José María Bello Maneiro consiguió, después de 28 años como alcalde, una nueva mayoría absoluta. El líder del PP volvió a arrasar en Valga y conserva nueve de los trece ediles posibles. Está radiante por ello, pero también por haberse cargado políticamente a la portavoz socialista, María Ferreirós, quien tras sufrir un nuevo varapalo electoral el domingo ya anunció inmediatamente que da un paso atrás.
Ella
es la responsable, en palabras de Bello Maneiro, de que el mandato que
ahora termina fuera «el más duro que nos tocó vivir, y no por las
complejidades en la gestión del Concello, sino por la posición rastrera y
envenenada que tuvimos que soportar».
Lamenta
así «la política de confrontación continúa, de odio y denuncias
constantes en el juzgado intentando no solo hacer daño político a este
equipo de gobierno, sino también desprestigiar personalmente a cuantos
lo integramos».
Todo esto, insiste el conservador, fue fruto de la estrategia de la candidata
del PSOE, que tras perder un concejal y quedarse con solo tres entiende
que «los vecinos de Valga no valoraron nuestro trabajo, esfuerzo y
ganas».
De ahí que anunciara
que se aparta y que no sigue adelante con las demandas judiciales contra
el regidor y su equipo. Aunque esto no es del todo así, pues «los socialistas
no tienen nada que retirar, ya que su recurso contra los presupuestos
de 2017 saben que no va a ninguna parte», espeta el líder del PP.
Y lo dice porque «la justicia ya desestimó otro recurso idéntico presentado por el Colexio de Secretarios e Interventores de Pontevedra (Cosital)».
Además,
la denuncia contra las Comisiones de Coordinación «ya fue archivada por
la Audiencia Provincial en una sentencia que es firme», añade el
alcalde valgués.
Considera que
«lo que deberían hacer los socialistas es explicar por qué uno de los
ediles del PSOE votó a favor de estas comisiones en un pleno y después
las denunció en el juzgado; o por qué en los últimos cuatro años se
encargaron de difundir mentiras y falsedades, llegando incluso a
extremos impresentables como intentar adoctrinar a los niños».
Al
hilo de esto, explica Bello Maneiro que «se dieron casos en los que
hijos de concejales del PP tuvieron que escuchar de sus compañeros de colegio que sus padres eran unos ladrones y robaban en el Concello».
Todo
esto parece explicar el enfado del alcalde, convencido de que «la
candidata socialista tenía que haberse retirado ya antes de las elecciones,
dado el fracaso estrepitoso de su estrategia y después de que los
jueves se encargaran de dejar al descubierto sus mentiras y su política
de odio permanente».
Pero «es
hora de aparcar la política y dejarla a un lado para centrarnos, como
siempre hicimos, en la gestión», declara el primer edil.
Lo hace al tiempo que destaca su nueva victoria electoral, festejada el domingo con el lanzamiento de fuegos
artificiales porque los vecinos «hablaron alto y dejaron claro que no
les gusta esa forma de hacer política basada en la mentira y la
descalificación permanente».
Se
muestra orgulloso por el trabajo realizado por su equipo y «todos
aquellos que colaboraron y nos apoyaron» , al igual que agradece que los
ciudadanos confíen «abrumadoramente» en su proyecto.
Una
labor de gobierno que en los próximos cuatro años se caracterizará por
«más trabajo» y por una «lucha permanente» para que las diferentes
administraciones públicas «respondan como se merecen los vecinos del
Concello, pues aún quedan cosas por hacer, proyectos que sacar adelante e
ideas para seguir mejorando la calidad de vida de los valgueses».
De lo que se trata, y termina, es de seguir trabajando, pues «mientras en otros municipios perderán semanas tratando de negociar acuerdos y pactos, gracias a la mayoría absoluta para nosotros hoy (por ayer) es un día más y estamos al pie del cañón trabajando como cualquier otro día, tratando de resolver los problemas de los vecinos».
Faro de Vigo