Descienden los barcos en la campaña de la lamprea al no resultar rentable la faena.

El número de embarcaciones de pesca de lamprea en el río Ulla descendió entre finales de la semana pasada y comienzos de esta a solo cuatro, lo que viene motivado por los pésimos resultados de este inicio de campaña, que está siendo «con moita diferencia» la peor de estos últimos años, confirma el valeiro Ramón Barreiro. El excesivo caudal del río y las pocas capturas han desmoronado a los pescadores, que «non ganamos nin para cubrir os gastos» del seguro (unos 500 euros mensuales) ni de combustible, que pueden llegar a rondar los 200 euros.

MUY POCA DEMANDA

A estos factores hay que añadir la poca demanda de lampreas, no tanto por parte de los restaurantes sino de particulares. «A crise e a costa de xaneiro nótase» a la hora de colocar el producto en el mercado. «Apenas hai pedidos», ratifica Barreiro, uno de los pocos valeiros cesureños que optaron por trabajar en los últimos días.

Ayer recogieron las nasas después de dos días sumergidas en el Ulla y, entre las cuatro embarcaciones,  sumaron alrededor de las quince piezas. Pero antes «levavamos tres días sen coller practicamente nada», incide.

Tras la jornada semanal de descanso, los valeiros volverán a arriar esta tarde los aparejos aunque sin demasiadas esperanzas de que la campaña mejore a corto plazo, ya que «para mañá (por hoy) prevese a chegada doutra fronte» que descargará más lluvias en toda la comunidad, lo que impedirá que mejoren las condiciones del río Ulla.

Diario de Arousa

El caudal del río Ulla dificulta la pesca de lampreas en Herbón.

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El elevado caudal que presenta el río Ulla a su paso por Herbón, en el municipio de Padrón, dificulta la pesca tradicional de la lamprea en las primeras pesqueiras de este tramo fluvial, las de Areas, hasta el punto de que los pescadores apenas pudieron trabajar por la gran cantidad de agua que lleva el cauce. «¿Quen se mete ahí?», pregunta uno de ellos, Severino López, en alusión a como está el río.

Desde la apertura de la veda el pasado 1 de enero, apenas han echado las redes unos días y apenas han capturado unas pocas piezas, las primeras veces en los huecos a los que se llega a pie y hasta el viernes, únicamente, una vez con la barca.

En esta campaña son siete los pescadores autorizados: cinco se suben a la embarcación de madera y dos ayudan desde la orilla. Cuenta Severino López que si la barca estuviera en buenas condiciones aún se atreverían a cruzar el Ulla para echar las redes en todos los huecos pero al no ser así, «a metade do río vai quedar sen traballar». «Hai que facer unha barca nova porque esta ten 18 anos pero vexo difícil que se faga», asegura este vecino de Herbón. Hasta el viernes, por ejemplo, solo echaron cuatro redes en los huecos del río en la orilla de Herbón y tres en los de Cortiñas. Estaban a la espera de que bajara un poco el caudal para echar otras tres del lado de Herbón. «Teñen que quedar as paredes das pesqueiras libres de auga para poder traballar ben», explica Severino que, con 48 años, lleva pescando lampreas desde «rapaz».

Este vecino de Herbón cuenta que las riadas de las últimas semanas debieron venir, por lo menos, en octubre «para limpar o río e meter lamprea», porque, al hacerlo ahora, el pez «sube máis tarde». Por la cantidad de agua que lleva el Ulla, este pescador tiene claro que «ten que haber moita lamprea» pero el río «non nos deixa traballar para collela» y de ahí el desánimo que se palpa en este y otros vecinos autorizados.

«A choiva que veu agora debía vir no mes de outubro para limpar o río e meter lamprea»

La Voz de Galicia

La lamprea sigue de capa caída.

lamprea /

El gran caudal daña los aparejos y obliga a repararlos ??in situ? para poder devolverlos al río

El de 2014 se confirma con uno de los peores inicios de la campaña de pesca de la lamprea en el Ulla de los últimos años. Las condiciones del río, con mucho caudal y el agua muy turbia, dificultan enormemente el trabajo de los valeiros y, además, las capturas están siendo testimoniales durante esta semana, la única en todo lo que va de mes en la que las embarcaciones (un total de ocho, ayer) están saliendo a faenar de forma regular, aunque sea a costa de arriesgarse a romper los aparejos o a sufrir un accidente. ??Estando así o río xa non deberían permitir que se traballe?, comenta uno de los pescadores cesureños. ??Non sei como non hai máis accidentes?, reflexiona.
El excesivo caudal y la fuerte corriente del Ulla a consecuencia de las lluvias de las últimas semanas hace que los valeiros tengan que redoblar esfuerzos para conseguir sacar las nasas del agua y revisarlas. Algunos aparejos sufren daños y roturas, otros se enredan en el fondo e izarlos se hace más que complicado. Pero en muy pocos aparecen capturas: alguna trucha o escalo que son devueltos al río, pero lampreas muy pocas. Ayer, una vez más, la mayoría de barcos se fueron de vacío y solo una minoría pescaron una o dos piezas. ??Non paga a pena tanto traballo para coller unha ou dúas lampreas?, se resignaba un valeiro a bordo de su embarcación en la tarde de ayer. Otros consideran ??unha lotaría? conseguir pescar, por poco que sea, con estas condiciones en el río. ??Como non cambie o tempo imos seguir así?, auguran. Y a corto plazo no se vislumbran cambios, ya que las previsiones son de lluvias intensas en lo que resta de semana y también para los primeros días de la siguiente. Según las predicciones de MeteoGalicia será hacia finales de la próxima semana cuando el anticiclón irá ganando terreno y las lluvias tenderán a disminuir. ??Con que veñan dous ou tres días bos, sen chuvia, o río xa se pon ben?, algo que los valeiros esperan como agua de mayo para que la campaña empiece a remontar.
Hay que tener en cuenta que el inicio de la temporada de pesca se retrasó más de una semana debido a los sucesivos temporales y, desde entonces, tan solo en un par de jornadas las capturas rondaron la veintena sumando todos los barcos.

Diario de Arousa

La crecida y las corrientes condicionan la ´nefasta´ campaña de la lamprea en el Ulla.

Los «valeiros» de Pontecesures, el colectivo que se dedica a la pesca de lamprea en el Ulla, solo tiene una palabra para definir la campaña de pesca actual: «nefasta». Consultados ayer, indican que «las cosas no podían ir peor», por lo que se lamentan de su «mala suerte» y esperan ansiosos a que las condiciones meteorológicas cambien.

El gran caudal del río y las intensas corrientes dificultan enormemente su labor -y la hacen más peligrosa-, de ahí que ayer, cuando levantaron sus aparejos, vieran que estaban vacíos.

«Solo trabajamos tres días y fueron muy flojos, porque apenas cogíamos tres o cuatro piezas por barco, pero es que hoy (ayer para el lector) todo fue a peor y apenas pudimos capturar cuatro o cinco lampreas entre todos», esgrimen con resignación los pescadores.

Saben que las adversas condiciones meteorológicas son un handicap difícil de superar, por eso esgrimen que «lo ideal sería que el tiempo cambiara pronto, que llegaran los vientos del norte y que las cosas se tranquilizaran en el río; solo así podremos salvar de verdad esta nefasta campaña».

Ni que decir tiene que con esta complicada situación en aguas del Ulla los curiosos que suelen tomar la zona portuaria pontecesureña para ver las evoluciones de los pescadores deberán esperar a mejor ocasión para ver levantar las nasas butrón cargadas de lamprea. Y lógicamente, aquellos que disfrutan saboreando este manjar tampoco lo tienen fácil para encontrar un lugar en el que degustarlo.

Faro de Vigo

Las primeras lampreas de Pontecesures salen a la venta por 35 euros la pieza.

FARO AROUSA

Los valeiros regresaron ayer por la mañana al muelle de Pontecesures con una quincena de lampreas, y los que consiguieron venderlas lo hicieron a entre 30 y 35 euros la pieza.

No es un precio muy elevado teniendo en cuenta que las primeras de Herbón -un pueblo del vecino municipio de Padrón- salieron a 50, y que otros años se llegó a pagar por los primeros peces de la campaña hasta 70 euros, pero José Barreiro, directivo de los valeiros, explica que «tenemos clientes que nos compran durante toda la temporada y tampoco queremos vendérselas carísimas solo por el hecho de ser el primer día».

Los pescadores de Pontecesures largaron los aparejos el viernes, después de que el temporal se lo impidiese el 2 y el 7 de enero. Cuatro de ellos volvieron ayer al muelle para ver que tal habían ido las cosas, y según Barreiro «no estuvo mal teniendo en cuenta que donde más hay es entre las piedras y que no hemos podido echar allí las nasas porque estos días podrían romper».

La pesca final rondó una quincena de ejemplares, de entre 1,4 y 1,6 kilos y un metro de longitud de media, y la mayoría fueron adquiridas por vendedores de la plaza de abastos de Padrón. Más adelante, cuando el número de capturas aumente, muchas lampreas del Ulla irán a parar a restaurantes tanto de las proximidades -los hay con mucha tradición en Catoira o Dodro- como de Santiago de Compostela o A Coruña.

De todos modos, ayer no se vendieron todas. Los valeiros dejaron unas cuantas vivas fondeadas en los aparejos, a la espera de que aparezca comprador. En este sentido, José Barreiro manifestó hace unos días que por el momento no se nota la demanda de lamprea de otros años, aunque también lo atribuye a que muchos hosteleros e intermediarios estaban esperando a que empezase la campaña para llamar a los valeiros.

Se espera que el número de peces aumente mucho en cuanto se estabilice la meteorología, ya que hay más de una docena de valeiros que todavía no han echado las nasas a la espera de que el río baje de caudal.

Una nueva borrasca

La pesca se desarrolló sin incidentes, aunque con los gajes típicos del oficio. Hubo nasas que se engancharon al fondo y que no había manera de levantar, hasta el extremo de que tuvieron que hacerlo entre los pescadores de dos embarcaciones. Y también hubo aparejos rotos, que fue necesario coser en tierra nada más atracar la planeadora.

Después de levantar las nasas se volvieron a depositar en el río, aunque éstas no se levantarán hasta el lunes. José Barreiro está preocupado por el tiempo, habida cuenta de que las previsiones meteorológicas anuncian para hoy domingo la entrada en Galicia de una nueva borrasca.

Si esto frustra la jornada de mañana -por la crecida del río o por si éste vuelve a ponerse peligroso para la navegación- podría no haber lamprea de Pontecesures en los mercados hasta media semana, puesto que el martes es día de descanso en lo que a capturas se refiere.

Solo se puede pescar en la mitad sur del río.

Faro de Vigo

Las primeras lampreas del Ulla se degustarán en Rois.

Las malas condiciones meteorológicas anteriores al inicio del año hacían presagiar un peor comienzo de campaña en la captura de la dama del Ulla, la lamprea. Y aunque día tras día los baleiros comprueban el caudal en Pontecesures, a día de hoy aún no pudieron soltar sus redes. Un hecho que hizo retrasar la temporada, prevista para el día 1 de enero y que está preocupando a los naseiros que esperan pacientes a que cambie el viento al norte para que no haya peligro de que se rompa en el cauce su material de trabajo y puedan arrancar con la pesca para obtener buenos resultados.

La sorpresa venía dada ayer por las pesqueiras de Herbón, que obtuvieron por la mañana los primeros ejemplares en la zona alta del Ulla y con las que se hizo en el mismo día la taberna O Pemento, situado en el municipio de Rois.

El peso de las lampreas es de 1,600 y 1,450 kilos y fueron adquiridas por un precio medio de 50 euros.

El Correo Gallego