Las «pesqueiras» del primer tramo del Ulla, abiertas ayer, están casi secas debido al bajo caudal del río.
Cerca de sesenta años de pesca de la lamprea en el río Ulla a su paso por Padrón dan para ver mucho, pero no lo suficiente como para no poder iniciar la temporada el 7 de enero debido al bajo caudal fluvial. Así lo contaba ayer Manuel Vidal Lago, un padronés de 76 años que hoy no irá, como cada año, al río a levantar las redes en el primer día hábil de capturas.
No irá él ni los otros cuatro propietarios que tienen licencia para pescar en el primer tramo del Ulla abierto en Padrón y que se conoce con el nombre de Areas, a la altura de las tierras de Herbón. Se trata de un total de 13 huecos que quedan entre las piedras que forman un pequeño muro todo a lo ancho del Ulla, de los que 5 estaban ayer casi secos por completo.
«Non acordo nunca de ver o río así», decía Manuel Vidal para quien la falta de lluvias y, por tanto, el estado del río «é unha pena» y más para personas como él que llevan más de media vida practicando la pesca de la lamprea. «Para min é como unha droga», asegura este pescador, pero «hai que collelo como vén porque son cousas da natureza», añade. El Ulla baja con un caudal mínimo y, según Manuel Vidal, «fan falla tres metros máis de agua para que poidamos pescar lamprea» de modo que, como al resto de pescadores en el tramo de Padrón, solo les queda esperar que «chova moito e moitos días». Con tres metros más de agua, el caudal cubriría las grandes piedras que hay en el río y, con ello, la «lamprea correría» por las primeras pesqueiras de Herbón.
Los cinco propietarios de estas tienen hasta el 31 de marzo para capturar lamprea aunque, visto lo visto, no sabrán cuándo podrán hacerlo. Por lo de ahora, ni siquiera han desempolvado el material y las herramientas de pesca que guardan durante todo el año en diversos puntos, como la pesada barca de madera con la que cruzan el río y que sigue a la espera de que la usen. Pero, pese a la inactividad en el río, Manuel Vidal pagó la licencia que le corresponde por la pesca anual de lamprea y que suma cerca de 950 euros.
LA VOZ DE GALICIA, 08/01/08