Dos cesureños capturan los primeros ejemplares de lamprea del año.

El preciado producto, que este año se hace de rogar por la falta de agua en el río, se fue a Padrón.

Una pareja de pescadores de Pontecesures capturó dos de las cuatro primeras lampreas pescadas ayer, y esta temporada, en el río Ulla. Ramón Agrasar, de 33 años, y Tania Rodríguez, de 29, levantaron ayer dos ejemplares de buen tamaño, de modo que uno de ellos podría pesar cerca de dos kilogramos, según el cálculo de la madre del pescador, jubilada pero con más de 40 años de experiencia en el río y en el mar. Estas dos primeras lampreas del río Ulla se fueron para Padrón, al precio de 150 euros cada ejemplar, el mismo de las primeras de la temporada pasada, según recordó ayer Ramón Agrasar.

Nasa butrón

Levantaron las nasa butrón, arte de pesca que se usa en el tramo del río Ulla en Pontecesures, antes de las doce de la mañana y las volverán a echar hoy a partir de esa hora. Las primeras lampreas de la temporada, que comenzó el pasado día 2, se adelantaron este año con respecto al anterior, de modo que la pareja de pescadores recuerda que la temporada pasada capturaron los primeros ejemplares a principios del mes de febrero.

No obstante, hay poca lamprea o, más bien, «non hai nada», según indica Ramón Agrasar. Y no hay porque el río Ulla lleva poco caudal de agua estas semanas hasta el punto de que el pescador habla de que literalmente «está seco».

Tanto es así que en el tramo del río a su paso por la parroquia de Herbón, en Padrón, los pescadores aún no han podido comenzar a trabajar en las tradicionales pesqueiras, concretamente en las primeras, las de Areas, debido al flojísimo caudal de agua. que tiene.

La Voz de Galicia

Las dos primeras lampreas de la temporada, vendidas por trescientos euros.

El pescador y el comprador son los mismos que estrenaron la campaña anterior -Por ahora son los únicos peces capturados.

La campaña de pesca de lamprea en el Ulla comienza exactamente igual que la anterior. Ramón Agrasar de Villanueva es el pescador de Pontecesures encargado nuevamente de conseguir el primer ejemplar de la temporada. Y Ángel Rodríguez Rodríguez, gerente de los restaurantes Flavia y Santiaguiño, así como de dos albergues, es por segundo año consecutivo el agraciado hostelero padronés que se lleva esas capturas a su negocio, donde desde hace tiempo hay clientes esperando ansiosos el momento de saborear este manjar prehistórico.

También coincide el precio, aunque con una salvedad, y es que esta vez Ramón Agrasar sacó dos lampreas juntas y no una, por lo que Ángel Rodríguez, que quiso mantener su oferta, tuvo que pagar el doble: 300 euros.

Se trata de un ejemplar de 1,5 y otro de 1,2 kilos de peso que van a prepararse como mandan los cánones, al estilo bordelesa, con su arroz y sus picatostes.

Inicialmente se creyó que en otro barco que ayer trabajaba en el río Ulla se habían pescado otros dos ejemplares, pero finalmente parece que los únicos oficialmente capturados son los dos llevados a tierra por Ramón Agrasar y Tania Rodríguez, su esposa y compañera de faena a bordo de la embarcación «Viviana».

Ni que decir tiene que la jornada fue para ellos enormemente fructífera, y tiempo tendrán hoy para seguir saboreando este logro, ya que el colectivo de valeiros iniciaba ayer la jornada semanal de descanso, de ahí que una vez levantadas las nasas butrón ya no volvieran a depositarlas en el agua.

Será hoy cuando la flota regrese al río para calar sus aparejos, por lo que habrá que esperar hasta mañana para saber si esas dos primeras lampreas de la temporada son solo un espejismo o llegan acompañadas de más ejemplares.

«Confiamos en que a medida que suba el caudal lleguen más y más lampreas; este año debería ser bueno después de lo malos que resultaron los anteriores», proclaman los pescadores que faenan a la altura de Pontecesures y Padrón.

Algo parecido desea Ángel Rodríguez Rodríguez, que lógicamente ayer se mostraba «encantado» tras haber adquirido las dos primeras piezas. «Es una pequeña sorpresa; quizás nadie esperaba que llegaran tan pronto, pero hemos tenido suerte y habrá que probarlas cuanto antes», manifestaba en el muelle este conocido empresario de la restauración, sabedor de que él y sus clientes estarán siendo envidiados por los amantes de la lamprea y otros negocios de hostelería en los que este pez cartilaginoso constituye la especialidad de la casa.

Evidentemente, a la espera de acontecimientos, la lamprea seguirá marcando precios prohibitivos en los próximos días, quizás a entre 60 y 80 euros por unidad. Salvo que, como esperan también los titulares de las pesqueiras que operan río arriba, sea éste un año de abundancia, pues solo así podría bajar el precio hasta los 25 o 30 euros por ejemplar.

Faro de Vigo

Aparecen las primeras lampreas de la temporada en el Ulla

Ramón Agrasar vuelve a levantar los primeros ejemplares.


Ramón Agrasar y su esposa posan con las lampreas junto al hostelero Ángel Rodríguez (centro).

Como sucedió el año pasado, el pontecesureño Ramón Agrasar de Villanueva y su esposa Tania, a bordo de la embarcación «Viviana», capturaron la primera lamprea de la temporada.
Y no una, sino dos, vendidas a 150 euros la unidad a Ángel Rodríguez Rodríguez, gerente de los restaurantes Flavia y Santiaguiño, quien también se había llevado la primera pieza de la campaña anterior.
Sucedió esta misma mañana en Pontecesures, cuando al parecer se habrían recogido otras dos piezas en otra embarcación participante.

Faro de Vigo

Sale a la venta el edificio de Casa Castaño, referente culinario de cultura y realeza.

Los platos de Casa Castaño no tenían florituras y en el menú siempre se hacía hincapié en el producto fresco y bien amarrado a la cocina tradicional. Sin embargo su fama trascendió las fronteras de Pontecesures para convertirse en un referente culinario no solo para el público de a pie que acudía al lugar de forma habitual, sino también para nombres ilustres como Barrié de la Maza o miembros de la Casa Real como Juan Carlos I, Sofía o el propio Felipe VI cuando todavía era Príncipe de Asturias.
Casa Castaño cerró sus puertas a mediados de los 90. El restaurante lo regentaron por última vez Teresa Fajardo Castaño ??Teresuca? y su marido Eduardo Paz Barreiro. Ambos siguieron al dedillo las recetas y los secretos entre fogonos de la abuela de ??Teresuca?, de la que se decía que cocinaba como pocos la lamprea tan propia del río Ulla.
Desde los años 90 el edificio languidece en Pontecesures, viviendo de los recuerdos que hicieron la delicia de firmas ilustres no solo del mundo de la cultura y las letras, sino también del empresariado de toda España, del mundo del deporte de también de las finanzas.
Y es que pocos restaurantes de la zona de Arousa pueden presumir de tener durante años entre sus comensales a figuras como Juan Carlos I o la Reina Sofía.
La Casa Castaño sufrió un incendio hace un tiempo y desde hace años permanece abandonada. Ahora este emblema de la gastronomía tradicional en su día en una época en la que la modernista ya empezaba a repuntar, saca su edificio a la venta. Quién sabe si para abrir de nuevo sus puertas con fuerza culinaria.

Diario de Arousa

La lamprea sigue sin aparecer en las nasas de los valeiros de Pontecesures.

El colectivo de valeiros, formado por pescadores de Pontecesures, Rianxo y Vilagarcía, sigue a la espera. Ayer se cumplió la segunda jornada de actividad en la presente campaña de pesca de lamprea, y de nuevo las nasas butrón estaban vacías. Solo dos barcos volvieron a dejar calados los aparejos en el agua.

El sector confía en que aumente el caudal del Ulla y este preciado pez cartilaginoso pueda ser abundante durante las próximas semanas.

Insisten los pescadores en que «la lamprea necesita de abundante agua dulce desembocando en la ría y el océano para orientarse y tratar de remontar los ríos para desovar», aprovechándose ese movimiento migracional para su captura, tanto con las nasas butrón empleadas desde embarcación como en las tradicionales pesqueiras ubicadas río arriba.

En los restaurantes especializados en la preparación de este producto también permanecen expectantes.

Faro de Vigo

La lamprea esquiva los butrones de los «valeiros» en el inicio de la temporada.

Solo tres embarcaciones largaron los aparejos el primer día en el río Ulla, y ninguna de ellas logró capturas -Esperan los vientos del norte para que la pesca sea más propicia.

Los «valeiros» regresaron con las manos de vacío del primer día de campaña de la lamprea en el río Ulla. Según ellos, las condiciones del curso fluvial y la orientación actual del viento tampoco son muy favorables para esta pesquería, de ahí que no se muestren aún preocupados por la falta de capturas. De hecho, por el momento son minoría los que se han decidido a probar suerte con la lamprea.

El primer día de campaña fue el miércoles, 3 de enero. Entonces, tres de las 14 embarcaciones con permiso para pescar lamprea en el curso bajo del Ulla, largaron las nasas, conocidas como butrones. Durante la jornada de ayer, fueron a recoger los aparejos y comprobar si habían tenido suerte, pero no les había entrado ni una sola pieza. Por ello, un armador ya optó por dedicar el día a otra pesquería, y ayer solo se echaron los butrones desde dos embarcaciones.

El vicepresidente y tesorero de la agrupación de naseiros, que está integrada en la cofradía de Carril, José Barreiro, afirma que la situación no es preocupante porque todavía es pronto para sacar conclusiones. Además, arguye que las condiciones ambientales actuales no son las más propicias para este pez. «El agua está bajando muy turbia, y la lamprea quiere un agua más clara. Y tampoco los vientos son los más propicios. Pero estas lluvias le han venido muy bien al río, y en cuanto el caudal se aclare un poco y lleguen los vientos del norte, pescaremos». De hecho, los valeiros opinan que la presente campaña será buena en cuanto a capturas.

Entre tanto, los marineros se dedican a otras especies, como la volandeira, a la espera de que en los próximos días o semanas las condiciones sean mejores.

La agrupación de naseiros con permiso para pescar lamprea en el Ulla está formada por 14 armadores. La mayoría son de Pontecesures -donde son protagonistas del desfile que se celebra en la localidad en verano durante las fiestas del Carmen-, y de Rianxo, y también hay un par de embarcaciones que salen del puerto de Carril.

Los valeiros cuentan con un punto de venta en la plaza de abastos de Pontecesures, a donde se pueden dirigir los compradores. Allí cuentan con los equipos informáticos y las aplicaciones necesarios para proceder a la facturación.

Las primeras lampreas de la campaña suelen alcanzar precios muy elevados. Al menos sucede con la primera, que el año pasado costó 150 euros, como un modesto «campanu» arousano, en alusión al primer salmón de los ríos asturianos y cántabros. Pesaba algo más de kilo y medio y la compró un restaurante de Padrón.

La lamprea está muy vinculada a la tradición gastronómica de Pontecesures y su entorno, y de hecho en esta localidad se le organiza una fiesta anual para ensalzar el producto y conquistar a nuevos paladares.

Faro de Vigo