Agentes de la Benemérita y trabajadores tras la caseta reventada.
La caseta no se podrá reconstruir ·· Contenía carbón y nitrato, muy inflamables ·· El Ayuntamiento insta al propietario a que presente la documentación y se traslade a Rañalonga ·· Los vecinos pueden comunicar ya los daños
El Concello de Brión se ha expresado claramente: una y no más. Así, a las pocas horas de producirse la deflagración (el titular del negocio, Santiago López, niega cualquier explosión) que el pasado jueves destruía una de las casetas de la Pirotecnia López en Alqueidón, el regidor José Luis García acaba de decretar la paralización inmediata y cautelar de actividad en la empresa donde, el 6 de noviembre de 2003, perdía la vida el trabajador Carlos Ardións. Además, insta al propietario a que complete la documentación para recibir la licencia definitiva que haga posible su traslado a las nuevas instalaciones de Rañalonga, zona de Viceso.
En cuanto al parecer de Santiago López, es radicalmente distinto. Asegura «que algunos vecinos de la zona ni percibieron» el estruendo, y recuerda que su taller «es perfectamente legal y reúne las condiciones». También destaca que «en uno o dos meses, cuando me den los permisos» podrá trasladar la actividad a la nueva sede, aunque quiere mantener la actual.
Así las cosas, en un dato parecen estar de acuerdo el Ayuntamiento y Santiago López: lo que había almacenado en el interior de la caseta «era carbón y nitrato», dos de los componentes de la pólvora (el tercero, al parecer ausente, sería el azufre) muy inflamables. La noche de tormenta y el evidente aparato eléctrico podrían haber hecho el resto en forma de chispazo en cualquier cable, interruptor o enchufe de la caseta, diseminada ahora en un radio de cincuenta metros. Ayer comprobaban esta circunstancia agentes de la Guardia Civil y especialistas en explosivos para dar con la causa y depurar posibles culpabilidades o negligencias. La suspensión cautelar del ejercicio de actividad se mantendrá hasta que el Ayuntamiento compruebe, previo informe de las administraciones sectoriales competentes, «la viabilidad del ejercicio de la actividad en las condiciones en las que se encuentra la instalación en la actualidad». Y, en este sentido, José Luis García indicó que incoará expediente para determinar la posibilidad del mantenimiento de la actividad de la pirotecnia tras la explosión o, en su caso, la conveniencia de su clausura.
El regidor se ha dirigido ahora a los vecinos de Alqueidón y Guitiande para que informen de daños (parece que al menos una puerta resultó dañada) de cara a pedir responsabilidades, y advierte que la caseta no se podrá reconstruir. El propietario de la pirotecnia tendrá que presentar la documentación técnica suscrita por técnicos competentes que acrediten el cumplimiento de las medidas correctoras impuestas a este tipo de actividad por la ley.
EL CORREO GALLEGO, 27/03/10