Las obras de construcción de una glorieta en la N-550 en A Picaraña generan dudas vecinales.

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Las obras que cuestionan los vecinos comenzaron en febrero.

Las obras de construcción de una glorieta en la vía N-550 a la altura del cruce de A Picaraña, en el municipio de Padrón, avanzan rápido, por lo que ya dejan entrever cómo quedará la zona una vez acabados los trabajos. Ello, precisamente, generó dudas entre vecinos de O Areal sobre el diseño del acceso al núcleo desde Santiago a causa de la construcción de una acera en el lado derecho de la vía en dirección a la capital gallega. Tal y como quedó la acera, por la pista de acceso a O Areal y Bascuas solo pasa un vehículo y así lo denunciaron ayer vecinos del primer núcleo.

El alcalde de Padrón, Antonio Fernández, explica que esa acera tiene que ser «recortada» para dejar espacio para que circule un vehículo en cada sentido de acceso y salida de O Areal y Bascuas. Con ello, añadió el regidor, la rotonda dará servicio a todo el cruce en los dos sentidos de circulación, por un lado al polígono industrial y, por otro, a los núcleos de población. Así, cuando los vecinos de O Areal y Bascuas quieran circular hacia Padrón ya no tendrán que ir hasta O Faramello para hacer un cambio de sentido. Y cuando circulen desde Santiago y quieran ir hacia sus aldeas tendrán un carril de acceso.

Así esperan que sea algunos de los vecinos que ayer recelaban de la obra tal y como está planteada en estos momentos y de cuyo cambio no saben nada porque, aseguraron, «non temos información de como é o proxecto» y de ahí que el Partido Galeguista Demócrata también lo solicitara en el Concello.

No obstante, el alcalde explicó que él se reunió con vecinos de la zona a los que les informó de cómo quedarán los accesos una vez que esté acabada la obra de la rotonda, que será en unas semanas, si todo avanza según lo previsto. El popular Antonio Fernández tuvo una reunión el martes en A Coruña en el organismo Demarcación de Carreteras del Estado por el tema de la glorieta de A Picaraña y otros de la vía N-550, ya que el lunes el Ministerio de Fomento tiene previsto empezar las obras de acondicionamiento de la misma entre Santiago y A Ponte.

En cuanto a la rotonda de A Picaraña, también está previsto señalizar dos pasos peatonales iluminados, uno antes de la misma y otro después, según el alcalde. Ayer por la mañana, numerosos peregrinos cruzaron por este punto, en uno de los pasos ya existentes.

La Voz de Galicia

Un conocido hostelero de Padrón abrirá en los próximos días el albergue Rossol.

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Constantino Gómez está con los últimos detalles del albergue.

El albergue Rossol abrirá en los próximos días en Padrón. De iniciativa privada, su titular, Constantino Gómez Mejuto, padronés de 54 años, es un conocido hostelero de la villa que acaba de reabrir su café-bar en un inmueble de la plaza Rodríguez Cobián, después de trabajar durante 33 años en la calle Rosalía de Castro.

El alojamiento turístico dispondrá de 18 plazas en literas, en un local con ascensor, climatización para frío y calor, insonorización, red wifi en todo el edificio, ordenadores para acceder a Internet, taquillas, baños completos (incluido secador de pelo y dosificadores de gel y champú), zona para el calzado y sala de estar, entre otros servicios.

Constantino Gómez lamenta no haber podido abrir antes el albergue, ya que en Semana Santa lo habría tenido al completo porque «ya hubo muchos peregrinos, que se ven todos los días, más de lo que imaginaba», dice. El hospedaje se sitúa en la primera planta del inmueble, que tiene en la planta baja el café-bar. Este padronés crea dos puestos de trabajo, entre el albergue y cafetería, sin contar el suyo. El hospedaje tendrá un «horario amplio» de recepción de peregrinos, en función del café-bar y su titular confía en «trabajar bien» en el albergue, pero también en la cafetería, en este caso «con gente del pueblo» pero también con los propios peregrinos como apoyo a la actividad hostelera. El precio por noche es de 14 euros.

Constantino Gómez cree que Padrón necesita establecimientos de este tipo y habla de que contribuyen a dinamizar la vida del concello. El albergue Rossol será el segundo de iniciativa privada que abre en la villa, tras el situado en la calle Corredoiras y que lleva el mismo nombre. En trámites para su apertura está también un albergue en la calle Vidal Cepeda, a iniciativa del médico padronés residente en A Coruña Carlos Agrasar.

La Voz de Galicia

La N-550, un vial con tramos muy distintos y peligro constante en la orilla .

Las comparaciones siempre son odiosas, sobre todo si uno las sufre en sus carnes. Esa idea le venía ayer a uno en la cabeza cuando se proponía recorrer la N-550, la carretera «de toda la vida» de Santiago a Vigo y mientras su vehículo se veía enzarzado en travesías con tráfico lento, limitaciones constantes de velocidad y cruces y más cruces de repente miraba hacia un lado del vial y veía la AP-9, con los vehículos a toda velocidad sin retención alguna. ¡Qué diferencia!

El recorrido empieza en Pontecesures. Y empieza mal. Algo antes de las once de la mañana, uno pierda la paciencia ya en la primera travesía. Hay tráfico por doquier. Así que se tardan varios minutos en enfilar hacia Caldas. Cuando por fin uno se pone en ruta, la cosa mejora. El firme está bastante bien salvo por algún pequeño detalle y, conforme uno se acerca al territorio caldense, el tráfico va a menos. Además, gracias a la variante que Fomento construyó, en Caldas uno hasta saca pecho y piensa que, quizás, se equivoquen los que pagan y van por la AP-9. Porque en el tramo caldense, sobre todo en la circunvalación, el coche va casi como un llanero solitario. Apenas hay tráfico y poco rastro de los camiones que kilómetros atrás desesperaban a uno.

Pero la alegría se acaba pronto en la carretera del pobre. En Briallos, ya en Portas, ayer ya se notaba más tráfico. Encima, en esa zona, uno se daba cuenta de una circunstancia que es eterna compañera en este vial: hay peligro constante en la orilla. Ora aparecen peregrinos, como Michael, un austríaco que ayer indicaba que no le gustaba la cantidad de automóviles que pasaban casi rozándole la piel. Más adelante son los niños que se bajan de un autobús o un hombre cargado con una carretilla de hierba. La cantidad de casas que hay pegadas al vial es enorme y, por tanto, el trasiego de peatones también.

En O Cruceiro de Briallos, de hecho, había un vecino intentando cruzar a pelo, sin paso elevado ni otro elemento de protección. «Aquí cruzamos como podemos, non queda outra», afirmaba. Y es cierto. Porque más adelante uno se seguía encontrando viandantes a la carrera incluso en las zonas con tres carriles.

Entrada a la ciudad
El susto más grande, si uno no conoce la carretera, se lo lleva el conductor llegando a Pontevedra. ¿Por qué el coche de repente hace ruido? La culpa es del firme que hay a la altura de las facultades, al que aplicarle el adjetivo de obsoleto es ser bondadoso con él. Pasando Pontevedra y enfilando hacia Vilanova, llega el sufrimiento por la lentitud del tráfico. Ahí, nuevamente, uno maldice el momento en el que no pagó para ir por la AP-9.

El paso de camiones es constante y sonante. Y, para acabar un poco más con la paciencia del conductor, hay cruces por todas partes. Continuas intersecciones, rotondas y otras hierbas que hacen que, para salvar los 57 kilómetros que van desde Pontecesures a Vilaboa haga falta casi una hora. Al menos eso era lo que sucedía ayer a media mañana.

Carteles que hablan por sí solos. En la N-550 hay varias zonas señalizadas como de concentración de accidentes. Distintos vecinos reclaman que se pongan más. fotos maría hermida

La rotonda donde se resbala por culpa de las naranjas. Un naranjo escupe sus frutos de forma continua en una rotonda. Esto hace que el firme acabe convertido en pista de patinaje.

¿Señales en desuso? A lo largo del vial, como en este tramo de Valga, hay señales luminosas apagadas y, en algún caso, en mal estado. También hay carteles que apenas se leen a lo lejos.

La soledad de la variante. Ayer por la mañana, el único momento de soledad en el viaje por la N-550 desde Cesures a Vilaboa era en la variante de Caldas. Apenas se cruzaban uno o dos coches.

Peregrinos por doquier. Ayer eran numerosos los peregrinos que circulaban a orillas de la N-550. En la foto, Michael, un austríaco de Viena al que no le gustaba el paso constante de coches.

Tramos a 40, 50 y 70 hasta aburrir. Las limitaciones a 40 y 50 son constantes, como en esta zona de Portas. Algunas curiosas: hay tres carriles y límite a 70, por lo que es difícil adelantar.

Y de repente… el traqueteo. El firme de la N-550 está medianamente bien en casi todo el recorrido. Pero al llegar a Pontevedra ciudad la cosa cambia: el traqueteo del coche se hace constante.

Peatones que se juegan el tipo. Cruzar es una odisea en todo el vial. En la foto, al fondo, unos peatones se la juegan en Vilaboa. La imagen se repite constantemente en distintos puntos.

La Voz de Galicia

El Xacobeo busca con «imperiosa urgencia» gestor para sus 70 albergues.

La empresa que controla los refugios del Camino desde el 2008 renuncia alegando pérdidas.

Mientras en los albergues públicos del Camino de Santiago se producen los primeros llenos de la temporada, en los despachos de la burocracia se escribe la cara B de la misma historia. El Xacobeo, 100 % propiedad de la Xunta, está buscando con «imperiosa urgencia» una empresa privada a la que confiar la gestión de esos negocios de alojamiento, que suman 70 con 3.308 camas y una clientela anual consolidada de 335.000 personas. La compañía que los controla desde hace ocho años, Alvite Servicios Integrales, con sede en Santiago, ha renunciado a seguir explotándolos en las condiciones actuales. Alegando «falta de rentabilidad», dentro de un mes se desentenderá por completo de ellos.

Hasta el 2007, la Administración se ocupaba directamente de cuidar la red autonómica de refugios montada en torno a las rutas de peregrinación que van a dar a Compostela. En enero del 2008, no obstante, decidió externalizar todas esas tareas, que básicamente consisten en limpiar los edificios, mantenerlos, atender a sus usuarios y cobrar a estos la tasa por pernocta, seis euros en estos momentos. A cambio de unos 200.000 euros mensuales, previa competencia abierta entre rivales, el servicio lo asumió entonces Alvite, que en el 2012 revalidó victoria. Estaba previsto que a lo largo del 2016 el Xacobeo licitase de nuevo en circunstancias normales la gerencia de los albergues, pero algo con lo que no contaba le ha obligado a cambiar de planes: más allá de unas semanas, la concesionaria no está dispuesta a continuar.

«Nosotros -explica un directivo de la sociedad- vamos a cumplir el contrato hasta el 30 de abril, pero ya no podemos seguir ni un día más. Bastante hemos aguantado, ya hemos llegado hasta donde podíamos llegar. […] Estamos perdiendo dinero todos los meses». Un supuesto déficit que atribuye a que «poco a poco se han ido sumando costes de gestión que en un principio no estaban presupuestados».

Con ese ultimátum sobre la mesa, la Xunta ha optado por reaccionar en dos frentes: a medio plazo, preparando las normas de un concurso de empresas que le permita elegir nueva adjudicataria para dos años ampliables a cuatro y, a corto, cubriendo el vacío de los próximos meses fichando a dedo a una compañía que sustituya a Alvite. Por un máximo de 26 semanas de trabajo, la firma escogida cobrará un tope de 1,14 millones más IVA.

Se trata de una suma muy alta como para concertarla por la vía negociada sin publicidad. De ahí que el Xacobeo se haya acogido extraordinariamente a la cláusula E del artículo 170 de la Lei de Contratos del Sector Público. Es una disposición que permite saltarse el procedimiento convencional «cuando una imperiosa urgencia, resultante de acontecimientos imprevisibles para el órgano de contratación y no imputables al mismo, demande una pronta ejecución del contrato que no pueda lograrse mediante» otras fórmulas. «Para garantir a concorrencia», no obstante, solicitará ofertas a «un mínimo» de cuatro operadores del sector.
Reapertura del establecimiento de Verín e inversión de siete millones en dos rutas

Tras meses de obras de reforma valoradas en 142.000 euros, reabrió el martes al público uno de los albergues que conforman la red autonómica del Camino de Santiago: la Casa do Asistente, en Verín. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, auguró en él para esta Semana Santa una «enorme afluencia» de peregrinos. En Santiago, el conselleiro de Cultura y la directora de la Axencia de Turismo anunciaron que los departamentos encabezados por ambos destinarán siete millones a diversas mejoras en las rutas primitiva y del norte, declaradas patrimonio de la humanidad en el 2015.

La Voz de Galicia

Nuevo albergue ante el auge de peregrinos en Padrón.

El hostelero Tino Gómez decide centrar su negocio en la Ruta Jacobea // «Invertir en el Camino es buena opción», asegura.

«Invertir en el Camino de Santiago es una buena opción hoy en día, porque esto no va a desaparecer nunca, todo lo contrario, va a más». Así lo asegura Tino Gómez, un veterano hostelero padronés que, tras dos años inactivo, ha decidido abrir un nuevo albergue privado para peregrinos en la villa rosaliana. Su primera idea surgió en la primavera de 2014, justo después de un largo viaje por África. «Me gusta mucho el deporte y al llegar del viaje salía casi todos los días en bicicleta. Recorría a menudo la ruta portuguesa y observaba que en todos los pueblos había muchísima actividad en torno al Camino, me cruzaba con cientos de caminantes. Además, al llegar a Padrón también veía que todos los bares y terrazas estaban llenas, y que en el Espolón había muchísimos peregrinos que buscaban alojamiento, en definitiva, que el Camino era fuente de riqueza», comenta el hostelero, que regentó durante tres décadas la emblemática cafetería Rossol, nombre con el que también bautizó su nuevo negocio.

El Correo Gallego

Fomento eliminará uno de los puntos negros de la N-550 en Valga.

El Ministerio somete a exposición pública el proyecto para mejorar un cruce de Valga en el que se han registrado accidentes mortales.

«Para nós, esta é unha moi boa noticia». El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro (PP), valoraba de esta manera la salida a exposición pública del proyecto de seguridad vial que se va a desarrollar en la N-500 a su paso por este municipio. La actuación se llevará a cabo en el cruce de O Pino, en cuyo entorno se han registrado un rosario de accidentes, varios de ellos mortales, y un lugar que también es utilizado por los peregrinos para cruzar la carretera nacional.

«Las actuaciones que se plantean tienen como finalidad la mejora de la intersección mediante carriles centrales de espera y los correspondientes carriles o cuñas de cambio de velocidad, canalizándose los movimientos y mejorando las condiciones de seguridad vial», según explica el Ministerio de Fomento en un comunicado de prensa. El alcalde ahonda en esta cuestión y apunta que lo que se pretende es acortar el carril para vehículos lentos que existe en la zona, y reconvertirlo en espacios que permitan maniobrar con seguridad a los que entren o salgan del cruce en cuestión. En la actualidad, los coches que viajan en dirección a Pontevedra no pueden salir por ese punto de la carretera principal, y los que pretenden acceder a esta desde el cruce tampoco pueden hacerlo si quieren tomar dirección a Pontevedra.

Otra actuación pendiente

Según los datos facilitados por el Ministerio de Fomento, la obra que se va a realizar en Valga supondrá una inversión de más de medio millón de euros, en concreto 615.690. Una cantidad que deberá complementarse en el futuro, cuando se aborde la construcción de una pasarela peatonal en las inmediaciones de ese cruce. «Esa é unha obra de menor contía económica pero que tamén temos reclamado en varias ocasións», aseguraba ayer el alcalde de Valga.

Las dos actuaciones se realizarán en los kilómetros negros de Valga: un tramo no demasiado largo de la N-550, pero en el que se han sucedido, a lo largo de los años, siniestros de una especial gravedad.

La Voz de Galicia