados e esterilizados.

Ao longo desta semana, nas rúas de Pontecesures levouse a cabo unha nova campaña de captura, esterilización e retorno nas colonias felinas na vila. Segundo explican, una ducia de animais foron esterilizados, desparasitados, vacinados e colocóuselles un chip antes de ser devoltos ás rúas grazas ao convenio de colaboración coa Deputación a traves dos dos servixos da CAAN.

La Voz de Galicia

O Tranquilo, cuarenta años mimando los mejores bocadillos de calamares.

Tanis, un referente en Vilagarcía.

Su clientela se volcó con el aniversario de la célebre taberna de Vilagarcía, que Tanis y Ana fundaron en 1984 y convirtieron en un símbolo de la gastronomía arousana en las distancias cortas

En un tiempo como el nuestro, dominado por la ñoñería digital, pareciera que las realidades materiales, las cosas que uno puede tocar con las manos, hayan caído a una especie de segunda división, derrotadas por el poderío de los chats y las redes sociales. En un rincón de Vilagarcía, camino de la estación de ferrocarril, una taberna mantiene encendida desde hace cuarenta años una luz que defiende todo lo contrario. Ninguna aplicación, ningún Zuckerberg de pacotilla podrán competir jamás con un bar como O Tranquilo a la hora de hacer comunidad. El sábado, el proyecto de vida que Estanislao García, Tanis, fundó en 1984 junto a su esposa, Ana Campos, celebró su cuadragésimo aniversario. Y su clientela, la que nunca ha fallado, volvió a volcarse con ellos. «Isto —sostenía Tanis a pie de obra— é unha familia de verdade».

Cuando O Tranquilo elaboró su primera carta de bocadillos y raciones, Pilar, la hija de ambos, apenas era una chiquilla. Su hermano Tanis nació ya con el negocio en marcha, y por el local corretea una tercera generación. Aquí hay pasado y hay presente, de eso iba la celebración, pero también mucho futuro.

El mejor bocata de calamares se come con calma

Mientras Guillermo y Lucho, los dos camareros que completan el equipo, abrían cervezas, Xoanqui Ameixeiras cocinaba mejillones en la terraza (al vapor y en un fabuloso guiso con garbanzos cuyas últimas raciones tuvo que rebañar del fondo de la tartera). El personal se servía el vino, tinto y treixadura bien fresco, unos y otros andaban de aquí para allá y Charly González cortaba dos señores jamones. Todo, obsequio de la casa y de un puñado de amigos para la gente tranquila.

Llegar a este párrafo sin haber escrito una línea sobre los calamares de O Tranquilo casi resulta imperdonable. En la fiesta no se comió ni uno, pero empaparon las conversaciones como la lluvia lo hacía con las aceras de un sábado borrascoso sin que a nadie le importase. Habrá que esperar al 14 de noviembre para volver a probarlos, porque entre brindis los taberneros han cogido vacaciones. Su secreto: luras de verdad, limpieza exquisita, rebozado dorado y crujiente, pan bien elegido, mucho oficio y enormes dosis de cariño en cada bocadillo. El mejor de los bocadillos.

  • «Non sodes clientela, sodes familia». Así definió Tanis el sábado al extenso grupo que forma la clientela de O Tranquilo. A quienes estaban presentes y a los que no pudieron estar, porque hasta en México hay gente tranquila. Un vídeo recogió sus felicitaciones, entre las que figuraban buena parte de las caras más conocidas de la TVG, la cadena de cabecera en la taberna. «Correto, Ghayoso», que diría Pantera.

La Voz de Galicia

Falleció Manolo Loureiro, muy vinculado a la antigua Casa Castaño.

Manuel Loureiro

El ribeirense Manuel Reinaldo fundó en 1995 Conservas Lou en Castiñeiras

«Fue un maestro para todos, nunca tuvo secretos para nadie y siempre intentó ayudar a todo el mundo». Estas son algunas de las frases más repetidas al hablar de Manuel Reinaldo Loureiro Pérez (Ribeira, 1943), el empresario que puso en marcha Conservas y Ahumados Lou en la parroquia de Castiñeiras y vio como este «pequeño taller», como él lo llamaba, comenzó a ser pionero en muchos mercados, como en la venta de ortigas en lata.

Aunque su relación con el mundo de las conservas le venía de familia, porque un bisabuelo suyo había levantado en 1880 una fábrica salazonera que él compraría más tarde, Manuel Reinaldo Loureiro no desembarcaría en el sector hasta que casi rondar los 50 años. Estudió Químicas y trabajó primero en una factoría de Nestlé en Suiza para luego hacerlo en los altos hornos de Vizcaya hasta que cerraron. Regresó a su Castiñeiras natal y puso el ojo en las viejas ruinas que habían pertenecido a su familia, y con ayuda de un vecino que era bastante manitas en 1995 se propuso relanzar el negocio. Y vaya si lo hizo.

 Un empresario de la conserva pionero que cede el testigo de la factoría Lou de Ribeira

Comenzó elaborando semiconservas de pescados, y más tarde se atrevió a innovar con ortigas, algas, boquerón, anchoa, salmón, castañas asadas en almíbar, ostras, erizo, truchas, pez espada o caballa y sardinilla ahumada que comercializó con las marcas delicatesen Don Reinaldo y Lou Terra.

Tras 31 años en el sector y sin un relevo en su familia, en el verano del 2021 dejaba la empresa en manos de las emprendedoras Ana y Marta Escurís Pérez, que continúan con el negocio.

Loureiro falleció hoy ayer los 80 años y sus restos mortales serán velados hoy, entre las 16.00 y las 20.00 horas en el tanatorio de Pompas Fúnebres en Xarás, donde a continuación tendrá lugar su incineración en la más estrictas intimidad.

La Voz de Galicia

Zonas cerradas por obras y clases en el comedor: así retoma el curso el colegio de Pontecesures.

La cubierta del centro salió volando la pasada semana al paso de Kirk

Como resolver un sudoku o ganar una partida al tetris. Así ha sido el proceso que durante el fin de semana ha realizado el equipo directivo del colegio Infesta, de Pontecesures, para conseguir reubicar las ocho aulas que ocupan la planta superior del edificio que la pasada semana perdió su tejado. Los fuertes soplidos del temporal Kirk provocaron que el jueves, el edificio de Primaria y Secundaria de este centro amaneciese con la cubierta en el suelo y un nubarrón de escombro en su parte más alta, motivo por el que las clases debieron suspenderse hasta este lunes. Ayer, con los peligros para la rapazada conjurados, el alumnado y el equipo docente pudo retomar las clases. Pero con muchas novedades. Para empezar, los grupos de Secundaria, que ocupaban la planta superior del maltrecho inmueble, tuvieron que ser reubicados. A las ocho aulas que se necesitaban se les ha abierto hueco en el edificio de Infantil: el estudiantado ha colonizado varias aulas que estaban libres, el comedor, una sala de profesores…

Pero en el centro ha habido más cambios para adaptarse a la nueva situación. Una parte importante del patio ha quedado cerrada. Bautizada como «zona de obras», pretende servir como espacio que permita a la empresa que está procediendo al cambio de la cubierta trabajar con comodidad y, sobre todo, minimizar los riesgos para la comunidad educativa. Y es que garantizar la seguridad del alumnado es la prioridad absoluta del equipo directivo del centro.

Para reducir riesgos, también se han reorganizado las zonas de entrada y de salida, las zonas de llegada de autobuses… Y ayer se desplegó un operativo perfectamente trazado para que la rapazada —hay alrededor de 90 estudiantes afectados por la reubicación— pudiese encontrar el emplazamiento de sus nuevas aulas sin tener que dar vueltas.

Según explica el director, Miguel Calvo, esta situación de interinidad se prolongará mientras dure el cambio de cubierta. Estas podrían finalizar en cuestión de días, siempre y cuando el tiempo lo permita. Y las previsiones, la verdad, no son muy halagüeñas en ese sentido. En cualquier caso, la solución buscada permitirá «que o alumnado teña as súas clases» y no pierda el ritmo del curso.

La Voz de Galicia

El colegio Infesta recuperará las clases el lunes tras reubicar al alumnado.

Fue uno de los centros educativos en los que el tejado salió por los aires durante el azote de Kirk

El colegio de Pontecesures retomará las clases el próximo lunes, según informó ayer la dirección del centro. Para ello, el equipo directivo ha procedido a planificar la reubicación del alumnado de Secundaria, que ocupaba la planta alta del edificio del que voló la cubierta, tanto en la planta inferior de ese mismo inmueble, donde se encuentran las clases de Primaria, así como en el pabellón de Infantil y en el comedor. Ahí recibirán clase los estudiantes de más edad mientras duren las obras de reposición del tejado del centro.

El colegio de Pontecesures fue, junto con el IES de As Bizocas, una de las grandes víctimas del Kirk en la orilla sur de la ría de Arousa. Afortunadamente, en ambos casos la incidencia se registró cuando no se habían iniciado las clases, lo que evitó que el susto acabase convirtiéndose en algo más grave.

La Voz de Galicia