La grovense de adopción Teresa Portela se queda finalmente como única alegría del piragüismo arousano en su sueño de disfrutar de un campeón en el que poder volcar sus ansias de un podio olímpico en los ya inminentes Juegos de Río de Janeiro. Ni Diego Romero, en el C-1 1.000, ni André Oliveira, en el C-2 1.000 con el asturiano David Fernández como compañero, fueron capaces de finalizar entre los dos primeros en sus respectivas finales matutinas ayer en la jornada de clausura del Preolímpico Europeo de Duisburgo, Alemania.
De hecho, al canoísta del Breogán le habría bastado finalmente con acabar tercero para sellar el pasaje a Río de Janeiro. Al ganar el rumano Leonid Carp tanto la final del C-1 como la posterior del C-2 1.000, y liberar la normativa correspondiente la plaza en el barco individual aún teniendo Carp derecho a remar igualmente en los dos barcos en los Juegos.
Carp se impuso en 3.58,288, por delante del italiano Tacchini, con 3.59,490 y el búlgaro Kodinov, que con 4.01,069 irá a Río gracias a la resolución de las tres finales de canoa. Romero, que empezó muy flojo -era último en el 250 a más de 6 segundos de Carp- acabó remontando hasta el cuarto puesto con un crono de 4.06,716.
La reasignación de plazas también habría dado el pase olímpico a Oliveira con un tercer puesto, pero este resultó inalcanzable, con triunfo del dúo rumano en 3.37,639, segundo puesto para el checo en 3.37,778, el tercero para el moldavo en 3.38,994, el cuarto para el alemán en 3.41,300, el quinto para el lituano en 3.42,145 y los españoles sextos en 3.42,456.
Los arousanos disputan ahora la Copa del Mundo
Romero y Oliveira permanecerán lo que queda de la semana en Duisburgo junto al resto de una selección española a la que se le han añadido Teresa Portela, en el K-1 200, y el K-4 1.000 masculino, los dos barcos hispanos clasificados para los Juegos Olímpicos en el Mundial del 2015. El combinado español disputará en estos tres días la Copa del Mundo, una excelente piedra de toque para los palistas de cara a los Juegos, o en el caso de los arousnos, el Europeo.
La Voz de Galicia