Un incendio calcinó por completo en la madrugada de ayer el número 25 de la calle San Lois; un antiguo edificio de dos plantas deshabitado desde hace años, aunque el bajo estaba ocupado por la taberna A Pía. Solo quedó en pie la fachada de piedra y las viviendas anexas sufrieron algunos daños que, en principio, no ponen en peligro su integridad, aunque sus ocupantes ??dos familias?? tuvieron que ser desalojados y pasaron la noche en casas de parientes.
Una grúa retiraba a primera la hora de la mañana de ayer cascotes, ventanas, canalones y otros elementos exteriores del inmueble para evitar su desprendimiento a la calle que ha sido cortada al tráfico hasta nuevo aviso. Era la segunda fase de unos trabajos que se iniciaron a las 4:30 horas de la madrugada cuando un particular alertó al 112 Galicia de que un edificio ardía con grandes llamas en la céntrica calle San Lois.
Inmediatamente se trasladaron hasta el lugar de los hechos hasta siete vehículos de emergencias de los bomberos del parque de Ribadumia, los GES de Valga y Padrón, así como voluntarios de Protección Civil de Cesures, además de agentes de la Guardia Civil que acordonaron la zona.
El edificio es antiguo y tenía toda la estructura de madera, así que las llamas avanzaron rápidamente. De hecho, en seguida se desalojó a los residentes en las casas anexas: dos mujeres y por otro lado un matrimonio con un hijo pequeño que tuvieron que pasar la noche fuera y regresaron ayer al mediodía y todavía no habían decidido si volverían hoy para dormir. También se dio aviso a los ocupantes de las casas de enfrente, por si acaso.
A pesar de la gran cantidad de medios, solo quedó en pie la fachada de piedra y el interior acabó totalmente derruido, poniendo fin a la actividad de la taberna A Pía, cuyo propietario siguió de cerca los trabajos de extinción que se desarrollaron hasta casi las nueve de la mañana, momento en que también se informó a los dueños del edificio, que lleva años deshabitado.
Una grieta y un agujero.
El arquitecto municipal y el jefe de los bomberos de O Salnés acudieron a primera de la mañana para evaluar el estado de las viviendas colindantes, que sufrieron algunos daños. De hecho fue preciso apuntalar una de las casas porque compartía una de las vigas principales de la afectada, ya que en su día estaba unidas, y los efectivos tuvieron que cortarla, quedando un agujero en una de las estancias, mientras que en la otra, se encontró una grieta. Con todo, según el alcalde, Luis Álvarez Angueira, y la edil Cecilia Tarela, que estuvo en la zona, los técnicos no creen que entrañe ningún peligro porque, en principio, no se encontraron daños estructurales.
En cuanto a las causas, las autoridades fueron prudentes y esperan el informe de la Policía Judicial que posiblemente acuda hoy al lugar.
Diario de Arousa