De Padrón, pero lleva muchos años viviendo y trabajando en Santiago, 38 años. Casado y con tres hijos. Como de raza le viene al galgo, pertenece a una familia de reconocida tradición jurista. Se trata de José Paz Montero, al que acaban de notificar la concesión de la Cruz de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort, distinción otorgada por el Ministerio de Justicia.
El médico Alfonso Solar Boga cumplirá 42 años como rey Melchor en la cabalgata de Padrón.
Este es un reportaje no apto para leer los niños porque desvela uno
de los grandes secretos de la tradicional Cabalgata de Reyes de Padrón:
la identidad de una de sus majestades. En cambio, sí es de lectura
recomendable para padres, tíos y hasta abuelos que, seguramente de
pequeños, la noche del 5 de enero le dieron un beso al Rey Melchor y,
más concretamente, a Alfonso Solar Boga. El prestigioso médico de 62
años, afincado profesionalmente en A Coruña pero natural de Padrón, a
donde regresa cada fin de semana, cumplirá hoy 42 años vistiendo las
ropas del Rey Melchor, solo interrumpidos durante dos Navidades en las
que no se celebró la cita a causa de las inundaciones.
Hablar con Alfonso Solar de su papel como Rey
Melchor es hacerlo de la historia de la cabalgata de Padrón, pero
también de sus gentes y de su amor declarado a la villa: «Soy muy
afortunado. Puedo presumir de que se me acerquen abuelos que vinieron a
junto de mí de niños, en las primeras cabalgatas, y eso hay que
valorarlo como una suerte». «Nadie le ha dado tantos besos a los vecinos
del pueblo que uno quiere y eso es un privilegio».
Son algunas de
las confesiones que hace Alfonso Solar cuando mira hacia atrás y habla
de sus vivencias en la cabalgata, que se remontan a 1978. Todo empezó de
una manera un tanto peculiar, cuando varios jóvenes unidos por el
hockey, como Masito Beiró Martínez, José Ángel González Piñeiro, Jesús
Fraiz Calvo, Ramón Garea Rodríguez, y Totono y Cleto Barreiro Sorribas,
se plantearon celebrar la cabalgata de Reyes, que en Padrón no había
desde que quedara sin pagar el alquiler de las ropas de otra cita
anterior. Los jóvenes no tenían dinero pero en su ingenuidad pensaron
que tampoco costaría tanto celebrarla: sería cuestión de hacer unos
trajes y comprar unos caramelos. La idea cogió fuerza y hablaron con el
Concello pero el entonces alcalde, Eduardo Otero, les recordó que había
una deuda pendiente y que había que pagarla antes de que el Ayuntamiento
se pudiera implicar en la organización. El grupo lo valoró como
«injusto», pero siguió adelante, limitando la cabalgata a A Matanza,
Extramundi y Rois.
Los trajes de los Reyes los consiguió Masito
Beiró por el trabajo de su padre en la Nestlé; las pelucas eran de
carnaval y las barbas, de estropajo. Ese año, fueron: Gaspar, Mon Garea,
Baltasar, Totono Sorribas, y Melchor, Alfonso Solar. Esa primera
cabalgata, que es el germen de la actual, fue un éxito, pero no gustó en
Padrón, donde según recuerda Alfonso, «nos dieron palos por todas
partes, hasta en el periódico, pese a que éramos buenos chicos».
Rescatados del Sar
A
partir de ese año empezaron a organizarse, a recaudar fondos yendo
puerta por puerta y poco a poco se fueron sumando otros organizadores,
como las amas de casa, entre las que Solar menciona a Mary Lago,
Conchela López, Elena Palén y Angelines Parra. Poco a poco, Padrón
empezó a tener «cabalgatas mejores» porque la gente respondía y los
promotores quisieron dar un salto cualitativo para mejorar la llegada de
los Reyes Magos a la villa.
Si en los primeros tiempos los Magos llegaban a
Padrón en tren, hubo dos años (1981 y 1993) que lo quisieron hacer en
barca por el río Sar, pero en una ocasión «calculamos mal las mareas y
nos tuvieron que rescatar y sacar del río en el colo», recuerda Alfonso
Solar. Para mejorar aún más la llegada, en 1982 se les ocurrió que
podían hacerlo en helicóptero y se fueron a la Diputación de A Coruña a
solicitar uno. El entonces presidente del organismo provincial, Enrique
Marfany, se lo concedió de forma sorprendente pero, una vez llegado el
día, el Rey Gaspar vomitó nada más bajar del helicóptero y poner un pie
en el campo de fútbol. No obstante, esa llegada «fue lo máximo; ya no se
podía superar», dice Solar. También se les ocurrió que la cabalgata
podía empezar por la mañana, con la lectura de un pregón, que en 1983
leyó Pepe Domingo Castaño, y hasta fueron a hablar con el arzobispo
Ángel Suquía para pedirle apoyo económico.
Todo ello hasta que el Concello echó mano de la
organización hace más de veinte años, con la animadora cultural Cruz
Taboada al frente, de modo que cada 5 de enero es un «día sagrado» para
Solar, que tiene una cita ineludible con los niños de Padrón y comarca.
«Cada año me pasan muchas cosas por la cabeza y me trae muchos
recuerdos. Desde que empecé, pasó el tiempo suficiente como para echar
de menos a muchas caras en los balcones de la villa, a través de los que
puedes ver el paso de la vida. Falta gente en ellos pero hay otra
nueva».
A todos estos entrañables recuerdos, el médico
añade la única pega que le pone a su condición de Rey Melchor: su hija
casi no recuerda ninguna cabalgata de Padrón ya que se la llevaba su
mujer Begoña a ver la de Vilagarcía. «Para mi hija, ese día yo siempre
estaba de guardia».
«Me gusta ver el 5 de enero el paso del tiempo en mi tierra»
«Mis
primeros recuerdos de la Cabalgata de Reyes en Padrón se remontan a los
años 1962-1964: organizada por la Delegación de Juventudes, salía a
caballo (uno de Picusa, otro de Tejidos Ramos y el tercero de la
Ferretería Francisco García) desde las instalaciones de Fenosa,
precedidos por la banda municipal y escoltados por pajes con antorchas
que recorrían las calles de Padrón para dirigirse al Ayuntamiento»,
recuerda Alfonso Solar, responsable de la unidad de Gastroenterología
Pediátrica del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera (Chuac) y que
este año recibió la medalla de oro y brillantes del Colegio Oficial de
Médicos de A Coruña en reconocimiento a su trayectoria profesional y los
valores que transmite durante su ejercicio.
Como compañeros de cabalgata, Solar recuerda que
le acompañaron durante muchos años Ramón, funcionario del Ayuntamiento
jubilado; Eugenio Iglesias Catoira, y últimamente Arturo Reboyras. El
médico padronés insiste en que «es un privilegio» vestir las ropas del
Rey Melchor cada 5 de enero y recuerda que todo empezó hace más de
cuarenta años, «una noche de verano en la que se reunió un grupo de
chavales que tenía muchas ganas de hacer cosas por el pueblo».
«Me gustaría seguir participando en la cabalgata; no me preguntes cuántos años pero, si tengo salud, sí quiero porque me sigue gustando ver el paso del tiempo en mi pueblo la noche del 5 de enero», dice Solar, para quien ese día le sirve para reafirmarse, dice, «en una de las pocas convicciones que tengo: que Padrón es el mejor sitio para estar».
Con decepción recibimos
la noticia de que fue suprimido el servicio de venta, por ventanilla,
de billetes en varias estaciones gallegas y que nos recuerda lo
sucedido hace muchos años con el cierre de las estaciones de Padrón,
Catoira y Pontecesures. Un paso más que nos indica que parece que
solo interesa potenciar el uso del ferrocarril en las grandes
ciudades dejando abandonados a los usuarios de las otras ciudades y
de las pequeñas villas.
Resulta curioso que se diga que los viajeros van a poder retirar los billetes por internet, en máquinas a colocar en las estaciones, en Correos o a través del interventor a bordo del tren. ¿Cómo van a utilizar los usuarios en el Eje Atlántico las tres primeras opciones?. Lógicamente subirán al convoy y como la mayoría de los trenes que circulan por la vía convencional no llevan interventor pues viajarán gratis y punto. Yo mismo llevo prácticamente viajando gratis mucho tiempo en el primer tren que sale de Pontecesures con dirección a Vigo. Desde el verano pasado el tren solo trae interventor un día o dos a la semana . Pero esto sucede en la mayoría de los trenes que circulan por la vía convencional y después nos dicen que no tenemos viajeros suficientes. Cómo van a constar en las cifras oficiales si no se computan.
En fin, que seguimos en
Padrón, Catoira y Pontecesures con las estaciones descuidadas, sin
baños para poder utilizar, con maleza y suciedad en la zona de
jardines y andenes, con escaso mobiliario urbano y con megafonía y
señalización alfanumérica solo en la primera.
Pasa el tiempo y sin “mesas de diálogo” o “consultas”, se toman decisiones unilaterales que son auténticos recortes por mucho que se quieran disfrazar. Mucho defender la España vaciada y las convenciones del cambio climático pero en realidad se perjudica a los poblaciones más pequeñas y no se potencia el uso del ferrocarril que es el medio de transporte menos contaminante.
Imagen del puerto fluvial del río Ulla, entre las localidades de Padrón y Pontecesures, lleno de embarcaciones de mercancías y pesca .
El puerto fluvial del río Ulla, emplazado entre Padrón y Pontecesures, fue hasta mediados del siglo pasado un importante pulmón comercial para la comarca de Santiago. Allí llegaban buques cargados de víveres y materiales para la industria de la zona, que también recurría a esta infraestructura para hacer envíos de sus productos. Reza la tradición que el Apóstol Santiago llegó a tierras de Iria Flavia en una barca de piedra, si bien los historiadores matizan que debía tratarse de una barca pedrera, grandes embarcaciones que transportaban piedra desde lejanas tierras mediterráneas hacia el norte de Europa. En una de esas habría surcado las aguas del Ulla y del Sar el Zebedeo, junto con sus dos discípulos, Atanasio y Teodoro.
El Concello de Padrón irá salvando poco a poco las deficiencias que
tiene la biblioteca municipal, dentro de las posibilidades del actual
edificio. Así lo anunció la concejala de Cultura, Lorena Couso, en el
pleno ordinario en el que el grupo de gobierno votó en contra de la
moción del PSOE que pedía mejoras en el centro de lectura, que el año
pasado tuvo más de 29.000 usuarios. El debate plenario derivó en si es
necesario o no trasladar la biblioteca a un edificio más idóneo, tal y
como planteó el edil de Compromiso por Galicia, Eloi Rodríguez, quien ya
lo propuso en su etapa como concejal de Cultura en el gobierno
bipartito. Este edil se abstuvo en la votación.
Para el gobierno local, no hay posibilidad de instalar un ascensor, tal y como pedía el PSOE que se estudiara; la dotación de fondos es suficiente y, en los últimos tiempos, se renovó equipamiento, según explicó Lorena Couso. Esta coincidió con el grupo socialista en que la biblioteca no está bien asilada, pero dijo que «o edificio é o que é».