Casi 180 máquinas antiguas salieron de Padrón para recorrer 120 kilómetros
«Foron e chegaron e iso é o que conta». Este fue uno de los muchos comentarios de los participantes que ayer cubrieron la tercera ruta de motos antiguas que organizó el club Terras de Padrón y que logró dar cita a un total de 178 máquinas clásicas, un «éxito rotundo», tal y como decía otro de los que asistieron a la cita. A ese éxito contribuyó, en gran medida, la buena climatología de modo que, como dijo uno de los responsables del club Terras de Padrón, Manuel Martínez Azpiazu, «o bo día dounos a vida». A las 178 máquinas clásicas hay que añadir en torno a una veintena más de motos, en este caso de la organización, para que todo saliera como salió: a la perfección.
El único pero que pusieron algunos de los participantes, y que así reconocieron desde el club organizador, fue la excesiva longitud de la ruta de modo que, desde Padrón y hasta Corrubedo, las motos clásicas, todas ellas con más de 25 años de antigüedad, recorrieron en torno a 120 kilómetros, casi el doble que en otras rutas. «O certo é que o percorrido foi un pelín longo», dijo Manuel Martínez. «O que quería moto, hoxe tivo moto», añadió el representante del club.
Dada la longitud del recorrido, más de uno estaba maravillado con la capacidad y «aguante» de las máquinas antiguas, en algún caso auténticas preciosidades como coincidían en señalar al ver una BMW con sidecar, en este caso procedente de Portugal, país que volvió a participar en la ruta con 10 máquinas. Otras que llamaron especialmente la atención fueron una de la marca DSA o una Harley Davison. La más antigua de todas era de los años 1930.
Arranque frustrado
No obstante, no todas las máquinas lograron cubrir el trayecto de ida y vuelta de modo que unas pocas, menos de una decena, se quedaron en el camino y tuvieron que volver a Padrón en el coche-escoba. También hubo alguna que ya no logró tomar la salida por lo que dejó frustrado a su propietario y más todavía al comprobar la satisfacción de los que sí participaron en la ruta. Lugo, Ourense, Vigo y A Coruña fueron algunas de las ciudades de origen de los participantes, entre los que también estaban los propios socios del club de motos antiguas Terras de Padrón, que ya piensan en una nueva edición.
«Esta é unha afición como outra calquera», decía un joven nada más llegar al hotel padronés en el que los participantes compartieron una comida, muchos de ellos acompañados de familiares que se acercaron hasta el lugar o, bien, siguieron la ruta desde un autobús contratado por la organización. «Todo saleu a pedir de boca», fue otro de los comentarios que se escucharon al finalizar sobre las cuatro de la tarde.
LA VOZ DE GALICIA, 02/05/09