«Saíu de contas o xoves 28, pero o neno non naceu ata esta madrugada; tivo puntería».

El retraso en el nacimiento del pequeño Xián permite a su padre ser uno de los primeros de España en disfrutar del permiso de paternidad de ocho semanas

El pequeño Xián fue el primer bebé nacido este lunes en el Hospital Provincial de Pontevedra. Vino al mundo a las cuatro de la madrugada.

«Tivo puntería», bromea su padre, Alberto Busto Santalla. Y no es para menos, porque lo suyo fue auténtica suerte. Su mujer, Laura Martínez, ya había salido de cuentas el pasado jueves 28 de marzo, pero el bebé se hizo esperar hasta el momento justo, como si supiese que gracias a eso iba a poder tener a su papá en casa tres semanas más. De hecho, Laura iba a ingresar este martes para que le provocasen el parto, pero ya no fue necesario. Rompió aguas bien pasada la media noche del domingo, llegó al Hospital cerca de la una y media de la madrugada y a las 4.25 ya había dado a luz. «Por catro horiñas podo ter o permiso de oito semanas en vez de cinco», comenta Alberto, natural de Valga pero residente en Cuntis.

«Ao ter que ir traballar, un perde as primeiras semanas do bebé, que é cando máis cambia, así que é moi bo ter máis permiso»

Laura trabaja en una empresa de fabricación de velas de barcos y él, en una fábrica del sector de la alimentación en Pontecesures. «Eu teño facilidade no traballo para ir a quendas, pero aínda así son xornadas de oito horas e hai que descansar, así que ter este tempo de permiso vén moi ben«, señala el papá.

Aunque la ley da la opción de disfrutar de las seis últimas semanas de permiso de forma intermitente a lo largo del primer año de vida del bebé, Alberto cogerá las ocho semanas seguidas. «Prefiro así porque podo coidar ao neno, axudar e colaborar nestes primeiros momentos nos que a nai está convalecente do parto e, ademais, tamén quero estar con ela e co pequeno, porque na primeira etapa é cando os bebés van cambiando máis e apetéceme vivilo. Ao ter que ir traballar, un pérdese iso, así que me parece moi ben que dean estas tres semaniñas máis de permiso».

Además, Xián es su primer hijo, así que la pareja se ha estrenado por todo lo alto.

Diario de Pontevedra

Rabia contenida en el adiós a María José y Javier Bello.

Consternación, desconsuelo, impotencia… Pero también rabia contenida y una sensación difícil de explicar cuando dos familias se reúnen para dar el último adiós a dos de sus seres queridos después de una muerte tan horrenda como inverosímil. Así se vivió ayer el entierro de la valguesa María José Aboy Guimarey, de 43 años, y el de su esposo y presunto homicida, Javier Bello Ferreirós, de 46.

El domingo la mujer, madre, esposa y joven valguesa perdió la vida cuando su pareja, según todos los indicios, le disparó en el pecho con una escopeta de caza antes de quitarse la vida descerrajándose un tiro en la cara, con la misma arma.

Vivieron juntos, tuvieron dos hijos juntos y se enterraron juntos, un nicho encima del otro, en el panteón familiar, a nombre de José Bello Vázquez, el padre del presunto autor del ataque machista.

Sus cuerpos llegaron al tanatorio de San Roque, en Bemil (Caldas), en la tarde del lunes. Y allí permanecieron hasta que ayer se efectuó el traslado de los restos mortales a la iglesia y el cementerio parroquial de Carracedo, donde había nacido el esposo y presunto homicida.

Tal y como figuraba en la esquela compartida que anunciaba el entierro de María José y Javier, llegaron vecinos, amigos y conocidos, además de representantes políticos, desde diferentes puntos de Caldas, Valga y otras localidades.

Fueron varios cientos de personas, quizás medio millar, las que despidieron a este matrimonio en una lluviosa y fría tarde invernal marcada por los silencios y los llantos, la tristeza y la incomprensión.

Por momentos, lo que ayer sucedía en el atrio, la iglesia y el camposanto era, simplemente, inenarrable. No es fácil afrontar una tragedia así, y menos aún cuando, a pesar de lo sucedido, los dos protagonistas de este trágico episodio son enterrados a la misma hora y en el mismo lugar, con las familias de ambos compartiendo dolor y desesperación.

Se llevaban bien entre ellos, comían juntos con frecuencia, hacían fiestas y, en definitiva, eran «una familia normal; una familia que se quería», reflexionaban los vecinos.

Prueba de ello es que el domingo, cuando se desencadenaron los terribles acontecimientos, todos esperaban en el lugar de Bronllo -en la parroquia valguesa de Setecoros- la llegada del matrimonio. Estaban esperando para almorzar en una casa situada a escasos metros de la suya, donde vive su hija.

Iban a participar en aquella reunión familiar tanto los padres de María José y de Javier como sus hijos y otros familiares. Pero ellos tardaban más de lo previsto. Y cuando fueron a buscarlos los encontraron muertos, parece que tendidos en el dormitorio en medio de un gran charco de sangre.

Aquella imagen que nunca olvidarán quienes los encontraron cambiará para siempre las vidas de estas personas; las mismas que ayer buscaban consuelo apoyándose unos en otros.

Pero no es fácil superar algo así. Especialmente en el caso de Fabián y Cintia, los hijos de la pareja. Como tampoco lo tendrán sencillo los padres de las víctimas, ya que viven todos.

«Era una familia bastante grande y no se conocían problemas entre ellos, como tampoco entre el matrimonio», reflexionaba una de las mujeres asistentes al sepelio mientras se vivían escenas de tensión entre algunas familiares de las víctimas que trataban de impedir el trabajo de los medios de comunicación.

«Quizás el más extraño era él (Javier Bello), ya que apenas hablaba con nadie», indicaban otras mujeres allí presentes.

«No era un hombre de bares y apenas saludaba a nadie por la calle, ni siquiera a los que habían vivido al lado de su casa materna desde niño», apostillaban otros asistentes al funeral mientras esperaban a que terminaran unos oficios que comenzaban con retraso, pasadas las seis y media de la tarde.

«No saludaba ni a los que tenía puerta con puerta y estaba como deprimido, quizás más desde que se quedó en paro«, se comentaba a las puertas del camposanto de Santa María de Carracedo.

Nadie puede entender lo sucedido, y mucho menos explicarlo. Nadie sabía decir ayer qué habría podido pasar por la cabeza de Javier Bello para, presuntamente, acabar con la vida de su esposa antes de suicidarse. Y desde luego nadie puede justificarlo, ni ayer ni nunca.

Lo que todos tienen claro es que hay que hacer todo lo humanamente posible para acabar con la lacra de la violencia de género. Y así lo dejaban patente tanto quienes asistieron al multitudinario entierro de la pareja residente en el Concello de Valga como aquellos que participaron en las concentraciones de repulsa frente al machismo.

Unas convocatorias que también tuvieron lugar ayer antes, durante y después del entierro, celebradas en decenas de villas y ciudades gallegas.

Como sucedió en Vilagarcía, a instancias del colectivo feminista «O Soño de Lilith», y en Cambados, por iniciativa de la asociación «A Naiciña». En estos y en los demás casos para denunciar «una situación insostenible para las mujeres» y tratar de cambiarla «porque nuestras vidas están en peligro».

En la ciudad vilagarciana, con presencia de representantes políticos de todos los partidos, las convocantes dijeron estar en la calle porque «aunque en las filas de la derecha niegan la realidad de los feminicidios y pretenden hacernos creer que son asesinatos que se dan en cualquier género, lo cierto es que los presos por violencia machista son el tercer mayor grupo en las cárceles de España, con casi 20.000 reclusos por esta causa, frente a los 11.000 condenados por homicidios».

Y a pesar de ello «los presidentes de la Xunta y el Estado español se limitan a guardar minutos de silencio en actos institucionales el día que se producen los feminicidios».

De ahí que en «O Soño de Lilith» crean que «no se puede permitir que se insista en que las mujeres deben denunciar y tomar medidas de protección». En lugar de esto «hay que dirigir campañas a los maltratadores, violadores y asesinos, porque queremos ser libres como los hombres para poder caminar solas de noche y poder separarnos de nuestras parejas sin miedo a que nos maten».

Así, «cansadas de violencia» y de la respuesta de las instituciones frente a las agresiones, como también convencidas de que «no viviremos en una democracia mientras perdure el sistema patriarcal», el colectivo feminista vilagarciano incide en considerar la violencia machista «como un problema social y político de extrema gravedad».

En el manifiesto que se leyó durante la concentración en Vilagarcía se mostró el pesar por la muerte de María José Aboy. Y se reflexionó sobre ello diciendo que «escucharemos que no constaban denuncias previas de violencia y depositaremos parte de la culpa en la mujer que no denunció en lugar de hacerlo en las personas que compartían espacio con un asesino y no vieron el peligro ni hicieron nada por impedir lo sucedido».

Faro de Vigo

Detenido un rianxeiro en Valga por vender cocaína y hachís en el interior de un bar,

La Guardia Civil detuvo a J.D.F., vecino de Rianxo de 28 años de edad, por un presunto delito contra la salud pública y tráfico de drogas en el transcurso de una inspección realizada en un céntrico bar de la localidad de Valga. La inspección se llevó a cabo la pasada semana a cargo de la patrulla de seguridad ciudadana de la compañía de Vilagarcía, apoyada por la patrulla fiscal territorial y el servicio cinológico con un perro detector de drogas.

En el interior del establecimiento se procedió a la detención de este cliente, al que se le intervinieron 14 envoltorios de cocaína (unos 9,20 gramos), 5,40 gramos de hachís, 375 euros y dos teléfonos móviles. El detenido fue puesto a disposición del juzgado de primera instancia e instrucción de Caldas de Reis, decretándose la libertad provisional con cargos.

Esta actuación forma parte de un plan operativo de respuesta policial al tráfico minorista y consumo de drogas en zonas, lugares y locales de ocio y diversión, diseñado por la Secretaría de Estado de Seguridad. El objetivo del mismo es reducir la oferta de drogas al consumidor, especialmente los jóvenes, así como erradicar, en todo lo posible, su consumo y tenencia en los espacios públicos.

Estas actuaciones, que se complementan con operativos preventivos en la vía pública, son habituales en las comarcas de O Salnés y Caldas. En los últimos cuatro meses se han realizado 20 inspecciones y un centenar de dispositivos en la vía pública, con el resultado de 10 personas detenidas o investigadas por siete delitos contra la salud pública. Estas intervenciones han tenido lugar en los municipios de Cambados, Meis, Ribadumia, Vilanova de Arousa, Valga y Barro. En todas ellas se aprehendieron diferentes sustancias estupefacientes: unos 200 gramos de cocaína, 25 de heroína y 55 de hachís.

En el ámbito administrativo, se han cursado cerca de 300 infracciones a la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana. De ellas, 225 fueron por consumo o la tenencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, aunque no estuvieran destinadas a su comercialización ilegal; tres por tolerar el consumo de drogas en establecimientos públicos; y 41 por llevar armas blancas en vías o locales públicos.

Faro de Vigo

La plantilla municipal de Pontecesures se harta de esperar por su plan laboral.

Más de una docena de trabajadores participan en la concentración de un cuarto de hora frente a la casa consistorial con la que inician sus protestas contra el gobierno local.

Los trabajadores del Concello de Pontecesures iniciaron ayer las movilizaciones de protesta contra el gobierno municipal. A mediodía, en torno a una docena de empleados se concentraron delante de la casa consistorial, con una pancarta en la que se leía: «RPT. Salarios dignos xa». Los convocantes cifran el seguimiento en más de un 70 por ciento, pues cuentan con el respaldo de trabajadores que ayer no pudiero estar en la concentración por motivos personales.

Ya por la tarde, los trabajadores querían llevar a cabo una segunda medida de protesta, que era acudir a la celebración del pleno ordinario, donde también desplegarían la pancarta.

Los representantes sindicales de la plantilla explicaron que el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, no se ha puesto en contacto con ellos en ningún momento desde que hicieron público su malestar con el ejecutivo.

La plantilla municipal demanda la elaboración de una Relación de Postos de Traballo (RPT), para organizar de forma adecuada el trabajo y las funciones de cada persona y departamento. También solicitan una actualización salarial.

Los trabajadores «estamos a la espera de que el alcalde nos llame por lo menos para convocar una reunión y empezar a intercambiar posturas», plantean.

Entre tanto no haya novedades, los servicios jurídicos de las centrales sindicales están estudiando las posibilidades de llevar a la justicia la situación, dado que la ley de administraciones públicas obliga a contar con un documento de organización del trabajo. Otra de las medidas que van a llevar a cabo es hacer públicos sus salarios.

Faro de Vigo

Bello Maneiro ridiculiza la táctica de judicialización política del PSOE valgués.

El PP considera que la «estrategia» de los socialistas, que «usan la justicia para influir en las elecciones», está «haciendo agua por todas partes».

El gobierno que dirige el conservador José María Bello Maneiro, en el Concello de Valga, arremete contra los socialistas y ridiculiza su «estrategia» política, centrada en «usar la justicia para tratar de influir en las próximas elecciones municipales».

Lo que sucede es que ese proceder «hace aguas por todas partes», como demuestra que «la denuncia del PSOE sobre las comisiones de coordinación fue archivada en dos ocasiones, y ahora todo apunta a que el recurso contra los presupuestos de 2017 va a ser un nuevo fracaso», espetan en el ejecutivo conservador.

Legalidad ratificada

Y dicen esto porque la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Pontevedra que ratifica la legalidad de aquellos presupuestos municipales «ya es firme».

Hay que recordar, como se explicó hace unas semanas, que dicho juzgado desestimó el recurso presentado por el Colexio de Secretarios, Interventores e Tesoureiros de Pontevedra (Cosital) contra la aprobación definitiva de los presupuestos municipales de 2017.

RPT

Aquel recurso, semejante al presentado por los socialistas valgueses, se aferraba a la inexistencia de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y aludía a un supuesto «incumplimiento de la Ley, por no ser adecuada la cuantía a los complementos específicos y de destino».

Pero la sentencia determina que «la inexistencia de RPT, por sí sola, es insuficiente para acarrear la nulidad de los presupuestos, y dicha anulación no produciría más que una infructífera situación de bloqueo».

Cuadro de personal

Por si fuera poco, «el presupuesto examinado incorpora el cuadro de personal en el que se reflejan los distintos puestos con sus retribuciones, pero ni se crean puestos de trabajo ni se modifica la situación preexistente y consolidada, por lo que se considera que se trata de un documento presupuestario cuya elaboración no exigía negociación colectiva ni, por extensión, es susceptible de impugnación por este motivo», añade el fallo.

Esto llevó al gobierno de Valga a indicar el pasado 20 de diciembre que el de Cosital no era el único recurso presentado contra la aprobación de los presupuestos de 2017, pues quedaba pendiente de resolución otro similar presentado por los socialistas de Valga.

De ahí que ahora el ejecutivo local ridiculice esa supuesta «estrategia» de judicialización política, ya cuestionada en otras ocasiones anteriores, y resalte que en los recursos presentados contra los presupuestos «se habla de supuestas actuaciones arbitrarias e incluso de fraudes de ley y desviación de poder, pero en la sentencia, que ya es firme, se confirma que eran falacias y falsedades».

Pronóstico

En el grupo de gobierno ya pronosticaron hace semanas que, a la vista de dicha sentencia, el recurso de los socialistas correrá la misma suerte que el de Cosital.

Por eso Bello Maneiro y su equipo creen «lamentable» que la oposición -liderada por María Ferreirós- «siga adelante con su reclamación a pesar de que ya existe una sentencia firme» que desmontaría su teoría.

Faro de Vigo

«Deterioro del Estado en España», artículo del cesureño Victorio Magariños en El Mundo.

El Estado, institución que organiza la vida social en un territorio con el fin de que la convivencia sea pacífica, tiene como eje el Derecho y como sustrato la nación. El ámbito territorial del Estado nación es el resultado de una evolución histórica que ha costado siglos en cuajar, después de confrontaciones y ajustes. Resultado que ha dado lugar a un ámbito de solidaridad enriquecedora, al espacio más amplio de convivencia pacífica y justicia hasta ahora logrado.

El Estado es en esencia el Derecho que ampara a las personas que nacen bajo su manto o protección; las cuales a su vez, aunque de modo indirecto y muy filtrado, controlan el ejercicio del poder, ínsito a la organización estatal. Pero es la nación, es decir, las personas unidas al Estado por vínculo de nacimiento, base de la soberanía a la que alude el artículo 1 de la Constitución, la que da vida y emoción al Estado.

Dentro del territorio del Estado existen diferencias que han podido ser importantes en otras épocas, en las que la realidad social y económica era distinta y la comunicación difícil. Hoy, sin embargo, han quedado reducidas a ciertas, pocas, peculiaridades, en especial la del idioma. Pese a ello, en los últimos años, se ha forzado, recalcado y amplificado la especial identidad de las regiones; potenciando, paralelamente, el poder de las mismas. Hasta tal punto que se habla de Estado plurinacional, Nación de naciones, Estado federal; abandonado el término autonomía.

El origen de esta evolución política, terminológica y conceptual, que es causa de incertidumbre para entender la estructura del Estado, viene de lejos. Pero la causa inmediata está en la Constitución, cuando habla de la indisoluble unidad de la nación española y a la vez reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran. Mezclando los términos nacionalidad, autonomía y región, en lugar de referir la nacionalidad a la cualidad de las personas que nacen bajo la protección del Estado, como lo hace el Código Civil. La Constitución agrava la confusión al no fijar claramente las competencias del Estado y permitir que éste pueda transferir a las Comunidades Autónomas facultades relativas a materias de titularidad estatal; dotándolas de instituciones equivalentes a las de un Estado: Asamblea Legislativa, Consejo de Gobierno, Presidente, Tribunal Superior de Justicia.

Esta confusa y errónea regulación, unida a una ley electoral incompatible con una configuración equilibrada del Estado, al permitir que partidos que defienden los intereses de región, que no los generales, contiendan al mismo nivel que los nacionales, ha sido el origen de un proceso de deterioro del Estado, que afecta gravemente a la igualdad y libertad de sus ciudadanos.

Tal error inicial ha sido utilizado por los políticos, que, en ocasiones, por su dificultad para sobresalir en el ámbito nacional, se refugiaron en las regiones, haciendo de ellas verdaderos feudos y un campo abierto para aumentar su cuota de poder. Los políticos potenciaron el sistema autonómico. Lo ensalzaron como un acierto y avance, alentaron su crecimiento, y se sirvieron de él de modo interesado. La crítica del sistema autonómico se consideró herejía.

Los políticos atrincherados en las Comunidades Autónomas, aprovechando la dejación y complicidad de los gobiernos estatales, han desarrollado una especial voracidad legislativa. A ciencia y paciencia de los órganos de control, se han elaborado Estatutos que por su contenido son verdaderas Constituciones. Se han saltado límites al desarrollar los derechos forales, promulgando incluso Códigos civiles, que son el más indicativo signo de una nación. Como el de Cataluña que, sin perjuicio de su perfeccionamiento técnico y su mayor adaptación al tiempo de hoy, ha recogido no sólo sus instituciones peculiares, alguna por cierto inactual pero que marca diferencias, sino también todas las relaciones civiles de carácter general. Además, ante la pereza y desidia estatal, las Comunidades han regulado nuevas situaciones, como las uniones de hecho, por ejemplo, que el Estado ha desatendido, y que debería acoger para su generalización normativa, en aras de una mayor seguridad jurídica.

De este modo, lo que se inició como una construcción política artificial y novedosa en buena parte, ha ido penetrando en la sociedad hasta provocar un sentimiento de nación en cada región. El Estado se ha ido vaciando de competencias necesarias para una construcción armónica y justa de la convivencia, y los ciudadanos perciben que la regulación de las relaciones jurídicas importantes procede de su Comunidad. Con la cual se identifican hasta tal punto que cada vez reconocen menos al Estado de España. Ente que se va diluyendo y se ve en lontananza como algo distante, relacionado con los poco empáticos Fisco, DGT y ejército. En la realidad se han ido forjando pequeños Estados con un sustrato social cada vez más intenso. Por lo que no es descabellado hablar hoy de Naciones para referirse a las Comunidades Autónomas, y de Estado Federal o de Confederación de Estados, si aquel proceso se consolida.

Esta evolución no es un cataclismo, pero sí un grave retroceso. A la vista están ya los daños. Costo económico desorbitado, a causa de la multiplicación de órganos públicos, funcionarios adscritos y edificios oficiales, compitiendo en lujo entre sí y con el Estado; que la economía española no puede soportar. Encerramiento en la propia región, incompatible con la universalidad del saber y la cultura, a causa de una endogamia docente y profesional, de una enseñanza peculiar y reducida. Dificultad para la comunicación y, por tanto, para el entendimiento y la transferencia de saberes y recursos. Amiguismo, clientelismo y un nuevo estilo de caciquismo que aflora a causa de un poder cercano excesivo y desequilibrado; y consecuentemente corrupción. No es casualidad que los casos de corrupción más escandalosos procedan de los gobiernos autonómicos.

La competencia normativa desgajada del Estado para resolver problemas generales, en especial la educación, sobre todo en las regiones con lengua propia, ha originado un desquiciamiento social y una lesión de la libertad. La imposición de una lengua particular a todos los habitantes de la región afecta a la dignidad de las personas, al impedir que los que han elegido un determinado territorio de España para realizar su proyecto vital, puedan desarrollar su personalidad a través de la lengua que han oído desde su nacimiento y que es la de la nación. Imposición excluyente, inmersión forzosa que conduce a un sector de la población a un estrechamiento cultural intolerable en una sociedad avanzada. La cesión de competencia en materia de educación es generalmente reconocida como error letal que conduce a la dilución del Estado.

El proceso político de aislamiento regional llega al colmo cuando se pretende la separación del Estado, como ha sucedido en Cataluña, que ha iniciado un enfrentamiento conflictivo, con ímpetu y caracteres de grave patología social; dejando marginada parte de la población, extraña en su propia tierra. Como si el hecho de habitar un trozo del territorio de España desde hace tiempo pudiera ser fuente de un derecho autónomo y originario a legislar, al modo medieval. En contra del proceso evolutivo de progreso hacia la justicia que supone una ampliación constante de su espacio de aplicación.

El fenómeno catalán avisa de que el aislamiento entre las diversas Comunidades y la autosuficiencia de éstas ante el Estado es un peligro de evolución regresiva que se cierne sobre todo el territorio de España. Más acusado en las regiones con idioma propio. Si sigue este proceso y la dejación y parálisis del Estado continúa, la dilución de éste podría consumarse. Quedando encerrados sus habitantes en espacios reducidos de libertad y justicia, con grave dificultad para el desarrollo de una convivencia solidaria, compatible y amistosa.

Es necesario y urgente que el Estado de España recupere el timón y fije el rumbo, a fin de restablecer un espacio amplio de justicia en su territorio. Lo que exige reducir los órganos autonómicos y una regulación equilibrada de sus competencias, limitándolas a las necesarias para una descentralización eficiente. Conservando las particularidades civiles regionales de manera ponderada; las cuales, dada la evolución social, son cada vez menores, y en algunos casos más acordes con la realidad actual, y, por tanto, extensibles a toda la nación española.

Esta reconstrucción corresponde en primer lugar a los políticos. Pero también a la sociedad, a través de asociaciones, prensa y demás medios de comunicación. A la espera de que, en su momento, pausada y evolutivamente, se logre otro espacio convivencial de mayor amplitud, un espacio de justicia más extenso, como el que se está gestando, desde hace algún tiempo, en torno a Europa.

Victorio Margariños es notario y académico de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia.