Augas de Galicia rompió de forma consciente la presa del Sar en Padrón para bajar el caudal.

El Seprona abrió diligencias ante el vaciado del cauce del río Sar en Padrón.

La decisión, vinculada a una obra en el río, provocó que un tramo quedara seco

Augas de Galicia reconoció ayer que la rotura de la presa del Sar en Padrón, que provocó el secado de un tramo del río aguas abajo del puente de Iria, se debió a una «necesidade» de rebajar el caudal fluvial para poder trabajar en la obra de reconstrucción de un muro caído, iniciada días atrás y que continúa. En concreto, según los datos del organismo autónomo de la Xunta, con esta decisión «consciente», como la calificaron, se alivió el caudal en 80 centímetros.
Quizás con este fin, el de rebajar el nivel del agua, ayer por la tarde una máquina trabajó en el lecho del río, en el tramo anterior al puente viejo de Iria, con la idea de que el agua corra sin obstáculos hacia la desembocadura.
No obstante, hay quien apunta que si querían rebajar el caudal lo más lógico es que hicieran algún tipo de actuación en el punto anterior a las obras y no donde se hizo porque pasó lo que pasó, que el agua se escapó por el canal. Otro dato que llama la atención a más de uno es por qué la empresa rompió la presa el viernes por la tarde, cuando no tenía previsto trabajar ni el sábado ni el domingo.
A las ocho de la tarde del viernes, la pared del canal quedó rota. Pasadas las diez de la noche, los pescadores de Padrón ya advirtieron lo que el sábado confirmaron: el agua del Sar se escapó por la presa del canal hasta el punto de que este último tenía más caudal que el primero.
La alerta de los pescadores sirvió para que el sábado se movilizaran distintos medios, desde los agentes territorial y zonal del Distrito IV de la Consellería de Medio Rural, una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, el alcalde padronés y la oposición. Si el primer servicio habló de elaborar un informe, el Seprona ya anunció la apertura de diligencias.
A última hora de la mañana, personal de la empresa que realiza los trabajos en el río tapó el hueco de la presa, con lo que el sábado por la tarde el agua corría «con normalidade» por el cauce del Sar mientras que el domingo el nivel del caudal pasaba incluso por encima de la presa, según los pescadores. Estos constataron el sábado la muerte de algunas crías de lamprea aunque ayer Augas de Galicia aseguró que «non hai constancia de mortandade». A la vista de lo sucedido, en la zona se comentaba que la decisión del organismo de la Xunta de rebajar el caudal del río se les fue de las manos.

LA VOZ DE GALICIA, 05/10/10

La crisis parece que no afectó a la venta de la lamprea de Herbón.

Manuel Vidal considera que la crisis no afectó a la venta de las lampreas pescadas en el río Ulla a su paso por Herbón. O, al menos, en su caso no tuvieron dificultad para venderlas, a menudo a clientes de toda la vida, entre ellos restaurantes de la zona. En cuanto al precio de venta osciló, como cualquier otro producto, en función de si era principio o final de temporada y también de la cantidad pescada. Si en enero, al inicio de la campaña, se vendieron en torno a 30 euros el ejemplar de lamprea, con un peso medio de entre un kilogramo y kilogramo y medio, ahora hacia el final hubo días de solo 10 o 15 euros, según cuenta este pescador.
La pesca de la lamprea en aguas del Ulla a su paso por Herbón arrancó el 8 de enero en las pesqueiras denominadas Areas. Las siguientes en abrir a la pesca fueron las de As Vellas. En ambos casos, los pescadores que las explotan son cuatro vecinos de Herbón, familiares entre sí: Manuel Vidal Lago (79 años), Pepe Lago Suárez (75 años), Manuel López Lago (56 años) y Antonio Rivera Lago (43 años).
Esta campaña contaron con la ayuda de otro convecino, Severino López Vidal (45 años) que, a su vez, trabaja otras pesqueiras situadas en el Ulla a su paso por Herbón, junto al convento franciscano y denominadas O Canal. Aquí, al contrario que en las anteriores, el gran caudal del río no favoreció demasiado la pesca de lamprea.

LA VOZ DE GALICIA, 16/05/10

La pesca e la lamprea en Herbón dejó una buena temporada.

Los pescadores de lamprea de Herbón en plena actividad en el río Ulla en una fotografía tomada al principio de esta temporada.

Las intensas lluvias del invierno elevaron el caudal del río a su paso por Herbón, lo que propició las capturas

Mientras a la campaña del pimiento de Herbón le cuesta arrancar, debido al inusual fresco o más bien frío de las últimas semanas, la que acaba de cerrarse es la temporada de la pesca de la lamprea en el río Ulla a su paso por Padrón, de modo que ayer fue el último día oficial en el tramo de Carcacía. En la zona de Herbón, la temporada concluyó el 30 de abril en las últimas pesqueiras del río y lo hizo después de varias jornadas de bonanza.
Tanto es así que uno de los pescadores más veteranos, Manuel Vidal Lago, de 79 años de edad, habla de que «non hai queixa». De hecho, el invierno lluvioso favoreció la pesca de la lamprea en el río Ulla y, en este caso, de forma artesanal en las pesqueiras. Desde enero y hasta abril, época de pesca en los distintos tramos en Herbón, el río mantuvo un buen nivel de caudal que propició la presencia de lampreas en sus aguas. Como explica Manuel Vidal, «a lamprea quere auga, moita, e este ano foi a maneira de pescala». Tanto es así que en alguna jornada llegaron a levantar alrededor de 70 ejemplares, una cantidad que no está nada mal y así lo reconoce el propio pescador de Vista Alegre, a quien no se le escapa que, antiguamente, esa cantidad sería el doble, al menos. Aun así, habla de que «¡daba gusto ver o río!» También cuenta que ya recogieron todos los aparejos de pesca el primer día de mayo, incluida la pesada barca de madera que usan para moverse por el río.
Pero Manuel Vidal también quiere señalar que la temporada fue muy buena pero no solo por el nivel de capturas sino también porque «non lle pasou nada a ninguén e iso tamén vale moito». La verdad es que sí porque la pesca artesanal de la lamprea en Herbón la practican cuatro experimentados pescadores, de los que dos pasan de los 70 años. Es por ello que, cuando se le dice que ahora toca esperar otro año más para la siguiente campaña, el pescador Manuel Vidal contesta rápidamente «xa veremos o que pasará de aquí alá porque os anos van pasando e o corpo nótaos».
En cualquier caso, reconoce que es una actividad o un pasatiempo que «me dá a vida», tras más de medio siglo yendo al río, y hasta le hace perder kilos como sucedió en esta campaña.

LA VOZ DE GALICIA, 16/05/10

Falar cos mortos.

En Pontecesures era festivo, celebraban a festa da lamprea e por riba, abría as súas portas a feira do coche usado e de ocasión, que é a máis vella de España, porque a dous veciños deulles por ir a Alemaña nos anos vinte e viron que alí vendían os autos despois de os usaren un tempo, para que outros os usasen outro pouco, e así sucesivamente. Con tanta celebración non estaban os veciños para que lles foramos con moitos requilorios, pero non por iso iamos deixar nós o noso roteiro. Chegamos á igrexa de San Xulián onde comezaba unha cerimonia. Un cartel avisa á rapacería: “Prohibido xogar ao fútbol”.

-Como se poñan os pícaros, aprenden o rugby e deixan a praza sen cristais -comenteilles aos colegas.

O director pregúntalle a un dos cristiáns que agardaba alí pola cerimonia se sabía cal das dúas torres fora financiada polo doutor Otero Acevedo, e o tipo contestoulle con outra pregunta, como moi da terra:

-¿Vostede cre que un home das ideas de Otero Acevedo, masón, espiritista, esotérico, que di falar cos mortos… ¿vai meter os seus cartos en amañar a torre dunha igrexa?

-Eu non creo nada, eu repito o que lle lin a Borobó, que é o notario da intrahistoria de Pontecesures. Aínda máis, Borobó di que foi o propio Otero quen botou a faltar a cruz coa que se rematan as torres, e que tirou do seu peto para pagarlle a un obreiro que a subira pendurada do lombo.

-Iso é cáseque imposible.

-Non crea (díxenlle eu). O doutor Otero falaba cos mortos todas as mañás. Logo ía á consulta para falar cos vivos, e pola noitiña, viña á igrexa ¡para falar cos santos.

Fixemos as fotos e deixámolo así, porque se seguimos coa teima, o bo do médico ía pagar sobrecargo de tanta conversa inalámbrica. Na feira dos coches había Porsches a esgalla. Non preguntei prezos porque son de natural modesto..

Por José de Cora. GALICIA HOXE, 07/05/10

De tal palo, tal astilla: Antonio e Marcos Pesado.

A dos Pesado é unha das contadas familias que seguen a vivir en Cesures das augas do Ulla e da ría desde non recordan cando. Quizais desde que os romanos cataron as súas lampreas.

«Isto vén do meu pai, e antes do meu avó, e antes del do meu bisavó… ? unha herdanza familiar». Antonio Pesado Romay recoñécese incapaz de retrotraerse ao momento no que a súa familia ligou a súa subsistencia ás augas do Ulla e da ría de Arousa. O presidente dos valeiros de Pontecesures só lembra que «antigamente, todo o pobo, desta beira e da outra tamén, vivía do río», da vida que agocha baixo a súa máscara inerte. As historias dos romanos e a lamprea do Ulla como manxar privilexiado na capital do imperio animan a moitos a falar dunha actividade cos seus bos 2.000 anos de historia.
A industrialización da zona, co levantamento de Finsa e de Picusa do lado de Padrón, e da Nestlé en Pontecesures, derivou no abandono paulatino das artes da pesca da maioría dos veciños de Antonio Pesado. «O peixe xa non tiña valor». Pero os Pesado e arredor doutras trinta familias seguen a manter hoxe unha actividade que corre o serio risco de rematar convertida nunha curiosidade etnográfica.
Trece anos tiña Antonio cando comezou a ir pescar. «As miñas vacacións no colexio eran ir coa familia a traballar. Empecei co meu avó, cando xa case estaba retirado. Contábanme que antes ían mesmo ata a ría de Pontevedra en remo a pescar».
Non chegou tan lonxe Antonio, pero sí lembra ter traballado moitos anos baixo unhas duras condicións que, por sorte, xa non coñeceron os seus fillos. «Hoxe vas todos os días á casa. Cos motores dos barcos en media hora chegas á casa por moi lonxe que esteas. Pero ata os anos 80, cando a cousa comezou a cambiar, todo era a remo. E como precisabas case un día para chegar á desembocadura da ría, pasábaste toda a semana fóra. O peixe mandábase cada xornada á casa polo tren ou polos castromiles . Polas noites buscabas abrigo nun porto ou nalgunha praia, e durmías nunha dorna de cinco metros con catro ou cinco persoas máis».
Para probable sorpresa de moitos, os valeiros de Pontecesures non só viven da lamprea. Algo lóxico, por canto a tempada de captura desta especie prehistórica se estende tan só do 1 de xaneiro ao 15 de abril. A anguía é, de feito e con diferenza, o principal sustento dos pescadores cesureños, que complementan ademais a súa renda dedicándose ao chopo e mais á solla, explica Antonio.
No caso da súa familia as fontes de traballo diversifícanse. Porque ademais de dedicarse á pesca coa nasa-butrón, os Pesado manexan outra media ducia de artes na súa pequena flota de catro embarcacións, dúas grandes e outras tantas de pequeno tamaño. Unha empresa compartida con José Manuel, irmán de Antonio, e na que están tamén enroladas a muller e os dous fillos deste, ademais dun empregado, cando o habitual é ver a entre dous e tres valeiros asociados.
O marisqueo nos Lombos do Ulla é outra das actividades dos Pesado, que nos últimos anos están a experimentar a paulatina recuperación da cantidade e da calidade das especies do río despois de, lembra Antonio, as desfeitas contaminantes que se lles permitiron ás industrias no río, e que deixaron as súas augas nun delicado estado nos anos 90. As novas obras no porto cesureño servirán, ademais, para facilitarlles o traballo aos valeiros, di Antonio, que apunta como o dragado dos Lombos do Ulla para a rexeneración da praia Compostela rebaixou un metro o nivel do Ulla hai uns dez anos.
Recén rematada a tempada da Lamprea, os Pesado din que «foi un ano bastante bo. Os anos de moita chuvia e vento do norte son os mellores para a lamprea». E se «normalmente collemos lampreas duns 1,3 quilos, este ano colliámolas de 2. Houbo compañeiros que as colleron ata de 3». Do que non se atreve a opinar Antonio é do suposto carácter afrodisíaco deste peixe que, contan os vellos do lugar, se lle atribuía na antigüidade. «Din que era a viagra dos romanos».

LA VOZ DE GALICIA, 25/04/10

Cesures recuerda a sus alcaldes.

El Ayuntamiento pontevedrés de Pontecesures rindió homenaje a los quince alcaldes que gobernaron en el municipio a lo largo de su historia. La cita tuvo lugar en el marco de la XV Festa da Lamprea. El acto de homenaje se desarrolló en la casa consitorial, presidido por la actual regidora, Maribel Castro, su antecesor, Manuel Luis Álvarez Angueira (los dos únicos alcaldes vivos), y al que también asistió el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, y el delegado de la Xunta en la provincia, Manuel Cores Tourís.

En el concello cesureño se procedió al descubrimiento de fotos de los antiguos regidores, con presencia de los familiares de algunos de ellos. El Ayuntamiento de Pontecesures se fundó en el año 1925. El homenaje abrió los actos de la cita gastronómica que reunió a miles de personas en la localidad con la dama del río Ulla como gran protagonista.

Vida Social Gallega. EL CORREO GALLEGO, 25/04/10