Niños padroneses se acercan a la cultura saharaui.

El movimiento Solidariedade Internacional de Galicia presenta hoy en el auditorio municipal de Padrón, a partir de las once y cuarto de la mañana, el libro de cuentos en gallego Irene no Sahara, a través de una actuación de títeres a la que asistirán alumnos del primer ciclo de Educación Primaria de los colegios padroneses. Con este libro de cuentos, Solidariedade Internacional de Galicia pretende sensibilizar a la población infantil favoreciendo el conocimiento de otras culturas, en especial, la del pueblo saharaui.

LA VOZ DE GALICIA, 18/11/09

Sesenta puestos se suman hoy a la feria caballar de San Martiño.

La Policía Local centralizará las incidencias a través de una unidad móvil que funcionará este año por primera vez ·· Las Regueifas abrieron boca ayer

La celebración de San Martiño, en Teo, festividad local hoy, calentó motores ayer por la noche con la Noite de Regueifa a cargo de Pinto de Herbón, Luis O Caruncho y Felipe de Dodro, que caldearon el ambiente para la gran jornada festiva de hoy.

Desde primerísimas horas de esta mañana la carballeira de Francos, en Calo, acogerá una vez más a miles de visitantes de la feria caballar con mayor arraigo en la comarca. En los últimos días, el personal de servicios municipal y los departamentos de Policía Local y Protección Civil coordinaron el operativo de esta nueva edición de la fiesta de San Martiño, para cuya celebración han habilitado un aparcamiento público y gratuito e instalado señalización de entradas y salidas recomendadas desde la carretera N-550.

El San Martiño se celebra cada 11 de noviembre en la carballeira de Francos de la parroquia teense de Calo. Se trata sobre todo de una feria caballar de compraventa de animales, aunque con el paso del tiempo este mercado tradicional acabó por convertirse en una fiesta en la que el intercambio comercial es sólo un elemento más para la atracción de visitantes.

Según explicó la Policía Local, hoy habrá en la carballeira, además de las tradicionales carpas de pulpo más de 60 puestos comerciales. Como ya es costumbre, habrá venta ambulante de textil, bisutería, artesanía o alimentos como rosquillas, embutido o turrón. Pero también se podrá comprar maquinaria agrícola, herramientas, libros, música o alambiques.

En los últimos años se regulaba el acceso de tráfico al recinto ferial para que el espacio de la carballeira quedase preservado para el disfrute de las personas sin los inconvenientes del tráfico. En relación a esto, está previsto un aparcamiento cerca del recinto ferial para los vehículos de los comerciantes, para residentes y para discapacitados, ya que desde las 09.00 horas estará prohibido el acceso en coche a la zona de la fiesta.

La novedad de esta edición será un puesto móvil de la Policía Local para centralizar cualquier incidencia. En esta zona también estará el veterinario para realizar las guías de los animales vendidos.

EL COREO GALLEGO, 11/10/09

Mañana, 11 de noviembre, San Martiño.

Teo prepara una Feira de San Martiño con más puestos de venta que otros años
El Concello ha reservado amplios espacios para aparcar cerca de la Carballeira de Francos, en Calo

El municipio de Teo celebra mañana la festividad local del San Martiño, una jornada marcada por el protagonismo de la feria equina más importante del entorno compostelano.
Aunque la fiesta propiamente dicha corresponde a la jornada del 11 de noviembre, la organización de la cita, que asume el Concello, ha incluido un programa cultural previo para caldear el ambiente. Se trata de una noche de regueifa en la carballeira de Francos, en la parroquia de Calo, que arrancará a las nueve de la noche de hoy y contará con la presencia de Pinto de Herbón, Luís O Caruncho y Felipe de Dodro.
El plato fuerte será la feria caballar, con transacciones de quinos procedentes de toda Galicia y también de otras zonas de la península, incluida Portugal. Aunque la fiesta nació como un feria de ganado, el espíritu comercial se ha ido adueñando del San Martiño, por lo que la venta ambulante de múltiples productos se ha convertido en uno de los atractivos de la fiesta.
Prueba de ello es que el Ayuntamiento ha confirmado que además de los tradicionales puestos de pulpo habrá sesenta puestos comerciales de prendas textiles, bisutería, artesanía y alimentos tradicionales como rosquillas, embutidos y las primeras tabletas de turrón. La oferta no se queda ahí, ya que también han reservado espacio en la carballeira de Francos comerciantes de maquinaria agrícola, junto a vendedores de herramientas de todo tipo, libros, música y también alambiques.
Para los amantes del pulpo que no puedan acudir mañana a Francos, las carpas que ofrecen este producto ya están instaladas desde ayer.
La organización de la Feira Cabalar de Teo ha extremado todas la precauciones en lo que a la seguridad ciudadana y vial se refiere. Por ello, una de las novedades de la feria es que la Policía Local dispondrá de un puesto móvil para centralizar cualquier incidencia que se produzca. En la misma zona también estará el puesto de veterinario que cubrirá las guías de los animales que se vendan.
El operativo de seguridad lo formarán todos los agentes de la Policía Local de Teo, así como todos los efectivos del cuerpo de Protección Civil con trece personas incluidos los voluntarios. Todo este engranaje comenzará a funcionar desde hoy al mediodía y se mantendrá hasta última hora de la tarde de la propia jornada festiva del San Martiño.
Servicio de grúa
El principal trabajo de los agentes locales y el servicio de Protección Civil consistirá en labores de seguridad viaria, regulación del tráfico, información y vigilancia y control de los accesos. Para acceder al recinto ferial habrá dos entradas desde la N-550 en ambas direcciones de Santiago y Padrón.
El Concello de destacado «a importancia de cumprir coa sinalización colocada polos corpos de seguridade de cara a garantir que a festa, que todos os anos conta coa presenza de milleiros de persoas, discorra con normalidade e os vehículos que incumpran alguna indicación ou molesten poderán ser retirados por una grúa».

Contrabando, literatura y ocio se enganchan al vagón de «Historias do Carril-Cornes».

Carcor

En su recorrido por la línea que unía Carril con Santiago de Compostela, la primera de Galicia, los vagones guardan pequeñas historias. Desde ayer, el libro Historias do Carril-Cornes saca a la luz 24 de esas historias en forma de relato gracias a la pluma de Xoán Luís Miguéns, socio fundador de la Asociación Compostelá de Amigos do Ferrocarril.
Se trata, sobre todo, de recuerdos de aquellos que alguna vez se subieron al tren que unía la capital de Galicia con la ría de Arousa. A través de anécdotas como las primeras veces que se iba a la playa en el ferrocarril, el traslado de los restos de Rosalía de Castro desde Iria Flavia hasta el Panteón de Galegos Ilustres de Bonaval o el contrabando escondido en el convoy, se consigue dar una fiel imagen de la sociedad gallega de la época.
«Son historias sinxelas sobre xentes tamén sinxelas que reflicten certos feitos característicos das distintas épocas nas que se encadran estes relatos», explica el autor, para después añadir que «a través deles podemos albiscar como se desenvolvía o mundo ferroviario galego na sociedade do derradeiro terzo do XIX e boa parte do XX».
Y no solo a través de la palabra escrita se ofrecerá el análisis de la sociedad de aquellos años. También se incluyen fotografías y grabados de la época.

LA VOZ DE GALICIA, 29/10/09

Emotiva presentación do libro «Historias do Carril-Cornes».

Unhas 150 persoas asistiron na tarde de hoxe, no edificio onde estivo situada a antiga estación de Cornes en Santiago, á presentación deste libro de Xoán Luís Miguéns García. O acto foi presentado polo alcalde de Santiago e polo presidente do Consorcio de Santiago.
Houbo discursos emotivos dos intervintes lembrando anécdotas da primeira liña de ferrocarril de Galicia.
No libro veñen reflectidos 24 relatos sobre pequenas historias que «circularon» ó longo dos anos por riba deste primeiro camiño de ferro galego.
Hai que salientar que no apartado de agradecementos do libro, o autor nomea a FRANCISCO FREIRÍA OLIVEIRA, responsable da OMIX do Concello de Pontecesures, ao cesureño MANUEL GRELA CASAL, e ao veciño de Pontecesures e ferroviario, MIGUEL DE CELIS, polas achegas de material gráfico para enriquecer o traballo.
Un exemplar do libro estará mañá na biblioteca de Pontecesures para a súa consulta. Ten historias entrañables para toda esta comarca.

O tren de Varela.

Contaban os ferroviarios máis vellos, que o inesquecible tren de Varela (aludindo ó maquinista do mesmo nome) recollía xente polo camiño de ferro desde Vilagarcía a Compostela. Naqueles tempos xa afastados, a cidade de Santiago era considerada como o corazón e a capital do país, porque, a pesar de non ser a capital da provincia, tiña organismos e institucións que só se atopaban alí e que representaban a toda Galicia. Tamén xa daquela había xente de lonxe que recoñecía que Santiago era Santiago. Eran os tempos da grande armada inglesa, daquela mariña de guerra que, desde Trafalgar, ou antes, dominaba os camiños das ondas dos mares do golobo. Naqueles momentos Vilagarcía era considerada o porto natural de Compostela.
Así eeran as cousas e así foi que a armada inglesa tomou o mar de Arousa case como se fose a súa casa e os seus compoñentes «ships» viñan a fondear periodicamente no medio e medio da ría, de tal xeito que o mar de Arousa (ou Arosa Bay, como dicían eles) e Vilagarcía eran como a súa segunda «house». Aquí descansaban, reparaban forzas e barcos, folgaban e xogaban uns partidos de «football» cos nativos. Parece ser que naqueles tempos os británicos se negaban a xogar contra os de Vilagarcía se os opoñentes galegos xogaban con zocos, tal como fixeran no primeiro partido, no que, sen querer por suposto, tronzaron algunha canela inglesa. Lances dese novo deporte que non lles fixeron ningunha graza os oficiais británicos.
Pero os mariños ingleses eran moi afeccionados a viaxar noutro medio de transporte que precisamente inventaran eles: o tren. Nel desprazábanse desde a vila para coñecer Santiago. Aínda non hai moitos anos que vivía algunha testemuña presencial que podía dar fe do pasmadiños que ficaban os «homes do pano azul e branco» cando, camiño de Compostela, en plena viaxe e desbruzados polas xaneliñas dos vagóns para ollar a fermosa paisaxe, e tamén os os paisanos vían como en calquera lugar do trazado o tren de Varela recollía viaxeiros ou viaxeiras cargadas con feixes de verduras, cestas de froita, latas de leite… é dicir, con case todo o que se podía mercar en Santiago, sobre todo se era o día de feira na carballeira de Santa Susana. O asombro dos ingleses era motivado por ver como os viaxeiros subían ó tren con só facerlle sinais coas manos ó maquinista, que paraba ou minoraba a marcha.
Unha vez foron testemuñas directas dun caso que colleu moita sona polo gracioso que resultou para os que o presenciaron. Resulta que, cando o tran de Varela empezou a subir fatigosamente a costa da Escravitude, camiño de Santiago, este maquinista viu que pola beira da vía ía, a bo paso, un vello coñecido natural do concello de Rois. Cando a locomotora chegou á súa altura, o señor Varela, despois de saudalo, preguntoulle a onde ía e o outro contestoulle que a Santiago. ö escoitar iso, o señor Varela díxolle ó seu amigo:
-Pois veña, xa podes ir subindo ó tren.
E vai o outro e contestou:
-Hoxe non, que teño presa.
Mais un día, o pasmo dos mariñeiros británicos foi aínda máis grande cando, en plena viaxe e dentro do vagón, oíron berrar un vello que dicía alporizado:
-¡Parade, parade que me baixo!
O vello debruzouse por unha das xsanelas e poñendo as mans arredor da súa boca volveu berrar cara á cabeceira do tren:
-¡Parade aquí, que teño que baixar, parade dunha vez, oh!
Non se sabe como foi que o maquinista e o fogueiro puideron oír, e sobre todo entender o que lles berraba aquel vello, pero o certo foi que, por non ser menos que outras veces en que o tren paraba (ou case) para recoller a algún paisano, esa vez tamén parou para que o vello dos berros puidese baixar do convoi.
Todos os ingleses que estaban debruzados polas xaneliñas dos vagóns puideron ver como o curioso viaxeiro baixou do tren e como seguidamente se dirixiu ata a beira da máquina onde lles dou unha explicación ó señor Varela e ó seu fogueiro ante a expectación e asombro xerais.
-? que vou ver un menciñeiro preto de aquí mesmo (díxolles aos pilotos da Sarita).
E coa mesma, aquel vello botou a andar co paraugas pendurado da chaqueta na parte traseira do colo, mentres o tren de Varela asubiaba de novo e, botando fume por todos os lados, emprendía a marcha por riba daqueles mollados carrís, camiño de Compostela, en tanto que os ingleses ficaban mirando uns para os outros con ollos regalados sen crer o que acababan de ver.

Relato do libro de Xoán Luís Migúens García, «HISTORIAS DO CARRIL-CORNES», presentado hoxe en Santiago.