La comunidad gallega es el segundo territorio más afectado por la reducción de servicios ferroviarios durante la pandemia.

El sindicato de maquinistas reclama su restitución.

Las quejas del Sindicato de Maquinistas (Semaf) por la escasa predisposición de Renfe a aumentar los servicios suprimidos a causa de la pandemia le han llevado a denunciar una situación que parece una tormenta perfecta: Renfe suprimió una media de 800 trenes al día, pero no logró frenar las incidencias y cancelaciones, que en algunos casos aumentaron pese a la drástica reducción de las circulaciones. Una situación paradójica que, para la central sindical refleja la decadencia de los parámetros de calidad del servicio ferroviario en los últimos tiempos.

Los técnicos del Semaf compararon las circulaciones y las incidencias del viernes 13 de marzo del año pasado, antes de que se pusieran en marcha las restricciones del estado de alarma, con las del pasado viernes día 12. Para ello utilizaron la propia aplicación interna de gestión de circulaciones de Renfe. El año pasado, había 6.469 trenes circulando, frente a los 5.563 actuales, lo que supone una reducción de 798 circulaciones (aunque se emplea la palabra tren como sinónimo, un mismo convoy puede efectuar varias circulaciones en el mismo día). Lo curioso es que la comparación entre ambos días refleja que el 13 de marzo del año pasado hubo 47 cancelaciones, frente a las 111 de este año. Para el sindicato este hecho refleja que Renfe no solo no consigue frenar las incidencias pese a la drástica reducción de servicios. En algunos casos aumentan. «Podemos afirmar, por tanto, que Renfe programa 800 trenes menos al día y que a pesar de ello se acaban produciendo más cancelaciones, 64 más, fruto del déficit de 150 maquinistas de un año respecto a otro, y de la deficiente gestión del mantenimiento de los vehículos». Estos dos factores, entre otros, fueron los que llevaron a los maquinistas a convocar recientemente una huelga. Pero fue desconvocada después de que la operadora ferroviaria pública se comprometiera a reponer servicios, contratar más conductores y mejorar los programas de mantenimiento del material rodante.

La Voz de Galicia

La Xunta teme que los trenes suprimidos por la pandemia no se recuperen nunca.

El Gobierno de España celebra junto al resto de países el Año Europeo del Ferrocarril en la situación más anómala que ha vivido el sector en los últimos años, pues Renfe mantiene a medio gas casi todas sus frecuencias por las restricciones de movilidad y porque la demanda tampoco despega de forma relevante cuando esas medidas se relajan. La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, confesó en una entrevista con La Voz el temor del Gobierno gallego a que servicios que fueron suprimidos durante la pandemia no se recuperen nunca, reduciendo aún más las frecuencias en la red ferroviaria interna de Galicia. «Es un temor que tenemos y advertimos que es necesario que se repongan todas las frecuencias perdidas cuando mejore la situación sanitaria», aseguró, precisamente cuando se cumple un año de los recortes de servicios que, por ejemplo, dejaron el tren Ferrol-Ribadeo -por la antigua línea de Feve- con una frecuencia por sentido.

En la consellería tienen el temor de que la liberalización de determinados corredores de alta velocidad y por tanto la entrada de competencia facilite que Renfe descuide aún más el servicio en territorios periféricos. «Nos hemos sentido abandonados por Renfe durante el proceso de reposición de servicios tras el primer estado de alarma. Si ya nos sentíamos abandonados antes, mucho más ahora con la pandemia. Tuvimos múltiples quejas de usuarios que no fueron atendidas», aseguró Ethel Vázquez, que espera tratar este asunto en la reunión que el Gobierno gallego tendrá el viernes día 9 de abril con el ministro José Luis Ábalos y la cúpula de Transportes. En principio, la dirección de la operadora ferroviaria pública se comprometió recientemente con el sindicato de maquinistas -en las negociaciones para evitar una huelga- a reponer la inmensa mayoría de los servicios previos a la pandemia. Aunque, por ejemplo, parece definitivo que se eliminarán los trenes hotel con Madrid y Barcelona.

En esa reunión también se solicitará información sobre cómo será la operación de trenes de Renfe cuando en otoño se ponga en servicio la línea de alta velocidad entre Galicia y Madrid. Los trenes Avril de ancho variable no llegarán a tiempo y habrá un período de transición en el que los trenes AVE estrictos solo podrán llegar a Ourense al no poder cambiar el ancho de sus ejes para llegar a Santiago y al resto de las ciudades del eje atlántico. La Xunta considera muy importante qué material rodante se utilizará, pues es clave para poder cumplir con los tiempos de viaje comprometidos y evitar transbordos.

La Voz de Galicia

Once padexeiros do Náutico de Pontecesures van aos nacionais de inverno.

O río Guadalquivir recupera esta fin de semana a actividade estatal de piragüismo. Tras un 2020 en branco pola pandemia de covid-19, cos padexeiros galegos podendo competir no calendario reducido que si programou a Federación Galega, o Campeonato de España de Invierno vive en Sevilla a súa atípica quinquaxésima primeira edición. A que tivo que ser suspendida doce meses atrás coincidindo co inicio do primeiro estado de alarma e o confinamento domiciliario decretado polo goberno de Pedro Sánchez.

Agora, cun estrito protocolo anti covid-19 e sen acceso máis cos deportistas, técnicos e árbitros, a primeira cita estatal en ano e medio contará coa participación de 792 padexeiros de 113 clubs. Deles, 243 e 30 galegos, respectivamente. E destes, un de cada cinco piragüistas desprazados desde a banda sur da ría de Arousa.

En total, son 47 os padexeiros que defenderán as cores das Torres-Romaría Vikinga de Catoira (13 canoístas e kayakistas), do Breogán do Grove (12), do Náutico Pontecesures (11), do Piragüismo Illa de Arousa (6) e do Náutico O Muíño de Ribadumia (5). Todos eles partiron entre onte e hoxe cara Sevilla, onde mañá pola mañá arrincará o Campionato de España de Inverno.

La Voz de Galicia

Vilanova presentó el producto en alianza con la Xunta de Galicia y los concellos ribereños del Ulla: Catoira, Valga y Pontecesures.

El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, vio por fin cumplido uno de sus objetivos para este mandato: reflejar en negro sobre blanco el compromiso institucional para llevar a buen puerto la ruta Mar de Santiago. El producto -el itinerario jacobeo por el río Ulla en dirección a Santiago- no es nuevo, ni mucho menos. Tiene una tradición secular, ya se viene explotando turísticamente desde hace décadas por la hoy Fundación Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla y, en los últimos años, por la Mancomunidade do Salnés a través de la Variante Espiritual. Pero ahora que se ha apartado de la entidad comarcal, el vilanovés quería su propia criatura y en este parto cuenta con la complicidad de la Xunta de Galicia y de los concellos ribereños del Ulla: Catoira, Valga y Pontecesures. Y las puertas están abiertas para todo el que se quiera sumar, indicó ayer.

La Ruta Mar de Santiago nace con polémica porque Vilagarcía reivindica frente a esta marca la de Mar de Compostela y con el lastre que supone la pandemia, que ha chafado el arranque del año Xacobeo. Pero, pese a todo, el proyecto encara el futuro con entusiasmo, según se desprende de las declaraciones de los respectivos alcaldes, que este miércoles se dieron cita en Vilanova para firmar un convenio de colaboración con Vicepresidencia. Su titular, Alfonso Rueda, no faltó a la cita para dejar constancia de su compromiso con el proyecto, también desde el punto de vista económico, dado que la Xunta aporta 120.000 de los 150.000 euros con que se dota el convenio. Esta cantidad se invertirá en promoción turística -vía ferias, folletos y soportes digitales- a la espera de otras acciones en el 2022. «Se mire por onde se mire é un acerto», indicó el alcalde cesureño, Juan Manuel Vidal Seage. Y cada regidor llevó el ascua a su sardina. José María Bello Maneiro reivindicó la tumba de Prisciliano situada en Valga como uno de los valores de la ruta y Alberto García hizo lo propio con las Torres de Oeste y «os temibles vikingos». Ambos recibieron al final del acto la correspondiente corbata corporativa, porque sí, Mar de Santiago tiene corbata propia, que ayer ya lucieron orgullosos Durán, Seage y el concejal Iván Caamaño. Era un día de etiqueta y celebración en el que Durán, que ejerció de anfitrión, incluso bromeó con la posibilidad de promocionar la ruta marítimo-fluvial en el drakkar y a remos.

La Voz de Galicia

Pontecesures: de la indignación al alivio en tan solo unas horas.

Semana dura la que está viviendo el regidor de Pontecesures, que califica el momento como «a situación máis incómoda dende que son alcalde», afirma Juan Manuel Vidal Seage. Con únicamente cinco casos activos y sin nuevos positivos en los siete últimos días, los cesureños confiaban en que el comité científico los sacara del nivel máximo de restricciones en el que estaban. Y así fue. Pero para caer en el nivel alto, con lo que el cambio no era mucho. La decisión se conoció en la noche del martes y la indignación fue patente en las redes sociales y a la mañana siguiente en el concello, a donde se dirigieron varios hosteleros para reclamar al alcalde una solución que él no podía darles.

Así transcurrió la mañana, pero todo cambió al mediodía. Fue entonces cuando el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijoo anunciaba las nuevas medidas, en las que se establecía que los concellos en nivel alto dejaban de estar perimetrados, con lo que sus vecinos, y los de los municipios limítrofes, podrán entrar y salir de las localidades, algo fundamental para el comercio. La hostelería también podrá reabrir, pero solo servirá en terrazas y al 50% del aforo. Un alivio, en fin, aunque sea pequeño para una situación que, asegura Vidal Seage, «nos estaba matando».

El alcalde había insistido ante la Xunta en que el simple dato de la incidencia ahoga a concellos pequeños como el cesureño. «Cónstame que outros alcaldes na nosa situación tamén o fixeron», apunta Vidal Seage. Fuera por esa insistencia de los regidores o porque los técnicos decidieran que correspondía ahora hacer un cambio de criterio, lo cierto es que ayer al mediodía llegó una pequeña bocanada de aire a Cesures. Imprescindible, asegura el regidor, porque afirma que estaba notando demasiada crispación en el ambiente.

Eso sí, el regidor pide ahora prudencia a sus vecinos y que cumplan las normas para no tener que dar un paso atrás. «Teño pasado por diante dalgunha casa e haber oito coches», avisa. E insiste en que él poco más pueda hacer en este asunto que dar la cara como alcalde. «Eu non podo explicar por que alguén pode ir As Cancelas pero non a visitar a súa nai», concluye.

La Voz de Galicia

La poda de los árboles del Espolón de Padrón deja ver el mal estado de algunos.

La poda de los árboles plataneros del Paseo del Espolón hace más visible el aparente mal estado de varios ejemplares. En algún caso, ese estado era irreversible y el Concello optó por cortar el ejemplar por el tronco. La poda, realizada semanas atrás, se suma a la corta de ramas podridas o muertas realizada el año pasado, después de que en una misma semana se desprendiesen dos ramas de otros tantos árboles.

Tras la poda de este año, el grupo socialista de Padrón advierte de que los «cortes non poden quedar así; hai que darlle un produto para que non entren enfermidades nas árbores», señala el portavoz Camilo Forján. Este añade que, de quedar los cortes así, «hai risco de que aumenten os danos nas árbores» que, en algún caso, considera que «xa non teñen remedio» y muestra de ello es la tala de un ejemplar.

Por ello, el portavoz del PSOE de Padrón insiste en que los plataneros «necesitan un tratamento cada vez que se podan; facer algo máis que cortar as ramas e tiralas», dice. Este grupo es consciente de que es una medida «costosa, pero máis o é deixalos morrer». En este sentido, Camilo Forján también señala que hay ejemplares que «claramente van morrer, pero haberá que buscar algún sistema de reposición e non facer como pasou no Souto, que se cortaron un bo número deles e non houbo reposición».

Sobre el mal estado de los árboles, además de la edad (son centenarios), Forján habla de los daños causados por las «podas agresivas» de los mismos, a menudo para descargarlos del peso de las ramas, pero también del golpe que le infringían los vehículos grandes cuando circulaban por la avenida de Castelao, en el caso de aquellos plantados en este lateral de la vía urbana.

Desde el Concello no se pronuncian sobre el tema, pero tenían previsto realizar una memoria fotográfica de los plataneros para remitírsela a la Xunta y a la Estación do Areeiro para solicitar la opinión de los expertos.

La Voz de Galicia