La impulsó el Partido Popular y la apoyaron un concejal de Terra Galega y otro de la formación independiente local.
A pesar de ser la fuerza más votada en las últimas municipales, el PP no pudo acceder en mayo del año pasado a la alcaldía de Pontecesures, una localidad de poco más de 3.000 habitantes situada a orillas del río Ulla. Los tres ediles obtenidos por la formación precisaban para hacerse con el bastón de mando del apoyo de los dos concejales de Independientes de Pontecesures y de los otros dos de Terra Galega. Pese a situarse en el espectro ideológico de la derecha, las diferencias irreconciliables entre estos dos grupos impidieron el acuerdo. Un año después, la situación ha cambiado radicalmente. Tras la salida de TeGa del tripartito formado con BNG y PSOE, se abrió la puerta a una moción de censura que ayer se consumó.
Detrás de todos estos movimientos ven los grupos que hasta ahora formaban gobierno la mano de Alfonso Rueda. La nacionalista Ana Pontón insistió ayer en que estamos ante una «cacicada» con la que se presenta el nuevo presidente provincial del PP. Y de él parecían hablar los socialistas cuando nombraban al «productor» de la «ópera bufa» de la moción de censura.
En esta ve la ya exalcaldesa, la nacionalista Cecilia Tarela, la antesala de la «reunificación» de la derecha en la localidad. Aseguró durante el pleno en el que se despidió de su cargo, que la alianza alcanzada por PP, IP y TeGa solo obedece a una razón: «Veñen polos cartos e polo formigón». Es decir, por las concejalías de Obras y Urbanismo que se han repartido entre los grupos que acompañan a los populares en esta nueva etapa municipal.
Los socialistas están de acuerdo con la lectura que se hace desde el BNG. Y ayer, durante la sesión plenaria, su portavoz barruntó algunas cuestiones que cree que el nuevo gobierno va a poner sobre la mesa: desde reactivar el polémico proyecto de la variante de la N-550, hasta la posibilidad de fusionar Pontecesures con la vecina localidad de Valga. El tiempo dirá si hay algo de cierto en las cábalas realizadas por los dos grupos que abandonaron el gobierno en el transcurso de un pleno tenso, en el que el concejal de TeGa que secundó la moción de censura se convirtió en blanco de duras críticas.
La Voz de Galicia