Doce mil personas disfrutaron de la fiesta culinaria y de la quinta edición de la feria del automóvil
Pontecesures certificó ayer que sigue siendo uno de los grandes santuarios de los amantes de la lamprea. La esperada fiesta gastronómica de este pescado cumplió las expectativas y alrededor de un millar de comensales probaron las exquisiteces de este producto típico.
La organización había preparado unas 900 raciones y más de 300 pinchos de lamprea y lo cierto es que la carpa habilitada en el puerto para acoger a los visitantes registró el ambiente esperado. Durante las dos jornadas del fin de semana desfilaron por Pontecesures unos 12.000 aficionados y curiosos, ya que además de la exaltación culinaria hubo actividades paralelas de música y motor que completaron la oferta turística.
Los honores de pronunciar el pregón de la décimo cuarta edición de esta fiesta recayeron en el biólogo y profesor de la Universidade de Santiago, Fernando Cobo, quien además se confiesa amante reconocido de este plato. Ese fue el momento exacto que inauguró el día grande de la fiesta. En el texto, el experto desmitificó la negra leyenda que sobre la lamprea se cierne desde siempre y dio las claves para entender que su mala fama no tiene tantas razones científicas como pueda parecer.
Las raciones de lamprea se sirvieron en Pontecesures a la bordelesa -en su sangre- con arroz como plato estrella. El día anterior, el sábado, ya hubo incluso concurso de empanadas, que se adjudicó la panadería Gerardo, después de que un reconocido jurado elegiese la creación entre las siete presentadas.
Las autoridades locales compartieron mesa y mantel bajo la misma carpa que la multitud de visitantes que se acercaron a Pontecesures para disfrutar de una nueva edición de la fiesta que les hace diferentes.
Reliquias de cuatro ruedas
Además de la vertiente gastronómica, los aficionados al mundo del motor disfrutaron de dos jornadas de excepción. Se celebró la quinta edición del automóvil antigüo y de ocasión concentró en el municipio algunas de las creaciones más atrayentes de las últimas décadas y varios modelos seminuevos.
Entre los lujos exhibidos destacan los algunos modelos de las exclusivas firmas Corvette, Porsche o Jaguar, que tuvieron que repatirse los flashes de las cámaras de los aficionados con la réplica del modelo de Fórmula 1 de la marca Reanult que conduce el piloto asturiano y doble campeón del mundo, Fernando Alonso.
Los propietarios de los coches antigüos tuvieron además la oportunidad de pasar la revisión de la ITV de forma gratuita y dieron luz y esplendor a los más de 3.000 metros cuadrados habilitados para la feria.
Junto a estos atractivos, se dieron cita en Pontecesures decenas de motoristas que protagonizaron dos concentraciones sobre dos ruedas. Ayer mismo, se organizó una actividad paralela. Se trata de una exhibición de cuatro karts que refrendaron la fama de ser la antesala de los monoplazas.
Como condimento indispensable a una fiesta de estas características, cabe resaltar la animación musical existente. El grupo Xarandeira de Pontecesures y la charanga Santiaguiño pusieron los acordes a una intensa cita que contó con un acuario de lampreas vivas en el recinto.
LA VOZ DE GALICIA, 06/04/09