Valga abre su centro superior de música con cuarenta alumnos.

El Concello de Valga ha apostado por la educación musical y el colofón a este proyecto es la puesta en marcha del Centro Centro Superior de Música de Valga (CSM Galicia), que el viernes se inauguró de forma oficial. «É un soño feito realidade», indicó el alcalde, José María Bello Maneiro, durante el acto. Apuntan desde Valga que solo A Coruña y Vigo cuentan con centros de este nivel. «Non queremos competir con elas, pero estou seguro de que de aquí van saír grandes profesionais, os músicos mellor formados», añadió el regidor. El delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, fue más allá y se refirió a Valga como «a capital musical de Galicia».

El CSM Galicia ofrece estudios superiores oficiales de seis especialidades: interpretación, pedagogía, musicología, composición, dirección e producción y gestión. El centro cuenta se estrena con 40 alumnos.

Los tres socios fundadores, Manuel Villar (director), Pere Molina (codirector), y María Jesús Rey (gerente) expresaron durante su entusiasmo con este proyecto: «Moitos pensaban que tentar levantar un centro superior de música en Valga era unha tolería, pero con ilusión pódese conseguir calquera cousa. Estamos poñendo a Valga no centro do panorama musical internacional», según indicó Manuel Villar. En el acto inaugural no faltó la música, que corrió a cargo de Yuri Durán e Martín Chaves, alumnos de primero y segundo de piano, respectivamente, y de los profesores Adrián Pais (saxofón), Alejandro Salgueiro (fagot), Paula Gago (repertorio con piano), Javier Morgade (clarinete) e Anna Mélikhova (canto).

La Voz de Galicia

Valga espera cosechar 400 kilos en el «Olivar de la concordia».

Paulino Sánchez, cura de Setecoros, arrancó ayer, acompañado por varios vecinos, las tareas de la cosecha en el «Olivar de la concordia». Una plantación que tiene ya cuatro años y medio, y de la que, apunta el sacerdote, esperan sacar este año unos cuatrocientos kilogramos de olivas. El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, y la concejala Carmen Gómez siguieron las tareas de la primera jornada.

La de este año será la primera cosecha real, puesto que las dos anteriores fueron muy limitadas. La del 2017 fue muy prematura y se quedó en apenas 180 kilogramos de olivas, que se transformaron en 25 litros de aceite. Pero fue al año siguiente. «Foi desastroso debido á climatoloxía, que impediu a floración das árbores», explica don Paulino.

Este año parece que todo irá mejor y por primera vez se utilizarán medios mecánicos para realizar la recogida del fruto. Será un vareador mecánico, que sacude las rama de los olivos y hacer caer los frutos sobre unas redes que previamente se han extendido sobre el suelo.

Los trabajos está previsto que concluyan hoy y a partir de mañana comenzará la fase de procesamiento y producción del aceite. La comercialización tendrá que esperar hasta el mes de febrero del próximo año. «Trátase dun aceite selecto, certificado por un laboratorio de Xaén como de alta calidade», apunta el párroco Paulino Sánchez.

La Voz de Galicia

Un incendio calcina seis autocaravanas en un taller de Pontecesures.

Un incendio afectó esta madrugada a un taller mecánico de Pontecesures, situado en el lugar de Redondo. El fuego destruyó completamente seis autocaravanas del alquiler que estaban aparcadas en la explanada exterior sin que, por el momento, hayan trascendido las causas del suceso. El caso está siendo investigado por la Guardia Civil. No hubo que lamentar daños personales y el operativo de extinción se prolongó durante unas tres horas. El 112 recibió el aviso del incendio a las 2.30 horas y hasta el punto se trasladaron los Bombeiros do Salnés con base en Vilagarcía y el GES de Valga. Una vez controladas las llamas, los bomberos todavía tuvieron trabajo en el lugar para desconectar las baterías y retirar las bombonas de propano que había en los vehículos con el fin de garantizar la seguridad en la zona.

La Voz de Galicia

Cierra Casa Emilio, uno de los templos de la lamprea.

Cierra Casa Emilio en Catoira, uno de los clásicos de la cocina en la comarca. Este podría haber sido su último fin de semana a mesa puesta después de una trayectoria de décadas como referencia en la gastronomía local. El cierre es inminente según confirmó su propietario José, aunque ayer todavía no tenía muy clara la fecha exacta de la despedida. «O luns ou o martes, non sabemos aínda», explicaba en medio de la urgencia que imponía la hora. La llamada de La Voz llegó al mediodía, el momento de más trasiego en la cocina, donde su mujer, Clotilde estuvo al pie del cañón hasta el último momento. Con Casa Emilio se va una de las referencias a la hora de degustar la afamada lamprea del Ulla y de otras exquisiteces en pescados, mariscos y carnes, todas con el sello de la cocina casera.

Por su salón, en la plaza de la estación, han pasado miles de clientes, que tan pronto acudían a Catoira con el pretexto de una comida de trabajo como para celebrar un banquete o la cena de Navidad. No siempre fue así. Casa Emilio empezó siendo una tienda de comestibles y taberna de chiquiteo en la que saciaban el hambre los obreros de las fábricas de Catoira y los marineros de los galeones que transportaban la madera río arriba. Pero, tal y como nos ilustraba J. R Alonso de la Torre en uno de sus indispensables callejones del viento que publica este diario cada domingo, su historia se remonta a mucho atrás, 1910, cuando José Guillán, un emigrante retornado de América, puso una casa de comidas al lado de la estación de ferrocarril. Su hija Ángela cogió el testigo, y ya casada con Emilio Rodríguez, abrió la casa del mismo nombre. Su cocina creó escuela y de allí surgiría el germen de Casa Hipólito y de Casa Suso. Ahora, en el ocaso del 2019, Casa Emilio pone punto y final a una historia de buen comer.

La Voz de Galicia

El Concello de Padrón mejora la seguridad del trazado del Camino en A Ponte.

El Camino Portugués a su paso por Padrón es un poco más seguro y bonito con dos pequeñas actuaciones del Concello. Más seguro nada más entrar en el municipio, al pasar el puente sobre el Ulla en el núcleo de A Ponte, donde el Ayuntamiento instaló meses atrás una bionda de hormigón que obliga a peregrinos y viandantes a cruzar la intersección de la vía que conduce a la empresa a Finsa por un paso de peatones situado a unos metros.

Hasta la colocación de la bionda, peregrinos y viandantes cruzaban la vía nada más concluir el paso del puente sobre el Ulla, en el cruce con la vía N-550, con el consiguiente peligro. El Concello colocó el muro de protección después de que el pleno de la corporación aprobase una propuesta del BNG de Padrón, que el año pasado alertó de que lo peregrinos estaban «cruzando a estrada para a Aduana polo punto máis perigoso, xusto na intersección coa vía N-550».

El grupo nacionalista ya propuso entonces «prolongar o murete de separación da beirarrúa e a estrada ata o paso de peóns para evitar esta situación de perigo», que es lo que acaba de hacer el Concello con la colocación de la bionda de hormigón.

En otro punto del Camino Portugués entre Pazos y A Escravitude, el Ayuntamiento también realizó una obra que, en este caso, embellece el trazado, al mejorar el tramo entre Cambelas y Tarrío con un pavimento empedrado, que algunos ven excesivo pero que, en este caso, realza una zona del recorrido jacobeo ya de por sí hermosa. El Concello decidió utilizar piedra, precisamente, por ser un tramo del Camino Portugués.

El gobierno local tiene previsto continuar con la mejora del trazado hasta pasar el núcleo de Tarrío hacia Vilar, en A Escravitude, para lo que tiene un proyecto ya redactado y otro en previsión, según explicó ayer el concejal de Obras, José Ramón Pardo. En este caso también habrá zonas en las que se optará por hormigonado.

El cruce en las proximidades de la rotonda de Pazos es ahora el punto más peligroso

Resuelto el problema de seguridad para los peregrinos en el lugar de A Ponte, Padrón aún tiene más puntos que resultan peligrosos para los peregrinos y, sin duda, el cruce en las proximidades de la rotonda del hotel Scala en Pazos es el más grave de todos. Lo es pese a que el Concello solicitó hace tiempo que se adopten medidas para garantizar el cruce seguro de los peregrinos y vecinos en este punto próximo a la rotonda y, más concretamente, en la carretera AC-301 de enlace entre Padrón y Rois.

Llegados a la altura de la glorieta de la vía N-550, los caminantes siguen por la acera hasta la vía AC-301, donde se ven obligados a cruzarla sin ningún tipo de señalización para seguir su camino por el aparcadero del hotel.

Un segundo punto del Camino Portugués mejorable en cuanto a seguridad está en A Picaraña, en el cruce de la vía N-550 después de la rotonda. Los caminantes deben cruzar por un paso que no está regulado por semáforo.

La Voz de Galicia

El Concello de Padrón quiere anular todos los contenedores de basura subterráneos.

Ya retiró tres de las instalaciones y está pendiente de suprimir otras tantas: junto a la biblioteca, plazuela Cela y Murgadán.

El Concello de Padrón quiere anular todos los contenedores subterráneos de basura, a causa del alto coste de mantenimiento de los mismos. Tres de las seis instalaciones para el depósito de residuos ya están suprimidas y quedan pendientes otras tres: junto a la biblioteca, en la plazuela Camilo José Cela y en la calle Murgadán.

Así, están anulados y retirados los contenedores subterráneos que había situados junto al parque infantil, en la Rúa Longa; los de la vía N-550 en la avenida de Compostela y los de la plaza Ramón Tojo. En esta última, el Concello repuso, en su lugar, las losas de piedra de la plaza mientras que en la zona junto al parque instaló un banco decorativo y en la N-550 también repuso el firme.

Para anular y retirar los contenedores subterráneos de la calle Murgadán, en los que ya hay un aviso de que dejarán de funcionar en breve, el Concello construyó una base de cemento para crear una isla de recipientes en superficie de lado del río Sar, cerca de la pasarela peatonal que comunica la zona de O Bordel y la de A Barca.

Esta ubicación no gusta a muchos. A unos porque consideran que está «lonxe» de donde están los contenedores subterráneos en los que actualmente depositan la basura y a otros por estar situada de lado del río, de modo que aseguran que hay posibilidad de que los residuos acaben en el cauce. En cuanto a los situados en la plazuela Camilo José Cela, el Ayuntamiento busca una ubicación para los contenedores de superficie, que, un tiempo, estuvieron en el Paseo del Espolón.

Mientras no se anulan del todo en estas tres últimas ubicaciones, los contenedores de superficie están situados delante de los subterráneos, aunque ya hay alguno de estos últimos precintados y no se puede depositar la basura. De acuerdo con el Ayuntamiento, las instalaciones de los contenedores subterráneos dieron siempre problemas, de modo que su mantenimiento y reparación suponía un alto coste, salvo en el período que estuvieron en garantía, del año 2009 al 2011.

La Voz de Galicia