La corporación aprueba que el gobierno local mantenga al día a los afectados. El BNG acusa al tripartito de boicotear la presentación de alegaciones de particulares y el regidor apunta veladamente a Valga para hablar de «inimigos»
El gobierno local de Pontecesures deberá asegurarse de que los vecinos afectados por el plan de construcción del polígono industrial en la zona de Tarroeira sean puntualmente informados de sus pormenores y avances, tanto desde el Concello como desde cualquier órgano público competente, en cuantas reuniones sean necesarias. Así lo acordó la noche del martes la corporación municipal, con los cinco votos favorables de socialistas y BNG a la moción presentada por el grupo del PSdeG–PSOE y la abstención de los seis ediles del tripartito formado por PP, IP y TEGA.
Fue este el punto final a una hora y 20 minutos de pleno extraordinario forzado por el grupo municipal del PSOE que encabeza Roque Araújo, argumentado por este último por la falta de información por parte del alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, sobre los detalles del proyecto impulsado por Xestur desde hace algo más de un año. «Despexar todas as dúbidas respecto á xestión do goberno local» referente al «proxecto máis importante para Pontecesures nos últimos anos» era el objetivo, señaló Araújo. Y al menos alguna de las dudas se aclaró.
Entre ellas, el hecho de que, pese a haber finalizado ya el plazo de presentación de alegaciones al proyecto para particulares, el plan del polígono industrial sigue pendiente de los informes sectoriales de Augas de Galicia y, en lo referente a la afectación al tráfico rodado de la N-550 y la PO-548, del Ministerio de Transportes y la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade. Informes por los que, adelantó Vidal Seage, está pendiente el gobierno local antes de formular posibles alegaciones al proyecto «sempre que non se cumpra a legalidade» durante el período que, hasta finales de septiembre, se mantiene abierto para las administraciones públicas.
Con todo, el regidor dedicó casi tres cuartos de hora a vender las bondades de la infraestructura empresarial, tras referirse sin personalizar a las críticas recibidas de vecinos afectados y la oposición diciendo: «Nestes últimos meses se ten falado, discutido e mesmo conspirado sobre este asunto, con inexactitudes, e con mentiras repetidas». Seage empezó recordando la aprobación del actual PXOM de Cesures en el 2003, sosteniendo que desde ese documento los 326.000 metros cuadrados en los que se proyecta el polémico polígono están «considerados como zona industrial»; también que BNG y PSOE quisieron impulsar en el 2006 un parque empresarial mayor, de 400.000 metros cuadrados. Este punto, y el hecho de que el plan del polígono cesureño recibiese una puntuación de 83 sobre 100, la tercera mayor de entre los 19 nuevos posibles parques incluidos en el Plan Sectorial de Áreas Empresariais de Galicia del 2012, llevó al alcalde a afear al PSOE y BNG su actual oposición a la iniciativa que Seage retomó el año pasado ante Xestur tras, dijo, haber sido interpelado por numerosos empresarios con problemas para la ampliación de sus negocios.
Los portavoces del PSOE y el BNG respondieron recordando que aquel polígono pensado a principios de siglo incluía la construcción de viviendas de protección oficial, cosa que el actual no contempla, así como más zonas de uso público y un carácter más comercial que industrial. Remarcó la nacionalista y ex alcaldesa Cecilia Tarela que el suelo será ocupado por una firma dedicada al aluminio lacado, mencionando el nombre de Stac, lo que aparejaría, afirmó, el aumento de la contaminación local, cuando: «En Pontecesures, de contaminación imos sobrados» y «as empresas que veñan non van crear emprego, xa van vir montadas cos seus traballadores, por empresarios sen escrúpulos que farán o que fan onde xa están; o que lles dá a gana».
Seage sostuvo que el sistema de balsas para la evacuación del agua procedente del futuro polígono da total seguridad, punto rebatido por Tarela, que le respondió rotunda: «O volume que exceda das balsas verteráse directamente ao cauce do río». La nacionalista blandió el no de su formación al polígono, forzando al resto de partidos a posicionarse en el pleno sobre la ocupación industrial de casi un 5 % del suelo del municipio. Los tres del tripartito dieron su sí. Roque Araújo, del PSOE, contestó: «Con esta información e condicións, non».
El BNG acusó al tripartito de boicotear la presentación de alegaciones
Según los datos manejados por el Concello, el plazo de presentación de alegaciones de particulares contra el plan del polígono industrial acabó con 628. Una cantidad que el alcalde no consideró excesiva, y a la que añadió sus muchas procedencias diferentes de otros municipios gallegos, sosteniendo que solo 98 tenían remitente cesureño y 36 con domiciliación en la misma dirección. Además, indicó que «nin o 20 % dos veciños dos lugares perimetrais do polígono alegaron». Por todo lo anterior, esgrimió: «Temos que defender o interese xeral, non só o dos que presentan alegacións».
Esta fue la intervención que más malestar generó en el público, pero también entre el BNG. Cecilia Tarela acusó al gobierno local de «boicotear a presentación de alegacións no Concello de Pontecesures», obligando a muchos vecinos a hacerlo en los registros de los de Caldas, Padrón y Valga y al propio BNG a pasar cinco horas en el cesureño para hacer lo propio. «Este é un goberno defensor do formigón e dos empresarios; dos veciños, non», manifestó Tarela.
Seage: «Os inimigos ao mellor non están en Cesures», en alusión a Valga
En un tono académico, que junto al contenido en varios momentos de su intervención irritó a parte de los numerosos vecinos que llenaron el salón de plenos, Seage habló de un estudio hidrológico y de un trabajo de campo elaborado por Xestur en el 2021. Un documento el último del que tiró para afirmar: «A situación que recollían estudos de inundabilidade feitos con anterioridade non reflectían toda a realidade, mentres que este recolle cousas que non estaban antes».
Entre ellas, y reconociendo que «a maioría da zona onde se vai asentar o polígono é inundable», el regidor mostró dos pasos subterráneos en la línea del tren en Valga que «non existían no anterior estudo» y que «non permiten a evacuación —de agua en exceso— ao seu arredor. A onde quero chegar con isto?», dijo Seage. Pues a acabar diciendo: «Os inimigos nas inundacións ao mellor non están en Cesures. Non sei se alguén explicou isto no pleno de Valga» en el que recientemente su corporación aprobó alegaciones contra el polígono cesureño.
La Voz de Galicia