Los vándalos rompieron mesas, bancos, el panel informativo, árboles y hasta la barandilla de madera
El mirador del Lapido, con vistas al río Ulla y al monte Castro Valente, en la parroquia de Carcacía, en Padrón, ha aparecido hoy destrozado, tal y como ha denunciado la Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Lapido, titular del terreno y que de quien partió la iniciativa para recuperarlo y adecentarlo con una subvención de la Consellería de Medio Ambiente, así como con fondos europeos del programa Feder.
Tal y como ha denunciado la presidenta de la entidad, Ana Castro, los vándalos rompieron tres mesas de madera; dos bancos, gran parte de la barandilla que rodeaba el recinto, el panel informativo y otros carteles, además de dos árboles. A mayores, tiraron parte del material en la ladera del río.
Ana Castro no esconde el «gran disgusto» por lo sucedido y recuerda que el mirador «estaba precioso e tiña moitas visitas. Aquí para moita xente», ha asegurado la presidenta de los comuneros, quien llamó a la Guardia Civil para denunciar los destrozos.
La Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Lapido convirtió en mirador un antiguo basurero, con una inversión de 12.000 euros. Hasta su conversión en un mirador con unas espectaculares vistas al río Ulla y al monte Castro Valente, el espacio estaba siendo usando de forma no autorizada como vertedero de basura, al estar ubicado a un margen de la carretera AC-242. Los trabajos comenzaron en 2018 y, a día de hoy, el mirador estaba en todo su esplendor, por lo que los comuneros no entienden a quien podía molestarle tal y como estaba la zona de ocio y esparcimiento, muy visitada por padroneses y foráneos.
El Concello de Padrón lamentó ayer los destrozos en el mirador que, según matizó, es un área de gran valor para los vecinos. «Estes actos supoñen un duro golpe para o patrimonio local e para o esforzo da titular do terreo e responsable da súa recuperación, que logrou transformar o espazo nun lugar de desfrute para todos», explica el Ayuntamiento en su perfil de las redes sociales.
María Soto Montero, asistenta en la casa rectoral, murió asfixiada por los asaltantes. En la foto, durante un acto religioso en Escravitude.
La asistenta de la rectoral murió asfixiada por los asaltantes, que propinaron una paliza al párroco. Las familias de las víctimas exigen que no se deje morir la investigación
Diez años se cumplieron ayer del violento asalto a la casa rectoral de la parroquia de Cruces, en el municipio de Padrón, en el que mataron a la asistenta del cura y le dieron una paliza a este. María Soto Montero falleció esa noche, asfixiada, y Ramón Barral lo hizo en marzo de 2020, a causa del coronavirus, pero nadie se olvida de ellos. El santuario le dedicó a cada uno una misa en la novena de la Virgen de A Escravitude, celebrada el 8 de septiembre.
La parroquia no se olvida de ellos ni de la tragedia que vivieron aquel domingo 14 de septiembre, sobre todo porque, una década después, no se ha detenido a los responsables del asalto y, por tanto, de la muerte de María Soto, y muchos dudan de que se haga algún día. «Despois de dez anos sería unha sorte que se detivera aos culpables; oxalá pasara pero xa hai poucas esperanzas», opina una feligresa.
Desde la Guardia Civil se limitan a declarar que la investigación sigue abierta y el hermano de María Soto, José, taxista jubilado de Santiago, reconoció ayer que «estamos cansados de preguntar polo tema, pero non sabemos nada». Explica que, en su día, contrató a un abogado para mover la investigación, pero «todo quedou en nada», se lamenta.
José Soto considera que, en este caso, «non se fixeron ben as cousas dende un principio» y pone como ejemplo la aparición del vehículo del párroco, que usaron los asaltantes para escapar de Cruces. Apareció días después estacionado en el lugar de Pontecesures, limítrofe con Padrón. «Alguén o deixou alí moi ben aparcadiño, aberto e sen chaves e ¿ninguén viu nada, non?», se pregunta el pariente de la asistenta fallecida.
Habla de que «non me importa gastar o que sexa», para saber quien mató a su hermana, pero añade que «vexo todo tan escuro que case me parece imposible». Aun así, pide al Juzgado de Padrón y a la Guardia Civil que sigan investigando y buscando a los autores del asalto y que no dejen «morrer o caso. A miña ilusión é que dean con eles e saber quen foron», reconoce José Soto, de 81 años y jubilado desde hace cuatro.
«Véxome impotente para facer nada; fun ao Xulgado é a Garda Civil varias veces e non se sabe nada. É unha vergoña», añade el hermano de la fallecida, quien reconoce que le gustaría tener ayuda de alguien para tirar del caso y apunta directamente a la familia del párroco.
La hermana de este último, Gloria Barral, asegura que «me acordo del a todas horas e máis nestes días». Preguntada sobre el hecho de que se desconozca quienes fueron los tres individuos que entraron en la casa con la intención de robar y acabaron asfixiando a la asistenta, la hermana del cura es rotunda y asegura que su hermano reconoció a uno de ellos y así lo dijo. «Saben quen foi, pero tapan, non o queren facer público», dice sin querer entrar en más detalles.
La mujer recuerda perfectamente aquel domingo 14 de septiembre del 2014, cuando el cura pasó buena parte de la tarde en su casa. De vuelta en la rectoral, sobre las diez de la noche, Ramón Barral llamó a Gloria para contarle lo sucedido, tras lograr desatarse. En esa llamada ya le comentó que María Soto estaba fallecida. Gloria acudió de inmediato en auxilio de su hermano y, con su familia, fue la primera en llegar, lo que les valió una reprimenda de la Guardia Civil, tal y como recuerda aún hoy la mujer, que lamenta la muerte de María Soto, y la de su hermano en soledad a causa del coronavirus.
Un robo que acabó en tragedia, con la muerte por asfixia de la asistenta y la paliza al párroco
Fue el domingo 14 de septiembre de 2014, sobre las nueve de la noche, cuando tres individuos, dos a cara descubierta y otro encapuchado y armado con una pistola, llamaron a la puerta de la casa rectoral de Cruces, con la idea de robar, quizás creyendo que había dinero de los donativos de la festividad de la Virgen de A Escravitude, que se acaba de celebrar.
Lograron que la asistenta del párroco les abriera la puerta porque esgrimieron la excusa de que había un difunto en la parroquia. Ante robos anteriores e intentos, Ramón Barral, que entonces tenía 77 años, y María Soto, de 78 años, estaban desconfiados de las llamadas a esas horas, pero el aviso de un difunto funcionó y abrieron la puerta, para su desgracia porque el robo acabó en tragedia.
Así, los asaltantes pegaron, ataron y amordazaron al cura y a su asistenta, pero ella logró soltarse y gritar, y fue cuando le apretaron la mordaza hasta asfixiarla, tal y como confirmó la autopsia.
Semanas después fueron detenidas dos personas como presuntas autoras de los hechos, pero el Juzgado número dos de Padrón las dejó libres de cargos y sospechas en diciembre del 2015, cuando la jueza decretó el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones iniciadas. El año pasado trascendió, además, que el ADN hallado en la casa no es válido.
Del archivo del caso se lamentó ayer el hermano de María Soto, quien recordó que «era unha muller marabillosa con todos, ata cos veciños», aseguró José Soto. María llevaba 26 años trabajando en la casa del cura y en Cruces era una más de la parroquia.
Los pasajeros fueron desplazados hasta la estación de A Escravitude.
La víctima, de 73 años, cruzaba por una zona de paso no autorizada; el convoy se detuvo pasadas las cuatro de la tarde y los regionales han sido desviados por la vía de altas prestaciones
Un vecino de 73 años de la parroquia de Cruces, en Padrón, falleció esta tarde tras ser arrollado por un tren regional que cubría el trayecto entre Vigo-Guixar y A Coruña. Fue en torno a las cuatro de la tarde, cuando el convoy se detuvo y los pasajeros fueron avisados del arrollamiento. La víctima cruzó por una zona de paso no autorizada.
Los vecinos de Vilar, la aldea en la que residía, estaban consternados y aseguraban que, «hoxe é un día negro para a aldea». Esta mañana realizaba labores agrícolas en su tractor con otra persona que solía ayudarle en este tipo de tareas y por accidente la atropelló con el vehículo. Tal y como informan los vecinos, abandonó el lugar quizás creyendo que el accidente había sido más grave y no supieron nada más de él hasta el trágico arrollamiento pese a buscarlo por la aldea. La policía local y la guardia civil participaron en la búsqueda sin éxito.
El vecino que lo ayudaba está hospitalizado pero fuera de peligro. Los vecinos se mostraron conmocionados con la noticia del arrollamiento por el tren y, según ellos, la familia está en shock.
Foto del lugar del accidente, entre Padrón y A Escravitude.
El tren arrancó a las seis de la tarde y se desplazó hasta la estación de A Escravitude para que los pasajeros pudiesen bajar y tomar el aire. Desde allí fueron trasladados en autobús a su lugar de destino. Desde Renfe informan que durante ese tiempo se cortó el tráfico entre Vilagarcía y Santiago en esa línea y se desvió la circulación de los trenes regionales por la vía de altas prestaciones. En cuanto a los pasajeros que se desplazan a estaciones intermedias, como Padrón, Pontecesures o Catoira, se han puesto autobuses a su disposición.
El 112 daba cuenta del accidente del tractor
El 112 informaba este mediodía del accidente del tractor en el lugar de Vilar, en la parroquia de Cruces, poco antes de las 13 horas. El herido cortaba hierba a mano cuando el vehículo lo alcanzó. Fue evacuado en un helicóptero medicalizado al hospital de referencia. Los dos implicados estaban recogiendo hierba en una finca, muy próxima al lugar del arrollamiento.
Está previsto que el juicio se desarrolle en dos jornadas, el miércoles y el jueves, y la sala ha acordado que se celebre a puerta cerrada para proteger a la denunciante, ya que «los hechos que se enjuician son particularmente graves pues atañen a su libertad e indemnidad sexual».
Los populares explican que no se contó con ellos, pese a que el PSOE gobierna en minoría, y que esos 100.000 € se podrían destinar a obras.
El grupo municipal del PP de Padrón pide al regidor socialista que “abandone o seu absurdo e falso vitimismo e se dedique a xestionar en lugar de terxiversar e intentar xerar inquietude coas súas falsedades”. Así lo trasladaban tras un pleno en el que los populares, junto a la edila del BNG, rechazaron derivar casi 100.000 euros del Plan de Obras a gasto corriente, lo que les valió las críticas del PSOE.
Según explican desde la oposición, “quedou patente unha vez máis a improvisación e prepotencia do goberno socialista, particularmente do alcalde, Anxo Arca”, asegurando que “coñecía desde o pasado mes de xuño a circular sobre a elaboración do POS+ adicional 2/2024, cuxo destino son investimentos financeiramente sostibles e gasto corrente do exercicio 2024, e na que se indicaba xa que o 13 de setembro remataba a segunda fase”.
A su juicio, el ejecutivo local, y pese a estar en minoría (tiene 6 munícipes, por otros tantos el PP y una el BNG), “deixou pasar todo o verán sen falar coa oposición, sen informarnos absolutamente de nada e sen deixarnos, polo tanto, unha marxe razoable de tempo para analizar a documentación e facer aportacións respecto a proxectos positivos para o concello que poidan executarse con cargo ao POS”.
Además, las mismas fuentes reprochan que Arca, sin contar con otros grupos, “decidiu unilateralemente destinar os fondos a gasto corrente, cando poderían ser destinados a obras no Concello, algo que lle recordamos”.
El local padronés abrió sus puertas a mediados del año 2020 y, en la actualidad, ya cuenta con una Estrella Michelin y dos soles Repsol.
El popular influencer gastronómico ‘Cenando con Pablo‘ se ha rendido a los encantos de la gastronomía gallega.
Así, en los últimos días se ha dejado caer en varios establecimientos de la zona con nombres tan populares como el de Muiño do Vento, El Temple o Bágoa Gastrobar.
Pero, entre todos ellos, el reconocido influencer ha destacado uno especialmente, al que se ha referido como «el mejor asador de Galicia«.
El mejor asador de Galicia
Para llegar al mejor asador de Galicia según el popular influencer, tendremos que acercarnos hasta Padrón.
Se trata del Asador O’Pazo, que abrió sus puertas a mediados del año 2020 y que, en la actualidad, ya cuenta con una Estrella Michelin y dos soles Repsol.
«Juraría que es el mejor bogavante que me he comido nunca«, ha asegurado Pablo en un vídeo compartido a través de sus redes sociales, el cual ya acumula más de 350 K de reproducciones.
El vídeo muestra también otros platos degustados por el influencer como un pimiento con calamar y una lura. A esta última tampoco le han faltado los halagos: «Qué locura, qué textura, qué buen hacer».
Tras terminar estos platos, le ha tocado el turno al pase de los bivalvos que consta de un carneiro, un longueirón y percebes.
También se ha deleitado con un foie al que se ha rendido totalmente. «Hay momentos que ojalá fuesen eternos«, explica.
Finalmente, el influencer ha probado los postres del menú degustación: un yogur de leche de vaca, seguido de una tarta de Padrón y de una milhojas.
«Es acojonante lo bien que trabajan el producto«, ha sentenciado. ¿Alguna vez has estado?