La Diputación de Pontevedra asumirá la construcción de un campo de fútbol de hierba sintética en la zona de Porto, en Pontecesures, y diversas mejoras en cinco calles del casco urbano. Así lo anunció ayer el presidente del organismo provincial, Rafael Louzán, durante la visita institucional que realizó al Concello donde mantuvo un encuentro con representantes de la corporación.
Traicionados por los nuestros.
Así nos sentimos todos aquellos docentes que, empujados por un Gobierno que no convocaba plazas, nos vimos obligados a salir de Galicia para poder trabajar. Este año, al intentar volver a través del concurso de traslados que está teniendo lugar en estos momentos, nos encontramos con un cambio inesperado: en esta convocatoria y “de forma puntual” (dicen) no se permite participar a docentes de fuera de la comunidad. La excusa: “favorecer a los docentes gallegos”. Será que nosotros ya no lo somos y por ello se nos niega la vuelta a casa. Eso sí, nos sugieren participar en el concurso nacional, en el que todos sabemos que el número de plazas a concurso es mucho menor. Y todo esto sugerido y solicitado por nuestros propios sindicatos, que nos cierran las puertas de vuelta a casa. Está claro que tendríamos que haber nacido hijos o nietos de emigrantes en Sudamérica. Así al menos podríamos, como mínimo, votar, y la vuelta se nos facilitaría mucho más.
Carta al Director de “LA VOZ DE GALICIA” de Helena Castro Fernández. Cifuentes (Guadalajara)
Los municipios que llevan la basura a Lousame se unen para impulsar una planta de biomasa
Ames, Brión, Padrón, Dodro y Rois se sumarían al proyecto de Barbanza y Arousa
Desde que la mancomunidad de municipios Serra do Barbanza se puso en marcha, en 1997, nunca hasta ayer se había producido una aproximación entre este colectivo y Arousa Norte. Ahora, ambas entidades se muestran dispuestas a colaborar para poner en marcha una planta comarcal que utilice la biomasa forestal para producir energía eléctrica, instalaciones que se ubicarían dentro del recinto que ocupa el complejo medioambiental de tratamiento de residuos de Servia.
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La Xunta adjudicará en 2008 el proyecto de reforma y humanización de la zona portuaria.
Incluirá la colocación de pasos de peatones elevados para evitar las altas velocidades de la calle.
Representantes del gobierno local de Pontecesures se reunieron ayer con el presidente de Portos de Galicia, Jacinto Parga, para estudiar la situación administrativa del proyecto de reforma de la zona portuaria de la villa, que incluirá la mejora de la calle Eugenio Escuredo y sus alrededores, en donde se habilitarán nuevos espacios públicos, plazas y otras áreas de recreo. Según le adelantó Parga a la alcaldesa, las obras se adjudicarán a lo largo del año 2008 y su coste (todavía por confirmar) será incluído en los presupuestos de la Xunta de Galicia para ese ejercicio. La actuación de humanización de este entorno fue, en los últimos años, una de las grandes aspiraciones del Concello cesureño.
La Xunta desembolsó 42.300 euros en Arousa por defectos de las carreteras
Dieciocho vecinos fueron indemnizados por daños sufridos como consecuencia de la existencia de baches
El mal estado de las carreteras de la comarca de Arousa obligó a la Consellería de Política Territorial a desembolsar 42.300 euros en la última década por indemnizaciones a particulares que sufrieron algún tipo de percance mientras circulaban por ellas. La mayoría de las reclamaciones de este estilo que fueron examinadas por el Consello Consultivo de Galicia se referían a desperfectos causados por la existencia de baches en la calzada. Fueron admitidas nada menos que dieciocho quejas de este tipo, de tal manera que la Xunta deberá indemnizar a sus víctimas.
Pontecesures: Frenos flojos, acné y coches baratos
Cesures, supuesta capital arousana de las carreras de madrugada, muestra cicatrices de «arrancadas» protagonizadas por chavales e historias sobre apuestas a 500 euros
«Isto son caralladas de chavales, aquí estades perdendo o tempo». Son las cinco de la mañana del domingo. Un tipo embutido en su chaqueta de cuero habla con conocimiento de causa a las puertas de uno de esos pubs pegados al río Ulla que han ganado para Pontecesures un hueco destacado (aunque cada vez menor) en el olimpo de las eternas noches arousanas. Pepe, que no es su nombre pero podría serlo, es mecánico. Su desdén apunta al único indicio palpable de las supuestas carreras ilegales que, denuncian los vecinos del lugar con algún concejal al frente, se adueñan de la zona de marcha de Cesures cada fin de semana: cuatro largas manchas de goma quemada sobre el asfalto.