Caixanova financia con 4.000 euros a la asociación de discapacitados de la zona «Asmivalu».

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El alcalde, Bello Maneiro, muestra algunos de los trabajos de ??Asmivalu? a representantes de Caixanova.

Representantes de Caixanova firmaron ayer un convenio de colaboración con la Asociación de Minusválidos del Ulla-Umia (??Asmivalu?) por el cual la entidad crediticia concederá al colectivo con sede en Valga 4.000 euros para sufragar distintas actividades.
Los dirigentes de Caixanova realizaron además una visita a las aulas de formación de ??Asmivalu?, en las que se cultivan plantas ornamentales y productos hortícolas y se reciclan sistemas informáticos y pequeños electrodomésticos, talleres en los que participan una decena de adultos que sufre algún tipo de discapacidad. También se informaron sobre otros de los servicios que la asociación presta a menores con necesidades educativas, como clases de refuerzo escolar, logopedia, recreo informático o gimnasia terapéutica. En estas actividades participan unos doce jóvenes de la comarca. Asimismo, ??Asmivalu? presta asesoramiento y ayuda a las familias.

En el Auditorio, los representantes de Caixanova contemplaron una exposición de muebles restaurados y pinturas realizadas por los integrantes del colectivo, con el que el Concello vienen colaborando desde hace años. El próximo objetivo es conseguir un vehículo para el desplazamiento de personas discapacitadas.

DIARIO DE AROUSA, 13/02/09

El ADIF desmantela el paso a nivel de Campaña.

Un trabajador retira los sistemas de la caseta del cruce.

Operarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se desplazaron ayer al paso a nivel de Campaña, en Valga, para proceder a su desmantelamiento, después de que el cruce fuera cerrado al tráfico de vehículos y pasajeros a finales de 2008. El personal de mantenimiento retiró, entre otros elementos, el piso de caucho, las barreras, semáforos y otras medidas de seguridad con los que contaba el paso a nivel. También se llevaron el material y sistemas electrónicos de la caseta situada junto al cruce, que próximamente desaparecerá. Estos trabajos son el preludio del cierre definitivo del paso, que será vallado a ambos márgenes de la vía para evitar que los vecinos atraviesen los raíles

En cuestión de horas en Campaña ya no quedará ni rastro de lo que, durante muchos años, fue un paso a nivel. Personal de mantenimiento del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ­organismo dependiente del Ministerio de Fomento­ junto a operarios de la empresa Camiflón trabajaban ayer en la zona para desmantelar el cruce ferroviario, que permanece cerrado desde finales del año 2008.
Las tareas consistieron en la retirada del suelo de caucho que a mediados de 2007 se había instalado para mejorar las condiciones en la circulación de vehículos, y la colocación en la vía de varias traviesas de hormigón. También procedieron a sacar las semibarreras automáticas que protegían el paso a nivel, así como los sistemas para su funcionamiento. Lo mismo ocurrió con otros de los elementos de seguridad del cruce, como los semáforos y los mecanismos acústicos que alertaban a conductores y peatones cada vez que se acercaba un ferrocarril.

Otro grupo de operarios se centraban en el desmantelamiento de la caseta que está situada justo al lado del paso a nivel y que en los últimos 20 meses, desde que se produjo el accidente mortal en el que fallecieron tres vecinos de la localidad, vigilaba el cruce para evitar que pudieran producirse nuevos siniestros de consecuencias trágicas. Los mecanismos electrónicos que había en el interior de la estructura fueron retirados ayer y está previsto que, en el futuro, la propia caseta sea derribada puesto que ya no cumplirá ningún cometido en Campaña.

Los trabajadores tenían previsto acabar ayer mismo estas obras que, según explicó un portavoz de Renfe, no afectaron a la circulación de trenes por esta línea ya que ??habitualmente estas tareas se realizan en horas en las que no circulan ferrocarriles, o bien se utiliza a una persona como ??piloto?, de forma que avise cuando se acerca un tren para que los operarios se retiren de la vía?.

Próximamente está previsto que la zona en la que se ubicaba el paso a nivel se instale una valla a ambos márgenes de la vía para impedir el paso tanto de vehículos como de peatones, aunque estos trabajos no corresponderán a personal del ADIF sino a una empresa contratada por este organismo. En las últimas semanas, el cruce estaba protegido con cadenas metálicas provisionales y algunas vallas de obras, que alertaban a los conductores de que el paso estaba cerrado y debían utilizar el puente que el ADIF construyó en las inmediaciones. Una infraestructura que, a pesar de su retraso, fue muy bienvenida por los vecinos, aunque llegó tarde para José Martínez Senín, su hijo Roberto Martínez Ríos y José García Bejo, todos ellos vecinos de Setecoros, que en abril de 2007 fueron arrollados por un tren al fallar las barreras cuando cruzaban el ahora desaparecido paso a nivel de Campaña.

DIARIO DE AROUSA, 12/02/09

El Joyería Riveiro de Pontecesures perdió con claridad en Caldas en la liga de fútbol veterano.

Por tres goles a cero perdió el equipo cesureño en Caldas el sábado pasado. Ahora bajó a la cuarta plaza en la clasificación del grupo 5º de esta liga.
Encabeza la clasificación el Rápido de Xeve, con 47 puntos, seguido del Playa de Lagos con 46. Tercero es El Puente ACD con 40 puntos y cuarto es el Joyería Riveiro con 39. En la quinta plaza figuran los veteranos de Caldas con 36 puntos.

Abierto el plazo de renovación de las tarjetas peatonales del casco padronés.

Un bando del Concello de Padrón informa del plazo de renovación de las tarjetas de acceso a la zona peatonal del casco antiguo, que finaliza el día 15 de febrero. Los residentes de la zona; los propietarios o arrendatarios de plazas de garaje; vehículos que, por motivos de su actividad pertenezcan a personas físicas o jurídicas que ejerzan su actividad en el área de aplicación de la ordenanza deberán solicitar en el departamento de Tráfico del Concello la oportuna renovación de la tarjeta para este año. Con este fin, los interesados deberán presentar el correspondiente justificante bancario de haber pagado el precio público de 11,30 euros, antes del 15 de febrero. Los servicios municipales designados para esta función expedirán la tarjeta.

LA VOZ DE GALICIA, 11/02/09

La antigüedad de un puesto en la Pascua solo sumará 10 puntos de 100.

Los feriantes piden al Concello de Padrón que suba ese valor hasta 80 ya que temen quedarse fuera de la feria

La segunda reunión entre el Concello de Padrón y feriantes, convocada por el primero con el fin de explicar y aclarar las condiciones que rigen la convocatoria pública abierta para conceder las autorizaciones para la ocupación de los puestos de Pascua, sirvió para que el gremio expusiera de nuevo su rechazo al sistema elegido por el gobierno padronés y, sobre todo, para reclamar que puntúe más la antigüedad de las plazas.
Tras recoger ayer toda la documentación relativa al concurso, los feriantes tienen hasta el próximo martes para presentar, a sobre cerrado, la propuesta económica que realizan para el puesto que les interesa. El Concello padronés dividió el terreno público que oferta en el Paseo del Espolón, Campo del Souto e inmediaciones del campo de fútbol en nueve zonas distintas, delimitadas por usos. En cada uno de ellas están las parcelas perfectamente señalizadas así como su precio de salida que, según explicó el teniente de alcalde de Padrón, Eloy Rodríguez se incrementa un 5% con respecto al del año pasado, de modo que el módulo pasa de 120 a 126 euros.
En una reunión en la que los feriantes abarrotaban el salón de plenos y a la que también asistió el alcalde Camilo Forján y la secretaria municipal, Eloy Rodríguez explicó que el Concello decidió unir puestos en base a lo solicitado el año pasado por los feriantes. Asimismo, insistió en que queda espacio libre «suficiente» entre las distintas plazas para que los pascueiros puedan circular «perfectamente». Con ello, añadió el teniente de alcalde, se trata de evitar que se formen «embudos» en determinadas zonas de la feria.
A fin de captar el mayor número de público, el gobierno local también reservó varios huecos para atracciones que aporten un grado de innovación ya que, como dijo Eloy Rodríguez, «hai que tratar de que a Pascua sexa cada ano máis atractiva». Asimismo, informó de que hay zonas que están acotadas a los puestos de Pascua, concretamente dos: una en el Paseo del Espolón que está destinada a los vendedores de productos del mercado dominical como pueden ser quesos o pan. La segunda se localiza a un lado de la piscina y queda reservada para los que venden calzado todos los domingos.
Una vez que el alcalde y el teniente de alcalde explicaron por encima las condiciones de ocupación de los puestos, los feriantes tomaron la palabra para exponer, de nuevo, su rechazo al concurso público. Una vez más, apostaron por la adjudicación directa de las plazas para, según insistieron, no quedarse fuera de la feria después de medio siglo o más de tener puesto en ella.
En este sentido, uno de los feriantes tomó la palabra para proponer al gobierno padronés que le de más puntos al criterio de antigüedad de los puestos, de modo que de los 10 puntos sobre 100 fijados en el pliego de condiciones se pase a 80. Para el sector, 10 puntos «no es nada» cuando la oferta económica vale 70 puntos sobre 100. «El dinero manda», recordaron.
No obstante, la secretaria municipal explicó que la propuesta de 80 puntos no es un «criterio objetivo ya que muchos nunca alcanzarían», sin contar que la antigüedad acreditada es solo de un año.

LA VOZ DE GALICIA, 10/02/09

Yo protesto.

Artículo del presidente y editor de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre

Inmersos de lleno en la crisis (cuyos zarpazos, con ser graves, no son solo económicos) la parte más vital de la sociedad gallega asiste atónita al baile de confusiones y a la inoperancia que se ha instalado en nuestra vida pública, mientras se encienden cada día más luces rojas de alarma. Resulta difícil mirar para otro lado o dejarse llevar confiando en que las cosas se irán arreglando por sí solas. Por eso es necesario levantar la voz y llamar la atención de los corazones nobles, como hemos hecho siempre en momentos cumbre, desde grandes medios de comunicación, aquellos que tenemos como norma cumplir con nuestra responsabilidad. Y eso ha de hacerse por encima de cualquier posición cómoda, aun a riesgo de ganarse las incomprensiones de unos y las declaradas hostilidades de otros.
No es nada nuevo. Quienes hace ya dos años vimos aproximarse, con bastante antelación, toda la crudeza de la depresión económica, fuimos tachados entonces de agoreros del pesimismo, de alentadores del desánimo e incluso de antipatriotas. Los hechos, tan inapelables, han venido a demostrar lo que hoy ya son dos evidencias: una, que no era la querencia por lo negativo, sino un ejercicio de ciudadanía, avisar entonces de lo que se nos venía encima; y dos (lo que resulta mucho más grave), que no se aprovechó aquel tiempo precioso para reaccionar. Ni siquiera ahora se toman medidas resolutivas para enderezar un rumbo meridianamente equivocado. Por eso yo protesto.
Yo protesto contra el cortoplacismo miope de los agentes políticos, enfrascados hoy en satisfacer sus ansias electorales escondiendo el polvo debajo de las alfombras, aun a sabiendas de que el viento que soplará después de marzo lo esparcirá todo hasta dejar la estancia inhabitable. No de otra forma se pueden entender, por ejemplo, las ayudas al sector de la automoción, inoperantes si tienen como objeto ocultar los dramáticos efectos de la crisis hasta después de la batalla electoral.
Yo protesto también porque pequeñas y medianas empresas, que son parte esencial de nuestro tejido productivo y han creado tanto empleo, se ven abocadas al cierre sin que nadie se digne reparar en su drama. Y al mismo tiempo, grandes empresas y grandes empresarios que han demostrado con hechos y sin retórica su amor por Galicia son prácticamente expulsados y casi obligados a llevar su capacidad de iniciativa a otros lugares.
Es difícil encontrar en nuestro entorno despropósitos más grandes que los que aquí se cometen, mientras se despilfarra sin tino en operaciones de imagen que tienen como objeto enmascarar con fulgores de escaparate lo que en realidad no se posee. No de otro modo se pueden entender las moles vacías del Gaiás; los gastos desproporcionados en decoración o transporte; las maquilladas y exasperantes listas de espera en la sanidad pública, y, sobre todo, la decepcionante promesa (por incumplida) de la atención a las personas dependientes. No contentos con maquinar continuas campañas de imagen, o de intentar domesticar a la prensa, no faltan incluso políticos que deciden crear sus propios medios de comunicación para garantizarse al precio que sea la foto más favorecedora.
Se ha dicho alguna vez que la política es la profesión más noble cuando su objetivo es el interés general, y la más mezquina cuando se hace por interés propio. Por eso es obligado protestar contra el populismo, el clientelismo y el favoritismo.
Fueron los auténticos padres del galleguismo los que más se manifestaron a lo largo de la historia reciente contra las prácticas caciquiles. Pero ahora ha surgido un nuevo caciquismo que se disfraza de falsa modernidad y opera con desparpajo en todo cuanto se pone a su alcance, desde las concesiones eólicas a las plazas de empleo público.
Flaco favor hacen a la historia. De los grandes galleguistas heredó Galicia un noble concepto de país, armónicamente integrado en España y en Europa, que destacaba sus valores y los relacionaba sin antagonismos con el mundo. Así pensamos siempre los que, como yo, tuvimos la feliz experiencia de compartir trabajo y proyectos ilusionantes con Ramón Piñeiro, Domingo García Sabell, Francisco Fernández del Riego, Valentín Paz Andrade, Marino Dónega o Carlos Casares; todos ellos colaboradores en las páginas de La Voz de Galicia, que siempre ha estado abierta a los sueños que pugnan por el engrandecimiento de nuestra tierra.
Ahora, aquel hermoso ideario de los grandes galleguistas parece usurpado en manos de intolerantes que lo emplean como arma arrojadiza entre gallegos. Muchos callan ante esto. Pero yo, que fui multado precisamente por impulsar que se publicase en gallego en este periódico, hoy protesto. Protesto porque el idioma que antes fue negado ahora se quiere imponer sin contemplaciones ni concesiones al sentido común. Y la lengua se parece en esto al amor. Si nadie por la fuerza pudo retirarla, nadie por la fuerza podrá tampoco imponerla.
Al cabo, este intento de imposición es solo un síntoma más de la preocupante deriva que, a causa de las confrontaciones partidarias, se viene dando en el actual Estado de las Autonomías. Los estados federales que son ejemplo en el mundo han establecido mejores pautas de relación y cohesión interna que las que se están dando en España en asuntos tan enloquecidos y carentes de lógica como la financiación autonómica, la educación, la ruptura de la unidad de mercado o el gravemente deteriorado principio de la igualdad entre ciudadanos.
Ni quienes en las instancias ejecutivas tienen la obligación de ordenar la vida pública, ni quienes han sido facultados por el pueblo para ejercer la oposición están cumpliendo con sus obligaciones.
En el ámbito político, todo se traduce en guerras partidarias (incluso dentro del mismo gobierno), en espionajes (incluso dentro del mismo partido), en delaciones y en intereses personales.
En el campo económico, asistimos a una crisis mundial causada por la avaricia de empresarios y dirigentes sin escrúpulos, cuyas malas prácticas han sido consentidas por los supuestos encargados de controlarlas e impedirlas.
Mientras, grandes pilares básicos de la vida en común se desmoronan ante la inacción de la sociedad. Los rectores de las universidades gallegas claman en el desierto por la falta de recursos que las ponen a la cola de Europa en un momento en el que se reformula el futuro de los estudios universitarios. Los jueces, divididos como nunca, añaden problemas e incongruencias al más ineficiente de los poderes que rigen la vida de los ciudadanos. Las entidades financieras ignoran sus obligaciones mientras crece el rosario de empresas ahogadas por la falta de recursos. Las listas del paro se agrandan y se llenan de dramas permanentes, hasta hacer entrever las calamidades de la desolación y la revuelta social. Hacienda, que somos todos, muestra una infamante doble cara: mantiene su exigencia ineludible al autónomo que en un revés pierde a sus clientes, mientras envuelve en mullidos cojines a sociedades anónimas que, como las deportivas, eluden sus obligaciones con el Estado (con todos nosotros) y acumulan deudas más que obscenas.
Por todo eso yo protesto. Y por la falta de compromiso que nos está haciendo perder de nuevo el tren de la historia en cuestiones tan fundamentales para el futuro de esta comunidad como las infraestructuras, la energía y el desarrollo tecnológico. La lentitud y la ineficacia en estos campos solo vienen a confirmar que Galicia no ha reaccionado todavía con presteza ni a sus propios desequilibrios internos ni a la amenaza de una península hemipléjica, donde todos los motores económicos y sociales se concentran en la mitad oriental y toda la rémora y la falta de perspectivas se quedan en el abandonado paraíso del Finisterre.
Si digo todo esto, si protesto incluso por tener que protestar, no es porque me embarguen sentimientos derrotistas. Justo al contrario. Solo los indolentes callan. Los batalladores saben que el primer paso para afrontar con arrojo la solución de los problemas es dándoles la cara; poniéndose frente a ellos; citándolos.
Ese ánimo positivo me llevó a decir públicamente en noviembre del año pasado que es tiempo de fraguar un gran acuerdo. Y lo reitero ahora: nada se alcanzará sin una acción concertada, que sume esfuerzos para aprovechar las oportunidades. Un gran acuerdo social, no solo entre políticos, que cuaje en un gran proyecto de Galicia en el que todos puedan sentirse cómodos y confiados.
Por todo esto, hace falta más que nunca que regrese la desaparecida sociedad civil. Que se restablezca de la postración, que conozca, que pida cuentas, que juzgue, que actúe. Porque dicen los manuales que después de la depresión económica viene siempre la depresión social. Pero esa es una tragedia que Galicia no se debe volver a permitir. Y, desde luego, no se puede permitir hoy.